domingo, 2 de mayo de 2010

desde el fondo del aire

Necesito irme ¿pero adónde? Escribir la última carta ¿a quién? a quién si no comprenden? hablan otro idioma que me mintieron (una de las tantas...) era el mismo...
Y me necesito, una última, fundamental, imprescindible vez, en un lugar y un tiempo.

Quien se dijo novia se llevó sin permiso mis piedras de libre albedrío, y amigos ya no hay, se fueron detrás ella...

¿Irme a la muerte?, tal vez, mi vecina...otra vez se presenta, otra vez la toco.
¿permanecer entre tinieblas o dar un paso más?

No es broma, aclaro, nunca lo escrito fue broma, ni lo otro,
lo dicho,
lo avisado,
lo pactado.

No quise llegar hasta aquí, no fue facil, encima me trajeron.

Pero se presenta Artaud y dice:
"Nadie nunca se suicida solo...para que el cuerpo se decida al acto contra natura de privarse de su propia vida se necesita un ejército de seres malditos"

Es verdad...entonces...se me plantea ahora no darles el gusto.
Me queda claro que el día (muy probablemente la noche) que claudique será porque no me quedan fuerzas.
Mientras tanto doy pelea, me lo aseguro.

Otra vez la bisagra, la elección, el desasosiego.

¿Continuará?

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