martes, 12 de mayo de 2009

Fábrica de pobreza y hacedora del hambre


En nuestro país la empresa Monsanto es apoyada ampliamente por el sector agropecuario y muchos dirigentes políticos.
Disfrazados en la mediática “Mesa de Enlace”, o en programas como “Soja Solidaria”, se realiza un trabajo de inserción en la conciencia de la población para que se toleren hechos inauditos como la provisión de soja transgénica a los comedores de niños
Cabe destacar que la soja (además de los problemas causados por la manipulación genética) impide la absorción de nutrientes básicos como el hierro y el zinc, por lo que los médicos aconsejan, por lo menos, no brindar este ¿alimento? a los niños menores de 5 años.

El mundo según Monsanto

En el libro “El mundo según Monsanto”, Editorial Península, de la periodista francesa Marie Monique Robin, que aparece en estos días y para el cual investigó directamente viajando y entrevistado en nuestro país, se puede apreciar la historia revelada de la acción de esta empresa trasnacional. Estos son algunos extractos del libro:

“Para Monsanto la crisis argentina es una oportunidad que supera sus mayores esperanzas. La soja Roundup Ready se expande como un reguero de pólvora. Mientras que en 1971 los cultivos de oleaginosas sólo representaban 37.000 hectáreas, pasan a ser 8.300.000 en 2000, 9.800.000 en 2001, 11.600.000 en 2002, para llegar a los 16 millones de hectáreas en 2007, eso es, el 60% de las tierras cultivadas. El fenómeno es de tal envergadura que se habla de la “sojización” del país, un neologismo que designa una profunda reestructuración del mundo agrícola, cuyos funestos efectos no tardarán en manifestarse”
“Según el censo agrícola realizado por el INDEC entre 1991 y 2001 quebraron 150.000 campesinos, 103.000 de ellos tras la llegada de la soja transgénica. En esta misma fecha unos 6.000 propietarios poseían la mitad de las tierras cultivadas del país, mientras que 16.000.000 de hectáreas pertenecían ya a extranjeros, un proceso que se ha acentuada todavía más después”.
“Según fuentes oficiales, de 1996-1997 a 2001-2002 el número de tambos, explotaciones lecheras, se redujo un 27 % (*), y por primera vez en su historia, el país de las vacas tuvo que importar leche de Uruguay. Igualmente la producción de arroz descendió un 44 %, la de maíz un 26%, la de girasol un 34 %, la de carne porcina un 36%.
“En Argentina, más que en otros lugares, la publicidad de Monsanto asegura que el Roundup es “biodegradable y bueno para el medio ambiente”, lo que ha llevado a que no se tome ninguna precaución con las fumigaciones que contaminan todo el medio ambiente: el aire, la tierra y las capas freáticas.”

“No se debe llamar ‘leche’ al zumo de soja y en ningún caso de debería reemplazar por esta”

“Comenta el Dr. Darío Gianfelici , que trabaja en Cerrito, una pequeña localidad de Entre Ríos, distante a 50 kilómetros de Paraná: “muchos médicos de la región hemos constatado un aumento muy significativo de las anomalías de la fecundidad (como abortos naturales o muertes fetales precoces), disfunciones de tiroides y del aparato respiratorio (como edemas pulmonares), de las funciones renales o endocrinas, enfermedades hepáticas y dermatológicas o problemas oculares graves. También nos preocupa los efectos que pueden tener los residuos de Roundup que ingieren los consumidores de soja, porque se sabe que algunos surfactantes son perturbadores endocrinos. En la región se ha constatado una cantidad importante de criptorquidias y de hipospadias en los chicos jóvenes y de disfunciones hormonales en las niñas, algunas de las cuales tienen la regla desde la edad de los 3 años…”

* Actualmente se habla de una caída del 50% de los tambos y campos para la producción lechera.

En una entrevista reciente con la periodista Marie Monique Robin, y a días de presentar este valioso libro el 30 de Marzo en la Biblioteca Nacional, comenta:


En internet figura la reciente película “El mundo según Monsanto”, puede verse en:

http://partido-pirata.blogspot.com/2008/04/marie-monique-robin-el-mundo-segn.html

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