La insurrección espontánea. Argentina diciembre 2001
Descripción, periodización, conceptualización
Nicolás Iñigo Carrera
María Celia Cotarelo
Introducción
En este Documento de Trabajo realizamos una descripción, periodización y
conceptualización del hecho desarrollado en diciembre de 2001 en Argentina, que tuvo
como resultado más evidente la caída del gobierno. En el marco de la agudización de las
disputas en la cúpula de la burguesía se desarrolló la lucha de los excluidos del poder
político: durante una semana todas las clases, fracciones y capas sociales se movilizaron y
participaron.
Al igual que en 1989, los que centran la mirada exclusivamente en las disputas en la
cúpula del poder, y entre sus administradores, limitan la explicación del hecho a la
existencia de un “complot”. Explicación fervorosamente defendida por los desplazados del
gobierno1. Nuevamente “los saqueos” fueron atribuidos a una intencionalidad política de
1 Un año después, Domingo Cavallo afirmaba que “El golpe institucional que planearon Duhalde, Alfonsín,
algunos dirigentes de la Unión Industrial y de otras corporaciones y que fue ejecutado el 19 y 20 de diciembre
del año pasado por grupos violentos, siempre dispuestos a promover el caos, ha destruido el Estado de
Derecho (...) Los que organizaron esta campaña tenían objetivos bien claros: recomprar sus deudas a un
pequeño porcentaje de su valor, con los capitales que previamente habían sacado del país” (Crónica 2/12/02).
El mismo Cavallo había declarado siendo ministro que “(...) no es con saqueos ni con ningún acto delictivo
que se va a contribuir a resolver los problemas... Me imagino que estas cuestiones serán manejadas desde los
ámbitos de seguridad de las provincias y de la Nación... Obviamente son manifestaciones de desorden que
tienen que tener un tratamiento policial y no económico” (Clarín 16/12/01). Fernando de la Rúa afirmó que
“estos graves hechos se presentaron como un espontáneo estallido social pero tras ellos habría existido una
incitación organizada para precipitar la crisis” (Crónica 7/4/02). Y que “Había intereses políticos y
económicos conjurados, ansiosos por imponer la devaluación y la pesificación” (La Nación 17/7/03). En sus
declaraciones en una causa judicial por el “complot” De la Rúa implicó a los sindicalistas Moyano y
Barrionuevo, a los políticos radicales bonaerenses Moreau y Storani (que pidieron cambios en el gobierno),
implicó explícitamente al gobernador bonaerense Ruckauf, culpó de la corrida bancaria a CrónicaTV y Radio
Diez, dijo que médicos del Hospital Argerich oyeron de los heridos “que tenían dinero, planes e
instrucciones” para actuar y que según le habían informado el intendente de San Isidro y un gerente del Banco
Francés “mucha gente[fue] a la Plaza de Mayo traída ex profeso, en camiones”; también que en la reunión de
Cáritas el Jefe de Gobierno de Buenos Aires Aníbal Ibarra, el presidente de la Unión Industrial Argentina
Ignacio de Mendiguren, el presidente de la CAME Osvaldo Cornide y el ex gobernador Eduardo Duhalde
“directamente pedían un cambio de modelo y la devaluación” (La Nación 16/4/02). Casi un año después de
los hechos De la Rúa ratificó ante el juez que “Duhalde aseguró en Washington, el 10 de agosto de 2001, que
el gobierno de la Alianza debía terminar su gestión en 2003, pero no con De la Rúa como jefe del estado” (La
Nación 5/2/03). Acusó también a las denuncias de lavado de dinero de Elisa Carrió (La Nación 23/7/02 y
Clarín 14/6/02), a “medios de comunicación que potenciaron el escándalo”: “dieciocho o veinte periodistas
minaron las bases de su gobierno con interpretaciones malevolentes e infundadas y hasta con el recurso del
humor corrosivo” (La Nación 23/7/02). Frente a la jueza Servini de Cubría hizo referencia a la resistencia de
legisladores opositores y oficialistas a aprobar el presupuesto nacional, a que “sectores interesados”
provocaron una corrida bancaria que obligó a dictar la bancarización, a que él “estaba firmemente decidido a
mantener la estabilidad monetaria, la paridad cambiaria y la convertibilidad, y evitar el default”, que “muchos
justicialistas y radicales de Buenos Aires planteaban un cambio de gobierno”, que la oposición se negó a
formar parte de un gobierno de unidad nacional y “los dirigentes parlamentarios de mi propio partido
coincidían en la imposibilidad de una solución”. Respecto de los días de diciembre dijo que “hubo ataques
provocados convocando falsamente a reparto de comida para incitar al saqueo, otros atemorizando a vecinos
por supuestos ataques, otro por un extendido sistema de asalto a supermercados con robo e incendio”, que “se
diversos orígenes, según quién lo dijera2, principalmente al partido Justicialista y en
especial al de la provincia de Buenos Aires3.
Debe tenerse presente que, efectivamente, el hecho se da en el contexto de una lucha
interburguesa, y que su explicación sólo puede hacerse teniendo en cuenta esa
confrontación dentro de la oligarquía financiera, lo que hace necesario un paso más, aún no
realizado, en nuestra investigación. En este trabajo estamos describiendo y analizando (es
decir constituyendo en objeto de investigación) al hecho en tanto refiere a los procesos de
lucha que desde el pueblo se vienen desarrollando en Argentina desde los años ’90.
A ese aspecto remiten los diferentes nombres que, según la perspectiva desde la que
se lo aborde, ha recibido el hecho: “rebelión popular”, “Argentinazo” o “insurrección
destituyente”. En las referencias más superficiales, las más de las veces se lo reduce a
alguno de los elementos que lo componen (“el cacerolazo”, “los saqueos”) o se lo limita
temporalmente (“19 y 20 de diciembre”).
Llegar a una conceptualización del hecho debe permitir superar las nominaciones
comunes, poniendo a la luz no sólo su fisonomía sino también su naturaleza.¿Por qué es
importante intentar llegar a una conceptualización? Si bien las nominaciones comunes
pueden remitir a las “ideas inherentes”4 en un momento histórico determinado de una
sociedad, e incluso constituir una primera aproximación al conocimiento, no permiten
localizarlo con respecto al conocimiento científico universal, es decir, relacionarlo con un
cuerpo teórico.
El nombre común de “Argentinazo” permite una doble aproximación al hecho, que
lo constituye en amalgama ideológica y, a la vez, ariete ideológico de una fuerza popular:
1) permite entroncar los hechos presentes con uno de los momentos más altos de las luchas
de masas de nuestra historia reciente, al evocar los rasgos de combate callejero
vinculándolos con los “azos” de 1969 y primeros años de los ’70. 2) Señala la forma
“nacional” que toma el hecho. Invalidar el uso del término “Argentinazo” sería pretender
criticó la pasividad policial en la provincia de Buenos Aires”, que “hubo marchas alentadas oficialmente
como la iniciada por el intendente West de Moreno y el dirigente piquetero D’Elia denunció que del gobierno
provincial le quisieron pagar para los asaltos a lo que se negó” (Crónica 7/4/02). La ex ministro Patricia
Bullrich atribuyó el “complot” a Alfonsín, Duhalde, Ruckauf, al sindicalismo y a los gobernadores peronistas
(La Nación 16/4/02). También allegados al jefe de la Policía Federal Rubén Santos, juzgado por los
homicidios en Plaza de Mayo, alegaron que tres meses antes la policía había avisado al gobierno de un plan
desestabilizador que iba a comenzar con saqueos en la provincia de Buenos Aires para después avanzar sobre
la Capital y que en los hechos de Plaza de Mayo actuaron “grupos de activistas” “con el fin de tomar la casa
de gobierno” y “brigadas sucias de la policía que pretendían desplazar a Santos” (La Nación 6/2/02).
2 El entonces senador justicialista Eduardo Duhalde dijo que “hay algunos grupos extraños” que aprovechan
la situación; el gobernador radical de Mendoza (“si aquí hubo conductas violentas es porque han sido
reactivadas”) y el senador radical Usandizaga (“fueron obra de oportunistas que pretenden generar caos y una
mayor preocupación”) hicieron declaraciones similares. La ex ministro Bullrich reconoció que “los
cacerolazos del 19 y 20 fueron una expresión genuina” pero expresó su duda de “si no hubo una incitación a
los saqueos” (La Nación 16/4/02). No faltó quien acusó a la izquierda: el director de Transporte de Tucumán
señaló que “son dirigentes de izquierda que tratan de sacar réditos políticos a costa de actos de rapiña, sin
contemplar las necesidades de la gente” (La Gaceta de Tucumán 21/12/01).
3 Aunque la sospecha de que los saqueos encubrirían un “complot” para desplazar al gobierno dio lugar a una
investigación judicial, no ocurrió lo mismo con la invitación realizada unos meses antes desde el diario La
Nación a que amas de casa “recorran nuestras avenidas, las plazas de provincia, se encuentren en la Plaza de
Mayo, armadas de cacerolas”, en defensa del orden y contra el “vacío de poder” (Helbling, Carlos Conrado; A
qué jugamos; La Nación 9/7/01).
4 En el sentido de George Rudé (Rudé, George; Revuelta y conciencia de clase; Barcelona, Crítica, 1981.
(inútilmente) invalidar esa recuperación de la historia de la lucha de las masas en la
Argentina. Sin embargo, difícilmente podría negarse que el nombre de “Argentinazo”
carece de universalidad, en dos sentidos: a) refiere sólo a Argentina; b) remite al sufijo
“azo”, utilizado sin precisión para denominar hechos que tienen en común el rasgo de las
acciones callejeras pero que son muy distintos entre sí, si se atiende a los intereses
presentes en ellos, sus protagonistas, y los mismos procesos históricos de los que forman
parte.
Nominar al hecho “rebelión” implica referirlo a una dimensión general, sin precisar
su forma ni su lugar en la escala de la lucha: desde nuestra perspectiva teórica, “rebelión”
abarca desde las formas individuales más inconscientes (como el robo), que se encuentran
por debajo de la escala de la lucha, hasta las formas colectivas más complejas, con
conducción política5. De lo que se trata, justamente, es de precisar a cuál de esas formas
corresponde el hecho investigado, ya que no se encuentran en él todas las formas posible de
la rebelión.
El nombre de “insurrección destituyente” presenta la debilidad de recortar el
análisis: parece difícil poder encontrar alguna acción que en la misma medida en que
“destituye” representaciones, no “instituya” otras, o dicho en términos más generales, no se
destruyen relaciones sociales sin construir otras; en este sentido debería más bien analizarse
qué relación existe entre los hechos de diciembre de 2001 y el desarrollo posterior del
proceso histórico en el campo de las relaciones políticas y, más específicamente, con el
desenlace en términos de quiénes ocupan hoy el gobierno en Argentina. Dejando de lado la
explícita renuncia a la búsqueda de algún grado de aproximación a la verdad histórica por
parte de quienes lo plantean, la nominación de cada hecho y de cada sujeto como algo
inédito, por fuera de cualquier dimensión ya reconocida en el análisis de la sociedad
capitalista (a la que se considera radicalmente transformada), tiende a crear tantos nombres
como hechos existieran, invalidando la posibilidad de buscar algún tipo de regularidad o
tendencia en el desarrollo histórico.
Lo que nos proponemos es intentar avanzar en una conceptualización que permita
determinar la naturaleza del hecho desde un cuerpo teórico. Y esa misma conceptualización
nos permitirá avanzar en la determinación del período en que se inserta el hecho y en las
tendencias posibles del desarrollo histórico.
Condiciones generales
Antes de pasar a la descripción y conceptualización del hecho investigado
señalaremos muy sintéticamente algunos rasgos del momento histórico, en los que se
debería avanzar en el desarrollo futuro de la investigación.
Después del intento fallido en 1975, la fuerza social acaudillada por la oligarquía
financiera logra en 1976 tomar por las armas el gobierno e imponer por la fuerza sus
condiciones, que son las del desarrollo del capitalismo en la fase de su descomposición.
Sucesivos hitos en el proceso de constitución de la hegemonía de la oligarquía financiera
son la forma en que se resuelve la guerra por las Malvinas en 1982, el reemplazo de los
cuadros militares por cuadros políticos en el gobierno en 1983 y las hiperinflaciones de
1989 y 1990.
5 La construcción de nuestra escala tiene su punto de partida en Engels, Federico; La situación de la clase
obrera en Inglaterra.
En el plano de las relaciones de fuerza internacionales se hace evidente una
ampliación de la condición de país dependiente de Argentina, que alcanza su culminación
con la definición de “relaciones carnales” y “enamoramiento” con que definen las
relaciones con Estados Unidos los cancilleres DiTella (PJ) y Rodríguez Giavarini (UCR).
Si se atiende a la relación de fuerzas objetiva, el rasgo fundamental que presenta el
capitalismo argentino es un proceso de repulsión de población que se manifiesta a lo largo
de los ‘80 y los ’90, y que alcanza magnitudes nunca antes tan evidentes6. A ese proceso de
repulsión de población se corresponde un proceso de centralización de la riqueza en menos
manos.
A pesar las múltiples manifestaciones de rebelión observables a lo largo de ese
cuarto de siglo, no puede dejar de señalarse la hegemonía de la oligarquía financiera y el
consenso que alcanza durante la década de 1990 y que se manifiesta claramente todavía en
las elecciones presidenciales de 1999, en que los tres candidatos más votados (más del 90%
de los votos válidos) proclaman su adhesión al “modelo” (como “su creador” Domingo
Cavallo, “sin corrupción” Fernando de la Rúa y, más moderadamente, “tratando de paliar
sus efectos sociales más negativos”, Eduardo Duhalde).
Desde 2000, el proceso de centralización de la riqueza y del capital en menos manos
(que, durante los ’90 se presenta en buena medida como “extranjerización” del capital) y la
prolongación de la recesión económica desde 1998, agudizan la lucha interburguesa,
básicamente alrededor de quién pagará la crisis. La unidad de la burguesía acaudillada por
la oligarquía financiera desde 1976 se quiebra. Afloran los conflictos que venían
insinuándose desde años atrás al interior de esa oligarquía financiera, siguiendo diversas
líneas de confrontación entre capitales más ligados a la producción o a la circulación, al
mercado interno o a la exportación, locales o extranjeros, más concentrados o menos
concentrados, invertidos en la producción de medios de consumo o en la producción de
medios de producción. Esto se expresó en los planteos de cambio en la política económica:
exigencias de abandono de la convertibilidad, dolarización, pesificación, demanda de
barreras aduaneras, etc.7.
Esa disputa había producido, en marzo, la caída del ministro de Economía José Luis
Machinea8. El intento de su reemplazante, el ex ministro de Defensa Ricardo López
6 En 1980 era posible estimar la población sobrante para el capital, sin contabilizar en ella a la superpoblación
latente en el empleo estatal y las ramas obsoletas, en alrededor de un 29% del proletariado (Iñigo Carrera,
Nicolás y Podestá, Jorge; Análisis de una relación de fuerzas sociales objetiva: caracterización de los grupos
sociales fundamentales en la Argentina actual; Buenos Aires, Cuadernos de Cicso N°46, 1985). La
proyección de ese cálculo diez años después mostraba una superpoblación del 65% (Iñigo Carrera, Nicolás y
Podestá, Jorge; Las nuevas condiciones en la disposición de fuerzas objetiva. La situación del proletariado;
Buenos Aires, PIMSA Documento de Trabajo N°5, 1997). Si bien esta estimación debería ser replanteada,
incluyendo la superpoblación latente en el empleo estatal y ramas obsoletas, y ajustando la proyección en
tanto el aumento de la desocupación abierta no significa un incremento de la población sobrante sino de su
visibilidad, el resultado de 65% aparece como bastante probable.
7 La magnitud de la disputa queda expresada en las declaraciones del ex presidente de la Unión Industrial
Argentina, José Ignacio de Mendiguren: “Si no se devaluaba se habría producido un golpe de derecha para
dolarizar la economía que hubiera terminado en un proceso de insurrección como en Bolivia. Ese golpe de
derecha no hubiese podido sustentarse...” (La Nación 29/11/2003).
8 Machinea (y el resto del gabinete) debieron renunciar en medio de críticas por el estancamiento de la
producción y reclamos de devaluación. Esto se dio en el contexto de las acusaciones formuladas por la
diputada Carrió acerca de la falta de voluntad de investigación del gobierno de De la Rúa de las denuncias
sobre lavado de dinero que involucraban a importantes bancos privados (argentinos y extranjeros) y
funcionarios del gobierno anterior.
Murphy (“de buena imagen entre empresarios y banqueros”9) por realizar un “ajuste” que
descargara los costos sobre sectores de la pequeña burguesía, capas de asalariados y
burguesías provinciales (recortes en la educación universitaria, incentivo docente, fondo del
tabaco, gas patagónico y fondos provinciales, y extensión del IVA) obtuvo una contundente
respuesta en la movilización popular que lo obligó a renunciar en quince días10. El retorno
de Domingo Cavallo al ministerio, casi inmediatamente investido por el Congreso de
poderes extraordinarios (“superpoderes”) fue acompañado por los medios de comunicación
que crearon la expectativa de una solución que exhibía todos los matices del pensamiento
mágico sintetizados en la creencia de que “el padre de la criatura” tenía todas las
soluciones. Mientras se sucedían estruendosos anuncios de nuevos préstamos para paliar la
deuda pública, la certeza de un crac financiero ya estaba instalada en la cúpula de la
sociedad: discretamente se intensificó el envío de dinero al exterior que durante 2001
alcanzó un mínimo de 15.915 millones de dólares (casi cuatro mil millones de dólares más
que las reservas del Banco Central)11.
En julio el gobierno, con la aprobación del Congreso, implementa una política de
“déficit cero” (no gastará más de lo que recaude) y para pagar la deuda pública aplica un
recorte del 13% a los salarios de empleados estatales y jubilados. La respuesta es una nueva
huelga general el 19, declarada por las dos CGT y CTA12; aunque convocada “sin
movilización” hubo manifestaciones, cortes de rutas y calles, piquetes y escraches
realizados principalmente por trabajadores ocupados y desocupados en casi todo el país.
La certeza de la crisis económica y la extensión de la movilización popular, que
recorre un momento ascendente13, da nueva fuerza al discurso que convoca al
“restablecimiento del orden“ (incluso con el uso de las fuerzas armadas para recuperar el
9 Clarín 3/3/01.
10 Fue masiva la movilización de la comunidad educativa, en todos los niveles, y particularmente de los
estudiantes universitarios y secundarios. Ambas CGT, la CTA y la CCC, con adhesión de CAME, partidos de
izquierda y organizaciones de desocupados, declararon una huelga general contra las medidas anunciadas y
por el cambio de modelo económico, que se cumplió el 21, aunque sin la adhesión de la CGT (Daer) que se
retiró de la convocatoria aduciendo la renuncia de López Murphy y que Cavallo había dejado sin efecto las
medidas.
11 Aunque se ha instalado la imagen de que la salida de dinero se produjo poco antes del crac de diciembre
(“La convertibilidad explotó a fines de noviembre de 2001, cuando en un solo día se fueron del sistema
financiero 1.230 millones de dólares y se tuvieron que cerrar los bancos”, dijo De Mendiguren en La Nación
29/11/03). Sin embargo, los momentos culminantes fueron: marzo (U$S 5.024.854.781), julio (U$S
2.608.452.000) y noviembre (U$S 2.300.652.687). Las cifras corresponden a transferencias realizadas, a
través noventa entidades financieras (que representan el 93,4% del total de activos del sistema), por el sector
privado no financiero (empresas y personas físicas). El 70% de las transferencias realizadas por empresas
corresponden a “firmas que integran la cúpula de las 200 primeras empresas (en términos de facturación) del
país”; el 42% corresponde a las grandes firmas exportadoras y el 26% a las empresas privatizadas de servicios
públicos y petróleo. En cuanto a las “personas físicas” tres mil cuatrocientas trece transfirieron 200.000
dólares o más, mil dieciocho 500.000 dólares o más, cuatrocientas diez 1.000.000 o más y diecinueve
personas 10.000.000 de dólares o más. (Fuente: Dictamen de la Comisión Especial Investigadora de Fuga de
Divisas de la Cámara de Diputados, citado en La Nación 1/9/03).
12 Con adhesión de CCC, partidos de izquierda, el bloque de diputados del PJ, la Federación Agraria, la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y otros.
13 Iñigo Carrera, Nicolás y Cotarelo, María Celia; Social struggles in today Argentina; Bulletin of Latin
American Research, Norwich, Vol. 22 N°2, 2003.
control de las calles), agitado por los cuadros uno de los bandos en lucha en la cúpula de la
burguesía14.
A la vez, en el año 2001 se hace evidente la crisis de representación de los partidos:
una periodización que fuera más allá de las expresiones de protesta y lucha manifestadas en
las calles no debería eludir el indicador de las elecciones de diputados y senadores
nacionales y provinciales y funcionarios municipales del 14 de octubre, en las que una
proporción importante de los ciudadanos habilitados para votar no lo hicieron, votaron en
blanco o anularon su voto. En algunos distritos, entre ellos la Capital Federal, este llamado
“voto bronca” superó el 40% del padrón, ocupando el primer lugar. El voto en blanco y la
abstención venían creciendo, no linealmente, desde 1983 y más sostenidamente en los ’90.
La novedad de las elecciones de 2001 es que el voto fue utilizado como un instrumento de
protesta más, de lo que es indicador el gran crecimiento del voto anulado. Cabe recordar
que en Argentina el voto no es voluntario sino obligatorio. La crisis de las representaciones
políticas se vincula directamente con la frustración de las expectativas generadas por la
Alianza en “la ciudadanía” (principalmente en la pequeña burguesía institucionalista) con
relación a la llamada “corrupción”. No sólo las acusaciones de falta de interés del gobierno
en investigar las denuncias sobre el gobierno anterior sino también las acusaciones de
corrupción en el propio gobierno aliancista para imponer medidas ampliamente rechazadas
por el pueblo: las sospechas de pago de sobornos en el Senado para aprobar la nueva ley
laboral por parte del gobierno y la Alianza que venían a “limpiar” el país de la corrupción y
de las secuelas de la “fiesta menemista”, unió en el repudio electoral a los asalariados
afectados por la medida y a esa pequeña burguesía institucionalista15. Cabe agregar que,
además, el gobierno fue derrotado en casi todo el país y la oposición (PJ) logró la mayoría
en el Congreso.
La evidencia de la crisis de representación no impidió que se agudizara la lucha
entre partidos. Ejemplo de ello es que en diciembre el gobierno nacional (UCR) acusó al
gobierno de la provincia de Buenos Aires (PJ) de complotar contra él y que el 19 el
ministro Mestre pidió la intervención de esa provincia; también que los justicialistas se
negaron a formar parte de un gabinete de coalición. Ya antes, la elección del presidente
provisional del Senado que asumió el 10 de diciembre (sucesor legal del presidente de la
Nación después de la renuncia del vicepresidente Álvarez), dió lugar a sospechas de que los
justicialistas se preparaban a reemplazar al gobierno. Tanto la crisis de representación como
la agudización de la lucha entre partidos del régimen expresan la lucha interburguesa a que
hemos hecho referencia anteriormente. En el mismo sentido, debe leerse el fracaso de la
concertación (Mesa de Diálogo Argentino) que incluía a sindicatos, empresarios y
banqueros, convocada por el gobierno en noviembre y patrocinada por la iglesia católica, a
pesar de que ese llamado a la concertación, junto con el reemplazo de la ministro de
Trabajo, había hecho que la CGT (Daer) decidiera no participar de la marcha a la que había
convocado conjuntamente con la CGT (Moyano) para el día de la Soberanía16.
14 Por ejemplo, en el artículo de Mariano Grondona publicado en La Nacién el 17 de junio, en el discurso
pronunciado por el presidente de la Asociación de Bancos Argentinos Eduardo Escassany también en junio y
el del presidente de la Sociedad Rural Argentina Enrique Crotto en agosto. En algunos de estas
manifestaciones se trasluce cierta nostalgia por las políticas del gobierno militar surgido del golpe de 1976.
15 Ya en octubre de 2000 había renunciado el vicepresidente Carlos Álvarez, ferviente defensor de la nueva
ley laboral (y posteriormente impulsor de la incorporación de Cavallo al gobierno) pero renuente a lograrla
mediante el pago de sobornos, y sus consecuencias.
16 Ni la CGT (Moyano) ni la CTA aceptaron participar, en ese momento, de la concertación.
En las semanas previas al 19 y 20 de diciembre la recesión ya era crac bancario, por
lo que se limitó el retiro de dinero de los bancos, incluyendo salarios e ingresos de otros
trabajadores17, atesoramientos e inversiones (el llamado “corralito”), mientras los
asalariados públicos recibían sus sueldos con atraso y parcialmente pagados en bonos
provinciales, lo mismo que los desocupados sus subsidios, y muchos asalariados privados
recibían los suyos en pequeñísimas cuotas. Se produjo una situación semejante a la que se
había dado en mayo y junio de 1989 con la hiperinflación: la desaparición del dinero como
medio de cambio. El descontento generado por esta situación se potenció por las fiestas
navideñas y de fin de año: desde años anteriores se había ido generalizando la costumbre de
los pobres de buscar comida en los supermercados con motivo de esas fiestas18. Las
protestas de diciembre fueron, en lo inmediato, la respuesta a las medidas económicas
anunciadas por el ministro Cavallo, que recibieron un repudio generalizado, no sólo de los
“ahorristas de clase media”, como plantea una mirada autocentrada en la pequeña
burguesía, sino también de organizaciones sindicales como la Confederación General del
Trabajo (CGT) (secretaría general Moyano), la CGT (secretaría general Daer) y la Central
de Trabajadores Argentinos (CTA). La organización empresaria Coordinadora de
Actividades Mercantiles Empresarias (CAME) resolvió llevar a cabo un apagón de protesta,
bocinazos y cacerolazos. Ambas CGT declararon la huelga general para el 13, reclamando
la libre disponibilidad de los salarios y la restitución del sistema de asignaciones familiares.
La CTA decidió sumarse a la huelga general. Moyano organizó una marcha frente al
Congreso, a la que no adhirió la CGT (Daer) que temía que fuera visto como un acto
político destinado a derrocar al gobierno radical; en cambio dirigentes de esa CGT
exigieron la renuncia de Cavallo como condición para llevar adelante la “concertación
económica y social” propuesta por el gobierno.
Delimitación del hecho
La delimitación del hecho tiene como punto de partida localizar lo concreto
acontecido con relación a un proceso histórico determinado, que en nuestra investigación es
el proceso de la rebelión popular que se desarrolla en Argentina a lo largo de los años ’90.
No por eso dejamos de tener en cuenta los procesos de lucha que se dan al interior de la
oligarquía financiera y de la alianza social que ésta acaudilla, en tanto influyen fuertemente
en el proceso de la rebelión popular, particularmente en un período histórico que, tal como
se explicita más abajo, consideramos contrarrevolucionario. Pero el problema que ordena
esta investigación (el proceso de constitución de fuerza social del pueblo) nos lleva a
centrar la mirada en el proceso de enfrentamientos sociales que tienen como protagonistas a
los excluidos del poder político.
A la vez, no se trata de considerar las distintas manifestaciones o formas que nos
aparecen protagonizadas por excluidos del poder político (huelga, saqueos,
manifestaciones, cacerolazos, choques y combates callejeros) como hechos distintos
yuxtapuestos: el hecho constituye una totalidad, que es más que la mera suma de las partes,
y ninguna parte da cuenta completa de él. En otras palabras, la magnitud de lo ocurrido en
diciembre de 2001 es resultante de la simultaneidad y articulación entre todas esas distintas
17 Recuérdese que la “bancarización” decretada anteriormente forzaba a realizar todas las transacciones
económicas a través de los bancos.
18 Donde se mantiene el reparto de alimentos, por ejemplo en Bahía Blanca o Santa Cruz, hay menos
protestas.
formas o manifestaciones: el hecho se constituye como unidad de las distintas acciones de
los diferentes sujetos. Por eso mismo, el hecho constituye un proceso, que debe ser
periodizado. Esa periodización es uno de los resultados de la investigación que presentamos
en este Documento de Trabajo.
El hecho investigado comienza a delinearse cuando observamos la concentración en
el tiempo de las formas que tomó la rebelión social en la Argentina actual. En él confluyen
y se articulan todas las formas presentes en los doce años posteriores a la revuelta de
198919. Comienza con la articulación, el 13 de diciembre, de las distintas formas que hasta
ese momento, inclusive el 12 de diciembre, se daban separadamente, dentro del sistema
institucional. Y culmina con una nueva articulación, por fuera del sistema institucional, el
20 de diciembre, a partir de la movilización en los días previos de aquellos que están menos
insertos en el sistema institucional. La articulación tiene como condición que todos los
sujetos que se han movilizado en esos doce años ahora lo hacen simultáneamente en los
nueve días comprendidos entre el 12 y el 20 de diciembre de 2001.
El hecho investigado constituye, pues, un proceso que, en lo inmediato, debe
remontarse a las movilizaciones convocadas por las centrales obreras y organizaciones de
pequeños y medianos empresarios, que continúa en la huelga general, cortes de rutas,
saqueos, manifestaciones y lucha callejera, ataques a edificios públicos, bancos y empresas
privatizadas y “cacerolazos”, hasta culminar en el combate callejero en el centro político
del país. Los sujetos activados fueron, al comienzo, los trabajadores, ocupados y
desocupados, que protagonizaron la huelga general con movilización; después la mayor
parte de las acciones fueron llevadas a cabo por las capas más pobres del proletariado
(saqueos) y fracciones de pequeña burguesía asalariada y no asalariada (“cacerolazos”).
El movimiento se desarrolló desde las manifestaciones y huelgas convocadas desde
el sistema institucional hasta una situación de masas, con disposición al enfrentamiento;
desde la oposición a políticas de gobierno hasta la oposición al gobierno, al conjunto del
sistema institucional político incluyendo a los beneficiarios e impulsores de las políticas
aplicadas desde 1976; desde la huelga general como articuladora de las luchas20 hasta su
superación por otra forma que la subsume.
Como puede verse, la delimitación temporal del hecho remite a un ciclo de
enfrentamientos sociales. En el hecho están contenidas todas las formas de la rebelión
desarrolladas desde 1989: revuelta, motín, huelga general, lucha callejera, toma y defensa
con barricadas de una posición. El comienzo de la década de 1990 corresponde a un
momento descendente en los procesos de lucha social21; la revuelta de 1989/1990 es
conceptualizada como tal en tanto no constituye lucha22 y la sigue el momento en que la
política de la oligarquía financiera logra construir consenso, aislando los focos de
resistencia. El ciclo de enfrentamientos sociales comienza en el motín de Santiago del
Estero de diciembre de 199323, se desarrolla combinando formas espontáneas a formas
sistemáticas de lucha y se va conformando una fuerza social (cualquiera sea su grado de
19 Iñigo Carrera, Nicolás, Cotarelo, María Celia, Gómez, Elisabeth y Kindgard Federico; La Revuelta.
Argentina 1989/90; Pimsa, Documento de Trabajo N°4, 1995.
20 Iñigo Carrera, N. Las huelgas generales, Argentina 1983-2001: un ejercicio de periodización: Pimsa
Documento de Trabajo N°33, 2001.
21 Iñigo Carrera, N. y Cotarelo, M.C.; La protesta social en los ’90. Aproximación a una periodización;
Pimsa, Documento de Trabajo N°27, 2000. Iñigo Carrera, Nicolás 2001; Las huelgas...; DT N°33.
22 Iñigo Carrera, N.; Cotarelo, M.C.; Gómez, E. Y Kindgard, F.M.; op. cit, DT N°4.
23 Cotarelo, María Celia; El motín de Santiago del Estero; Pimsa, Documento de Trabajo N°19, 1999.
constitución) desde las estructuras económico sociales caracterizadas por la presencia de
población agrícola, de superpoblación inserta en el empleo estatal o de capitalismo en
enclaves, hacia el centro del capitalismo argentino. El proceso tiene sus hitos en el motín de
Santiago del Estero (1993), la lucha callejera en varias capitales provinciales (1995), la
toma y defensa de una posición con barricadas en CutralCó - Plaza Huincul (1996 y
1997)24, Jujuy y General Mosconi (1997), Corrientes (1999)25, Tartagal – General Mosconi
(2000 y 2001), Gran Buenos Aires (2001)26; en ese proceso las huelgas generales, jornadas
y marchas de protesta, como la Marcha Federal en 1994 y las Jornadas Piqueteras en 2001,
constituyen momentos de articulación nacional. Tanto el desarrollo de las formas de lucha
como el proceso de formación de fuerza social indican que el hecho de diciembre se
encuentra dentro de ese ciclo de enfrentamientos sociales que recorre de lo local a lo
nacional, culminando cuando, con el estallido de la crisis económica –una de cuyas
manifestaciones fue la desaparición del dinero-, todas las fracciones y capas sociales se
movilizan en forma simultánea y en todo el territorio nacional. El desarrollo de este ciclo
no es lineal y, como ya se dijo, contiene momentos ascendentes y descendentes.
Descripción del hecho
La descripción del hecho investigado se ha realizado atendiendo a las formas y
sujetos de la rebelión, al carácter económico o político de las metas planteadas, y a si se
desarrolla dentro o fuera del sistema institucional político27.
24 Klachko, Paula; La conflictividad social en la Argentina de los ’90. El caso de las localidades petroleras de
Cutral-Có y Plaza Huincul 1996 – 1997; en Bettina Levy (compiladora) Crisis y conflicto en el capitalismo
latinoamericano; Clacso-Asdi, Buenos Aires, 2002.
25 Klachko, Paula; El proceso de lucha social en Corrientes, marzo a diciembre de 1999. Los
“autoconvocados”; Pimsa, Documento de Trabajo N°42, 2003, en este mismo volumen.
26 Iñigo Carrera N. y Cotarelo, M.C.; La protesta en Argentina. Enero a abril de 2001; Buenos Aires, Osal-
Clacso, N°4, 2001.
27 El relato ha sido elaborado a partir de la información brindada por fuentes periodísticas. No se nos escapan
las limitaciones de esas fuentes: 1) una percepción de los hechos teñida por las perspectivas ideológicas y
políticas de los diarios, 2) la disparidad en el tratamiento de los hechos (en cantidad y calidad informativa) de
las distintas fuentes, que puede llevar a errores en la información recogida, 3) la imposibilidad de acceder a la
totalidad de las fuentes periodísticas que puede hacer más abundante y ajustada la descripción de lo ocurrido
en algunas localidades y más pobre (o incluso nula) en otras. Hemos tratado de reducir los efectos de esas
limitaciones de las fuentes al elaborar la descripción: 1) eliminando de nuestro registro toda consideración de
la noticia donde la carga ideológica y política resulte evidente; 2) cotejando la información brindada por las
distintas fuentes sobre las acciones descriptas; 3) tratando de acceder a la mayor cantidad de fuentes que nos
resultó posible. Con estos recaudos consideramos que las fuentes periodísticas resultan superiores a otras
(testimonios, vivencias personales, etc., que también deberían ser sometidas a la misma lectura crítica) en la
medida en que tienen capacidad de brindar información más o menos completa sobre lo ocurrido en todo el
territorio nacional.
Las fuentes utilizadas son las siguientes: los diarios Clarín, Crónica, Diario Popular, Página/12, La Prensa y
La Nación; El Día (La Plata), Acción (General Rodríguez), Diario Río Negro, La Mañana del Sur (Neuquén),
El Zonda (San Juan), RosarioNet, La Capital (Rosario), Rosario/12, RegionNet, La Voz del Chaco, El
Libertador (Corrientes), La Gaceta (Tucumán), La Voz del Interior (Córdoba), La Nueva Provincia (Bahía
Blanca), El Popular (Olavarría), El Pueblo (Villaguay), El Territorio (Misiones), Los Andes (Mendoza), El
Diario de la República (San Luis). No hemos podido acceder a los diarios provinciales o locales de
Catamarca, Chubut, Jujuy, Formosa, Santiago del Estero, Salta, La Rioja, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del
Fuego. En varias de esas provincias (Santa Cruz, La Rioja, Catamarca, Tierra del Fuego, Formosa), hasta
donde sabemos, no se produjeron hechos relevantes.
Miércoles 12: manifestaciones callejeras dispersas
Se llevan a cabo varias movilizaciones contra la política económica del gobierno y
contra el gobierno mismo, de las que participan, por separado, trabajadores asalariados
ocupados y desocupados, pequeños y medianos propietarios, estudiantes, pobres, jubilados
y vecinos.
El día comienza con el ataque a siete taxis en los barrios porteños de Flores, Nueva
Pompeya, San Telmo, Mataderos, Boedo, Villa Crespo y Caballito; se trataría de una
advertencia para evitar su circulación durante la huelga general convocada para el día
siguiente; el titular de la Federación Metropolitana de Propietarios de Autos Taxis declara
que esa entidad, algunas cámaras de radiotaxis y los peones, no saldrán a la calle. También
a la madrugada son atacados dos cajeros automáticos del Banco Francés, en La Plata y en
Sarandí (Gran Buenos Aires - GBA).
Desde la mañana miles de desocupados, jubilados y trabajadores de organizaciones
de piqueteros cortan rutas en La Matanza, San Francisco Solano, Florencio Varela,
Berazategui, General Pacheco y San Martín (GBA); Aguilares y Juan B. Alberdi
(Tucumán); Rosario (Santa Fe) y Mar del Plata (Buenos Aires), con la consigna “Fuera De
la Rúa y Cavallo ya, contra el recorte del presupuesto del 2002 y por la libertad de todos los
luchadores populares”. Al mediodía, los comerciantes nucleados en la Coordinadora de
Actividades Mercantiles Empresarias (CAME) realizan una caravana de unos sesenta autos
hasta la Plaza de Mayo y un cacerolazo frente al Cabildo.
A la tarde unos seis mil trabajadores de los gremios agrupados en la Confederación
General del Trabajo (CGT) encabezada por Hugo Moyano (camioneros, judiciales,
metalúrgicos, taxistas, entre otros), junto con columnas de desocupados, militantes de
partidos de izquierda (Partido Obrero, Movimiento Socialista de los Trabajadores, Partido
de los Trabajadores Socialistas, entre otros), del Polo Social, de Montoneros y del Centro
de Estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se
concentran frente al Congreso Nacional. Moyano reclama la derogación de los
“superpoderes” otorgados al ministro de Economía Domingo Cavallo, de las restricciones
para el retiro de dinero de los bancos y la bancarización forzosa, a las que consideran
“confiscatorias” y de la ley de reforma laboral. Los partidos de izquierda llevan una
bandera con la leyenda “Huelga general hasta que se vayan”. También en Mar del Plata se
realizan una manifestación, un cacerolazo y apagón convocados por la CGT Moyano.
A la vez, unos mil trabajadores estatales y desocupados convocados por la Central
de Trabajadores Argentinos (CTA) se concentran en la Plaza de Mayo para protestar contra
la política económica del gobierno. Uno de los oradores, el principal dirigente de la
Federación de Tierra y Vivienda (FTV), Luis D’Elía, reclama que renuncien el presidente
Fernando de la Rúa, Cavallo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos
Ruckauf, y el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota; y apela a la pequeña
burguesía, afectada por el “corralito” bancario: “A esa clase media que putea en sus casas
les decimos que salga a la calle”28.
También hemos utilizado grabaciones de TodoNoticias y CrónicaTV y los siguientes videos: Página/12:
“20.12.01 El estallido”; Cine Insurgente: “La Madres en la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de
2001”.
28 Clarín 13/12/01.
Durante el día, además, se producen otras protestas dispersas. En la Capital, frente a
la sede del Gobierno de la Ciudad, pobres reclaman subsidios para viviendas; a pocos
metros, militantes del Partido Humanista se concentran desnudos en la Plaza de Mayo para
protestar por la política económica del gobierno; integrantes del Movimiento de
Trabajadores Desocupados Teresa Rodríguez instalan un piquete frente al ministerio de
Desarrollo Social en la Av. 9 de Julio; y un grupo de universitarios convocados por los
Centros de Estudiantes de Arquitectura, Filosofía y Letras, Ciencias Exactas, Ciencias
Sociales, Psicología, Ciencias Económicas e Ingeniería de la UBA ocupa el rectorado por
dos horas para exigir más becas para estudiantes universitarios y rechazar la política
económica del gobierno y la posibilidad de futuros recortes del presupuesto universitario.
En la ciudad de La Plata, cien empleados estatales, jubilados y clientes del Banco Provincia
protestan contra las medidas económicas cortando tres calles céntricas, y luego intentan
entrar al banco por la fuerza; los trabajadores de la Asociación Judicial Bonaerense realizan
una retención de servicios en protesta por la falta de pago de sus salarios. En Jujuy,
trabajadores municipales y desocupados cortan la ruta 34, donde los primeros reclaman por
los salarios adeudados y los demás, que se les paguen los planes Trabajar y ayuda social
para las fiestas navideñas. En Neuquén dos mil trabajadores estatales realizan una marcha
en rechazo al pago de sus salarios con bonos. En Tucumán, se movilizan taxistas, jubilados
y trabajadores de la sanidad. En Salta se realizan tres marchas: de camioneros, de
prestadores y afiliados del Instituto Provincial de Seguro y de adherentes al Partido Obrero
y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), estos últimos “con la perspectiva” de “crear la
tercera asamblea piquetera que sirva como un referente frente a un gobierno que está
agotado”29.
Hacia el anochecer, la convocatoria de la CAME a realizar un apagón y cacerolazo
tiene mucha más repercusión que la caravana del mediodía. Vecinos y comerciantes se
concentran golpeando cacerolas en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires
(Almagro, Belgrano, Núñez, Palermo y Congreso); en Lanús (GBA); en Mar del Plata y La
Plata (Buenos Aires); en Santiago del Estero, Rosario, Salta y Jujuy30.
Jueves 13
La huelga general: la lucha de los obreros articula la rebelión
La séptima huelga general contra el gobierno de De la Rúa se realiza en repudio a
las medidas económicas del ministro Cavallo, siendo éste un blanco personalizado de la
protesta31. Convocada por las tres centrales sindicales –CGT Daer, CGT Moyano y CTAalcanza
una alta adhesión en todo el país. Los dirigentes sindicales evalúan el paro como
“total, contundente, exitoso”, y según el gobierno se registra un 59% de acatamiento. La
29 Crónica 13/12/01.
30 Una semana después, el titular de la CAME declara que el objetivo de la protesta fue “contra la
bancarización forzosa y el congelamiento de depósitos, pero en el fondo lo que la gente busca es que pasemos
de una economía de especulación a una economía de producción y de trabajo, donde se pueda vivir
dignamente”; con la manifestación “comenzó la rebelión de la clase media, que viene empobreciéndose por
las dificultades que tienen las pymes y los profesionales para trabajar” y “se canalizó un sentimiento
preexistente”, pero “si esto no tiene un objetivo concreto y una conducción, se diluye”; “en la Casa Rosada no
se escucha nada, se vive en otro mundo”, “la oposición también vive en la estratósfera, no sienten lo que le
pasa a la gente” (Crónica 16/12/01).
31 El mismo día se difunde el índice de desocupación de octubre: 18,3% (2.800.000 personas), mientras que la
subocupación alcanza al 16,4%.
huelga se siente fuertemente en el transporte, la administración pública, hospitales, escuelas
y universidades; aunque importante, la adhesión es menor en la industria privada, pero se
paraliza buena parte del comercio, aun de los que atienden sus propietarios, y se pliegan
masivamente profesionales, técnicos y académicos. La adhesión de la pequeña burguesía
es, pues, importante.
Daer dice que la huelga, a la que adhiere el 90% de los trabajadores, “debe servir
para que el gobierno reaccione antes de que sea demasiado tarde”. Por su parte, Hugo
Moyano señala que “el mensaje de la sociedad fue contundente: hay que cambiar ya el
modelo económico”. Y para Víctor De Gennaro “el paro fue histórico y contundente porque
estamos viviendo en el país momentos muy difíciles donde se enfrentan dos proyectos de
Argentina. Primero la Argentina que se reunió en Casa Rosada [de la Rúa y Menem.] y
segundo la Argentina de millones de trabajadores que pararon sus tareas porque quieren
terminar con la falta de futuro, la desocupación y la miseria”32.
De la Rúa dice que “éste es un paro cuyos motivos no están claros. Al parecer se
vinculan con las medidas bancarias”33. El gobernador de la provincia de Buenos Aires,
Ruckauf, afirma que “Yo creo mucho más en la propuesta que en la protesta”. El senador
Raúl Alfonsín coincide: “El paro no beneficia a nadie y conspira contra la idea de quienes
quieren mejoras. Hay reclamos legítimos pero de esta manera no vamos a solucionar nunca
las cosas. Lo importante es el diálogo”. El ministro de Trabajo, José Dumón, dice que “Este
es un paro político, no tiene reivindicación laboral ninguna”. Carlos Menem prefiere decir
que “El paro es un derecho de los trabajadores”34.
La huelga general se combina con otros instrumentos de lucha: los trabajadores
estatales realizan marchas de protesta junto con desocupados que reclaman subsidios
laborales, que, en Córdoba, Neuquén, Rosario y Pergamino (Buenos Aires), incluyen
choques entre manifestantes y policías y destrozos en edificios públicos.
En la Capital y el GBA al menos diez taxis son incendiados y tres colectivos
apedreados. En la ciudad de Buenos Aires, cien militantes de la Juventud Sindical Peronista
y trabajadores camioneros instalan una olla popular frente al edificio donde vive Cavallo,
mientras militantes de partidos de izquierda marchan hacia el Banco Central y la Bolsa de
Comercio, donde reclaman el alejamiento del ministro. Peones de taxi cortan, con barreras
de neumáticos y maderas encendidas, los accesos de la terminal de ómnibus de Retiro, la
entrada a la ciudad en General Paz y Constituyentes y en el premetro en Villa Soldati. A la
mañana trabajadores cortan las vías del tren de la ex línea Urquiza en Villa Lynch; en
Tapiales desocupados de la CCC cortan la autopista Riccheri frente al Mercado Central; en
Florencio Varela, el cruce de las Av. San Martín e Hipólito Yrigoyen; en Avellaneda, los
accesos al puente Pueyrredón, y en Lomas de Zamora, el puente La Noria.
En La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires), a la madrugada, arrojan
bolitas de acero y hacen explotar una bomba molotov en una sucursal del Banco Nación.
Desocupados de la CCC, trabajadores de los Astilleros Río Santiago, de la Asociación de
Trabajadores del Estado (ATE) de Ensenada y del Polo Obrero cortan las principales
avenidas de la ciudad y realizan una marcha hasta la entrada de la destilería de la empresa
petrolera Repsol-YPF; una dirigente de la CCC y el Movimiento de Desocupados dice que
“Tenemos que echar a De la Rúa y Cavallo, decir no al pago de la deuda externa, al
32 Crónica 14/12/01.
33 Clarín 14/12/01.
34 Crónica 14/12/01.
arancelamiento de la Universidad y la municipalización de las escuelas”; otros
manifestantes instan a hacer “una gran pueblada nacional como el 17 de octubre, y decidir
las medidas que tenemos que adoptar”. Desde grupos estudiantiles, como el del MST y En
Clave Roja se propone “una huelga general para que caiga el gobierno”35. Mientras,
integrantes del Movimiento de Desocupados Teresa Rodríguez se concentran en la Av. 44 y
155, en una protesta que incluye quema de neumáticos; en otro piquete miembros del
Movimiento Universitario 31 de Mayo y de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados
Aníbal Verón se pronuncian contra el ajuste y las medidas económicas, al tiempo que piden
la continuidad del pago de los planes Trabajar.
En Mar del Plata son atacados veinte colectivos, explota una bomba casera en el
Banco Francés del barrio de Constitución y hay una importante marcha por las calles
céntricas. En Pergamino se realiza una marcha convocada por la CGT Moyano; unos cien
manifestantes pertenecientes a la CCC36 irrumpen en la municipalidad y provocan un
incendio y destrozos, hasta que son desalojados por la gendarmería. En San Nicolás, mil
camiones se concentran a la vera de la ruta 9.
En Neuquén en el Monumento a San Martín se reúnen unos cinco mil trabajadores
estatales, que marchan hacia la casa de gobierno; al llegar, un grupo se desprende del resto
y forma el primero de varios piquetes en la Av. Argentina. A las 12,15 la policía arroja
gases y balas de goma; la mayoría de los manifestantes se dispersa corriendo, pero cientos
de trabajadores estatales enfrentan a la policía, durante cinco horas, con corridas, avances y
retrocesos, y arrojan toda clase de proyectiles, en escaramuzas que abarcan un radio de más
de diez cuadras. Por ejemplo, a las 15.30 en Alderete y Buenos Aires, la policía ataca a 400
manifestantes, que se han hecho fuertes en toda la cuadra y que se dispersan, para volver a
agruparse y seguir el enfrentamiento; en Alderete y Santa Fe los policías disparan balas de
goma y, agotadas éstas, tiran piedras con la mano y con gomeras; los manifestantes atacan
y destrozan, con piedras y bombas molotov, diversos edificios públicos -como la
municipalidad y la Secretaría de Energía-, bancos, comercios37, el edificio de ACIPAN y
del diario La Mañana del Sur, propiedad de Ámbito Financiero. Los manifestantes resisten
en la zona donde está ubicada la sede de ATE y en el bajo (cerca de donde funciona el
sindicato docente). Pero el principal escenario de los choques callejeros es el hospital
Castro Rendón, donde la policía arroja gases en forma indiscriminada, y se suceden
disparos, pedradas, corridas y palazos, además de autos volcados y barricadas. A media
tarde los trabajadores festejan, al enterarse de que un juez ordenó a la policía replegarse
hacia la comisaría; entonces, desde el hospital se inicia una marcha hacia la legislatura,
frente a la cual, desde hace 21 días, se levanta una carpa donde los trabajadores del estado
reclaman contra el pago de los salarios con bonos LECOP. Quedan numerosos heridos y
varios niños resultan intoxicados por los gases. Por su parte, los trabajadores agrupados en
la CGT local, entre ellos un numeroso grupo de trabajadores de la construcción, realizan
otra marcha y los dirigentes toman distancia de los estatales. El gobernador Sobisch habla
de los “dirigentes violentos que destrozaron la ciudad” y anuncia que llevará a los
tribunales a los responsables de “querer instalar los golpes de estado” en la Argentina; el
vicegobernador habla de “los violentos que aspiran a sembrar el espanto”, que “en la
35 El Día 14/12/01.
36 La Nación 14/12/01.
37 Como el bar Baroli, cuya propiedad es atribuida al gobernador Sobisch, y la confitería del hotel Comahue.
(Crónica 14/12/01).
democracia no hay lugar para los cobardes”, que “a esa banda de delincuentes los vamos a
llevar a la justicia” y que “con esos intolerantes y fundamentalistas no vamos a dialogar”;
se anuncia que el gobernante Movimiento Popular Neuquino movilizará a sus militantes
para exigir a los docentes que den clase; el ministro de Gobierno Jorge Gorosito dice que
participantes de los incidentes “fueron reclutados (...) en Cipolletti, por activistas de
Quebracho provenientes de Buenos Aires”, y que los dirigentes de los trabajadores estatales
“son enemigos de la sociedad neuquina y están en contra de las instituciones”38. Sobisch
considera que los gremios estatales quieren derrocarlo y forzar una intervención federal.
También los partidos de la oposición oficial (PJ y UCR) repudian la lucha de los
trabajadores, así como los representantes de los empresarios, que dicen que los que
destruyeron edificios, como el de ACIPAN, tienen “mentalidades fascistas”, y que la
autoridad debe dar una respuesta “antes de que estos sediciosos vuelvan a destruir lo que
hemos hecho”39.
En Río Negro hay actos, manifestaciones y cortes de ruta. En General Roca más de
mil trabajadores estatales, jubilados, estudiantes, desocupados, comerciantes, productores y
taxistas manifiestan en distintas protestas durante la mañana; manifestantes arrojan huevos
contra la Banca Nazionale del Lavoro, Banco Francés y Sudameris, y al llegar a la comuna,
mientras el intendente habla con representantes de los sindicatos, un manifestante arroja
una piedra contra el edificio; los dirigentes de la Unión de Trabajadores de la Educación de
Río Negro (UNTER) acusan a un miembro de la juventud radical “que se infiltró en la
marcha”; otra columna llega al banco Patagonia, donde cobra la mayoría de los estatales:
tiran huevos y rompen los vidrios con pedazos de baldosas, queman gomas que empujan
hasta la puerta; un dirigente de la UNTER intenta detener el ataque, sin éxito; más tarde,
otra columna de cuatro cuadras avanza por la calle Tucumán y al pasar por el supermercado
Kimar, unos veinte manifestantes se dirigen hacia las puertas cerradas; dirigentes de la
UNTER advierten la posibilidad de un saqueo y los convencen de volver a la columna; al
mismo tiempo, cien productores se concentran sobre la ruta 22 y marchan hacia el
municipio para exigir el cumplimiento de los compromisos del gobierno nacional de
reactivar la producción. En Bariloche la huelga general tiene adhesión entre los
trabajadores estatales y se movilizan unas cuatrocientas personas, convocadas por la
Asociación de Empleados de Comercio, cuyo titular ataca en su discurso a los bancos y a
las multinacionales “que siguen haciendo su negocio” mientras los pequeños empresarios
“se funden sin recibir ningún subsidio”; al paso de la columna van cerrando los negocios y
los supermercados cierran hasta el mediodía, por “sugerencia” del sindicato; antes de llegar
al Centro Cívico la columna se divide: unos cien manifestantes, en su mayoría madres
cuidadoras, se dirigen al punto de reunión fijado por la CTA, el resto sigue hasta el
sindicato. En Ingeniero Jacobacci, la huelga general se desarrolla con protestas callejeras y
unos diez vehículos hacen sonar sus bocinas por cuarenta minutos. En Cinco Saltos, los
comercios no abren y unos ciento cincuenta comerciantes se instalan en las puertas de los
bancos Patagonia y Nación e impiden la actividad bancaria en protesta por las medidas del
gobierno nacional y por ser ésos “los únicos beneficiarios de este programa económico”;
“estamos en contra de las medidas económicas que nos restringieron casi por completo las
ventas, tenemos derecho a manejar los dineros propios”. En Río Colorado la huelga general
se realiza con movilizaciones callejeras de productores frutícolas, empleados de comercio,
38 Río Negro 14/12/01.
39 Diario Río Negro 14/12/01.
trabajadores del sindicato de la carne, de Luz y Fuerza, de hospitales, municipales,
bancarios de Credicoop, docentes y desocupados, representantes de la Cámara de Comercio
e Industria; tras un acto frente al municipio, sigue el corte por dos horas de la ruta 22,
principalmente por setecientos productores frutícolas. En Ingeniero Huergo se realiza una
jornada de protesta en adhesión a la huelga general y contra la política económica del
gobierno; hablan el titular de la Federación de Productores (“No hay lugar para medias
tintas, o nos salvamos todos o no se salva nadie”) y el titular de UNTER; chacareros,
docentes e integrantes de la multisectorial cortan la ruta por siete horas. En Villa Regina,
docentes, trabajadores del hospital, desocupados y militantes del Polo Obrero instalan una
radio abierta frente al municipio, mientras los comerciantes adhieren cerrando sus puertas
seis horas; productores se movilizan en caravana por la ciudad, para finalmente hacer un
corte simbólico de la ruta 22. Lo mismo hacen productores de Mainqué. En Cipolletti,
durante toda la mañana, una veintena de tractores corta el tránsito frente a la municipalidad;
junto a los docentes, se reúnen con los concejales y luego encaminan sus vehículos hacia la
zona de los puentes. En Allen se realiza una concentración de camioneros y productores,
agrupados en la Cámara Transportista del Comahue y en la Cámara de Allen,
respectivamente.
En San Juan una marcha convocada por la CGT local (docentes, entre otros
gremios) pasa frente a los Tribunales, se detiene frente a los edificios de Ecogas, Telefónica
(donde algunos manifestantes arrojan huevos) y Energía San Juan, donde reclaman que las
empresas reciban bonos LECOP para el pago total de las facturas; frente a la legislatura,
que está custodiada por la guardia de infantería, los manifestantes arrojan huevos y otros
elementos, rompen algunos vidrios y una policía recibe el impacto de un objeto
contundente; varios dirigentes sindicales pronuncian discursos durante el acto. Taxistas y
remiseros también realizan una marcha hacia la legislatura provincial para reclamar la no
aprobación del proyecto de ley de transporte enviado por el poder ejecutivo provincial.
En Posadas (Misiones) se realiza un acto donde dirigentes de la CGT local critican
la política económica del gobierno nacional.
En el centro de Rosario (Santa Fe40), a la mañana, trescientos empleados de
comercio parten desde la sede de su sindicato y hacen un escrache a las grandes cadenas
comerciales; comienzan por el supermercado Coto, que se encuentra cerrado; en su
recorrido se encuentran con una columna de la CTA y partidos de izquierda que se dirigen a
escrachar al Citibank; pasan por otra sucursal de Coto, también cerrada y recorren la zona
bancaria. Los trabajadores de la Asociación Bancaria marchan por las calles céntricas. Un
grupo de doscientos desocupados nucleados en la FTV de la CTA corta una calle y marcha
por el barrio aledaño repartiendo boletas para la consulta popular impulsada por el Frente
Nacional contra la Pobreza (Frenapo)41.
En la ciudad de Córdoba, trabajadores del sindicato de Luz y Fuerza y otros realizan
una manifestación por las calles céntricas; atacan a pedradas el local del diario La Mañana
y los bancos Galicia y Francés. En la ciudad de San Francisco se concentran manifestantes
frente a la casa paterna de Cavallo.
40 RosarioNet 14/12/01.
41 El Frenapo, integrado por organizaciones sindicales, sociales, políticas, de derechos humanos y otras, bajo
la iniciativa de la CTA, impulsa una consulta popular los días 13, 14 y 15 de diciembre para presentar un
proyecto de subsidio de 380 pesos y 60 pesos por hijo para los jefes de hogar desocupados.
En Mendoza un grupo de trabajadores bancarios se enfrenta a golpes de puño con la
policía en la puerta de la sucursal del Banco Francés, cuando los manifestantes tratan de
convencer a los empleados de que abandonen sus tareas.
En el departamento Guaymallén42, se produce el primer saqueo, en el que participan
familias pobres que llegan caminando, con bolsas en sus manos, al supermercado Átomo en
el barrio Lihué, mientras dicen “Tenemos hambre y vamos a llevarnos comida”; no se
producen daños ni enfrentamientos con el personal de vigilancia; los saqueadores sólo
toman alimentos y mercancías de primera necesidad –como leche, carne y pañales
descartables- y se marchan.
Del viernes 14 al martes 18
La lucha por reivindicaciones inmediatas. Saqueos, cortes y manifestaciones
callejeras: pobres, obreros y pequeños burgueses en la calle
Las acciones de saqueo, protagonizadas por las capas más pobres del proletariado43,
comienzan a extenderse en Mendoza y Rosario.
En Mendoza los saqueadores dicen que tienen hambre y que no reciben asistencia
social alguna, y piden que se les paguen los planes Trabajar de noviembre que el gobierno
les adeuda44. Cien hombres, mujeres y niños se concentran frente al hipermercado Libertad
y el supermercado Átomo en Las Heras; una funcionaria del ministerio de Desarrollo Social
promete alimentos que entregarán los municipios. Cuarenta hombres y mujeres ingresan a
una sucursal de la cadena de supermercados Átomo en Guaymallén, y en cinco minutos se
llevan paquetes de arroz, harina, fideos, yerba, leche y aceite. En Godoy Cruz cincuenta
pobres se llevan alimentos de los supermercados Átomo y Vea. Hay al menos doce
hombres detenidos, entre ellos menores, varios en un supermercado en Las Heras cuando
intentan escapar cargando alimentos y se enfrentan con la policía. El gobierno provincial
denuncia intencionalidad política.
En Rosario la situación de mayor tensión se vive frente al supermercado Azul de
Empalme Graneros, donde la policía dispara balas de goma para dispersar a unas
cuatrocientas personas que amenazan con saquear el local; otras treinta personas, entre ellas
muchas mujeres pobres, saquean el supermercado Santa Ana, de donde se llevan bolsas de
comida, aunque diez saqueadores son detenidos. Y otras treinta personas saquean un
supermercado de la zona oeste de la ciudad.
Pero no sólo hay saqueos: organizaciones de desocupados cortan rutas y avenidas en
la Capital y en zona sur del GBA en reclamo de puestos de trabajo y del pago de los planes
de empleo. Entre estas acciones, en la Capital cientos de desocupados cortan el tránsito en
Juan B. Justo y Warnes, mientras en Florencio Varela (GBA) manifestantes de la CTD
Aníbal Verón cortan la ruta 2.
Los pequeños propietarios, por su parte, reclaman un cambio de política económica:
en Cañada de Gómez (Santa Fe) centenares de pobladores de esa ciudad y de Correa, entre
42 Es el más poblado (330.000 habitantes) de los seis que integran el Gran Mendoza, donde se registra una
desocupación record del 13.5%.
43 En la medida en que los saqueos son protagonizados por beneficiarios de Planes Trabajar (desocupados), es
decir expropiados de condiciones materiales de existencia que sólo podrían reproducir su vida mediante un
salario, que tampoco obtienen, deben ser ubicados, en lo que hace a las relaciones productivas, en las capas
más pobres del proletariado.
44 “Antes nos daban $75 en efectivo y también Vale Más, pero este mes no nos han dado nada”. (Los Andes
15/12/01).
ellos numerosos productores agropecuarios, cortan la ruta 9, convocados por la Cámara de
la Industria de la Madera y Afines, protestan por la situación y repudian las últimas
medidas económicas del gobierno nacional, lo mismo que doscientos cincuenta
comerciantes y vecinos de Haedo (GBA), que cortan las vías del ferrocarril bajo el lema
“Los políticos viven una realidad diferente a la que vive la gente”45; en Villa Madero
(GBA) vecinos se manifiestan contra la restricción al retiro de dinero de los bancos y cortan
una calle por dos horas46.
El sábado 15, por tercer día consecutivo, habitantes de barrios pobres saquean
supermercados en Guaymallén (Mendoza). Por la mañana veinte personas saquean por
segunda vez en 24 horas una sucursal de Átomo; hombres, mujeres y niños se llevan desde
artículos de limpieza, vinos y licores hasta pañales descartables. Al mediodía, en otro local
de la empresa Disco-Vea de la misma zona, un grupo de hombres jóvenes amenaza con
ingresar a la fuerza si no les dan mercaderías. Un grupo importante de vecinos de zonas
pobres de Las Heras se agolpa al mediodía en las puertas de uno de los locales más grandes
de Átomo. La directora de los programas sociales dice que las personas se movilizan desde
los barrios pobres en grupos numerosos y acceden por la fuerza a los locales y “la forma de
actuar es muy organizada”47. El gobierno provincial distribuye de urgencia bolsones de
alimentos entre las familias que reclaman comida; la entrega se hará por única vez.
En Concordia (Entre Ríos) grupos de pobres saquean el supermercado MaxiTotal,
quebrado hace pocos meses, que permanecía cerrado con mercadería adentro; al mediodía
unas mil personas rompen las puertas del local y retiran alimentos y mercaderías de todo
tipo durante toda la tarde y el local queda virtualmente tomado hasta cerca de la noche; al
comienzo la policía se limita a evitar desbordes e impedir que se lleven bebidas alcohólicas;
más tarde unas cuatrocientas personas se dirigen a la casa central del comercio, también
cerrada, y elevan un petitorio a la policía para que los dejen entrar, pero esta vez los
efectivos atacan a la multitud; una mujer embarazada resulta herida por una bala de goma; a
la noche grupos de personas permanecen apostados frente a los supermercados, vigilados
por la guardia de infantería, la policía montada, bomberos y perros. En Chajarí está
instalada una carpa de protesta con productores citrícolas y arroceros, comerciantes y
docentes que detienen camiones que llegan desde Brasil con mercadería importada.
En Avellaneda (GBA) doscientos cincuenta desocupados, muchos de Monte
Chingolo, organizados en la Asamblea Nacional Piquetera exigen alimentos para mil
personas frente a un supermercado Carrefour; hombres, mujeres y niños se dirigen
masivamente hasta las góndolas, por lo que personal jerárquico de la firma se reúne con
delegados para atender la demanda, mientras llega la policía; finalmente se firma un
acuerdo para entregar productos para quinientas personas48.
45 Una manifestante dice: “Los gobernantes quieren terminar de aniquilar a la clase comerciante. No podemos
seguir así, la gente no tiene efectivo y eso tira para atrás el consumo. Ya no entra nadie a los negocios. A ellos
les interesa sólo la relación con el FMI, mientras el pueblo se muere de hambre” (Crónica 15/12/01).
46 “Esto así no va más y hay que cambiar el rumbo económico de manera urgente. El país está destrozado y
los que nos gobiernan parecen mirar para otro lado”, dice un manifestante (Crónica 15/12/01).
47 “Casi siempre son las mujeres y los varones de entre 14 y 20 años los que ejecutan los robos, mientras los
hombres mayores comandan a los grupos” (Clarín 16/12/01).
48 Uno de los delegados dice que “lo hemos conseguido a través del esfuerzo de la gente que está decidida a
luchar para que haya una mesa digna. Esto sirve para paliar el hambre de un solo día, pero la lucha continúa.
A mayor ajuste, mayor piquete” (Crónica 16/12/01).
En Rosario los supermercados grandes y medianos abren con custodia policial; los
pequeños cierran por considerar que no hay garantías. Cien cirujas llegan al centro con sus
carros para protestar frente a la municipalidad por las medidas económicas que les impiden
continuar con su actividad por la falta de efectivo que hace que los que les compran no les
paguen. El secretario de Promoción Social les promete bolsones de comida para noventa
familias49.
El domingo 16 Mendoza sigue siendo el epicentro de los saqueos: grupos de treinta
a cincuenta personas –en su mayoría mujeres y niños- se agolpan frente a los
supermercados y reclaman la entrega de alimentos; la policía detiene a cuatro personas y
evita saqueos masivos en seis establecimientos (Disco-Vea y Átomo) de Guaymallén y Las
Heras, pero no puede controlar el saqueo de cuatro comercios minoristas; en un
supermercado Átomo en Las Heras, la policía dispersa con disparos al aire, balas de goma y
gases lacrimógenos a cien saqueadores que durante todo el día intentan entrar al local, tras
romper con piedras los vidrios del frente; en otro Átomo, también en Las Heras, varios
grupos de tres o cuatro mujeres ingresan sin llamar la atención de los custodios y una vez
adentro cargan los carritos y huyen; unas treinta personas saquean una carnicería en
Guaymallén, mientras otros lo hacen en un centro avícola en la misma zona, llevándose
pollos y huevos. El gobernador Iglesias acuerda con los supermercados la entrega a través
de los municipios, de bolsas con arroz, harina, fideos y leche a los pobladores de
asentamientos humildes que se acercan con la intención de saquear.
En Concordia (Entre Ríos) doscientos policías patrullan las calles portando itakas
con balas de goma, pistolas lanzagases y palos; sin embargo, quinientas personas saquean
casi toda la mercadería que quedaba en una sucursal de MaxiTotal, que habían sitiado
durante toda la noche frente a la policía: el saqueo se habría producido después que el
síndico de la quiebra negó la entrega de alimentos a una multitud que los solicitaba. Luego
un grupo proveniente de villas donde la desocupación alcanza al 90% se dirige a un local de
Hipermercados Norte, que ya había bajado sus cortinas por prevención; gran cantidad de
policías llegados desde distintos puntos de la provincia, los dispersa con gases
lacrimógenos.
En Rosario se producen saqueos aislados a pequeños comercios, mientras continúan
los patrullajes policiales en toda la ciudad. Tras una reunión con el intendente Binner, los
dueños de los supermercados se comprometen a repartir a través de Cáritas más de 20.000
bolsones de alimentos entre los habitantes de los barrios más pobres.
Propietarios de camiones de Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Buenos Aires, Córdoba y
La Pampa, nucleados en la Federación Argentina del Transporte Automotor de Cargas,
inician un lock out por tiempo indeterminado en reclamo de rebajas en el precio del gasoil y
la aplicación de una tarifa piso, mínima y obligatoria para cereales y forrajeras.
Las dos CGT evalúan realizar una huelga general por 48 horas los días 20 y 21.
El lunes 17 a la madrugada explota en la Capital un artefacto lanzaplanfetos en un
local del partido Acción por la República, orientado por Cavallo; los panfletos, firmados
por un Comando Nacionalista Ricardo López Jordán dicen: “Se van o los echamos.
Siempre habrá un caudillo capaz de conducir una montonera”.
49 “Es un sector que no puede bancarizarse y por eso está en una situación de emergencia”.
Pero los hechos destacados del día los constituyen la continuidad de
concentraciones frente a comercios, a veces seguidas de saqueos, y las manifestaciones
callejeras.
En el GBA hay concentraciones sin saqueo reclamando alimentos frente a
hipermercados: en Quilmes dos mil desocupados de la CTD Aníbal Verón realizan piquetes
al mediodía frente a los supermercados Auchan, Vital y Carrefour, y cortan ocho cuadras de
la Av. Calchaquí; piden que los supermercados aporten alimentos y se paguen los subsidios
del Plan Trabajar. Mientras se refuerza la custodia de los grandes comercios, las
autoridades judiciales y policiales de la zona negocian con representantes de los
manifestantes50, que piden sesenta toneladas de alimentos; los representantes de Makro
abandonan la reunión, pero los de Auchan ofrecen seiscientos kilos de productos; los
concentrados realizan una asamblea donde aprueban el acuerdo y deciden retomar las
protestas en los supermercados si no se cumple. En Avellaneda, ciento sesenta personas se
concentran frente al supermercado Carrefour durante tres horas, en reclamo de alimentos;
un directivo del supermercado, rodeado de custodios, encara a las personas que esperan
comida y anuncia que “no está previsto repartir nada”; muchas mujeres aseguran que el
sábado 15 un empleado había prometido que se distribuirían alimentos; hay insultos para el
directivo y prometen volver.
En Mendoza, en cambio, los concentrados, que incluyen numerosas mujeres y
niños, chocan con la policía en su intento por obtener alimentos mediante el saqueo, hasta
que el gobierno provincial y los municipios reparten comida. Pero no logran evitar saqueos
en almacenes y supermercados. Frente al supermercado Átomo del barrio San Martín,
doscientas cincuenta personas piden comida y tratan de ingresar en el negocio; la policía las
dispersa con disparos al aire de balas de goma y gases, y detiene a doce personas; la
multitud se retira cuando reciben bolsas de alimentos. Otras setenta personas encienden
cubiertas frente al edificio central de Supermercados Átomo en Las Heras; ante la negativa
de entregarles bolsones con alimentos y la presencia policial, marchan hasta una sucursal,
donde un grupo rompe los vidrios y rejas; también apedrean a los policías, que responden
con gases lacrimógenos; los incidentes se extienden, hasta que desde camiones de Acción
Social reparten alimentos. Lo mismo sucede en Godoy Cruz. En Guaymallén, en cambio,
cincuenta personas saquean un supermercado y una carnicería; otro grupo pide alimentos a
los pequeños comerciantes de la zona. En Las Heras diez mujeres entran a un supermercado
Átomo y salen corriendo con carros cargados de mercadería.
También hay un choque callejero en Rosario: en Empalme Graneros treinta
personas, en su mayoría mujeres y niños, cortan la Av. de la Travesía con cubiertas
encendidas; dos horas después son atacadas por la policía y defendidas por habitantes de
una villa vecina, que disparan con armas de fuego, e indígenas tobas de un asentamiento
cercano, que arrojan piedras; resultan heridos dos policías, y las balas de goma hieren a una
nena, una mujer y un anciano; hay dos detenidos; finalmente, un delegado del ministerio de
Gobierno provincial promete que llegará un camión con cuatrocientas bolsas de alimentos.
Algo semejante ocurre en Concordia (Entre Ríos), donde, a la madrugada, grupos de
personas muy pobres recorren las calles con la intención de asaltar comercios de alimentos;
en un intento de saqueo hieren a un comerciante que los atacó a balazos. A la mañana, ante
50 “Al principio no había un interlocutor porque decían que era un reclamo espontáneo de los habitantes de las
villas de la zona. Pero después cinco piqueteros decidieron participar de las conversaciones”, dice un
funcionario del ministerio de Seguridad provincial (Clarín 18/12/01).
la presión, el gobierno provincial entrega unas tres mil cajas de alimentos. Más tarde,
nutridos grupos de manifestantes rodean las instalaciones del supermercado Norte que
propone entregar alimentos mediante iglesias locales y comisiones vecinales; los
manifestantes se oponen y finalmente se arregla la entrega directa de las bolsas; como las
raciones no alcanzan para todos, los manifestantes apedrean a la policía; hay disparos de un
revólver de bajo calibre; la policía dispara balas de goma. A la noche varios grupos de
manifestantes vuelven a reclamar comida en otros comercios.
Los pobres no son los únicos que manifiestan en las calles: ferroviarios organizados
en La Fraternidad y la Unión Ferroviaria realizan una huelga en demanda de salarios
adeudados e instalan piquetes cerca de las estaciones Victoria, José León Suárez, Castelar,
Olivos y Colegiales (GBA y Capital), y seiscientos trabajadores nucleados en la Unión
Obrera Metalúrgica (UOM) cortan el acceso al puente Zárate-Brazo Largo, en defensa de
“la industria nacional y el cambio de rumbo económico”.
También se suceden, en diversos puntos de la Capital y GBA, las protestas de
fracciones de pequeña burguesía contra la política económica por la fuerte caída de las
ventas y las restricciones para el uso de dinero en efectivo. Casi todas las protestas se
realizan al mediodía, con cortes de calles, caravanas y concentraciones frente a oficinas del
gobierno. Unos cuatrocientos comerciantes y propietarios de pymes, convocados por la
Federación Empresaria de La Matanza y el Centro Comercial, Industrial y Profesional de
Tapiales, cortan la Av. General Paz y Brigadier Juan Manuel de Rosas, en La Matanza;
rechazan las políticas del gobierno, reclaman el pago en término de los haberes de los
jubilados y estatales de la zona, la “libre disponibilidad de los fondos, el cumplimiento de
las leyes que protegen y garantizan el capital de los argentinos”. En Nuñez un grupo de
comerciantes y vecinos, que se declaran preocupados por la caída en las ventas, corta la Av.
Cabildo al 3700; lo mismo ocurre en Acoyte y Rivadavia. A la noche, en forma espontánea,
vecinos y comerciantes se concentran en la esquina de San Juan y La Rioja para rechazar
las últimas medidas económicas y reclamar un cambio: salen a la calle con pancartas y
elementos para hacer ruido; son en su gran mayoría comerciantes que reclaman al gobierno
“que de una vez por todas cambien o se vayan, no queremos que la opción sea la
devaluación o la dolarización. Acá está en juego el presente y el futuro de millones de
argentinos y De la Rúa y Cavallo parece que sólo les interesa atender las exigencias de las
multinacionales y de los bancos”; familias enteras cortan el tránsito y los automovilistas
acompañan con bocinazos51.
También reclaman propietarios de camiones de Entre Ríos, que, en el marco de una
protesta por tiempo indeterminado que comenzó el domingo 16 contra el modelo
económico nacional, cortan las rutas a la altura de Chajarí, Concordia, Federal y
Gualeguaychú; suman apoyos de los productores agropecuarios de la Federación Agraria
Argentina (FAA) y la multisectorial encabezada por gremios estatales.
Los propietarios de farmacias de todo el país deciden dejar de brindar servicios a los
afiliados del PAMI por tiempo indeterminado en protesta por la deuda de cinco meses que
mantiene con ellos la obra social. Empresarios y trabajadores de la Cámara de la Industria
del Calzado, la Cámara de Proveedores y los sindicatos del Calzado y de Curtidores
51 “Vamos a seguir con estas manifestaciones e invitamos a los comerciantes de todo el país, a la clase media
que está condenada a desaparecer, a los verdaderos argentinos que no quieren ver a la Nación con la bandera
de remate, que nos agrupemos para que el gobierno escuche la voz de la Argentina que produce” (Crónica
18/12/01)
realizan una caravana a la Plaza de Mayo en la Capital, para iniciar una campaña destinada
a recuperar un mercado invadido por la industria brasileña.
El martes 18, tras seis días de saqueos, manifestaciones y choques callejeros en
varias ciudades el gobierno nacional intenta retomar la iniciativa y resuelve distribuir ayuda
alimentaria entre los sectores más empobrecidos del país. A la noche el presidente De la
Rúa dice que “no encontramos motivos para que haya una magnificación de estos
episodios. El problema existe, pero no debe ser motivo de alarma o de hablar de conflicto
general”52.
A la mañana trescientos desocupados del barrio San Lorenzo en Neuquén se
concentran frente a la municipalidad para reclamarle al intendente un bono navideño de
cincuenta pesos; la concentración obliga a los funcionarios a permanecer en el edificio
hasta la noche; al cabo de varias horas, al no obtener respuesta, un grupo se desprende y se
dirige a un supermercado Bomba53, al que amenazan con saquear si no les entregan
alimentos; llegan unos treinta policías pero el gerente del local distribuye mercadería a
cincuenta hombres, mujeres y niños. A la noche los desocupados concentrados frente a la
municipalidad realizan una asamblea para decidir los pasos a seguir.
Concordia (Entre Ríos) está en calma debido a la entrega de alimentos y continúan
los patrullajes por parte de novecientos policías, pero un grupo de unas cien personas pide
alimentos frente a un local de Casa Tía, y son dispersados por la policía.
En Villa Martelli (GBA) los directivos de un supermercado Sol entregan alimentos
a grupos de pobres allí concentrados. Desocupados de Quilmes, Lanús y Berazategui de la
Coordinadora Aníbal Verón reclaman planes Trabajar y dos mil bolsones de alimentos de
diez kilos cada uno, frente al ministerio de Trabajo en La Plata. En el supermercado
Carrefour de Panamericana, en Boulogne, cien personas se agolpan frente a las puertas; los
custodios cierran los accesos y el dispositivo de seguridad del local termina disuadiendo a
los manifestantes. Comerciantes de la zona céntrica de San Francisco Solano bajan las
persianas antes de las 21 y llaman a la policía, al ver que grupos de personas se están
concentrando frente a las puertas de varios comercios. En Billinghurst (San Martín, GBA)
unos cien hombres, mujeres, adolescentes y niños, habitantes de las villas La Rana y Palito,
saquean un supermercado Día54, en el que no hay custodio privado ni policía: se llevan
alimentos, bebidas y pañales: es el primer saqueo en el GBA.
En el barrio Las Flores (Rosario), desde una camioneta se grita a los vecinos que
concurran al supermercado Libertad, donde se les haría entrega de mercaderías; varias
mujeres van, pero al llegar se les informa que no es cierto y los policías que custodian las
hacen retirar. En Santa Fe, cien personas desocupadas e indigentes mayoritariamente del
barrio Santa Rosa de Lima, entre ellas muchas mujeres y chicos, piden alimentos en los
supermercados Bienestar, Kilber y Un Buen Gusto, después de reclamar ante la
municipalidad y la gobernación el pago de planes Trabajar que no cobran desde octubre; la
Cámara de Supermercadistas resuelve donar 40.000 kg de alimentos a los desocupados que
se acercan a los locales para pedir ayuda alimentaria.
En Salta, cincuenta desocupados organizados en la CCC marchan a la
municipalidad, donde piden la realización de obras en los distintos barrios para ocupar a
52 Clarín 19/12/01.
53 “Vamos a ir a reclamar directamente a los hiper lo que no nos quieren dar los funcionarios” (Río Negro
18/12/01).
54 “Vamos, agarren, pero guarda con tocar la caja”, dice un dirigente de los saqueadores (Clarín 19/12/01).
desempleados, luego se dirigen al ministerio de Trabajo para pedir Planes Trabajar y
solicitan mercaderías a los supermercados
En Mendoza, la municipalidad de Las Heras instala ollas populares. Se mantiene la
vigilancia en la capital y zonas cercanas. Quedan veinticinco personas detenidas por los
saqueos de días anteriores.
A la madrugada en Termas de Río Hondo (Santiago del Estero) trabajadores
municipales se movilizan por el centro en reclamo del pago de sus salarios y contra una
reducción salarial impulsada por el intendente. Se produce un choque con la policía, como
resultado del cual dos efectivos son heridos.
En el barrio de Villa Pueyrredón, en la Capital, vecinos y comerciantes realizan un
cacerolazo para protestar contra las medidas económicas del gobierno y para pedir mayor
seguridad en la zona; se concentran en una plaza y luego de un breve debate acerca de qué
hacer, deciden realizar un cacerolazo y una marcha hasta la Av. San Martín golpeando
cacerolas, y cortan el tránsito por una hora; luego siguen marchando para desconcentrarse
tras realizar una asamblea55.
Miércoles 19 a la mañana:
La lucha económico práctica de los asalariados deviene en combates callejeros
Aunque lo que distingue al día 19 es la multiplicación de los saqueos a
supermercados y comercios en general en once provincias (Buenos Aires, Santa Fe, Entre
Ríos, Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero y
Corrientes) y en la Capital Federal, y, al anochecer, el inicio de las manifestaciones de
masas, durante la mañana se producen cortes de rutas, marchas y combates callejeros,
protagonizados por trabajadores asalariados ocupados que reclaman salarios adeudados y se
oponen al ajuste (en Tucumán, Córdoba y La Plata), por pequeños propietarios (Entre
Ríos), trabajadores desocupados (Chaco, Corrientes, Jujuy y Río Negro) y “sin techo”
(Mendoza),
El comienzo del día encuentra a los trabajadores del ingenio La Trinidad, en el sur
de Tucumán, cortando por segundo día consecutivo, entre las 7 y las 16, la ruta 38 al norte
de la ciudad de Concepción, con el apoyo de cañeros, comerciantes y otros pobladores, en
reclamo del pago de salarios adeudados. Lo mismo ocurre en Entre Ríos, donde
agricultores, comerciantes y transportistas mantienen ocho cortes de rutas, cinco de ellos
sobre la ruta nacional 14 a la altura de las ciudades de Concordia, San José y Chajarí, e
impiden el paso de unos dos mil camiones. En el Chaco setenta integrantes del Movimiento
de Trabajadores Desocupados General San Martín y del Movimiento Almafuerte cortan la
ruta nacional 11 en el acceso sur a Resistencia: reclaman asistencia social y una respuesta a
su propuesta de hacer viviendas cuatro veces más baratas que lo que paga el estado en la
actualidad, proponen utilizar seis hectáreas para instalar una ladrillería comunitaria y piden
un préstamo de dos camiones y motosierras, bajo amenaza de tomar la Gerencia de Empleo
y el Banco del Chaco y supermercados e instalar ollas populares en distintos puntos de la
ciudad, tal como lo decidieron en una asamblea realizada el domingo 16; a poco de
cumplirse 24 horas los desocupados levantan el corte, con la promesa de que recibirán
55 Un comerciante dice que “decidimos salir a la calle por el tema de la inseguridad y por las medidas
económicas que ha tomado este gobierno, que ha sido votado por el pueblo, y en vez de darle un beneficio a la
gente cada vez estamos peor. Nosotros somos vecinos y comerciantes que estamos con mucha, mucha bronca;
por eso decidimos juntarnos para hacer esta movilización” (Crónica 19/12/01).
mercaderías56. En la misma provincia, en Fontana, unas mil quinientas beneficiarias del
Plan Solidaridad, entre los que hay numerosos niños y ancianos, toman la intendencia desde
el día 18 exigiendo que la intendente cumpla su promesa de pagar por lo menos una cuota
de los tres meses que les adeudan; la mayoría pide que renuncie; la concentración y toma se
prolonga hasta el 20. En Corrientes, a partir de las 9,30 más de trescientos trabajadores del
Programa de Emergencia Laboral municipal, provincial y nacional y del programa Jefas de
Hogar cortan los accesos al puente General Belgrano en reclamo del pago del salario del
mes de noviembre y la continuidad de estos planes en 2002; están presentes representantes
de distintos jardines de infantes en los que se desempeñan beneficiarias de este programa
como docentes; el corte dura dos horas, habilitándose cada tanto la circulación de
vehículos; lo levantan cuando el gobierno nacional anuncia el pago a partir del día
siguiente. En Mendoza, frente a un barrio humilde en Luján de Cuyo, los vecinos cortan la
ruta nacional 40 en reclamo por la propiedad de sus viviendas, y empleados de la Dirección
de Minoridad y Familia hacen otro corte, donde hay corridas y un detenido. En Cipolletti
(Río Negro) cien integrantes de la Coordinadora de Desocupados llegan a pie y en bicicleta
hasta la municipalidad donde reclaman, como todos los días, trabajo y comida. En Jujuy,
desocupados agrupados en la CCC cortan tres rutas y marchan a la legislatura para
reclamar tierras. En la Capital Federal una caravana de más de mil taxistas recorre el centro
haciendo sonar sus bocinas en protesta contra medidas del gobierno municipal.
En Córdoba, un grupo de trabajadores municipales protestan por la falta de un
cronograma de pago del aguinaldo y los salarios, destruyen la planta baja de la sede de la
municipalidad y los vidrios del segundo y tercer piso; cuando interviene la policía,
arrojando gases lacrimógenos y balas de goma, los choques se trasladan a las calles del
microcentro, prolongándose durante unas cuatro horas; a los municipales se suman
trabajadores del sindicato de Luz y Fuerza, judiciales y choferes de la Unión Tranviarios
Automotor; mientras los policías avanzan disparando, los manifestantes responden con
piedras y naranjas inyectadas con líquidos cadavéricos, que extraen de los ataúdes de los
cementerios municipales; finalmente la policía arroja gases al interior de la sede de Luz y
Fuerza, aduciendo que desde los pisos superiores les arrojan macetas. Quedan quince
heridos leves (a los que se suman 12 chicos de un ballet que ensayaban en el sindicato
atendidos en un hospital con irritación en los ojos y vías respiratorias) y treinta detenidos.
El intendente Kammerath (“estos empleados buscan que la municipalidad esté peor. Hacen
asambleas para que la gente no pueda pagar los impuestos”57) y el gobernador de la Sota
(“son lamentables los incidentes” “los dirigentes quieren echar leña al fuego” 58) repudian a
los manifestantes.
En la capital de la provincia de Buenos Aires, al mediodía, dos mil trabajadores
estatales, administrativos, judiciales, de hospitales y docentes convocados por la CTA se
concentran frente a la legislatura para protestar contra el proyecto del gobernador Ruckauf
de reducir un 20% el presupuesto provincial, pasar a disponibilidad a los casi 180.000
estatales y jubilar anticipadamente a los mayores de 53 años; cuando los manifestantes
56 La recibirán las siguientes organizaciones: Movimiento 17 de Julio, Movimiento General San Martín,
Movimiento Norte Grande, Centro de Desocupados, Movimiento Las Palmas, Movimiento Los sin Tierra de
La Leonesa, Movimiento Autoconvocados de La Leonesa, Movimiento Malvinas Argentinas de
Barranqueras, Unión de Delegados Vecinales de villa Forestación, Movimiento Julio Gamarra de Fontana,
Movimiento Zona Norte y Movimiento Bocep.
57 Clarín 20/12/01.
58 Clarín 20/12/01.
avanzan con intención de entrar, efectivos de la guardia de infantería de la policía
bonaerense, que custodian la legislatura y la casa de gobierno, comienzan a disparar balas
de goma y gases, a los que los manifestantes responden con piedras; hay más de 20 heridos;
la policía acusa a “integrantes de la agrupación Quebracho”.
Miércoles 19 y jueves 20
Los saqueos se convierten en Revuelta con elementos de Motín
Paralelamente se están desarrollando los saqueos de comercios que continúan el día
20, con el rasgo, en muchos de ellos, de los choques callejeros entre saqueadores y policías,
mientras se mantiene la tensión y el pánico: negocios con las persianas bajas o a medio
abrir, oleadas de anuncios de saqueos que en muchos casos no se producen, comerciantes
tratando de salvar su mercadería o vigilando con armas y perros.
En algunas ciudades los hechos no tienen mayor envergadura. Por ejemplo, en
Santiago del Estero donde el miércoles 19 sesenta personas se concentran frente al
hipermercado Disco en reclamo de alimentos y son dispersadas por la policía. O en Salta,
donde el jueves 20 unas setenta personas que se trasladan en un camión y llevan barretas,
palos y piedras son detenidas cerca de un supermercado que se proponen saquear.
El Gran Buenos Aires, en cambio, es uno de los epicentros: el ministerio de
Seguridad de la provincia informa que desde las 3.30 de la madrugada hasta la media tarde
hay más de treinta focos de tensión en zonas humildes, calles comerciales céntricas o
barrios de clase media59: saqueos consumados en supermercados grandes, medianos y
chicos, e intentos fallidos y pedidos de comida, a veces satisfechos; la policía no interviene
en algunos casos y en otros actúa con palos, gases y balas de goma. Se calcula que
participan de los saqueos unas nueve mil personas, en San Fernando, Pilar, Derqui,
Escobar, Boulogne, San Isidro, Vicente López, Malvinas Argentinas, Merlo, Maquinista
Savio, José C. Paz, San Miguel, Moreno, Villa Trujuy, Villa Tessei, El Palomar, Caseros,
San Martín, Billinghurst, Villa Ballester, Ciudadela Norte, Ramón Castillo, Ramos Mejía,
Lomas del Mirador, José Ingenieros, Tapiales, La Tablada, José León Suárez, Lomas de
Zamora, Villa Fiorito, Lanús, Banfield y Quilmes. Las empresas de supermercados más
afectadas son Carrefour y Día (propiedad de la misma empresa), Auchan y Eki60. En los
Carrefour de Moreno y Morón, se llevan alimentos, en los de San Justo y de San Fernando
también electrodomésticos; también son saqueados otros supermercados de la misma
empresa: 20 Supermercados Día y otros cinco Norte, Tía y Tanti. Se producen incidentes de
menor magnitud en locales de Disco, Jumbo y Wal Mart; Coto informa que hay saqueos en
cuatro de sus supermercados, entre ellos el de Ciudadela, donde los empleados se enfrentan
con los saqueadores con palos de hockey y otros elementos. También son saqueados
supermercados mayoristas: tres locales de Hipermay, Jaguar, HiperAzul y Maxiconsumo. Y
hay numerosos saqueos de pequeños comercios.
Mujeres, jóvenes, adolescentes, niños y hombres se concentran, e intentan saquear,
enfrentándose en muchas ocasiones con comerciantes, empleados y policías. En zonas
donde no se producen saqueos, hay tensión y pánico. En muchos centros comerciales bajan
las persianas ante el mínimo rumor de ataques.
59 El 19 se reconocen 215 saqueos a supermercados y el 20 al menos otros 35 (Crónica 21/12/01).
60 Según declaraciones empresarias hay 40 locales de Eki “donde hay gente que quiere entrar por la fuerza” y,
a lo largo del día, son saqueados 27 locales.
Vamos a describir algunos hechos:
En Moreno habitantes de barrios donde la desocupación ronda el 50% (Sambrizzi,
Bon Giovanni, Parque, San José) realizan durante la noche una asamblea donde elaboran
una lista de las familias solicitantes de comida y deciden salir a pedirla y en su marcha
suman a otros pobres; a las 10 de la mañana son ochocientos los reunidos frente a
Carrefour; cuando un comisario intenta convencerlos de que vayan a reclamar a la
municipalidad, los manifestantes lo abuchean y gritan “queremos comer”. En la pared de un
kiosco con las vidrieras rotas se lee “políticos de mierda”. Los saqueos comienzan a las
3,30 de la madrugada y se prolongan hasta la noche, a pesar de que muchos comerciantes
están armados y electrifican las rejas (por ejemplo el supermercado Min-Kai, donde montan
guardia sobre el techo dos hombres y tres mujeres) o colocan camiones bloqueando la
puerta (supermercado El Cholo). Los grupos de saqueadores pueden ser de treinta
adolescentes del barrio Las Catonas (supermercado Valencia) o de quinientos hombres
mujeres y niños (comercios minoristas en Villa Trujuy). A veces se producen escaramuzas
con la policía que es rebasada por los saqueadores (supermercado Eki) y hay disparos de
gases y balas de goma, y policías heridos (Villa Trujuy).
En Ciudadela, a la mañana, cientos se agolpan frente a comercios a los lados de la
Autopista del Oeste, exigiendo comida; unas quinientas personas que llegan desde Fuerte
Apache, Villa Derqui y Villa Carlos Gardel se concentran frente un supermercado Coto; los
directivos desalojan a los clientes, bajan las cortinas y llaman a la policía; llega un camión
con mercadería para entregar y los jóvenes lo saquean, entre gritos y golpes; un grupo logra
recibir alimentos (una bolsa por familia con pan dulce, arroz, leche y polenta) que entregan
empleados de Coto, custodiados por uniformados con armas largas, en una calle lateral;
luego los concentrados se reagrupan frente al supermercado y los policías vuelven a tomar
sus escudos y palos, hasta que, a las 13, primero un grupo, e inmediatamente el resto, corre
por diez cuadras, hasta el hipermercado mayorista Maxiconsumo, donde cientos de
personas han empezado un saqueo, sin policía a la vista, que dura dos horas; cargan en
mochilas escolares, cajas, remises, bicicletas y camionetas hasta que se dispersan cuando
llega un patrullero con dos policías que tiran gases. Los saqueadores siguen al mercadito El
Sol, de propietarios chinos, donde se llevan desde los alimentos hasta una bomba de agua y
góndolas enteras; algunos suben hasta las habitaciones de la familia y se llevan ropa,
grabadores y el televisor. También son saqueados otros negocios minoristas y un Carrefour,
donde seiscientas personas se llevan todo tipo de mercadería y otras cien saquean un
camión de esa empresa.
En San Martín (GBA) hay saqueos e incidentes en Billinghurst (supermercados Día
y Jumbo); los más importantes son en José León Suárez (supermercados Norte y Día,
autoservicio Darío y otros): en el Norte, se concentran más de doscientas personas y la
policía asegura que les entregarán alimentos; hombres, mujeres y niños esperan durante
horas; cuando algunos se acercan a la puerta los policías sacuden sus bastones en el aire y
todos retroceden; estalla una bomba de gas lacrimógeno y todos corren en medio del
pánico; los policías tiran balas de goma; otros golpean con sus bastones a los que los
enfrentan tirando piedras; las mujeres y los niños desaparecen; un agente saca su arma y
tira con balas de plomo; mientras tanto, unas cuarenta personas logran ingresar por los
fondos del supermercado y en minutos se llevan carritos con pañales, yerba, arroz y harina
escapando de los bastonazos de la policía; dispersada la multitud, los policías están
exultantes61. En Darío el propietario dispara al aire para evitar que un grupo se acerque,
pero lo atacan a pedradas, fuerzan las persianas y saquean el local por completo; al retirarse
se encuentran con la policía, pero no hay detenidos62.
En La Matanza, trescientas mujeres, chicos y algunos hombres gritan y amenazan
en el hipermercado Auchan de La Tablada, rodeado por las villas miseria Palito, Hudson y
Las Antenas y el barrio de monobloques Evita; mientras se está negociando la entrega de
comida trepan por las rejas pero huyen al primer disparo policial: “La policía no hizo
nada”, dice uno de los responsables del hipermercado pero un comisario señala que
“Tenemos orden de no reprimir, sólo estamos para disuadir a la gente, que tiene hambre.
También es cierto que estos saqueadores aparecieron con un camarógrafo de un canal de La
Matanza y se fueron en cuanto disparamos un tiro al aire”63. Hay saqueos de mercaditos de
la avenida Crovara.
Tampoco hay choques en Avellaneda, donde unos trescientos pobladores de la villa
Luján, en Sarandi, que reciben rezagos de verdura del Mercado de Abasto y planes
asistenciales del gobierno provincial, y entre los que hay decenas de militantes peronistas,
cercanos al ex intendente “Cacho” Álvarez, se concentran frente a un supermercado de
barrio; la policía actúa como mediadora en negociaciones que duran tres horas y se reparten
cien bolsas con alimentos; en la plaza le dan un pan dulce a cada uno; la propietaria
promete colaborar con el comedor de la villa.
La intervención de dirigentes políticos tiene su mayor expresión en Moreno, donde,
a la mañana, el intendente Mariano West, declara el “estado de emergencia social” y
convoca a una caravana de protesta a Plaza de Mayo, para “decir basta a esta política
económica”; al mediodía se concentra una multitud en la ruta 2364, desde donde unas mil
personas, entre los que hay miembros de organizaciones locales y de la iglesia católica65,
parten a pie hacia la Capital; a la altura de San Miguel el intendente West aporta camiones
para trasladarlos, sin obtener el apoyo comprometido de los intendentes justicialistas de
Tres de Febrero, La Matanza, San Miguel y San Fernando, ni de dirigentes no justicialistas;
sólo lo apoya Alberto Descalzo, intendente de Ituzaingó66; ya en la ciudad de Buenos Aires,
en la Av. San Martín al 5.500, la caravana es detenida por un operativo policial; mientras el
intendente negocia, el clima en los camiones se caldea; los choferes cortan la avenida
mientras los manifestantes gritan “Queremos pasar”; ante el temor de que la gente se baje,
los organizadores deciden que la caravana regrese a Moreno. También en La Matanza,
manifestantes autoconvocados congregados en la plaza de San Justo reclaman al intendente
Alberto Balestrini que “se ponga a la cabeza de los reclamos de comida” y permanecen en
la plaza por tres horas, manifestando contra del gobierno nacional.
61 Clarín 20/12/01.
62 Un hombre y una mujer quedan rezagados en el local y un policía dispara hacia adentro balas de goma; al
salir el hombre recibe patadas y trompadas, mientras le dicen “Rajá de acá, negro de mierda”; enfrente, el
dueño de una pizzería con un revólver calibre 38 largo en la cintura amenaza: “En mi pizzería nadie se va a
meter. Y ojo conmigo, porque yo tengo balas de punta chata” (Clarín 20/12/01).
63 Clarín 20/12/01.
64 Hay expresiones contra los saqueos: una señora dice “No queremos seguir robándonos entre nosotros. Esto
es una carnicería” y otra manifestante, de la Agrupación Solidaria La Perlita, dice “Yo no estoy de acuerdo
con los saqueos” (Clarín 20/12/01).
65 Página 12 20/12/01.
66 El Popular 20/12/01.
En cambio, en Villa Industriales (Lanús) el saqueo de un pequeño negocio de venta
de electrodomésticos, donde se llevan televisores, calefones, termotanques, lavarropas y
equipos de audio, deriva en un choque entre policías, que disparan balas de goma y gases, y
saqueadores que arrojan piedras. Lo mismo que en Lanús Oeste, donde saquean pequeños
locales y hay incidentes en el supermercado Coto, cuando un grupo se concentra poco
después del mediodía para reclamar comida y se la niegan, intentan entrar por la fuerza, y la
policía dispara balas de goma mientras los manifestantes rompen vidrios a pedradas e
intentan quemar un cartel. También en Vicente López, quinientas personas asedian el
supermercado Sol y atacan a la policía, por lo que el comerciante decide entregar alimentos.
En San Isidro, desde la Villa El Jardín ubicada a tres cuadras del shopping Soleil,
seiscientas mujeres y jóvenes avanzan hacia el local con palos, gomeras y armas de fuego,
exigiendo que les entreguen alimentos; pero la policía tira gases y balas de goma a lo que
responden con piedras y balazos; los manifestantes se repliegan y arman un piquete en la
esquina, donde queman un kiosko de revistas y detienen un colectivo y un camión; la
policía los vuelve a atacar y los persigue hasta la entrada de la villa.
En Morón la policía informa que hubo diecinueve saqueos, en los que fueron
detenidas más de cien personas y heridos diez policías; en Castelar Sur el propietario de un
autoservicio balea a dos jóvenes de un grupo que intenta saquearlo. También hay heridos en
Boulogne, donde doscientas personas saquean un supermercado Oasis y una mujer recibe
un balazo en una pierna disparado por un custodio, que queda detenido; en Villa Celina (La
Matanza), donde otra mujer es baleada en la espalda; en El Talar (Tigre), donde cinco
personas reciben disparos con una escopeta, y en Maquinista Savio, donde varios negocios
son arrasados y un policía es herido por una piedra.
Al atardecer se producen los primeros muertos en saqueos en el GBA. Propietarios
de pequeños comercios matan a dos saqueadores: en el supermercado chino Family (Villa
Fiorito) el dueño dispara dos balazos contra un grupo de personas que se acerca, mata de un
tiro en la cabeza a Diego Avila de 24 años, y es trasladado a la comisaría de Ingeniero
Budge, ante el temor a una represalia en el barrio; en Steffi (Libertad - Merlo), el suegro del
propietario mata de tres balazos a Cristian Eduardo Legembre, de 20 años.
Al día siguiente, el jueves 20, en el GBA circulan fuertes rumores, a veces
impulsados por la misma policía. Un subcomisario de Martínez (San Isidro) avisa al
Unicenter que “hay una columna de quinientas personas en la Panamericana que vienen a
robar”67; el shopping, custodiado por treinta policías cierra; sin embargo, finalmente llegan
apenas sesenta personas de la villa Borges de Vicente López que reclaman comida y a las
18 ciento sesenta que dejan un pedido de alimentos; en cambio, en un local de computación
a media cuadra de la municipalidad tiran una bomba incendiaria. En Villa Insuperable (La
Matanza), los vecinos hacen fuego en las calles porque “nos avisaron que viene gente de las
villas del Camino de Cintura”68.
Pero no siempre los anuncios de saqueos son falsos y se produce un hecho
novedoso: el saqueo de viviendas particulares. Corren fuertes rumores de que hay
“centenares de personas que circulaban en camiones y colectivos [y] bajaban de sus
vehículos para saquear viviendas particulares en Villa Insuperable, Gregorio de Laferrere,
Ciudad Evita y en el barrio Odisa de Lomas de Zamora, entre otras”69, que funcionarios de
67 Clarín 21/12/01.
68 La Nación 21/12/01.
69 La Nación 21/12/01.
seguridad de la provincia de Buenos Aires descartan como “acciones sicológicas para crear
pánico y confusión”70; pero existen referencias de saqueos en el Barrio Odisa, donde al
mediodía saqueadores rompen las alambradas y entran a veinte departamentos de dos torres
del complejo habitacional, se llevan electrodomésticos y otras pertenencias y huyen cuando
llega la policía71. También en Villa Dorrego (La Matanza), según el diario Crónica,
saqueadores entran a robar en casas e incendian las precarias viviendas de madera ante el
terror de sus propietarios, que huyen. También saquean departamentos en el barrio Don
Orione, en Claypole (Almirante Brown), en el barrio San José Obrero72, en Ciudad Evita y
en la Av. Cristianía en Laferrere (La Matanza), donde gente de barrios precarios roba
viviendas73. En muchos lugares, como La Matanza, habitantes de villas y asentamientos
“salieron con palos, cuchillos y armas a levantar barricadas” ante rumores de ataques desde
otras villas74. También hay barricadas y gente armada en las terrazas, entre los vecinos de
Ingeniero Budge75. En Ciudadela Norte, que fue uno de los epicentros de los saqueos del
miércoles 19, los comerciantes de la Av. Gaona organizan una cadena telefónica para
prevenirse; el supermercado Coto sobre la Autopista del Oeste contrata más de treinta
policías de la guardia de infantería.
Hay también saqueos en los partidos de Merlo y Quilmes; en La Matanza saquean
un negocio de artículos del hogar y un mayorista de alimentos; en Tigre, un hipermercado y
en José C. Paz, una panadería. En La Tablada tres mil personas saquean una distribuidora
mayorista de galletitas. En San Martín el autoservicio Seven es saqueado tres veces:
primero, la gente del barrio se cansa de esperar que los empleados del local repartan
alimentos, cientos de personas después de saquear el supermercado Eki que está enfrente,
se meten por la fuerza en Seven hasta que llega la policía y se retiran; pero más tarde,
hombres, mujeres y niños vuelven y se llevan lo que había quedado; finalmente, a las 17,
vuelven a saquearlo e incendian el local76; el supermercado Eki ubicado enfrente también
sufre dos saqueos: se llevan hasta los inodoros de los baños; también fuerzan las persianas
y saquean un Super Día. En Derqui (Pilar), dos negocios de venta de carnes y verduras,
ubicados en el centro comercial, son saqueados a la mañana por un centenar de personas:
primero un grupo de mujeres que se definen como “amas de casa”77 y después, en un
negocio de enfrente, donde 20 personas violentan las persianas y se llevan todo78. Frente a
un supermercado en la Av. Tomás Márquez, unas cincuenta mujeres, niños, adolescentes y
70 La Nación 21/12/01.
71 La Nación, Página12, Crónica 21/12/01
72 Página12 21/12/01.
73 La Nación 21/12/01; Diario Popular 21/12/01.
74 Declaraciones de Luis D’Elia sobre su propio barrio en Pagina12 21/12/01.
75 Por ejemplo, en el autoservicio Inti hay diez hombres armados en la terraza y en el supermercado Victoria
hay tres hombres armados.
76 Según una cajera, los saqueadores son los clientes de todos los días; “Claro que sé que fueron mis clientes
habituales los que me saquearon, pero yo no les guardo rencor. La verdad es que si con el hambre que hay no
me saqueaban eran unos boludos”, dice el dueño (Clarín 19/1/02).
77 “Nosotras somos amas de casa que hemos salido a saquear comercios y lo haremos todas las veces que sea
necesario porque no tenemos qué darles de comer a nuestros hijos. No tenemos trabajo y tampoco tenemos
para comer... Estamos cansados de que siempre tengamos que pagar nosotros los ajustes del gobierno. Y le
quiero explicar una cosa, lo que hemos hecho nosotros no tiene nada que ver con la política sino que acá nos
hemos organizado un grupo de madres para salir a saquear comercios de comida” (Diario Acción, de General
Rodríguez).
78 Uno de los empleados dice que los saqueadores bajan de una Traffic y que a ellos se suman mujeres.
hombres, que acuden al lugar después de escuchar por radio la promesa de que allí
recibirían bolsones de comida, se concentran a la espera de la entrega de alimentos.
Comerciantes de Maquinista Savio, Del Viso y Manuel Alberti trabajan con sus persianas
bajas. Se suceden los rumores de que saqueadores de la periferia se acercan al centro de
Pilar para arrasar con todo. En San Justo (La Matanza), frente a un Carrefour cien
manifestantes de la CCC que pedían comida son atacados por la policía.
En el Conurbano bonaerense el 20 se suman otros siete muertos: en Merlo, Julio
Hernán Flores, de 15 años, recibe un balazo cuando se dirige al negocio de su tío que está
siendo saqueado; en Gregorio de Laferrere, Damián Vicente Ramírez, de 14 años, muere
por un balazo en la cara mientras participa del saqueo de la carnicería Kun; en el barrio
Don Orione, en Claypole, Víctor Ariel Enrique, de 21 años, muere en la vereda del
autoservicio Arca Noé cuando su dueño dispara una escopeta y una pistola; Pablo Marcelo
Guías, de 23 años, muere en el saqueo de un mercadito en San Francisco Solano (Quilmes);
Roberto Agustín Gramajo, de 19 años, muere en el saqueo del autoservicio Nico en Don
Orione; Mariela Rosales, de 28 años, es baleada por el dueño del supermercado Hola, en
Villa Centenario (Lomas de Zamora). Unas cincuenta personas resultan heridas.
En la provincia de Entre Ríos, en Concepción del Uruguay, donde desde el 17 ya se
han producido seis saqueos, los ataques a comercios y choques callejeros siguen desde la
noche del 18; ante la amenaza de los pobladores de asaltar los edificios públicos el
intendente, los dos jueces de instrucción con todos sus empleados y el párroco de la basílica
local se atrincheran en la jefatura de policía; para cuidarlos (lo mismo que a las armerías,
cercadas también por los manifestantes) la policía abandona la custodia de supermercados;
en los choques quedan ocho policías heridos y se les acaban las balas de goma; la
prefectura, con efectivos locales y el grupo Albatros, patrullan las calles; todos los
comercios han cerrado sus puertas; detienen a cincuenta y cuatro personas, entre ellas
veinte menores, acusados de robos y daños, y también a militantes, como José María
“Chelo” Lima; al día siguiente la policía allana más de diez casas y comercios ante la
sospecha de que algunos comerciantes robaron mercadería para revenderla. Al mediodía del
19, en Gualeguaychú, saquean dos comercios y una estación de servicio; más de trescientas
personas de los barrios pobres de la periferia avanzan sobre un supermercado Norte
exigiendo alimentos; ante la demora en atenderlos por parte del gerente, los manifestantes
atacan con palos y piedras a la policía y gendarmería que custodian el local; éstos
responden con balas de goma y gases y el choque callejero se prolonga durante seis horas;
cuando la policía se queda sin balas responde con piedras hasta que llegan refuerzos; hay
disparos desde todos lados; quedan siete policías con heridas cortantes, “incontables”
heridos y más de cuarenta detenidos; finalmente el supermercado se compromete a entregar
mercadería, a través del municipio. El 19 en Villaguay un numeroso grupo de personas se
concentra a la tarde frente al cuartel de bomberos para reclamar las bolsas de mercaderías
que por la mañana había prometido el supermercado Acuario a unos cincuenta pobres que
se concentraron allí y que amenazaban con saquearlo; por la gran afluencia al cuartel se
pide la colaboración de otros comercios y los supermercados Amanecer y Superconcepción
envían alimentos; cuatro personas son detenidas acusadas de provocar desórdenes; desde la
tarde circulan falsos rumores sobre la llegada de saqueadores desde Concordia, Villa Clara
y Villa Domínguez, por lo que se despliega un amplio operativo de seguridad en torno a
comercios y patrullajes en las calles; al día siguiente al mediodía desocupados realizan una
concentración en la plaza 25 de Mayo para reclamar la libertad de los cuatro detenidos el
día anterior79. El 19 a la noche, en Paraná unas ochenta personas, en su mayoría
trabajadores estatales a los que les deben dos meses de salarios, se concentran frente a un
supermercado Norte para exigir la entrega de mercaderías; otras sesenta personas se
concentran frente a un supermercado Disco, pero son desalojados por la policía; en un Wal
Mart hay enfrentamientos con piedras y balas de goma; al día siguiente el choque es a
balazos cuando cien personas se concentran frente al mismo supermercado, cerrado y
custodiado, reclamando alimentos y usando carros tirados por caballos logran voltear parte
del vallado e intentan hacer una barricada con basura y otros elementos a los que prenden
fuego sobre la avenida que cruza frente al local para evitar la llegada de más patrulleros, se
producen choques durante varios minutos con disparos cruzados entre la policía y
francotiradores que tiran desde barrios humildes; después intentan incendiar una estación
de servicio; también se producen choques entre manifestantes y la policía en una sucursal
de la cadena Norte, al este de la ciudad. En Entre Ríos mueren Romina Icurain80, José
Daniel Rodríguez81 y un joven oriundo de Nogoyá82.
Mientras tanto, el 19 en Rosario recomienzan desde el mediodía los saqueos en
distintos lugares de la ciudad y se producen nuevos choques callejeros, de mayor
envergadura, entre manifestantes y policías, con piedras y armas de fuego. El clima de
tensión comienza a la mañana, en la zona oeste, cuando no aparecen bolsones de alimentos
prometidos; desde el mediodía los continuos incidentes frente a supermercados desembocan
en saqueos, que la policía no puede impedir; poco antes centenares de personas apedrean
una sede municipal y la policía dispara gases y balas de goma. En el límite entre Villa
Banana y el barrio Bella Vista se llevan alimentos y bebidas de un mercadito; llegan unos
treinta policías, que lo custodian y toman gaseosas, mientras sobre la avenida hay maderas
quemadas y del otro lado los habitantes de la villa gritan por más, hasta que se produce un
enfrentamiento callejero; a las 15, con un pañuelo blanco en la mano, el párroco Amantini
(de Caritas) logra una tregua en el enfrentamiento y se entablan negociaciones con el
propietario del comercio que está dispuesto a ceder los alimentos para proteger los
electrodomésticos83; se decide repartir los alimentos que quedaron tirados por el piso, pero
se desata otro enfrentamiento, dos mujeres son heridas con balas de goma y hay varios
detenidos84; llegan cinco patrulleros y los policías disparan desde los autos; los saqueadores
sólo atinan a tirarse al suelo y se repliegan hacia la villa mientras los policías arrastran de
los pelos a una mujer detenida; otra mujer es baleada por la policía; se oye un disparo desde
la villa; el cura llama al obispo de Rosario Eduardo Mirás, que cuando llega califica a la
situación de “guerra”; finalmente la policía se repliega; a unas tres cuadras le roban el arma
79 “Queremos que los liberen porque ellos dieron la cara por nosotros. No es justo que nos metan presos
porque salgamos a pedir qué comer, cuando en época de elecciones tenemos que votar quién va a robar más”.
El Pueblo; 20/12/01.
80 De 15 años, hija de un empleado municipal y comerciante, muere en su casa, cerca del supermercado, con
una bala perdida en la cabeza (Clarín 22/12/01).
81 De 24 años, militante de la CCC, con dos balas en el pecho, otra en una pierna y otra en un brazo (Crónica
5/1/02).
82 De 16 años, alcanzado por balas de itaka (Crónica 24/7/02).
83 Indicadores del estado de ánimo son las siguientes declaraciones: el jefe de la policía rosarina, dice “No sé
cómo vamos a hacer, padre; está todo desbordado” (La Capital 20/12/01); un chaqueño viejo habitante de
Villa Banana dice: “Si la cana quiere joda, acá adentro tenemos los fierros, que todavía no usamos” (Clarín
20/12/01).
84 La Capital 20/12/01.
a uno de ellos y se escuchan balazos desde todos lados. Minutos después, es saqueado otro
supermercado; llegan varios policías de civil, que disparan contra los saqueadores;
finalmente, el propietario decide entregar personalmente el resto de la mercadería. La zona
oeste es tierra arrasada. En el sur de Rosario, al mediodía, más de doscientas personas –
muchas de ellas mujeres y niños habitantes de villas miseria cercanas- se concentran frente
al supermercado Jac del barrio Tiro Suizo, para reclamar alimentos; cuando llega la policía
los pobres les arrojan piedras, que son respondidas con gases y balas de goma, por lo que la
multitud se dispersa, reagrupa y siguen los choques durante una hora, hasta que se repliegan
hacia las villas. La zona sur también es escenario de otros saqueos; en algunos la policía
irrumpe a balazos y dispersa a los pobres, a los que persigue por las calles del barrio, en
otros hay apedreos. En la zona suroeste, mientras el propietario de un supermercado
distribuye alimentos a una cuadra de su comercio, éste es saqueado. Frente a un local de
supermercados Único los empleados rompen botellas de aceite y otros envases para impedir
el saqueo. A la noche una gran cantidad de habitantes de la villa del Bajo reclama alimentos
frente a tres supermercados. En los accesos a Rosario son apedreados y saqueados varios
camiones de Swift, Molinos y La Serenísima (lácteos) y otro camión con cereales. Según
Rosario/12, son saqueados cuarenta comercios en Rosario y ocho en Villa Gobernador
Gálvez. Al final de la jornada hay cinco muertos por heridas de bala, cuatro en Rosario y
una en Villa Gobernador Gálvez: Claudio Lepratti85, Graciela Acosta86, Juan Delgado87,
Rubén Pereyra88 y Yanina García89; casi doscientos heridos90, entre ellos cuatro chicos,
85 Ex seminarista de 38 años, delegado gremial de los estatales, que coordinaba talleres para niños y
adolescentes en una villa, daba clases de filosofía y teología en la escuela de la parroquia y colaboraba en el
comedor de la escuela 756 de Las Flores, mientras miraba desde el techo de la escuela recibe un balazo de
Itaka disparado por un policía desde un patrullero como respuesta a un insulto a otro que tira sobre chicos que
están saqueando (otra versión dice que querían hacer un corte) en España y Circunvalación (Clarín 21/12/01 y
La Capital 21/12/01); Lepratti estaba en contra de los saqueos y les había dicho a los chicos de la villa que no
salieran porque era muy peligroso (La Capital 21/12/01); es velado en la villa Ludueña donde numerosos
chicos lloran desconsolados y gritan “Se siente, se siente, Pocho está presente”.
86 Ama de casa de 35 años, viuda con siete hijos menores, que cobraba una pensión de $140 y recibía ayuda
social de la municipalidad, militante del Partido Comunista que colaboraba con la Comisión de Derechos
Humanos, es baleada por la espalda en Villa Gobernador Gálvez, a una cuadra del supermercado La Gallega,
mientras mira el saqueo que se está produciendo (Clarín; 21/12/01; La Capital; 21/12/01 y Rosario/12).
87 De 27 años, changarín de albañilería y vendedor de flores es muerto por la policía frente a un supermercado
en Pasco y Necochea, donde 400 personas piden comida; testigos afirman que recibió balazos de goma y fue
fusilado por un policía con un disparo de Itaka a menos de tres metros (La Capital 20/12/01 y 21/12/01).
88 Ciruja de 20 años, es parte de un grupo que detiene camiones para saquearlos en el barrio Las Flores donde
vivía; al intervenir la policía, muere de un balazo en el pecho (La Capital 21/12/01).
89 Ama de casa de 18 años, casada con un changarín, se encuentra en la vereda de su casa en Pasco y
Gutenberg, donde un grupo de gente quiere saquear un supermercado; se producen enfrentamientos entre
manifestantes y policías, que disparan “para todos lados”; muere por un balazo de escopeta (La Capital
21/12/01).
90 Entre ellos, en Ayacucho al 6300 la policía dispersa a un grupo de vecinos que reclaman comida e hiere en
una mano a María Rosa Ibáñez, de 26 años, militante de la Federación de Tierra y Vivienda. En Moreno y
Lamadrid, un comerciante coreano enfrenta a la multitud que reclama comida y le hace un tajo en la espalda
con una faca a un joven, lo que desencadena un violento saqueo. Un adolescente de 16 años resulta herido de
bala por la policía.
nueve policías, cuatro por heridas de bala91 y 117 detenidos (25 menores, 72 hombres y 20
mujeres)92.
Al día siguiente, a media mañana comienzan nuevos saqueos en la zona oeste de
Rosario e intentos de saqueos, tiroteos y apedreos en la zona sur. En la zona oeste, unas
quinientas familias esperan en el Distrito para recibir alimentos, pero a una cuadra, sesenta
personas salen de Villa Banana y saquean, por segunda vez en 48 horas, el pequeño
supermercado El Triunfo que queda totalmente destruido con las persianas rotas, las
góndolas en el piso y mercadería desparramada por la vereda. En Avellaneda al 3000 un
periodista del diario La Capital recibe un balazo calibre 32 por la espalda mientras dialoga
con un pequeño grupo que participa de un piquete en reclamo de alimentos, después de que
la policía atacó ese piquete y la mayoría de la gente se replegó a la villa cercana. En la zona
sur, en Ayacucho al 6200, hay enfrentamientos entre manifestantes y la policía durante toda
la jornada. A las cuatro de la mañana setenta y cuatro familias del barrio La Esperanza se
concentran para esperar una prometida entrega de alimentos, pero las cajas nunca llegan y
hay protestas; en cambio llega la policía que dispara y es respondida con piedras y armas de
fuego desde la villa de emergencia en Ayacucho y Circunvalación. A pocas cuadras, en
Villa Gobernador Gálvez, los dueños de dos supermercados custodian sus negocios ante un
inminente saqueo93. Frente a los supermercados Coto, La Gallega y Azul, en
Circunvalación y Córdoba, lo mismo que en Circunvalación y la ruta 34, se forman
piquetes para reclamar la entrega de alimentos, hasta que son dispersados por la policía con
gases y balas de goma. En Oroño al 4100 un grupo de jóvenes intenta forzar las persianas
de una distribuidora de alimentos pero la policía, que llega en una decena de patrulleros,
impide el saqueo. En Balcarce al 3900 un carnicero entrega toda su mercadería, mientras
cerca de allí, al mediodía, los dueños de un mercado en 24 de Septiembre y Balcarce
arrojan botellas desde la terraza para defenderse, ante el intento de saqueo del local por
parte de un grupo de desocupados. También es robado un colectivo de larga distancia. El 20
hay en Rosario más de cien detenidos.
Al mediodía del 19, también se producen incidentes en San Juan: se concentran
cincuenta beneficiarios de planes Trabajar frente al Hiperlibertad; el ministro de Gobierno
Rodolfo Colombo, acompañado de un Papá Noel, y el representante de esos beneficiarios
(vinculado a Cruzada Renovadora) se presentan para resolver la situación; al enterarse de la
presencia del ministro llegan unas cien personas del barrio cercano y otras más, vecinos del
barrio El Lote de la Puñalada, Barrio Jardín, Barrio Aramburu y Rivadavia Norte; el
ministro habla con los desocupados y con los “sin techo” (cuyo presidente es afiliado al PJ)
pero lo llaman “caradura” y “mentiroso”; los coordinadores de los demandantes hablan con
los responsables del hipermercado y se retiran en su auto; siguen llegando pobres, entre
ellos los de Villa Monte Romaní, con su representante (escobarista); como los insultos
crecen, el ministro se entrevista con el gerente del supermercado; minutos después los
pobres intentan ingresar al supermercado y la policía los dispersa con gases y balas de
goma; un policía habría resultado herido por un disparo de arma de fuego. A la tarde
ochenta hombres y jóvenes arrojan piedras contra el supermercado Súper Vea, en el
91 Tres de ellos fueron atacados a las 20.30 en Oroño y Doctor Riva cuando custodiaban un pequeño mercado
que había sido saqueado.
92 La Capital 20/12/01.
93 Uno de ellos le dice a la prensa que se retire, porque si filman la policía no puede reprimir: “Quiero que a
los que vengan los caguen a balazos” (La Capital 21/12/01).
departamento de Rawson, la policía los dispersa con gases y balas de goma y los persigue
cuando intentan refugiarse en un barrio vecino. En el mismo departamento se concentran
más de quinientas personas frente a la sucursal de Átomo Supermercados y Panadería San
Sebastián, donde hay un choque callejero con piedras, gases y balas de goma; un grupo
logra llevarse mercaderías; los incidentes continúan hasta la noche, cuando más de
cincuenta personas arman una barricada con carteles y otros elementos desde donde arrojan
piedras contra los policías y gendarmes; según la policía entre ellos hay personas armadas.
A las 18.30 saqueadores atacan a pedradas los locales de la Boutique del Jamón y un
autoservicio; la policía interviene arrojando gases; hay saqueadores heridos y detenidos. A
las 20.25 otro grupo, en su mayoría mujeres, se concentra frente al supermercado Súper
Vea en Trinidad, donde queman neumáticos. Alrededor de las 22, cerca de la municipalidad
de Rawson algunas personas rompen vidrieras de comercios y se enfrentan con la policía.
Al final del día siete policías y tres hombres resultan heridos y un bebé asfixiado por los
gases lacrimógenos; a las 23, hay sesenta detenidos (12 menores, 3 mujeres y 45 hombres).
En las primeras horas del día 20 se concentran habitantes de los barrios y villas cercanos al
supermercado Átomo para recibir los alimentos prometidos la noche anterior; horas
después se realiza la entrega, pero según los pobladores resultan insuficientes; también la
municipalidad entrega alimentos en diversos barrios pobres. A la tarde vuelven a producirse
choques callejeros con piedras y balazos de goma frente al supermercado Átomo cuando un
grupo de personas intenta ingresar, pese a estar custodiado por policías y gendarmes, que
los dispersan y persiguen por las calles aledañas, deteniendo a unos treinta94; hay algunos
policías heridos por las pedradas y manifestantes por balas de goma.
En la zona norte de la ciudad de Santa Fe centenares de personas, en su mayoría
adolescentes, merodean tres supermercados, que inmediatamente son custodiados por
policías; se producen enfrentamientos con disparos de armas de fuego. A las 2 de la tarde
doscientos habitantes del barrio Chaqueño se concentran frente a un supermercado para
pedir alimentos, el dueño acepta entregar cien bolsones y los manifestantes van hasta la
Basílica de Guadalupe para organizar la entrega; un pequeño grupo se dirige a un
autoservicio donde ingresan y provocan destrozos; la policía detiene a ocho personas. Una
hora después otras doscientas personas saquean un supermercado; también son atacados
dos hipermercados; en uno doscientas cincuenta personas intentan entrar pero unos pocos
policías y los guardias privados lo impiden; los cascotazos son respondidos con balas de
goma, hasta que el dueño de la cadena decide entregar alimentos. A media tarde, cuando ya
los negocios están rodeados por policías, decenas de personas siguen en las
inmediaciones95; unas trescientas personas saquean un supermercado Bienestar y Miguel
Pasini muere de dos escopetazos atribuidos a un comerciante vecino96; hubo veinte heridos
y aproximadamente trescientos detenidos en la ciudad97.
También en Mendoza, donde habían comenzado seis días atrás, los saqueos
disminuyen: poco después de las 15, un grupo de personas se concentra frente un
94 Según la policía, muchos de ellos tienen antecedentes penales.
95 Según el secretario de Promoción Comunitaria de la municipalidad, la gente fue convocada por la radio,
donde anunciaron que a partir de las 16 podían presentarse en los supermercados porque entregarían
alimentos; al no haber entregas comenzaron los destrozos (Rosario/12 19/12/01).
96 De 15 años, hijo de un changarín de albañilería que vivía en el barrio Cabaña Leiva, una zona humilde en la
periferia de la ciudad, y se acercó al supermercado cercano a su casa informado de que estaban repartiendo
alimentos.
97 No hay información de que los saqueos se extendieran al día 20.
supermercado Disco-Vea, en el departamento Godoy Cruz y la policía les dispara gases y
balas de goma; hay cinco heridos, diecinueve detenidos y policías apedreados. También hay
choques frente a otro supermercado Disco-Vea, en Luján de Cuyo. El 20, en San Rafael
mujeres y niños se concentran frente a un supermercado Vea y reclaman con palmas y
cánticos la entrega de comida; el secretario de Gobierno de la comuna los convence de que
vayan a la sede de Desarrollo Social, donde les entregan un vale para canjear por alimentos.
En la ciudad de Buenos Aires, desde la tarde del 19, hay rumores (falsos) en la city
que dan por cierto que grupos de saqueadores han arrasado con el centro comercial del
barrio de Once y que el próximo objetivo sería el microcentro; alrededor de las 15, en la
calle Florida y otras calles comerciales cierran los negocios por recomendación de la
policía98. Poco después de las 17 unas diez mujeres –que forman parten de un grupo mayorllegan
caminando (alrededor de siete kilómetros) desde José León Suárez al Wal Mart de
Villa Pueyrredón y piden comida, sin éxito, porque el hipermercado está cerrado ante el
temor de que lo saqueen. Pero a esa hora los saqueos comienzan en los barrios del sur de la
ciudad, y se extienden hasta la noche: unas cien personas provenientes de la villa Pirelli,
Ciudad Oculta y el barrio Luis Piedrabuena saquean comercios y camiones en Villa
Lugano; una multitud se congrega frente a un supermercado cuyos dueños, orientales,
acceden a entregar bolsas de alimentos; después saquean otro supermercado de dueños
chinos, que bajaron las persianas y quisieron electrificarlas; cuando llega la policía, que
arroja gases y balas de goma dentro del local, se desbandan y se dirigen a otros locales,
donde son repelidos a balazos o no pueden ingresar, por lo que vuelven y continúan
saqueando; la policía regresa y dispara balas de goma mientras los saqueadores le arrojan
botellas y piedras. También a la tarde, decenas de desocupados e indigentes apedrean los
hipermercados Coto, Día y Tía en el barrio de Constitución e intentan apoderarse de
alimentos, pero son repelidos por policías con gases y balas de goma; al menos diez
personas son detenidas; los manifestantes no se retiran y más de un centenar se queda hasta
la noche ocupando la calle Lima, donde cortan el tránsito al grito de “Queremos comer” e
insultos al ministro del Interior Ramón Mestre. En Barracas, en la villa 21-24, hombres,
mujeres y adolescentes saquean alimentos en un supermercado chino, en medio de las balas
de goma y gases lacrimógenos arrojados por la policía; los dueños de modestos negocios de
la villa cierran sus puertas. A las 22, en el barrio de la Boca, centenares de personas se
enfrentan a pedradas y puñetazos con la policía que dispara balas de goma frente a un
supermercado hasta que finalmente se retiran; doscientos cincuenta manifestantes cortan la
Av. Almirante Brown, quemando maderas y gomas; poco antes de la una de la madrugada
la policía, con armas largas y bastones, los dispersa. Mientras ocurren estos choques está
comenzando el “cacerolazo” en otros barrios de Buenos Aires, y el 20 los ataques a
negocios e, incluso el saqueo del supermercado Norte en Rivadavia y Uriburu, se
confunden en el combate callejero que describiremos más abajo99.
98 Un comerciante de Santa Fe y Sánchez de Bustamante dice que “pasó la policía y nos dijo que venían a
saquear desde Juan B. Justo”; en Liniers, otro comerciante dice que “Pasaba el patrullero diciéndonos por
altoparlante que nos quedáramos tranquilos y a los diez minutos volvían a pasar para decirnos que cerráramos
el negocio”; y en Once sucede lo mismo: “El policía de la esquina dijo que cerráramos por precaución” (La
Nación, 20/12/01).
99 El 20 a la tarde muere Rubén Aredes cerca de Ciudad Oculta; no hay datos sobre las circunstancias de esa
muerte. Debe recordarse que mientras se desarrolla el combate callejero en el centro de la ciudad en algunos
barrios hay manifestaciones, cortes de calles y barricadas y quizás, también saqueos.
También a la tarde del 19, comienzan las concentraciones y saqueos en Córdoba,
que se repiten el 20: los más importantes son en el supermercado Minisol, en el barrio
Guiñazú, donde gente que reclama alimentos arroja piedras hasta ser dispersada por la
policía; centenares se concentran frente a un supermercado Cordiez reclamando alimentos;
hay intentos de saqueos; cuatro personas son detenidas y numerosos manifestantes resultan
heridos en choques con la policía; en el hipermercado Libertad, en la Av. Sabattini, la
policía dispara gases y balas de goma a trescientas personas que pretenden ingresar al local
y arrojan piedras; es apedreado un móvil del canal 12 de la ciudad, de donde se llevan
teléfonos celulares y baterías de las cámaras filmadoras. Llega un funcionario del
ministerio de la Solidaridad, para acordar la entrega de alimentos, pero debe retirarse al ser
rechazado por los manifestantes.
El 20, por segundo día consecutivo se producen en Córdoba numerosos saqueos,
protestas y cortes de ruta. Cientos de pobres, que viven en las villas de emergencia que
rodean la ciudad, saquean una docena de supermercados y pequeños comercios100 e
intentan hacerlo en otros treinta, sin lograrlo debido a la intensa acción policial. Los
pequeños comerciantes de los barrios bajan las persianas y se preparan a defender sus
negocios. En los puestos de verduras en el camino a Carlos Paz, los dueños negocian con
habitantes de Villa La Tela entregarles productos a cambio de que no haya destrozos.
Frente al supermercado Minisol (de la cadena Disco), en Villa Allende, se reúne una
multitud desde el miércoles a la noche; a la madrugada la policía ataca y quedan varios
heridos de balas de goma, entre ellos un bebé de diez meses que estaba en su casa; algunos
vecinos disparan contra los policías con revólveres. A la tarde unas cincuenta personas
gritan que tienen hambre; ante el temor de un nuevo intento de saqueo la policía lo impide a
balazos; un chico101 muere de una perdigonada en el pecho disparada por la policía.
También en un supermercado Disco, en el camino a Carlos Paz, hay un intento de saqueo
pero la policía dispara balas de goma contra los adolescentes, que responden con piedras102;
el choque dura unos diez minutos, con avances y retrocesos; minutos después, otro grupo
de adolescentes, habitantes de la villa Los Filtros, ataca una oficina municipal (CPC)
cercana y son repelidos por la policía. Otras cien personas saquean un supermercado
Cordiez en Ituzaingó y son atacadas por la policía con balas de goma y gases. En todos los
saqueos, los adolescentes rompen vidrieras o persianas y después ingresan mujeres y niños
con bolsas para cargar alimentos. Se ven camionetas viejas, cargadas de gente, que
deambulan en busca de comercios para saquear. Desde el mediodía en distintos puntos,
habitantes de villas, en grupos de cuarenta a cincuenta personas, organizan piquetes, que
cortan calles y rutas, como en la Av. De Circunvalación frente a Fábrica de Aviones. La
bronca se extiende contra los autos nuevos que pasan por las avenidas principales, y cuando
se acerca la noche los ataques, protagonizados por grupos de unas cuarenta personas, se
multiplican.
Para ese momento, desde la media tarde, el gobernador José Manuel de la Sota ha
pedido al gobierno nacional el envío tropas de gendarmería a la provincia. Como saldo de
100 Según La Voz del Interior se producen 15 saqueos.
101 David Moreno, de 13 años, recibió cinco disparos, todos con perdigones de plomo, uno de ellos en la
cabeza. Estudiante secundario, hijo de un empleado de Vialidad Provincial. Fue a curiosear (Clarín 21/12/01).
Una vez herido, habría sido pisado por los saqueadores que intentaban huir de la balacera. (La Voz del
Interior 21/12/01).
102 “Hijo de puta, ya te voy a agarrar sin la escopeta”, grita uno de los chicos (Clarín 21/12/01).
los dos días de enfrentamientos quedan ciento ochenta detenidos, además del niño muerto,
decenas de heridos por balas de goma y piedras, y siete heridos de bala103, tres de ellos
policías.
En La Plata, terminados los choques entre empleados estatales y policías que se
desarrollaron al mediodía y hemos referido más arriba, pobladores de barrios periféricos de
La Plata y Ensenada avanzan desde las 16 sobre los supermercados, autoservicios y
carnicerías en las zonas de Villa Catela, Aeropuerto, Tolosa, Hipódromo, Circunvalación y
Hospital Italiano; cien pobladores de Villa Catela, Autonomía, Vareadores y la “villa de la
Autopista” se concentran frente a un supermercado Disco para reclamar comida; la llegada
de la policía y la entrega de unas setenta bolsas con alimentos contienen a los
manifestantes, pero media hora después varios de ellos empiezan a rodear un supermercado
Día cercano; el local está cerrado y custodiado por veinte policías, pero seis mujeres
jóvenes –dos de ellas embarazadas- trepan por el alambre, fuerzan la persiana y abren un
hueco, ante los aplausos de sus vecinos, que ingresan al local104, pero la policía bloquea las
salidas y hay lucha cuerpo a cuerpo entre los efectivos y los saqueadores; dos horas
después, los saqueadores que habían quedado encerrados dentro del supermercado son
liberados, ante el aplauso de los que se encuentran en la calle; ciento cincuenta personas
vuelven al supermercado Disco y reanudan sus reclamos de alimentos; algunos cruzan la
calle hasta una carnicería, rompen las vidrieras y la saquean105; la policía dispara balas de
goma y detiene a varios saqueadores. En otros saqueos en dos locales de la cadena Dragón
la policía detiene a varios menores y sus padres cortan el cruce de 120 y 522 para reclamar
su liberación. En la zona del Hospital Italiano cierran todos los comercios; hay entrega de
alimentos que calma a los manifestantes. Pero en Tolosa, el encargado de un autoservicio es
herido de un palazo en la cabeza cuando intenta evitar que unas cincuenta personas,
provenientes del barrio y de dos villas cercanas, saqueen el local, a pesar de que “la gente
del barrio ... en medio del tumulto gritaban ‘no, no, al almacén del barrio no’... pero otros
que no eran del barrio avanzaron sobre el portón y empujaron”; los saqueadores se
dispersan cuando llega la policía. En Berisso los comercios cierran después del mediodía.
La policía custodia los hipermercados. Durante todo el día se difunden rumores de saqueos,
que resultan ser falsos pero que generan miedo entre los comerciantes y vecinos. A la noche
pobladores del Barrio 5 de Mayo (monoblocks) en Ensenada entran a un supermercado
chino y amenazan con incendiarlo. Habitantes de la villa Rubén Sito son reprimidos por la
policía cuando intentan saquear dos minimercados en esa zona. A la noche, en las
inmediaciones de la comisaría 6° se concentran familiares de los detenidos durante la
103 Entre ellos, Sergio Pedernera, que murió un año después, el 26 de diciembre de 2002 como consecuencia
de un tiro en el tórax, que le afectó el hígado y le produjo una paraplejía de la que no se recuperó. Fue herido
por la policía cuando manifestaba en Villa Libertador, en el sur de la ciudad. Vivía con su familia en la villa
Costa Canal, una de las más afectadas por el desempleo y la pobreza. Su padre es empleado de Cliba (Clarín
29/12/02).
104 Una mujer dice: “Jamás había hecho esto, me da vergüenza. Pero no me quedó otra alternativa”. Hay
varias madres con sus hijos; una de ellas reprende a un chico que se abalanza sobre los helados: “dejá, dejá, y
agarrá la leche en polvo y el arroz”. (El Día 20/12/01)
105 “rompían todo, saqueaban, se llevaban hasta los mochos (parte superior de la res). Y la plata. Había un
tatuado parado en el mostrador que rompía la caja y otro pibe metía las manos y se llevó la bolsa con el
cambio. También se llevaron mi cartera con los documentos...Se llevaron hasta el teléfono...No vinieron a
pedir, saquearon, directamente robaron. Y muchos son clientes de aquí, vienen a veces a pedir y les damos
comida. Ellos me conocían. Fue muy injusto” (El Día 22/12/01).
jornada, exigiendo su liberación. La policía busca a un grupo de supuestos activistas que se
movilizan en un Duna blanco, una camioneta Chevrolet y una moto Kawasaki.
Pero los choques entre manifestantes y policías duran toda la noche hasta las 5 de la
mañana del 20 en el Barrio 5 de Mayo de Ensenada donde la policía que dispara balas de
goma, no logra entrar al barrio, desde donde la apedrean utilizando gomeras y se oyen
disparos de armas de fuego; detienen a tres jóvenes. Una situación similar, con piedras,
balas de goma, corridas y detenciones se vive en el barrio de 55 entre 146 y 147 en Los
Hornos, donde una multitud, que el 19 había recibido bolsones de comida distribuidos por
la Asociación Comercial de Los Hornos, intenta entrar al supermercado La Toscana; la
policía entra a algunas viviendas y detiene a sus habitantes, acción que es repudiada por los
demás pobladores106; a la noche del 20 continúa la tensión y la amenaza de saqueos.
También hay un intento de saqueo en 38 y 134, que es evitado por la policía y después en el
supermercado Nin en 25 y 520, donde se concentran cuarenta personas que se dispersan
cuando llega la policía; pero algunos grupos continúan merodeando en las cercanías. Tres
supermercados de Tolosa y de Ringuelet reparten alimentos a habitantes del barrio La
Favela que se agolpan frente a sus puertas. Al final de la jornada quedan unos cincuenta
detenidos, varios de ellos heridos con balas de goma o armas blancas. Entre el miércoles 19
y el jueves 20 son detenidos veintinueve mayores y dieciocho menores.
A la tarde del miércoles 19 también hay saqueos y concentraciones en otras
ciudades de la provincia de Buenos Aires. En Campana saquean el supermercado Norte,
donde se denuncia el robo de la ropa de los empleados; a la mañana siguiente muchos
saqueadores vuelven, se llevan lo que queda y se enfrentan con los empleados107. Los
rumores de saqueos se expanden por todo el norte de la provincia. El miércoles, en General
Rodríguez hay concentraciones dispersadas por la policía y posterior distribución de
alimentos, pero el jueves a la madrugada, saquean un supermercado ubicado frente al barrio
Fonavi; otros intentos en el centro de la ciudad son impedidos por la policía y los
comercios cierran sus puertas; mientras en la plaza Martín Rodríguez a la noche un grupo,
mayoritariamente integrado por mujeres, expresa su alegría por la renuncia de De la Rúa,
una multitud se agolpa frente a la carnicería Abacar, a pocas cuadras del centro; cerca de
allí, el supermercado Día tiene su persiana metálica parcialmente arrancada por un intento
de saqueo; durante la noche saquean un supermercado y a otro le rompen los vidrios del
frente. En Mercedes el 19 hay rumores108, concentraciones y choques callejeros: en Disco
un grupo de personas intenta avanzar, pero es repelido por la policía con balas de goma y
gases lacrimógenos; la policía dice que fue atacada con armas de fuego; hay saqueos en
comercios alejados del centro; al día siguiente centenares de desocupados logran saquear
Disco y, perseguidos por la policía, apedrean dos patrulleros; hay veinticinco detenidos.
En Olavarría el miércoles 19 hay tensión y rumores de saqueos y el presidente de la
Coordinadora de Desocupados Kenny Velasco (ciento ochenta familias) que está juntando
alimentos dice que están conteniendo a la “la gente” que “está ... muy enojada” y “dispuesta
106 La policía dice que entre los detenidos hay varios con antecedentes por robo a mano armada (El Día
21/12/01).
107 Un repositor dice: “Cargaban cajas de sidra en los baúles de los autos. Y encima se burlaban de nosotros.
‘Giles, se quedaron sin laburo’, nos gritaban. Hubo un momento en que no aguantamos más, los enfrentamos
y hubo una goma grande” (Clarín 21/12/01).
108 Llegan noticias (todas falsas) de avances de saqueadores desde Luján, y desde una villa de Gowland; un
periodista recibe una llamada denunciando un saqueo en la calle 34, pero es que gran cantidad de personas se
dirigen hacia un mercado para comprar mercadería, porque los demás comercios están cerrados.
a salir a la calle”109; el jueves siete mujeres desocupadas del barrio Sarmiento Norte
ingresan al hipermercado Casa Tía para pedir alimentos, derivadas desde el Concejo
Deliberante; entregan un petitorio al gerente de la firma; las autoridades del hipermercado
prometen repartir alimentos a través de instituciones de bien público, al tiempo que se
despliega un amplio operativo policial para desalojarlas110; después se dirigen al
supermercado Tres Estrellas, cuyos propietarios acceden a la entrega de mercaderías,
aunque no de inmediato, sino en los próximos días. En Luján, el miércoles son saqueados
decenas de comercios mayoristas y minoristas, grandes y chicos: el primero es el
hipermercado Norte; el intendente dice que los saqueos son organizados y tienen apoyo
tecnológico y logístico, con handies y celulares; funcionarios municipales responsabilizan a
un comunicador radial que fue candidato a concejal, y entre los mismos saqueadores se
habla de un plan que se concreta: primero atacar el Norte y hacer que la policía se
concentre allí, después atacar el Disco y el Día, para que, la gente desbordada siga con el
resto; en cambio el presidente de la Asociación de Despedidos de Luján atribuye todo a la
desesperación111; quedan cien detenidos; al día siguiente los comerciantes cierran sus
negocios ante consejos policiales y falsos rumores (que incluyen los horarios exactos de
llegada de saqueadores a sus blancos), que se escuchan durante todo el día, de que grupos
de saqueadores llegarían por la ruta 192, por el Acceso Oeste o que se estarían armando en
los barrios pobres; la municipalidad cierra sus puertas ante rumores de que grupos de
personas se dirigen hacia allí. También el jueves 20 en Zárate saquean dos o tres camiones,
ómnibus y autos particulares para robar cargas y pertenencias112; también hay saqueos en
Necochea, Pergamino y Junín113.
En Bahía Blanca, aunque la situación está tranquila, en parte debido a la asistencia a
cincuenta mil personas que brinda una red implementada desde tiempo atrás por la
municipalidad, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales, pero el 20 unas
cuarenta personas se llevan al hombro unos 120 kilos de carne de una pequeña carnicería
después de amenazar con saquear la Cooperativa Obrera en el barrio Bella Vista; miles de
personas se concentran en el hall de la municipalidad a partir de las 8 para pedir los
alimentos prometidos; unas tres mil personas reciben vales para alimentos. En las calles hay
tropas de la policía provincial, gendarmería y prefectura. En Villa Rosas más de cien
hombres, mujeres y niños pobres de los barrios Loma Paraguaya, Villa Delfina, Spurr, Villa
109 El Popular 20/12/01.
110 El Popular 21/12/01.
111 “Esto se sabía que iba a pasar. La gente está desesperada y no le daban respuestas. Yo había presentado
una nota a Norte pidiendo doscientos bolsas de comida y me dijeron que había que esperar unos días. Se
vienen las fiestas y esto no se aguantaba más” (Bisemanario El Civismo 22/12/01). Según la fuente
periodística, de los saqueos no sólo participan pobres sino también identifican comerciantes, el hijo de un
médico, hinchas del club Luján, dirigentes de partidos políticos y un joven con celular y una moto cara.
112 La Nación y Crónica (21/12/01).
113 Según la información de la secretaría de Seguridad de la provincia de Buenos Aires entre el 19 y el 20 de
diciembre fueron saqueados 256 comercios de distintos rubros; los partidos donde hubo más saqueos fueron
Moreno (54), La Matanza (39), Tres de Febrero (25) y Quilmes y San Martín (14); pero según el diario Clarín
los negocios saqueados fueron muchos más: en Lomas de Zamora hubo oficialmente cuatro saqueos y Clarín
estuvo en por lo menos 20 negocios saqueados, en Lanús hubo oficialmente seis y el diario dice que en un
solo barrio se alcanza esa cifra; también hay diferencias cuando se contrapone información de las
municipalidades con el informe provincial: en Esteban Echeverría la municipalidad dice que un solo
supermercado fue saqueado y la provincia cuatro, en Berazategui dos y tres respectivamente y en San Isidro
seis y siete (Clarín 19/1/02).
Serra y Villa Parodi reclaman alimentos frente a la sucursal de la Cooperativa Obrera y en
la delegación municipal114; hay un intento de saqueo en el supermercado Burgos dispersado
por la policía.
En Corrientes los saqueos presentan ciertos rasgos específicos, al estar teñidos por
las disputas entre partidos políticos, agudizadas por la intervención federal a la provincia.
Poco antes de las 16 del miércoles 19, unas veinte mujeres con sus hijos, que participaban
del corte de los accesos al puente General Belgrano relatado antes, se dirigen al
supermercado Tomasella, y se instalan frente al local, amenazando con saquearlo si no les
entregan alimentos hasta que les paguen los subsidios atrasados; el propietario les entrega
alimentos. Al enterarse de este episodio todos los supermercados cierran sus puertas. A diez
de la noche el supermercado Mix es totalmente saqueado por una multitud integrada en su
mayoría por mujeres y niños: un grupo de jóvenes, proveniente de los barrios más pobres
de la ciudad, en una maniobra de distracción, arroja piedras sobre un supermercado cercano
(Impulso), cuando la policía va a ese comercio un grupo ingresa en el Mix, que está sin
custodia; sólo es detenido un saqueador, que intenta llevarse cerveza. Rodean tres
sucursales de la cadena Impulso y dos de Canga, mientras se enfrentan a balazos con la
policía. Los enfrentamientos continúan toda la noche y a la madrugada, varias zonas de la
ciudad se convierten en tierra de nadie: la policía provincial está desbordada y los
saqueadores copan varias calles y atacan comercios pequeños y grandes supermercados; se
producen numerosos saqueos y enfrentamientos a balazos entre saqueadores y la policía, el
primero de los cuales tiene lugar en el citado saqueo al supermercado Mix, y que se
prolongan a lo largo de todo el día 20. En varias ocasiones desde la multitud disparan con
armas de fuego hacia los policías antimotines, que responden utilizando proyectiles de
plomo. Según el diario El Libertador, “los enardecidos grupos de pobres invadiendo
comercios que mostraba la TV despertó el germen de la violencia en los barrios marginales
de la capital correntina, donde el hambre se combinó con la bronca (...) que transformó a
buena parte de la ciudad en un gigantesco campo de batalla”115. Las columnas de habitantes
de las villas miseria se movilizan de un lado a otro de la ciudad, pero “llamó la atención la
capacidad operativa de algunas de estas cuadrillas saqueadoras, lideradas por presuntos
dirigentes del Partido Nuevo que aprovecharon la ocasión para intentar desestabilizar al
nuevo Gobierno”116. Éste denuncia “lo que durante la madrugada era vox populi: la
presencia de activistas políticos en camionetas 4x4 que llevaron a los manifestantes para
que hicieran saqueos a los supermercados”117; el gobierno provincial ordena la detención de
varios punteros del Partido Nuevo y de dos ex policías118. Durante la madrugada y la
mañana saquean un pequeño comercio de autoservicio en el barrio Galván, las sucursales
cinco y seis del supermercado Canga situadas en el barrio Laguna Seca, de una de las
114 “Somos vecinos, no tenemos sindicato, delegado o representantes políticos que nos avalen, estamos solos.
Quieren que esta Navidad la pasemos con arroz, polenta, fideos, lentejas y 400 gramos de leche. Ese es el
bolsón navideño y no lo queremos; a cada familia, un chango”; otra manifestante grita “queremos trabajo, no
limosna” (La Nueva Provincia 21/12/01).
115 El Libertador 21/12/01.
116 El Libertador 21/12/01.
117 Clarín 21/12/01.
118 Según el gobierno hay pruebas de que al menos seis militantes del Partido Nuevo instigaron a pobladores
de villas a saquear, desde una camioneta: el Gitano Alarcón, el Gordo Ballena, Tortuga Sánchez, Araujo, una
mujer apellidada Perés y su esposo Rosales son detenidos; están prófugos el ex cabo primero Jorge Romero y
el ex cabo Luis González de la policía provincial.
cuales se llevan sólo bebidas alcohólicas; a las cuatro de la mañana policías que patrullan el
Barrio San Marcelo, a varias cuadras del saqueo del supermercado Canga, matan de un
balazo disparado con itaka a Ramón Arapí119. También es atacada la farmacia Nueva
Pompeya, donde los saqueadores se enfrentan a balazos con la policía y destrozan vidrieras
de los negocios cercanos; allí cae herido de un balazo en el abdomen Milton Vallejos.
También saquean la distribuidora de pan Fargo, de cuyo local se llevan hasta las
computadoras y el equipo acondicionador de aire. Por la Av. Armenia, un grupo de jóvenes
asaltan una carnicería y a un grupo de vecinos que están velando a un familiar; también
apedrean a los vehículos que pasan, algunos de los cuales son asaltados.
A la mañana del jueves 20 pobladores pobres vuelven a salir a la calle a pedir
comida. La policía dispara balas de goma y gases a los grupos que se concentran frente a
supermercados, pero los manifestantes se reagrupan en actitud desafiante. Al mediodía el
desborde es nuevamente incontrolable. A la tarde, unas cincuenta personas se congregan
frente a los portones del hipermercado Tía, cuyos responsables de ventas acceden a entregar
comestibles para impedir un enfrentamiento con los guardias privados que están apostados
en los techos del local; pero un grupo de jóvenes se aparta de los que negocian, apedrea a la
policía y rompe la cerradura de la farmacia que está enfrente (Chacabuco e Independencia);
la policía dispara balas y granadas lacrimógenas; los saqueadores se llevan pañales, envases
de champú y medicamentos; entonces el supermercado suspende la entrega de mercadería y
la gendarmería ataca a los que protestan; los jóvenes destrozan las vidrieras de todos los
comercios de la Avenida Tres de Abril. Como resultado de los choques callejeros
registrados a lo largo del día quedan, además del muerto ya mencionado, unos 15 heridos,
entre ellos tres policías, muchos por balas de plomo120.
Al atardecer, el gobierno, con la contribución de los dueños de supermercados y a
través de la red de Cáritas y de organizaciones no gubernamentales, comienza a distribuir
alimentos en los barrios más pobres. Pero, a la noche, un grupo de habitantes de las villas
del sur de la ciudad se agolpa frente al Instituto Santa Catalina de Alejandría, para reclamar
la entrega de más alimentos; se acusa a dirigentes del Partido Nuevo de instigarlos a tomar
por la fuerza los alimentos que se encuentran en la capilla para ser distribuidos por Cáritas,
ya que los “nuevistas” les señalan una supuesta falta de igualdad en el criterio de
distribución de la mercadería. A la noche grupos de cinco a diez jóvenes deambulan cerca
de los supermercados, hasta que trasciende la renuncia de De la Rúa.
El miércoles 19 en Neuquén, desde las 16 hasta la madrugada se producen saqueos
en distintos puntos de la ciudad en forma simultánea: “Comercios con sus vidrieras rotas
pero oficialmente cerrados, hipermercados con guardias duplicados en número y también
cerrados, cuadras y cuadras donde reinaba el humo de las cubiertas encendidas y los gases
lacrimógenos, corridas y policías fueron el común denominador durante buena parte de la
tarde de ayer [miércoles 19] en distintos barrios de Neuquén, de este a oeste, en el alto y en
119 Tenía 22 años; desde hacía tres días trabajaba como obrero municipal en una cuadrilla de limpieza de la
ciudad. Ocho meses antes un hermano fue muerto en un “enfrentamiento entre patotas”. Según sus familiares,
no participaba de ningún saqueo sino que tomaba tereré en la vereda con sus amigos, cuando llega una
camioneta roja sin patente con tres policías de civil, que bajan para detenerlos; cuando intentan huir, a Arapí
lo agarran, lo golpean y luego lo fusilan de un balazo en el pecho. (Clarín; 21/12/01).
120 Entre ellos Hugo Cóceres, de 18 años, con una hemorragia pulmonar; Diego Fernández, con una fractura
expuesta de húmero; el policía Santiago González, con luxación de hombro por un impacto en su chaleco
antibalas; Juan Alberto Torres, herido en el abdomen; una mujer herida en la pierna; todos ellos por balas de
plomo. El subcomisario Ramón Alberto Rojas recibió un botellazo en la cabeza.
el bajo”121. En los barrios del oeste, desde las 17 hay choques entre policías y saqueadores
(centenares de hombres, mujeres y niños), que en grupos dispersos atacan supermercados y
comercios de alimentos, apedreando a los custodios; la policía resulta desbordada por los
saqueadores entre los que hay personas con armas de fuego: grupos de saqueadores bajan
sorpresivamente desde el norte y en diez minutos, desbordando la vigilancia, luego de un
breve enfrentamiento con la policía, saquean un supermercado Topsy; a continuación se
producen ataques contra otras sucursales de esa firma, que incluye a los supermercados
Bomba en los barrios San Lorenzo, Melipal, Gregorio Alvarez e Islas Malvinas: en
Antártida Argentina y Catriel, cinco jefas de familia piden mercaderías, reciben “un
rotundo no” por respuesta “por lo que no tardó en encenderse la mecha en varias cuadras a
la redonda”122; durante más de tres horas jóvenes y chicos de no más de doce años se
enfrentan con piedras detrás de barricadas armadas con gomas encendidas, con la policía
que arroja balas de goma y gases lacrimógenos, pero que debe retroceder123; también en la
sucursal de Gregorio Alvarez, la policía es superada en número y se llevan mercaderías,
pero después de un corto enfrentamiento recupera el local; media hora después los mismos
saqueadores y otros que se les suman espontáneamente sitian la sucursal de Topsy frente al
hospital Heller, son dispersados y perseguidos por las calles por la policía, pero el local es
totalmente saqueado alrededor de las 23. En el resto de la ciudad, los hipermercados y
otros comercios han cerrado sus puertas, los empleados cubren las vidrieras con cartones y
telas y hay custodia policial. En el Wal Mart, desde las 18, unas veinte personas jóvenes y
algunas mujeres reclaman que los medios convoquen a los «interesados» en el saqueo124, lo
que se repite en otros hipermercados durante la tarde y la noche. Después de las 20, hay
ataques simultáneos en distintos puntos de la ciudad, que está cubierta de policías, pero
que, al promediar la noche, están desbordados. Ya antes, al caer la tarde, con cientos de
saqueadores en la calle, el gobernador Jorge Sobisch anuncia que pidió tropas de
gendarmería al gobierno nacional. La noticia de que éste declaró el estado de sitio es el
disparador del descontrol en que cae el centro de la ciudad125. Alrededor de las 21, luego de
tres horas de choques a pedradas respondidas con balas de goma y gases, saqueadores
logran vencer la resistencia de la policía, que debe replegarse, y se llevan toda la
mercadería y el mobiliario de otro supermercado Bomba, de su depósito aledaño y de una
carnicería; mientras chicos, mujeres y hombres se llevan alimentos, bebidas, pañales y
heladeras, jóvenes gritan “Neuquén, Neuquén”. Durante la madrugada en los barrios del
oeste del Gran Neuquén, El Progreso y San Lorenzo, siguen los choques: entre la una y las
dos de la mañana saquean dos supermercados Topsy-Bomba en Belgrano 2000, donde
121 La Mañana del Sur 20/12/01. Según el mismo diario, desde días antes grupos sindicales y de izquierda
estaban organizando saqueos.
122 La Mañana del Sur 20/12/01.
123 “Aunque no hubo certezas, comerciantes de la zona aseguraron que entre «los muchachos había algunos
armados». La batalla no cesó en ningún momento pero sí hubo repliegue policial hasta cuatro cuadras de
distancia, lo que habilitó a que apareciera entonces la barriada en su máxima expresión: los jefes de familia,
cincuentones ya, comenzaron a organizar las salidas con carritos de los muchachos, chicos y mujeres”. “En la
mayoría de los casos, los protagonistas eran jóvenes, algunos niños, que incitaban a tomar los comercios con
el único propósito de causar daño. Incluso, algunos vecinos aseguraban que «en el fondo, creo que ya tienen
un problema con la Policía, porque no se explica cómo empezó todo esto». Luego, cuando la Policía se
retiraba, entonces aparecían mujeres y niños para sumarse a los saqueos” (La Mañana del Sur 20/12/01).
124 La Mañana del Sur 20/12/01.
125 Más tarde De la Rúa consideró que la declaración del estado de sitio “produjo el efecto de disminuir la
violencia y desactivar las agresiones permitiendo dejarlo sin efecto el 21” (Crónica 7/4/02).
interviene el camión hidrante y un grupo de la policía especial, y en Luis Beltrán y Anaya.
También cerca del hospital Heller saquean una de las sucursales de Rodeo5, sin custodia
policial. Siguen los cortes sobre la calle Combate de San Lorenzo. Ya antes, desde la
madrugada, la gendarmería patrulla la ciudad, lo que no impide que unas mil personas se
concentren a las 16 horas del jueves 20 frente al supermercado de artículos para
construcción Easy y el supermercado Jumbo que se encuentra en el mismo predio, sobre la
ruta 22, para reclamar la entrega de alimentos; cuando se terminan los bolsones, se produce
un muy fuerte enfrentamiento entre policías y saqueadores que, pese a los disparos de gases
y balas de goma, avanzan una y otra vez e incluso responden con armas de fuego;
finalmente quedan cien detenidos y siete heridos. Otros saquean totalmente dos negocios de
Topsy en la zona oeste de la ciudad, donde también se producen choques con armas de
fuego, con policías especiales: efectivos de la Prefectura son sobrepasados y sólo ordenan
la entrada al supermercado hasta que llega la policía e intenta impedir la salida; hay varios
detenidos y un policía herido de bala y varios por perdigones. A las 19 horas se produce
otro choque entre policías y unos trescientos jóvenes y adolescentes, que arrojan piedras
frente al supermercado La Anónima, cuyos empleados se arman con palos para defender el
local; cientos de vecinos del supermercado Capriolo lo rodean para evitar que lo saqueen.
En los enfrentamientos y saqueos que se suceden por casi cuarenta horas, participan grupos
de jóvenes dispuestos a enfrentarse con la policía; tras ellos aparecen los hombres mayores
y mujeres. Entre los que se movilizan hay quienes sólo buscan destrozar lo que encuentran
y enfrentarse con la policía y quienes piden que paren los choques para poder acceder a los
alimentos –en su mayoría mujeres con niños126; otros, que son desocupados recientes,
participan moderadamente de los choques callejeros si es necesario. En total en los hechos
del día 20 en Neuquén fueron heridos de bala tres policías; hubo ciento setenta detenidos y
centenares de heridos127.
El miércoles a la noche, en Centenario (Neuquén) unos mil hombres, mujeres y
jóvenes, en grupos de cien a doscientos, deambulan por el centro comercial del barrio
Sarmiento; atacan el supermercado El Ganador; al no poder ingresar, saquean una joyería,
una carnicería, verdulerías, farmacias y una casa de artículos del hogar, mientras
deambulan con cajas llenas de mercadería y se enfrentan durante varias horas arrojando
piedras contra la policía que tira balas de goma, a lo largo de ocho cuadras en las que el
tránsito permanece cortado.
En Tucumán, el 19 a la tarde, se produce el primer hecho vinculado con demanda de
alimentos y saqueos: un grupo de cuarenta desocupados del interior de la provincia reclama
alimentos frente a la casa de gobierno y al no obtener respuesta se dirigen a un
supermercado donde interviene la policía. Un poco más tarde, son saqueados diez
comercios en San Miguel de Tucumán, Banda del Río Salí y Tafí Viejo, donde se producen
choques callejeros con la policía128. En Banda del Río Salí más de seiscientos hombres,
mujeres y niños provenientes de barrios periféricos, que gritan “tenemos hambre”, saquean
dos distribuidoras mayoristas y se enfrentan a pedradas y balazos con la policía; hay por lo
menos un herido de bala. Pero, los choques más importantes son en San Miguel, donde los
126 Por ejemplo, frente al Jumbo y a La Anónima (La Mañana del Sur; 21/12/01).
127 La Mañana del Sur 21/12/01.
128 La policía resulta insuficiente: sólo hay quinientos efectivos para vigilar la capital y mil para el resto de la
provincia; el jefe de la policía llama para el día siguiente a unos cuatro mil doscientos efectivos que están de
franco.
saqueadores, integrados por grupos de indigentes (niños, jóvenes, ancianos, hombres y
mujeres) y militantes (jóvenes encapuchados y armados con palos, piedras y armas blancas)
se enfrentan a pedradas con empleados de los comercios y la policía que dispara balas de
goma; la ciudad capital se convierte en “un campo de batalla”129; hay numerosos heridos y
detenidos. Al grito de “Queremos comer”, decenas de familias saquean un depósito del
hipermercado Libertad (de la cadena francesa Casino) en el Acceso Norte, de donde se
llevan comestibles en motos, carros y caballos. Al anochecer en un supermercado de Av.
Belgrano y Helguera la policía se enfrenta durante varias horas a cientos de personas que
logran sacar mercadería de un galpón y destrozan el auto de un empleado, mientras arrojan
piedras a la policía. A las 20, en el supermercado mayorista Gómez Pardo, sesenta
empleados, diez custodios privados y diez policías resisten con piedras, palos y fuegos
artificiales durante dos horas a unos trescientos manifestantes, que entran a un galpón y se
llevan mercadería; los saqueadores responden con piedras y balazos; resultan heridos un
policía, un empleado del comercio y ocho saqueadores, hasta que a las 23 llegan refuerzos
de la policía antimotines, que hacen replegar a los revoltosos, que, sin embargo, incendian
con bombas un camión de transportes, que avanza dejando por lo menos cinco heridos; y
continúan en las inmediaciones del supermercado. En otro supermercado cuyos propietarios
electrificaron los portones de hierro mil personas rompen las rejas, ingresan y saquean todo.
Son también centenares los saqueadores de una distribuidora mayorista y otros negocios.
En Ejército del Norte y Delfín Gallo los vecinos se atrincheran en los techos armados con
escopetas para defender un supermercado familiar que un grupo intenta saquear y logran
dispersarlos. Por la noche continúan los saqueos en la capital y en Alderetes. A las 21.30
quinientas personas se concentran frente a un supermercado reclamando comida; los
dueños intentan negociar pero una hora después son mil saqueadores, que se llevan todo.
También hay rumores: a las 20 en el microcentro, todos los comercios cierran por temor a
saqueos y la gente empieza a correr desesperada, patrulleros entran a la peatonal y los
transeúntes gritan, pero finalmente no se producen saqueos, sino sólo algunos destrozos a
vidrieras. Al caer la noche, cuatrocientos gendarmes cercan el microcentro.
El jueves 20, continúan los saqueos e intentos masivos en supermercados,
almacenes mayoristas, depósitos y estaciones de servicio, que nuevamente se concentran en
la periferia de la ciudad, en la Banda del Río Salí, donde arrasan con casi todos los
comercios, y en Alderetes, donde tres supermercados sufren ataques, aunque sus dueños y
empleados resisten, en uno de ellos con escopetas. En el Mercofrut hay forcejeos y cruce de
balazos durante todo el día entre los puesteros, armados con escopetas, revólveres y
pistolas, y unas ciento cincuenta personas del barrio Topa, tres de las cuales resultan
heridas. Pero la gran mayoría de los choques se producen entre policías y saqueadores. Son
atacados unos 20 locales grandes, más otros pequeños negocios de los alrededores, y hay
choques callejeros con palos, gases, disparos al aire, corridas y persecuciones130. Durante
cuatro horas, desde las 14, cientos de personas se llevan diez mil bolsas de azúcar de
cincuenta kilos cada una de un depósito de Delfín Gallo al 1100, a pie, en autos, camionetas
y carros. También un depósito de Lavalle al 3600 es saqueado con camiones, camionetas,
autos y remises que hacen fila en el estacionamiento. Después de esperar frente al
fuertemente custodiado por la policía Hiper Libertad, en el Acceso Norte, que anuncia que
no entregará mercadería, quinientas personas se llevan hasta las puertas del minimercado
129 La Gaceta de Tucumán 20/12/01.
130 La Gaceta de Tucumán 21/12/01.
ubicado en el estacionamiento y saquean en minutos cajas de gaseosas, vino y cerveza del
depósito de bebidas Produnoa. Durante el saqueo al Hiper Libertad de Av. Roca la policía
dispara contra los saqueadores; son heridos con balas de plomo una nena de 10 años en la
pierna, Luis Alberto Fernández en la cabeza (murió dos días después)131 y Adrián Enrique
Sotelo, en la espalda.
Los saqueos en la periferia generan un clima de tensión y confusión en toda la
ciudad de San Miguel de Tucumán. A media mañana se repiten en el centro los rumores
acerca de la llegada de saqueadores y las corridas sin dirección ni motivo mientras los
comercios cierran o atienden a través de rejas. Al mediodía el gobierno provincial decreta
un asueto administrativo y escolar, suspende el transporte público y sugiere que cierren los
comercios por unas horas; también reparte alimentos para calmar los ánimos; a la una de la
tarde ante el rumor de que “hordas” de saqueadores van a liberar a cientos de detenidos que
están por declarar, cierran los tribunales; lo mismo ocurre en la Legislatura que es
desalojada y cerrada; pero ninguna columna llega al lugar. Junto con los rumores surgen las
atribuciones políticas: mientras el ministro de Gobierno Guerrero niega direccionalidad
política en los saqueos (“ni siquiera hay líderes sociales”), otros funcionarios la afirman132.
En ese clima, seis empleados de la Dirección de Espacios Verdes de la municipalidad son
detenidos cuando recorren armados las calles del Barrio Jardín en una camioneta de la
repartición con aparentes intenciones de saqueo. Los hechos descriptos en Tucumán el 19 y
el 20 dejan unos seiscientos detenidos y setenta heridos, de los cuales veinticinco serían
policías.
Al atardecer del miércoles 19, en Cipolletti (Río Negro), donde durante todo el día
la policía custodia supermercados y otros comercios, hay disparos y apedreos en la zona
norte de la ciudad. Frente al supermercado Bomba se concentran unas treinta personas, en
su mayoría jóvenes, que apedrean el local, entran y se llevan botellas de sidra y de licor,
una balanza digital y un equipo de música133; después se dirigen con lo saqueado al barrio
“1.200 Viviendas”, cuyos pasillos se llenan de gente, a la que se suman habitantes de otros
barrios, como Anai Mapu. Interviene la policía y hay pedradas, ladrillazos y tiros.
Alrededor de las 19 habitantes del barrio Anai Mapu, sobre todo jóvenes, junto con
muchachos y adultos de las “1200 Viviendas” se juntan en el sector comercial de la calle
Esquiú, con intenciones de entrar por la fuerza en los supermercados de la zona; saquean el
supermercado Alarcón donde logran romper una de las grandes puertas levadizas de metal,
ingresan sorteando la barrera hecha con carritos y mamparas y se llevan todo; la policía
arroja gases por el barrio; por momentos el aire se hace irrespirable en las “1200
Viviendas” y barrios aledaños. Alrededor de las 22, llega el grupo BORA y se intensifican
los choques, mientras los gases lacrimógenos dejan trazas encendidas sobre departamentos
y calles. En Anai Mapu saquean un supermercado e intentan copar el destacamento policial
163; hay numerosos heridos entre los saqueadores (varios de bala) y policías. A la noche,
muere una mujer al recibir un balazo de plomo en la espalda durante un enfrentamiento
131 Tenía 27 años y era vendedor ambulante.
132 El director de Transporte Romero señala que “son dirigentes de izquierda que tratan de sacar réditos
políticos a costa de actos de rapiña, sin contemplar las necesidades de la gente” y que entre los saqueadores
“hay gente drogada”; el legislador de la UCR José Ascárate dice que “hay grupos organizados y que la
mayoría de los detenidos tiene antecedentes penales” (La Gaceta de Tucumán 21/12/01).
133 Río Negro 20/12/01.
entre saqueadores de un supermercado Bomba y la policía (en las “1200 Viviendas”)134;
hay internados con heridas de bala de plomo (entre ellos un joven de 17 años con un
proyectil en el cuello, grave), de goma y afectados por los gases. También hay choques
frente a una sucursal de Monumental. Los comercios quedan con vidrios, anaqueles y
mercaderías rotos. Hacia la medianoche todavía se registran continuos y violentos choques
de jóvenes y pobres con policías del grupo BORA y de las comisarías de Cipolletti.
Mientras vecinos de las “1200 Viviendas” y barrios aledaños piden el retiro de BORA para
calmar los ánimos, los comerciantes reclaman más seguridad y distintas organizaciones
llaman a “repudiar la represión”135.
Pero el jueves 20 hay nuevos enfrentamientos en el centro; y además, aunque un
grupo de pobres y desocupados consigue que la sucursal de La Anónima del centro de la
ciudad done bolsas de comida para ciento sesenta personas para repartir en el salón
comunitario de barrio Don Bosco, en los alrededores hay corridas, seis adultos detenidos y
varios menores demorados.
El mismo jueves 20 los saqueos se extienden a nuevas ciudades en Río Negro. A la
mañana mil comerciantes, vecinos y dirigentes estatales marchan a la municipalidad de
General Roca, donde intentan acordar con el intendente la distribución de alimentos a
familias pobres; cuando el intendente sale a dialogar con los manifestantes, un grupo de
cien jóvenes se desprende de la movilización y corre hasta el hipermercado Casa Tía, lo
apedrea y lo saquea136; a partir de ese momento, cientos de personas -en su mayoría
jóvenes- intentan saquear los principales supermercados, destrozan comercios céntricos,
saquean tiendas y casas de computación, apedrean el municipio y los bancos Boston,
Francés, Nación y Galicia, y se enfrentan con efectivos del grupo antimotines BORA en
distintos puntos de la ciudad137. A la noche siguen los choques en el centro y en el barrio
Alfonsina Storni; un grupo de mujeres se concentra frente al hipermercado La Anónima,
donde están dispuestas a pasar la noche, a la espera de recibir alimentos; al final de la
jornada en General Roca hay trece heridos. En la vecina Villa Regina a la tarde la policía
ataca a balazos a un grupo de personas que ingresa a una sucursal de La Anónima. En
Bariloche, dos sucursales de esa misma cadena, otros dos de La Victoria y uno de Tía y
varios comercios son saqueados a la noche por centenares de personas que se llevan
alimentos, mientras la policía intenta dispersarlos arrojando balas de goma y gases
134 Elvira Abaca, de 46 años, habitante de las “200 Viviendas”. Todos coinciden en repudiar la muerte.
Dirigentes de diversos sectores políticos (miembros del gabinete, representantes de organismos de derechos
humanos, dirigentes sindicales) se reúnen con el intendente para garantizar una ayuda social fluida para los
sectores más carenciados de la población y evitar nuevos brotes de violencia. El 20, más de seiscientas
personas se concentraron en el cementerio municipal para asistir al entierro y acusan a la policía; ésta deja
trascender que el balazo lo disparó un comerciante cuyo local habría sido saqueado.
135 La Corriente de Militantes por los Derechos Humanos, HIJOS, UNTER Seccional Cipolletti, CTA Río
Negro, Frenapo, Vecinos Autoconvocados, Autoconvocados del Hospital, APDH y Pastoral Social exhortan a
«la población a repudiar la represión, movilizándonos para que la resolución de la crisis social y la conquista
de la paz sea por medios pacíficos, dando respuesta a las gravísimas situaciones terminales que viven millones
de familias argentinas» (Río Negro 20/12/01).
136 El titular del Unter, Aurelio Vázquez, denuncia que en la movilización actúan “infiltrados” pertenecientes
a la Alianza. (La Mañana del Sur 21/12/01)
137 Según un diario, algunos policías reciben ayuda de empleados de un supermercado céntrico, que les
entregan cascos y palos de amasar para atacar los manifestantes; así armados tratan de despejar la vía del tren
para permitir el paso de un carguero. (La Mañana del Sur 21/12/01)
lacrimógenos; se producen tiroteos entre los policías y los saqueadores; integrantes del
grupo BORA vigilan puntos estratégicos de la ciudad. En la capital provincial, Viedma,
unos trescientos desocupados organizados en una comisión reclaman a la mañana el pago
de los subsidios que les adeudan ante la subsecretaría de Trabajo; al no tener respuesta, un
grupo va a un supermercado de La Anónima, donde reclaman la entrega de dos mil
quinientas bolsas de comida; los directivos del supermercado les prometen mil; a los
manifestantes se suma un grupo de jóvenes que a las tres de la tarde arrojan piedras y
destruyen los vidrios; unos ciento veinte policías que custodian el supermercado disparan
balas de goma. El choque se extiende por más de dos horas y deja veintisiete heridos, cinco
de ellos policías; finalmente unas mil personas entran al local pero no hay destrozos ya que
policías y empleados colocan una hilera de alimentos para que se los lleven; luego llega un
juez, que logra que se repartan alimentos.
A la noche del miércoles 19, en Reconquista (Santa Fe), un numeroso grupo de
habitantes se acerca a uno de los supermercados más grandes de la ciudad, reclamando
bolsones de mercaderías; el dueño promete repartir alimentos, pero va llegando más gente,
la tensión crece y comienzan a arrojar piedras y cascotes; a la madrugada del jueves 20 los
manifestantes se retiran y marchan hacia otro supermercado donde rompen vidrios pero no
logran saquear. En varios supermercados chicos y carnicerías se viven situaciones
similares, además de saqueos de algunos productos. La policía dispersa a los saqueadores y
detiene a unas veinte personas (entre ellas, cuatro menores y tres mujeres).
En Chubut, donde no hay saqueos el miércoles 19, hay varios choques entre policías
y saqueadores el jueves 20: en Trelew trescientas personas intentan saquear dos
supermercado en el centro, pero lo impide la policía; quedan diez manifestantes heridos y
seis detenidos, y cinco policías con heridas cortantes. En Puerto Madryn manifestantes
recorren el centro de la ciudad y balean un comercio; la policía logra disuadir a los más
enardecidos, que por la tarde van a esperar la entrega de mercadería frente a la
municipalidad. También a la tarde, en Comodoro Rivadavia se terminan las bolsas de
comida que se reparten en el concejo deliberante; entonces un grupo ataca a pedradas la
municipalidad e intenta saquear el supermercado Tía, pero son atacados por policías y
gendarmes; mientras se dispersan, un grupo de jóvenes lucha con los policías; quedan al
menos treinta detenidos y un adolescente de 15 años es gravemente herido.
En Resistencia (Chaco), al mediodía del jueves más de cien personas, muchos
adolescentes, llegan a la Distribuidora Rubio disparando balazos, arrojando botellas e
intentando ingresar por la fuerza; son dispersados por la policía y la gendarmería, que los
corren por varias cuadras, quedando varios detenidos138; la mayoría de los comercios
cierran sus puertas por temor.
Los saqueos e intentos de saqueo se prolongan más allá de la caída del gobierno. El
21 hay acciones en Moreno, San Isidro, Zárate-Campana, Hurlingham, San Martín,
Quilmes, Berazategui, La Matanza, Lanús y Lomas de Zamora (GBA), en Mercedes, La
Plata y Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires), en la Capital Federal, en Córdoba y en
Bariloche (Río Negro), donde además hay nuevos choques callejeros entre jóvenes pobres
(que arrojan piedras y disparan armas de bajo calibre) y la Brigada policial BORA, lo
138 Los propietarios dicen: “esta gente que vino era de acá, nosotros los vemos todos los días, no vinieron a
pedir nada; intentamos hablar con ellos, pero nadie quería hablar, comenzaron a arrojarnos botellas y algunos
tiros, destrozaron el cartel, arremetieron contra el frente intentando romper las cortinas del local” (La Voz del
Chaco 21/12/01).
mismo que en Rosario (Santa Fe), donde hay un muerto en un intento de saqueo que deriva
en un tiroteo con la policía en Empalme139.
Según la información periodística en “los saqueos” murieron veintinueve personas y
hubo centenares de heridos y cuatro mil quinientos detenidos (2.717 en la provincia de
Buenos Aires, incluyendo el GBA)140.
Como se observa en la descripción precedente en el desarrollo de los llamados
“saqueos” se producen, en muchas oportunidades, choques callejeros con la policía. Y éste,
a diferencia de lo ocurrido en 1989/90, no constituye un rasgo aislado que se da sólo en
algunos saqueos sino que se han multiplicado, y, en algunos de ellos, se presentan con
cierta extensión espacial y temporal141. También aparece, en varios casos, la existencia de
organización no explícita pero advertible en la forma en que se desarrollan las acciones, no
sólo en extensos choques callejeros sino, por ejemplo, en la simulación de un ataque a un
comercio para distraer a la policía y poder saquear otros142 o en la intención de lograr una
repercusión pública del saqueo143.
En su mayoría los choques callejeros se producen a partir de intentos de saqueos; el
objetivo de los participantes es apoderarse de mercancías, y no expresar protesta; en estos
choques no aparecen elementos políticos; tampoco la intervención del gobierno a través de
su fuerza armada le da carácter político al hecho: salvo en algunas situaciones a las que nos
referiremos más adelante a propósito del motín, la intervención policial no genera una lucha
focalizada sobre las instituciones del gobierno o del estado, aunque en algunos lugares esos
choques se extiendan en el tiempo. Por ejemplo, el miércoles 19: las seis horas de choque
con la policía para tratar de saquear un supermercado Norte en Gualeguaychú; en Rosario
los tres casos en que tiran balazos desde las villas miseria (el choque de varias horas en el
límite de Villa Banana y Barrio Bella Vista, con intervención del obispo como mediador, el
choque en el supermercado Jac del barrio Tiro Suizo y en el sudoeste de Rosario); en
Rawson (San Juan) balacera y barricadas; en Neuquén el largo choque callejero que dura
horas, lo mismo que en Corrientes; en Tucumán los choques callejeros a la tarde y noche,
donde hay choques callejeros con la policía; en el barrio Anai Mapu de Cipolletti; en la
Boca (Capital) que se confunde con el cacerolazo. Y el 20 en Villa Allende (Córdoba); la
balacera desde barrios humildes y construcción de barricada en un Wal Mart de Paraná;
nuevamente en Corrientes; y en Tucumán el choque callejero con puesteros.
Como ya hemos señalado a propósito de los choques callejeros producidos en 1989
“la intervención de la fuerza armada del gobierno no puede darle carácter político a
acciones que no constituyen lucha”144. No hay elementos que indiquen la presencia de
139 Walter Campos, de 17 años, “con antecedentes penales” (La Nación 22/12/01).
140 Clarín 18/12/02.
141 Aunque no vamos a desarrollar este aspecto debe señalarse que también aparece como rasgo novedoso
respecto de 1989/90 el saqueo de viviendas particulares (por ejemplo: en el barrio Odisa en Lomás de
Zamora, el barrio San José y varios otros) y el robo en un velorio en Corrientes. Como hipótesis esto estaría
señalando la presencia de lumpenproletariado (en el sentido en que lo usa Marx en El 18 Brumario de Luis
Bonaparte) y que no constituye un rasgo ni de la revuelta ni del motín.
142 Como se observa el miércoles 19 en el hipermercado Norte de José L Suárez (GBA), en la ciudad de
Corrientes, en Neuquén (donde saquean primero y casi simultáneamente, en distintos barrios y en diez
minutos, los supermercados Topsy Bomba) y en Luján (GBA) (donde hay referencias de los mismos
saqueadores a un plan con ese objetivo).
143 Como en el Auchan de La Tablada el 19 adonde llegan con un camarógrafo.
144 Iñigo Carrera, Nicolás y Cotarelo, María Celia; ¿Revuelta o Motín? Rosario y General Sarmiento, 1989;
Buenos Aires, PIMSA, Documento de Trabajo N°32, 2001.
masas en lucha, ni hay disposición a la lucha sino a realizar el saqueo, que no es lucha,
aunque con la salvedad que haremos más abajo con referencia al motín. Menos aún puede
señalarse un elemento político en los minoritarios choques armados entre particulares
(saqueadores y comerciantes) que, sin embargo, en el GBA son los que producen la mayor
cantidad de muertos en saqueos.
En algunos casos en que se observa alguna articulación con lo político (el reclamo
por la libertad de los apresados en La Plata el 19 y en Villaguay el 20 o el repudio a la
policía por entrar en las casas a detener saqueadores en Los Hornos el 20) no hay lucha de
masas. Tampoco en el reclamo de que los atiendan145 ni en el repudio a los políticos146. Y
menos aún en la articulación con partidos políticos o caudillos como se observa en la
marcha que organiza el intendente West el 19 en el GBA, en Avellaneda (GBA) y en San
Juan con dirigentes del PJ y en Corrientes con el Partido Nuevo.
Es por eso que conceptualizamos a esta parte del hecho investigado como revuelta:
“la más inconsciente forma de protesta (...) que se encuentra por debajo de la escala en que
comienza la lucha de la clase obrera, en la que prevalece el elemento ‘espontáneo’, donde
lo característico es la tendencia a la dispersión de las acciones y los choques entre
particulares, sin llegar a focalizarse sobre las instituciones del gobierno o del estado”147.
Sin embargo, en algunos “saqueos” y choques callejeros aparece un elemento
inexistente con anterioridad, al menos con cierta extensión: el resentimiento u odio y deseo
de venganza contra “los que tienen”, la policía o alguna institución gubernamental. Esto se
observa en la amenaza de ataque a edificios públicos y cerco de las armerías en Concepción
(Entre Ríos); el ataque a un CPC cerca de villa Los Filtros (Córdoba); el apedreo de una
sede municipal con enfrentamiento (Rosario); los piquetes de cuarenta a cincuenta villeros
que cortan calles y rutas en la Av. De Circunvalación frente a Fábrica de Aviones y
apedrean a los autos nuevos que pasan (Córdoba); el robo de la ropa de los empleados del
supermercado Norte en Campana y las burlas a esos empleados porque quedaron sin
trabajo; la “bronca” de villeros correntinos que señala el diario El Libertador; la búsqueda
destrozar lo que encuentran y del enfrentamiento con la policía como meta en Neuquén por
parte de jóvenes y adolescentes el 20 a la tarde; el apedreo del municipio y los bancos
Boston, Francés, Nación y Galicia en medio del saqueo y choque callejero en General Roca
(Río Negro).
Al igual que en la revuelta prevalece el elemento espontáneo, pero aparece el rasgo,
a veces principal, del odio y la venganza, e incluso dejan de ser sólo choques entre
particulares para focalizarse sobre instituciones del gobierno del estado. Es por eso que
consideramos que aparece aquí un elemento de motín: levantamiento espontáneo de gente
oprimida que busca venganza148. Tampoco constituye lucha, aunque se encuentra en el
145 Como en las declaraciones recogidas en Derqui (GBA) el 20, en Mendoza cuando se concentran frente a
comercios amenazando saquear y logran que los gobiernos provincial o municipales entreguen alimentos, y en
el corte en que insultan a Mestre en Constitución.
146 Como la pintada en Moreno (“políticos de mierda”) el 19 y el rechazo a la intervención del ministerio de
Solidaridad en Córdoba el 19.
147 Iñigo Carrera, N., Cotarelo, M.C., Gómez, E. y Kindgard F.; La Revuelta....; Pimsa, DTN°4.
148 Un ejemplo lo constituye el saqueo total de la mueblería y venta de electrodomésticos Alpino, en Villa
Albertina, una de las zonas más pobres de Lomas de Zamora, cuyos dueños tenían un tren de vida superior al
de sus vecinos (“lucían pulseras, anillos y relojes de oro”); sus mismos dueños afirman: “(...) los que se
llevaron todo eran muchachos del barrio. No los justifico, pero los entiendo: ninguno de ellos en su puta vida
iba a poder comprar ninguna de las cosas que vendíamos nosotros” (Clarín 19/1/02). Puede pensarse algo
umbral de ésta, no hay elección del momento en que va a producirse, está en un nivel de
conciencia más bajo que cualquier tipo de hecho sistemático149.
En síntesis, conceptualizamos a este momento del hecho investigado como revuelta
y motín. Es la “insurrección” de los “hambrientos”150.
Miércoles 19 a la noche
Comienzan las manifestaciones de masas. La manifestación pacífica: el llamado
“cacerolazo”
Ya hemos descripto las manifestaciones producidas durante la mañana del 19 en
Tucumán, Córdoba, La Plata, Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Jujuy, Río Negro y Mendoza.
Varias involucraron protestas contra gobiernos provinciales y municipales, pero es en la
ciudad de Buenos Aires donde, desde temprano, se manifiesta el descontento con el
gobierno nacional y los “políticos”.
A la mañana, el presidente de la Rúa asiste a una reunión en la sede de Cáritas con
dirigentes convocados por la iglesia católica y el delegado de las Naciones Unidas en el
país. Se reúnen los principales dirigentes políticos, empresariales y sindicales, con el
objetivo de reanimar la concertación que proclamó el gobierno luego de la derrota electoral
de octubre. Están presentes buena parte de los ministros (entre ellos el jefe de gabinete y el
ministro del interior), el ex presidente Alfonsín y el presidente de la UCR Ángel Rozas; por
el PJ, su secretario general Eduardo Bauzá, el senador Duhalde y el gobernador de la Sota;
entre los empresarios, el titular de la Unión Industrial Argentina Ignacio de Mendiguren, el
de la CAME, Osvaldo Cornide, el de la Sociedad Rural Enrique Crotto, el de la Cámara
Argentina de la Construcción Gregorio Chodos, el de la Asociación Cristiana de Dirigentes
de Empresas José M. Simone; los secretarios generales de las dos CGT Rodolfo Daer y
Hugo Moyano; el abogado Luis Moreno Ocampo. No asiste el gobernador de Buenos Aires
Ruckauf, “porque nadie lo invitó”151. Al llegar De la Sota dice que “el gobierno no existe”,
que “en el país reina la anarquía”152 y que no quiere “participar de la concertación con un
bombero; porque no estamos para apagar incendios sino para construir”153; Duhalde afirma
que “el gobierno no puede sacar al país de este caos”154. El presidente de Cáritas arzobispo
Casaretto habla de la “situación terminal” y “crisis moral” del país155. En la reunión, que
dura cuatro horas, predomina la demanda de un cambio en el modelo económico y Cornide
semejante en el caso del autoservicio Seven en San Martín, que fue saqueado tres veces en el mismo día, y
donde se llevaron hasta los inodoros del baño y las tapitas de los enchufes y cuando ya no quedaba nada le
prendieron fuego.
149 Iñigo Carrera, N., Cotarelo, M.C., Gómez, E. y Kindgard F.; La Revuelta....; Pimsa, DTN°4.
150 El término “insurrección” está utilizando aquí, lo mismo que cuando se habla más abajo de la
“insurrección” de la pequeña burguesía, aludiendo a que se trata de la forma más alta de rebelión a que llega
esta capa social librada a su acción en tanto tal capa. Los pobres son los que no acceden a los medios de vida
necesarios para reproducir su existencia. Si sus acciones se limitan ese aspecto (“hambrientos”) la forma más
alta de su rebelión es la revuelta con elementos de motín; si sus acciones parten de su situación de
expropiados de condiciones materiales de existencia (clase obrera) que no logran obtener sus medios de vida
bajo la forma del salario (desocupados) utilizan otras formas de rebelión, sistemáticas, que han dado lugar a la
formación del movimiento piquetero.
151 La Nación 20/12/01.
152 La Nación 20/12/01.
153 Clarín 20/12/01.
154 La Nación 20/12/01.
155 La Nación 20/12/01.
pide la renuncia de Cavallo. Daer (que estaba afirmando que “la concertación ‘debía darse
con o sin de la Rúa’”, cuando llega el presidente156) dice que a los trabajadores no se les
puede pedir más después de diez años de sacrificio; Crotto se apresura a decir que al campo
tampoco157. De la Rúa, que llegó una hora tarde, en cambio, dice que “hay que tener
confianza en las medidas que pusimos en marcha” y que “no hay que alarmarse porque la
situación está controlada”158. Al entrar, algunos manifestantes le habían gritado “Poné
huevos, De la Rúa” y “Andate, ladrón”; al salir del edificio, unas treinta o cuarenta
personas lo insultan a los gritos; sus custodios lo hacen subir rápidamente mientras una
pedrada estalla sobre la luneta trasera del auto oficial. Mientras se desarrollan la Revuelta
que hemos descripto más arriba la Mesa de Concertación decide que el jefe de Gabinete
Colombo y el representante de las Naciones Unidas redacten un documento a ser discutido
en una próxima reunión; por su parte en el PJ comienzan a considerar en privado quién
reemplazará a de la Rúa (Puerta, Rodríguez Saá o Duhalde) con el compromiso de no
presentarse a las próximas elecciones159. Mientras tanto, en la puerta, siguen las
manifestaciones, entre otros de trabajadores telefónicos de FOETRA que protestan por el
despido de cuatrocientos trece compañeros e insultan a los que salen.
Ante el temor de que los incidentes puedan trasladarse a la zona de Congreso160, las
autoridades parlamentarias licencian a los empleados y cierran las ventanas del edificio,
donde quedan los diputados161 y senadores162 que esperan un decreto del poder ejecutivo
instaurando el estado de sitio, para aprobarlo163.
Al atardecer la protesta en la ciudad de Buenos Aires se traslada a los barrios: a las
19, en Palermo (Córdoba y Scalabrini Ortiz), los vecinos organizan una ruidosa batucada y
hacen fogatas para protestar por la situación económica y contra De la Rúa y Cavallo. En
Liniers, los comerciantes cortan el tránsito.
Pero es a la noche, después de escuchar a las 22,40 el discurso del presidente
confirmando la declaración del estado de sitio por 30 días mediante un decreto firmado a
las 19164, que la oposición se extiende, primero en Buenos Aires y Rosario, y después en
156 Clarín 20/12/01.
157 La Nación 20/12/01.
158 Clarín 20/12/01.
159 La Nación 20/12/01.
160 “A las 15 corrió la noticia de que centenares, bajo la batuta de dos intendentes del conurbano, se dirigían al
Congreso ‘para quemar todo’” (Clarín 20/12/01).
161 A pesar de estar en un período de sesiones extraordinarias, en que el temario lo fija el Poder Ejecutivo, los
diputados del PJ, apoyados por algunos del oficialismo, aprueban un proyecto que deja sin efecto los
“superpoderes” otorgados a Cavallo en marzo y otro, presentado por los diputados sindicales (CGT-Daer) (y
futuros ministros de Duhalde), Graciela Camaño y Alfredo Atanasof, que deroga las restricciones bancarias al
pago de salarios, indemnizaciones y jubilaciones.
162 Que finalmente deciden pasar a un cuarto intermedio para el día siguiente.
163 Cuando, horas después, el gobierno declara el estado de sitio es respaldado por Carlos Menem, Carlos
Ruckauf y Eduardo Duhalde y el PJ dice que no lo obstaculizará; uno de los pocos que se opone es Adolfo
Rodríguez Saá, que anuncia que pedirá que San Luis sea excluida del decreto y recuerda que se requiere
aprobación de todas las provincias para dictar el estado de sitio.
164 De la Rúa dice en su discurso: “Comprendo las penurias que atraviesan muchos de mis compatriotas, las
comprendo y las sufro; pero la mayoría sabe que con violencia e ilegalidad no se sale de los problemas. Los
problemas hay que enfrentarlos y eso estamos haciendo”. “En el contexto económico y social donde muchos
argentinos sufren problemas, grupos enemigos del orden y de la República aprovechan para intentar sembrar
discordia y violencia, buscando crear un caos que les permita maniobrar para lograr fines que no pueden
alcanzar por la vía electoral”. “Pido a mis compatriotas mantener la calma y colaborar para el
La Plata, Córdoba, Mar del Plata y las más importantes ciudades del país, en un abierto
desafío a ese estado de sitio. En Buenos Aires un fuerte cacerolazo estalla en toda la ciudad
y se prolonga hasta la madrugada, en un hecho inédito en Argentina165. El cacerolazo
comienza en Belgrano y en Barrio Norte; al comienzo las ollas suenan tímidamente pero
rápidamente el ruido crece, y se suman las bocinas de los autos; el ruido se extiende por
toda la ciudad; surgen manifestaciones espontáneas en los distintos barrios, donde se cortan
calles, se encienden fogatas y se realizan marchas por las calles principales. La Av.
Independencia es cortada por los vecinos desde la calle Balcarce hasta la Av. 9 de Julio; a
ellos se suman manifestantes del Centro de Estudiantes de Ingeniería, que realizaban una
marcha. Se concentran manifestantes frente al monumento al Cid Campeador y en muchas
esquinas166, donde encienden hogueras; en Independencia y Entre Ríos una columna de
trescientos manifestantes, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, entonan cánticos contra
el presidente y contra Cavallo y gritan “Queremos soluciones y no estado de sitio”; en
Rivadavia y Lope de Vega quinientos vecinos cortan las calles, con golpeteo de cacerolas y
cánticos contrarios a la política del gobierno; los vecinos de Parque Chacabuco se
concentran en la plaza, y cuando se suman habitantes de la villa 11-14 deciden marchar
todos juntos hacia José María Moreno y Rivadavia, y después al Congreso. Frente a la casa
de Cavallo, en Libertador y Ocampo, se concentran unas cien personas, que pronto llegan a
cuatro mil; el ex ministro pide garantías para su seguridad personal y de su familia; otros
centenares se concentran frente a la casa del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo.
También se desplazan unos trescientos manifestantes hacia la residencia presidencial
ubicada en Olivos (GBA), donde pronto se va formando una concentración que llega a las
cinco mil personas.
Algo semejante está ocurriendo en Rosario: tras el discurso de De la Rúa difundido
por cadena nacional de radio y televisión los rosarinos se movilizan en forma espontánea y
restablecimiento del orden, como así también a las organizaciones sociales y especialmente a los medios de
información a contribuir para recrear el clima de paz necesario para recuperar la seguridad y la tranquilidad en
todo el país”. “Es mi compromiso trabajar para resolver la emergencia social. Sé distinguir entre los
necesitados y los violentos o los delincuentes, que aprovechando esta situación utilizan el desorden para crear
el caos”. “Así como enfrenté los problemas económicos, así como dispuse medidas de emergencia para asistir
a los más necesitados, decidí poner límites a los violentos que se aprovechan de las penurias ajenas”. Reclama
la “unidad nacional” para retornar al “camino del crecimiento y superar los problemas que trabaron el
progreso”.
165 Aunque tuvo antecedentes. El 12 de septiembre de 1996, cuando se realizó un apagón y cacerolazo contra
la política económica y social del gobierno de Carlos Menem, convocados por un foro multisectorial
integrado por más de cincuenta agrupaciones políticas, sindicales, del comercio y de pequeños y medianos
empresarios; tuvo mucha repercusión en todo el país, en especial en la mayoría de los barrios de la Capital, en
el GBA y en las ciudades más pobladas; hubo concentraciones en las veredas y esquinas, gritos, bocinazos,
caravanas de autos, marchas y cortes de calles. Desde el 18 hasta el 23 de febrero de 1999, en forma
espontánea, miles de usuarios de la empresa Edesur, realizaron cacerolazos, cortaron calles e hicieron fogatas
y barricadas en las esquinas de numerosos barrios de la ciudad de Buenos Aires en protesta por un corte de
energía eléctrica que se prolongó por varios días; en varios casos rechazaron la presencia de militantes y
dirigentes políticos que se acercaron para participar o repartir volantes. Hubo también pequeños cacerolazos
en el barrio de Belgrano por inundaciones a comienzos de 2001.
166 Entre muchas otras en Córdoba y Pueyrredón, en Santa Fe y Juan B. Justo, Belgrano y Jujuy, Santa Fe y
Pueyrredón, Aráoz y Charcas, Santa Fe y Coronel Díaz, Austria Y Santa Fe, Libertador y Ocampo, Presidente
Perón y Medrano, Corrientes y Medrano, Alsina y Entre Ríos, Rivadavia y Larrea, Uriburu y Córdoba,
Rivadavia y Nazca, La Plata e Independencia, Quinquela Martín y Montes de Oca, Cuenca y Beiró, San
Martín y Cucha Cucha, San Juan y Boedo, Mansilla y Laprida.
masiva por el centro, se concentran en las esquinas, salen a los balcones golpeando
cacerolas y tocando silbatos, mientras los automovilistas tocan sus bocinas. A la
medianoche unos quinientos manifestantes (adultos, niños, adolescentes, ancianos, hombres
y mujeres), que pronto son tres mil quinientos, en su gran mayoría de pequeña burguesía, se
encuentran concentrados en el Monumento a la Bandera, golpeando cacerolas al grito de
“Que se vayan”.
Poco antes de la medianoche el centro de la ciudad de Córdoba estalla con el sonido
de miles de cacerolas; una multitud atraviesa las calles, sin que se vean policías; son varios
miles, jóvenes (en su mayoría estudiantes) y adultos de pequeña burguesía, que cantan “El
pueblo unido, jamás será vencido” y “si este no es el pueblo, el pueblo ¿dónde está?”. En
un clima festivo llegan a Colón y General Paz, donde cantan el himno y gritan “Argentina,
Argentina”; no hay banderas ni consignas de partidos; manifiestan contra los gobiernos
nacional y provincial. En la ciudad de Santa Fe, también se realiza un cacerolazo para
exigir la renuncia del gobierno. En Mar del Plata hay cacerolazos en los barrios y grupos
numerosos marchan con cacerolas y bocinazos pidiendo la renuncia de Cavallo y de la Rúa
y contra el estado de sitio, y se reúnen frente a la Municipalidad.
Después de la medianoche se hace pública la renuncia del ministro Cavallo, y se
extiende el festejo por el país. Mientras Cavallo está renunciando, en Buenos Aires, miles
de manifestantes confluyen, con banderas argentinas pero no de partidos políticos ni
tampoco carteles, desde los barrios hacia el Obelisco, el Congreso y la Plaza de Mayo,
gritando: “Que se vayan”; una caravana de cien autos rodea la Plaza de Mayo haciendo
sonar sus bocinas, mientras columnas de manifestantes a pie van llegando, golpeando
cacerolas y expresando: “Estado de sitio, no; cambios en el plan económico, sí” e
insultando a Cavallo y De la Rúa; encienden algunas velas en el piso de la plaza al grito de
“que se vayan”. Mientras tanto, la guardia de infantería de la Policía Federal toma
posiciones de defensa tras el vallado que rodea la casa de gobierno. En la Plaza de los Dos
Congresos se congregan unos mil manifestantes, que gritan “Qué boludos, qué boludos, el
estado de sitio se lo meten en el culo”.
En Bahía Blanca unas 150 personas encolumnadas recorren las calles de la ciudad
expresando su alegría por la renuncia de Cavallo. En Tucumán, a las 23.30 no circula
absolutamente nadie por las calles y todo está en silencio; pero en las primeras horas de la
madrugada del día 20, en forma espontánea los vecinos de la zona céntrica comienzan a
golpear cacerolas; pasada la una de la madrugada, sin que nadie los haya convocado,
cientos de personas, en muchos casos familias enteras, se concentran en las cuatro esquinas
de la plaza Independencia golpeando cacerolas y pidiendo un cambio; la policía no los deja
llegar hasta la casa de gobierno; a las 2 de la madrugada unos novecientos manifestantes
intentan llegar a la plaza Independencia pero la policía lo impide. En Mendoza, cientos de
manifestantes se congregan en el centro de la ciudad, en Peatonal y San Martín, golpeando
cacerolas y haciendo sonar las bocinas de sus vehículos, al grito de “Argentina, Argentina”
para reclamar un cambio en la política económica. A la madrugada 150 vecinos de La Plata
hacen un cacerolazo en Plaza Italia y Plaza San Martín en repudio al estado de sitio.
También en la madrugada se produce un cacerolazo en Santa Rosa (La Pampa).
En síntesis, la noche del 19 comienzan las manifestaciones de masas. El llamado
“cacerolazo” que recorre las principales ciudades del país puede conceptualizarse como
manifestación pacífica de masas. Pero en ese hecho la rebelión sale del sistema
institucional; en tanto es el rechazo práctico al estado de sitio significa el desconocimiento
de las decisiones del gobierno, tanto del ejecutivo que declara ese estado de sitio, como del
legislativo, que está reunido para convalidar la decisión presidencial. Es la “insurrección”
de la pequeña burguesía167. Se abre el camino a la lucha callejera de masas que se va a
desarrollar al día siguiente, principalmente en la ciudad de Buenos Aires.
Jueves 20
De los choques callejeros al combate de masas en el centro de Buenos Aires: la
Insurrección Espontánea
Como ya hemos visto, desde la medianoche la plaza de los Dos Congresos, la Plaza
de Mayo, la residencia presidencial de Olivos y la casa de Cavallo y otros políticos son
escenarios de la multitudinaria movilización espontánea, predominante pero no
exclusivamente, de fracciones de pequeña burguesía que llegan desde los barrios, donde los
habitantes pasan la noche en las calles, mientras en innumerables esquinas de la ciudad
arden hogueras.
A la mañana las paredes de la residencia presidencial de Olivos aparecen con
pintadas, como “Fuera Cavallo y De la Rúa”, dejadas por los manifestantes; un grupo de
unas diez personas se quedan toda la noche y a la mañana piden a gritos la renuncia del
presidente; los que pasan en taxis, autos, motos y colectivos se unen a la manifestación
tocando bocina y por momentos el ruido es ensordecedor168.
Más o menos al mismo tiempo en que se produce el primer choque en la Plaza de
Mayo, al que nos referiremos más abajo, grupos de manifestantes atacan las casas de
políticos identificados con el gobierno y con el “modelo económico” continuado desde el
gobierno de Menem: a la 1.30 unas sesenta personas apedrean e intentan incendiar la
entrada al edificio de la calle Costa Rica al 4100, en Palermo, donde vive el renunciante
jefe de Gabinete Chrystian Colombo; son rechazados por los vigiladores a los que
apedrean. En el mismo barrio es atacado a balazos el frente del edificio de Paraguay 4032,
donde vive el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez. En Recoleta decenas de personas
tiran bolsas de residuos frente al petit hotel donde vive María Julia Alsogaray, en Junín al
1400, al tiempo que lanzan insultos contra la ex funcionaria menemista. Lo mismo sucede a
cuatro cuadras de allí, en Callao 1550, donde vive Agustina de la Rúa, hija del presidente.
Trescientas personas realizan un escrache y apedrean la casa del Jefe de Gobierno porteño,
Aníbal Ibarra, en Villa Ortúzar, y rompen vidrios de autos; la policía los dispersa con gases.
Un grupo de manifestantes autoconvocados, pasa la noche frente a la casa de Cavallo, y
sigue gritando y golpeando cacerolas a la mañana; hay desde mujeres bien vestidas
(“paquetas”) hasta jubilados; todos los automovilistas que pasan hacen sonar sus bocinas; el
ex ministro teme salir de su casa; cada tanto entran o salen algunos de sus partidarios, como
Armando Caro Figueroa (hasta el día anterior titular de la AFIP), que pasa en su auto entre
los insultos de los manifestantes; cerca del mediodía un auto oficial sale del edificio a toda
167 El término “insurrección” está utilizando aquí, lo mismo que cuando se habla antes de la “insurrección” de
los “hambrientos”, aludiendo a que se trata de la forma más alta de rebelión a que puede llegar esta capa
social librada a su acción en tanto tal capa; en el caso de la pequeña burguesía, es la manifestación pacífica.
168 Una vecina de Martínez (barrio de gente económicamente muy acomodada), dice: “Estoy cansada de que
el gobierno le quite la salud, la educación y la seguridad a mis hijos. No tenemos que quedarnos como
corderos, tenemos que luchar. Les pido a todos una resistencia pacífica contra esta gente que se ha robado
todo: nuestro dinero y nuestra dignidad”. Otra manifestante de La Lucila (igual composición social) dice: “Lo
que me pasa a mí es lo que le sucede al pueblo. Siento una impotencia terrible. No quiero la violencia ni la
discusión entre nosotros, pero tenemos que salir a protestar” (Clarín 21/12/01).
velocidad; los periodistas lo persiguen, pero es un ardid: sólo van custodios de Cavallo, uno
de ellos con una careta del ex ministro, que, inadvertido, sale en una camioneta 4x4169.
Pero los hechos más importantes se van a producir en el centro político de Buenos
Aires, entre la Casa de Gobierno, el Congreso y el Obelisco, donde durante más de veinte
horas se va a desarrollar un combate callejero, que tiene como escenario la Plaza de Mayo,
la Avenida de Mayo, las Diagonales Norte y Sur, la avenida 9 de Julio y calles aledañas.
Como ya dijimos, desde la noche del miércoles, llegan al Congreso columnas de
manifestantes desde los barrios de Flores, Almagro, Caballito, Once y Balvanera:
centenares de familias marchan por la Av. Rivadavia con sus cacerolas, tapas, pitos y
cornetas en una ruidosa manifestación de protesta contra el estado de sitio; cantan
consignas contra De la Rúa y Cavallo, a los que hacen responsables de la prolongada
desocupación y la decisión de incautar los salarios y depósitos bancarios. Al grito de
“Argentina, Argentina” suben las escalinatas del Congreso que quedan cubiertas y se
multiplican los cánticos contra el gobierno nacional, que acompañan con movimientos del
cuerpo y brazos levantados.
Otros miles de manifestantes se concentran en la Plaza de Mayo. Los primeros en
llegar son varios cientos de vecinos del popular barrio de San Telmo que se habían ido
concentrando en la Plaza Dorrego y desde allí avanzado hasta la casa de gobierno, después
de abrir el vallado que la rodea. Cuando la televisión muestra la gente en la plaza, más
personas se dirigen hacia allí, y hacia el Congreso y el Obelisco, desde todos los barrios, en
caravanas de taxis y autos y a pie. Desde poco antes de la medianoche una multitud llega
incesantemente por las Diagonales, la Av. de Mayo y las calles laterales; no hay banderas
políticas y se canta el himno nacional.
Primeros encuentros:
Aproximadamente a la 1, en medio de un ensordecedor ruido de cacerolas, se
festeja la renuncia de Cavallo, presentada quince minutos antes, y miles de manifestantes se
desplazan desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo. Se produce el primer ataque de la
guardia de infantería de la policía federal, con gases y balas de goma, mientras algunos
arrojan piedras a los policías que custodian la casa de gobierno y un grupo prende fuego a
la entrada del ministerio de Economía y cuelgan un cartel que dice “Se alquila”. Los
manifestantes, sobre todo las familias, se dispersan, pero hay resistencia y arde una palmera
en la Plaza; media hora más tarde, mientras son dispersados por la Av. de Mayo, los
manifestantes atacan los locales de bancos y administradoras privadas de jubilaciones y
pensiones (AFJP), de McDonald’s, teléfonos públicos (pertenecientes a la empresa
privatizada Telefónica) y saquean las sastrerías Modart y Giacomo Lauró y otras tiendas;
algunos quieren saquear dos quioscos pero otros manifestantes lo impiden.
169 Se repetían, ampliadas, las escenas protagonizadas por el ministro Cavallo pocos meses antes, el 14 de
julio de 2001, cuando unos doscientos trabajadores de Aerolíneas Argentinas se concentraron frente a la
iglesia donde se casaba su hija y debió entrar acompañando a la novia protegido por la policía y la custodia
entre insultos y algunos golpes que rompieron el parabrisas del auto de custodia; después de la ceremonia los
novios, el ministro Cavallo, familiares e invitados debieron refugiarse en un patio interno de la parroquia ante
una lluvia de huevos que salpicó a la novia; permanecieron allí largo rato sin poder salir; los neumáticos de
los dos vehículos que debían trasladarlos fueron pinchados; finalmente Cavallo, su mujer y la novia,
disimulada con una capa negra, salieron por el vecino cementerio de la Recoleta (Clarín 15/7/01).
Pasadas las tres o cuatro de la madrugada, en el Congreso, cuando los manifestantes
se están desconcentrando, la guardia de infantería de la policía federal arremete disparando
gases, balas de goma y de plomo. La mayoría de los manifestantes corren y se dispersan,
pero otros, en forma organizada, enfrentan a los policías que, acorralados, disparan sus
armas. Un hombre queda herido, sangrando sobre las escalinatas del Congreso170 y junto a
otros dos es hospitalizado. Manifestantes rompen las vidrieras de varios negocios y del
Banco Ciudad en Rivadavia y Montevideo. Más tarde otra columna avanza sobre las
escalinatas del Congreso y aunque es dispersada a balazos de goma, quedan en las
inmediaciones; nuevos intentos de la policía son respondidos a pedradas.
Cuando amanece van entrando en la Plaza de Mayo unas doscientas personas
(algunos que han quedado en las inmediaciones desde la noche anterior, otros, oficinistas
que van a trabajar), al grito de “Chupete ya se va” y “El pueblo no se va”, mientras piden la
renuncia de Fernando de la Rúa con palmas y golpes de cacerolas. La plaza está cortada por
la mitad por un vallado de acero. Se suman militantes políticos171. Alrededor de las 9,30 se
produce un nuevo ataque policial, que obliga a los manifestantes a retroceder; unos pocos
quedan en la misma Plaza, mientras la mayor parte se retira hacia las diagonales, la avenida
de Mayo, Bolívar, San Martín y Reconquista, adonde son perseguidos por la policía pero
desde donde vuelven sobre la Plaza.
Llegan las Madres de Plaza de Mayo que han convocado a todas las organizaciones
políticas y sociales a sumarse a su habitual ronda de los jueves para exigir “el inmediato
cese de la represión, levantamiento del estado de sitio, cese del pago de la deuda externa,
reducción de las dietas de los legisladores y jueces a un máximo de $1.500 y trabajo digno
para todos”. “¡Qué boludos, qué boludos, el estado de sitio se lo meten en el culo”!, cantan
hombres de traje, chicas en minifalda, estudiantes de vacaciones, jubilados, motoqueros y
militantes de Madres de Plaza de Mayo, encabezados por Hebe de Bonafini. La policía, que
está acantonada en la vereda del Banco de la Nación, recibe la orden de dispersar a los
manifestantes y da un ultimatum para que desalojen la Plaza invocando el estado de sitio; a
las 11,40 avanzan; la policía montada ataca a un grupo que grita en torno a la Pirámide de
Mayo, pega con sus látigos, tira granadas de gas lacrimógeno y arremete contra grupos de
personas sentadas a las que embisten con los caballos; la guardia de infantería tira gases y
balas de goma mientras un camión hidrante arroja agua sobre los manifestantes; hay
fotógrafos y manifestantes, entre ellos siete integrantes de la Asociación Madres de Plaza
de Mayo, heridos con balas de goma y golpeados a bastonazos y por los caballos; los
policías son insultados y apedreados. Los manifestantes se retiran por la Diagonal Norte,
donde también hay corridas, y se reagrupan en Av. de Mayo, mientras otros resisten en
Diagonal Norte y San Martín.
Minutos antes del mediodía. hace dificultosamente su entrada en la Plaza la jueza
federal de turno María Romilda Servini de Cubría, que al ver por televisión lo que está
pasando se presenta para intimar en la casa de gobierno que se detenga la acción policial,
170 Jorge Demetrio Cárdenas, de 52 años, fue herido de tres balazos en la ingle. Se recuperó de las heridas y el
6 de febrero declaró en Tribunales. Pero finalmente murió el 27 de julio de 2002, en el hospital Eva Perón
(Clarín 3/8/02). Según la información oficial, de su autopsia no surgieron elementos que relacionaran su
muerte con las lesiones sufridas frente al Congreso, porque no tenía ningún proyectil de bala. Había sido
imputado porque aparecía en una filmación arrojando un tacho de basura a la policía. (Crónica 25/10/02).
171 Las fuentes periodísticas atribuyen esos militantes a partidarios de Mohamed Alí Seineldín, y del
Movimiento de Trabajadores Desocupados, el Partido Obrero, el Movimiento al Socialismo e Izquierda
Unida.
gestión que es rechazada172. Pero la Montada vuelve a la vereda del Banco Nación junto
con el camión hidrante y el resto de la policía que se colocan detrás de las vallas de acero,
mientras los manifestantes vuelven a entrar en la Plaza, engrosadas sus filas por empleados
que trabajan en el microcentro y que están en su hora de almuerzo y por quienes miraban
televisión y deciden acercarse a protestar con cacerolas en sus manos. Unas quinientas
personas gritan “Si este no es el pueblo, el pueblo donde está”, “Paredón, paredón, a todos
los corruptos que vendieron la Nación” y “Que se vaya, que se vaya”, además de otros
cantos contra Cavallo; también “Adonde está, que no se ve, esa gloriosa CGT”173. A las
12,30 llegan los legisladores y dirigentes de partidos de izquierda, Patricio Etchegaray y
Luis Zamora para reclamar que no haya represión y se incorporan a la multitud. Otros, en
cambio, que pretenden sumarse a la manifestación, son echados de la plaza174. Poco
después, ante un intento de derribar la valla, la policía ataca con gases y balas y los
manifestantes se dispersan.
Pasado el mediodía la policía tiene cercada la plaza con sus tropas y desde allí
controla la Av. de Mayo y las Diagonales. Pero se van sumando manifestantes: nuevos
oficinistas en su hora de almuerzo se unen a los jóvenes que con el torso desnudo desafían a
la policía y le tiran piedras. A pocas cuadras, en San Telmo, estacionan tres camiones llenos
de manifestantes con palos; mientras los negocios cierran sus puertas temiendo un saqueo,
los recién llegados marchan hacia la Plaza. Allí, los manifestantes avanzan al grito de
“Argentina, Argentina” y la policía los ataca con gases y caballos. Varios diarios, como
Clarín y La Nación, señalan que entre los policías hay mucho nerviosismo y cierto
descontrol.
Una hora después, los manifestantes están nuevamente dentro de la Plaza. Siguen
los gritos de ”el estado de sitio se lo meten en el culo” y también cantan el himno nacional;
un hombre mostrando sus genitales y una remera que dice “Argentina” se trepa al vallado
172 La Nación 21/12/01. Versiones posteriores atribuyeron esta gestión de la jueza a sus simpatías peronistas.
173 A lo largo del día, las centrales sindicales declaran la huelga general: la CTA ya la había convocado desde
el día anterior y la prolonga hasta el 21; la CGT-Daer, a las 17, la llama a partir de las 18 por 36 horas y hasta
que se reúna la Asamblea Legislativa, y la CGT-Moyano a partir de las 0 del 21 hasta que renuncie de la Rúa.
Daer señala: “decidimos realizar un paro de 36 horas para lograr la preservación plena de la paz social, hoy
gravemente dañada; en repudio a la represión policial injustificada que ha provocado gran cantidad de heridos
y muertos y para garantizar la resolución de la gravísima crisis política en el marco de la Constitución
Nacional”; plantea la necesidad de contar con “un plan económico social que posibilite la superación de la
crisis estructural y coyuntural, asegurando la reactivación, el crecimiento, la estabilidad, la producción y el
empleo y por la libre disponibilidad de los salarios y el ahorro de todos los argentinos” (Crónica 21/12/01) “se
debe volver rápidamente a la cultura del trabajo (...) lo importante es cómo actúa en forma urgente el gobierno
para paliar el hambre, porque lo que estamos viviendo es algo incipiente como una guerra entre hermanos,
producto del hambre, la desocupación y como resultado de esta política económica. Nosotros estamos en
reunión permanente”. Por su parte la CGT Moyano, que declara la huelga después de cuatro horas de
deliberación, exige llamar a “la Asamblea Legislativa por la grave crisis institucional y social”, que se levante
el estado de sitio y un cambio en el modelo económico (La Nación 21/12/01). La CTA declara la huelga
“contra la profundización de la represión, el ajuste, la muerte y ante el estado de sitio” y por la anulación del
proyecto de presupuesto (es decir, del ajuste). La declaración de huelga excluye a los bancarios (CGT-Daer) y
transporte de pasajeros (CGT-Moyano) para que asalariados y jubilados puedan cobrar sus sueldos y
jubilaciones.
174 Por ejemplo, el ex funcionario del gobierno de Menem Moisés Ikonicoff que, echado entre insultos y
escupidas al grito de “No queremos políticos”, debe refugiarse en una ambulancia, contra la que los
manifestantes arremeten a patadas; también son insultadas la ex diputada del Frepaso Mary Sánchez y las
diputadas María América González y Graciela Ocaña, del Frepaso y el ARI respectivamente.
de la mitad de la plaza; es detenido. Alrededor de las 14 llega una corona fúnebre y, al grito
de “Cavallo se murió”, los manifestantes la ovacionan. Un grupo tira piedras.
Masa en lucha: las barricadas
La policía se propone desalojar el microcentro y empujar las columnas hacia la Av.
de 9 de Julio. A las 14,05 avanza con un camión hidrante y arrojando gran cantidad de
gases. Los manifestantes se retiran desbandándose por la Av. de Mayo, las Diagonales
Norte y Sur y la calle San Martín. La policía gana terreno a fuerza de disparos de gases y
balas de goma al cuerpo desde patrulleros, caballos de la Montada por la peatonal Florida,
muchas motos por las Diagonales Norte y Sur, colectivos que llegan con refuerzos y
helicópteros. Desde algunos bares y casas los vecinos alcanzan agua, trapos mojados y
rodajas de limón a los manifestantes para mitigar el efecto de los gases lacrimógenos;
también entre los mismos manifestantes hay quienes alcanzan agua y limón a los afectados
por los gases.
Sin embargo, muchos logran permanecer en las inmediaciones de la Plaza de Mayo
y regresan en cuanto la policía se dirige hacia otro punto. También hay quienes logran
quedarse en la misma plaza, frente a la Catedral, por la calle Reconquista y la avenida de
Mayo; en Diagonal Norte construyen una barricada donde hay un choque con la policía. Un
grupo avanza hacia el vallado en la mitad de la Plaza, con un cartel que dice “Ni de la Rúa,
ni Menem, ni Duhalde” y gritan “el pueblo no se va, el pueblo no se va” y a pesar de los
gases se quedan contra el vallado. Los motoqueros se mueven por todo el microcentro y
avisan a los manifestantes los movimientos de la policía.
Mientras esto ocurre en la Plaza de Mayo e inmediaciones, a las 14 en la plaza del
Congreso se concentran militantes de partidos de izquierda y de la Corriente Clasista y
Combativa de La Matanza, a los que se suman oficinistas. Comienzan a marchar hacia la
Plaza de Mayo, pero llegan carros de asalto y la policía dispara balas de goma; la columna
se desarma mientras los manifestantes arrojan piedras, palos y adoquines; los tachos de
basura y los bancos de la plaza de los Dos Congresos son utilizados para armar barricadas;
rompen vidrios del Banco Ciudad mientras la policía sigue disparando gases y balas de
goma y golpeando con saña a los manifestantes175.
Los manifestantes que se habían retirado de la Plaza de Mayo, se reagrupan en Av.
De Mayo y 9 de Julio y desde allí tratan de volver para retomarla; algunos rompen
vidrieras, mientras otros intentan disuadirlos; todos los negocios están cerrados excepto la
confitería London; la policía forma un cordón en Av. de Mayo y Tacuarí, desde donde
disparan con escopetas; los manifestantes retroceden unos metros pero luego responden con
piedras. Desde los balcones de los edificios llueven insultos sobre los policías.
Mientras tanto, cerca de las 15, otros manifestantes dispersados por la lluvia de
gases dejan que pase la nube, se reúnen a unas cuadras y vuelven por las Diagonales, la
calle San Martín y la Avenida de Mayo. Un grupo se concentra en las escalinatas de la
Catedral y grita “Que boludos, que boludos, el estado de sitio se lo meten en el culo”, son
atacados por la policía y hay al menos cuatro avances y retrocesos por la Diagonal Norte de
cientos de personas que cantan “el pueblo unido jamás será vencido”. En Diagonal Norte y
Rivadavia un grupo de manifestantes enciende una fogata al costado de la entrada del
subterráneo, construyendo una barricada; el fuego se extiende a la protección de las obras
175 “Viste qué puto soy”, le grita un agente de la brigada especial a un manifestante detenido, mientras no para
de golpearlo con una manguera. (Clarín 21/12/01).
de remodelación del subte, los carteles y tubos luminosos; la policía tira gases
lacrimógenos. Otro grupo se forma en Defensa e Hipólito Yrigoyen; también son atacados,
pero vuelven sobre la Plaza de Mayo por Hipólito Yrigoyen y comienzan a colocar vallas
que toman de las obras de reparación del edificio del Cabildo, cortando la calle para
dificultar el paso de la policía; aunque ésta ataca, vuelven una y otra vez tirando piedras
mientras son perseguidos por las calles laterales. Otra barricada se forma en Avenida de
Mayo, frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, pero es superada por la policía, que
avanza, como veremos más adelante.
Estos reiterados avances y retrocesos, que se prolongan por aproximadamente dos
horas, hacen que el número de manifestantes dentro de la Plaza disminuya o aumente y que
se sucedan escenas de relativa calma y corridas, apedreos y detenciones cuando la policía
abandona sus posiciones cerca de las vallas o en la vereda del Banco Nación, en especial la
Montada que intenta desalojar la Plaza a rebencazos176. A las 15,30 manifestantes queman
las palmeras de Plaza de Mayo para evitar el efecto del gas lacrimógeno mientras la
columna atrincherada en la Diagonal Sur quema una garita de estacionamiento medido en
la esquina de Bolívar. A las 15,40 comienza la ronda de las Madres de Plaza de Mayo-
Línea Fundadora, acompañadas por el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, que
son aplaudidas por los manifestantes; vienen a reclamar que no haya represión pero después
de una corrida en Avenida de Mayo, la policía dispara gases sobre la Plaza y las Madres se
van cantando el himno177.
A las 16 nuevamente algunos logran volver a la Plaza y se sientan cerca de la
pirámide pero los echa la Montada mientras sigue la lluvia de balas y gases contra piedras;
hay heridos de ambos bandos. A las 16,10 la Plaza de Mayo está rodeada por columnas de
manifestantes que resisten el ataque policial en las Diagonales Norte y Sur y en la Av. de
Mayo. Al mismo tiempo, a las 16,30, en el lado este de la Plaza, en la rotonda de la Av.
Leandro N. Alem y Rivadavia, a metros de la Casa Rosada, se reúne cada vez más gente y
corta el tránsito que, increíblemente todavía circula por el microcentro; insultan a la policía
que responde con más gases y balas de goma.
Mientras se desarrollan estos hechos en la Plaza de Mayo, cerca del Palacio del
Congreso continúan los choques callejeros. A las 15.30 los autos y colectivos que circulan
por la Av. Rivadavia lo hacen por debajo de una lluvia de gases lacrimógenos y de
piedras178. Una hora después la policía ha logrado hacerse fuerte en Rivadavia y Entre Ríos
176 Esto da lugar a pintorescas escenas cuando algunos manifestantes intentan convencer a la policía de que no
ataque: según el diario Clarín, una enfermera del hospital neurosiquiátrico Borda se acerca a una fila de
policías del cuerpo de infantería, y le habla con dulzura a uno de ellos: “No repriman, chicos. Ustedes están
padeciendo igual que nosotros. Tu hijo también se muere de hambre. Seguro que sos de Florencio Varela, yo
también soy de ese lado. Bajá el arma, no tirés más, por favor”; el policía parece no oírla. Un hombre con los
ojos enrojecidos por los gases y el llanto dice: “Tienen que defender a la patria y no a los ladrones. Ahora le
están tirando a la patria. Entren a la Casa Rosada y tiren los gases allí. Basta de reprimir a la gente”. Un
policía de la Montada le pega con su rebenque a una mujer que se sienta en un banco de la plaza; la mujer le
dice: “Yo tenía un taxi, pagaba los impuestos para que vos cobraras” (Clarín 21/12/01).
177 Las Madres de Plaza de Mayo-línea Fundadora y Servicio de Paz y Justicia, junto con las Abuelas de Plaza
de Mayo, Familiares de Detenidos Desaparecidos, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y el
Centro de Estudios Legales y Sociales, habían estado a la mañana en la casa de gobierno donde el ministro
Mestre les había prometido recibirlas, pero no se presentó.
178 Julio Talavera, de 28 años, relata: “Eran las 15.30 y estábamos en el Congreso junto a otros compañeros de
HIJOS, cuando vimos que la infantería empezaba a disparar balas de goma y gases lacrimógenos. Entonces
buscamos refugio en una parada de colectivos de Rivadavia y Callao”; trató de defender a una pareja a la que
mientras los manifestantes se encuentran repartidos en distintas esquinas; una y otra vez la
policía ataca por una calle mientras los manifestantes avanzan por otra. Aunque muchos
quedan enfrentando a la policía en la zona del Congreso, el grueso de los manifestantes se
dirige por la Av. de Mayo hacia la Plaza de Mayo, pero al llegar a la Av. 9 de Julio choca
con la barrera formada por patrulleros, motociclistas y policías antimotines con pistolas
lanzagases y escopetas, ubicada en la calle Tacuarí, que llegan desde Plaza de Mayo e
impedirán el paso durante largo rato; los que llegan desde el Congreso se unen a los
expulsados de la Plaza de Mayo en la lucha por el control de la Avenida de Mayo, desde
esa Plaza hasta la Avenida 9 de Julio. Mientras por esta avenida circulan autos y colectivos,
por encima de ellos vuelan las piedras y los gases vomitivos lanzados por la policía179.
Masas en lucha: combate en el microcentro de Buenos Aires
Finalmente, los manifestantes logran cruzar la Av. 9 de Julio. En esas
circunstancias, antes de las 16,30, mientras miles de personas avanzan, la policía comienza
a disparar con balas de plomo y se producen los primeros muertos. En Bernardo de Irigoyen
e Hipólito Yrigoyen muere Diego Lamagna180. A unos cincuenta metros, en Av. De Mayo y
9 de Julio, un policía uniformado le dispara en el tórax y mata a Carlos Almirón, que llega
junto con un grupo de desocupados de Lanús en el momento en que se desencadena el
ataque policial más intenso181. Unos cincuenta motoqueros182 avanzan con sus vehículos
por el centro de la Av. de Mayo mientras otros jóvenes lo hacen por los costados tirando
piedras; el motoquero Gastón Riva es muerto de un balazo en el tórax183. En este choque las
balas policiales producen casi una decena de heridos, algunos de gravedad.
Las muertes exacerban el odio de los manifestantes184, en cuya composición
predominan ahora netamente los jóvenes; sobrepasan la barrera formada por los patrulleros
y la policía debe replegarse trescientos metros; sin oposición la columna avanza por Av. de
se llevaban detenida; la mujer era ciega; “me dieron palos en la cabeza, un culatazo en la oreja izquierda y me
rompieron los anteojos. Me cargaron entre muchos: me agarraron de una pierna, de un brazo y otro de los
pelos. Y me seguían pegando”. En el hospital lo llevaron a una sala llena de policías: “Me tuve que comer
todo tipo de insultos, del tipo: ‘A éstos hay que matarlos a todos, igual que a los viejos’, o ‘A ustedes los
vamos a hacer boleta’” (Clarín 21/12/01).
179 Sólo el diario La Nación hace referencia al uso de gases vomitivos: “Desde allí (Avenida de Mayo al 900)
se lanzaban gases vomitivos contra la gente” y “(...) cientos de manifestantes (...) sufrieron severas
irritaciones y hasta vómitos, afectados por gases de alta toxicidad –no los clásicos lacrimógenos- lanzados a
discreción por los uniformados” (La Nación 21/12/01). También es sólo La Nación la que hace referencia al
uso de armas de fuego (revólveres) por los manifestantes, y dice que hay 2 policías heridos de bala durante los
hechos de Plaza de Mayo (21/12/01).
180 Una versión dice que murió en una ambulancia del SAME (La Nación 19/12/2002), pero una fotografía de
Clarín lo muestra cuando “yace muerto (...) Lo mató un perdigón de plomo de una escopeta calibre 12,70”
(Clarín 20/1/2002). Hay versiones de que le dispararon desde un auto particular. Era un deportista amateur de
27 años, que vivía en Sarandi, de hacer acrobacias en bicicleta (Clarín; 20/1/02).
181 Tenía 23 años, trabajaba con su padre en la colocación de membranas, estudiaba sociología, era miembro
del Centro de Desocupados 29 de Mayo de Lanús y estaba vinculado a la Correpi (Clarín 20/1/02).
182 El SIMECA, sindicato que los agrupa, había convocado a sus miembros a participar de la movilización y
ofrecía a las mensajerías pagar el día de trabajo.
183 Según su amigo “A los 50 metros un grupo de cuatro policías comenzó a disparar” (Clarín 20/1/2002).
Tenía 31 años, después trabajar en fábricas en Buenos Aires y de fracasar con un negocio en Neuquén, volvió
a Buenos Aires y trabajaba de motoquero para una mensajería y una pizzería. Nunca había tenido actividad
política (Clarín 20/1/02).
184 La Nación 21/12/01.
Mayo y una parte llega hasta el edificio de la Jefatura de Gobierno porteño, a cincuenta
metros de la Plaza de Mayo. Otros, al llegar a Chacabuco, encuentran una pequeña
resistencia protagonizada por unos diez policías; atacados a pedradas los policías se
refugian en un garaje descubierto del edificio del Banco HSBC; el ataque continúa y les
arrojan una valla de hierro; los policías contestan con balas de goma y gases; los
manifestantes avanzan sobre el banco, rompen los cristales, y desde adentro del edificio son
atacados a balazos185 uno de los cuales mata a Gustavo Benedetto186, que corría hacia la
Plaza de Mayo y se dio vuelta para enfrentar a los policías187; recogido por una ambulancia
los manifestantes vuelven a atacar con piedras, arrancan un farol con el que arman una
barricada, pero un avance de la infantería los hace replegar hacia la Av. 9 de Julio188.
A las 17, la policía ordena despejar totalmente la Plaza de Mayo189 y parece tener
como objetivo desalojar el microcentro y empujar a las columnas hacia la Av. 9 de Julio. La
guardia de infantería arremete nuevamente; los manifestantes se protegen detrás de fogatas
y barricadas armadas con árboles, postes, tachos de basura, toldos y maderas. A las 17,30 la
Plaza está casi vacía, salvo los periodistas y algunos manifestantes que lograron resistir.
Los manifestantes se reorganizan. Colocan baños químicos de una obra en construcción
como barricada sobre la Av. de Mayo, cruzan cuerdas de vereda a vereda para impedir el
paso de los caballos y prenden fuego en cada rincón. A las 18, una columna de unos
quinientos manifestantes avanza nuevamente por la Diagonal Norte hacia la Plaza de Mayo,
mientras la policía dispara balas de goma y gases; una tanqueta avanza hacia la multitud y
la policía montada persigue a varios jóvenes por la calle San Martín190.
Mientras los manifestantes se dispersan comienza el incendio de autos, algunos
usados como barricada, lo mismo que las farolas y carteles, en la zona aledaña a Plaza de
Mayo: una camioneta tipo combi y un auto particular estacionado en Av. Belgrano y Perú;
tres ambulancias y dos móviles de apoyo del SAME son apedreadas en Av. de Mayo 600,
185 Según declaraciones de testigos en la causa judicial, “La gente se puso muy nerviosa. Una persona, con un
poste de hierro de los que sostienen los carteles con el nombre de las calles, rompió una vidriera del banco.
Entonces aparecieron desde adentro 3 ó 4 personas de seguridad y algunos policías que comenzaron a disparar
a mansalva desde adentro del banco. Hubo una desbandada general y sobre la avenida quedó tirado un
muchacho, boca abajo. Tenía un balazo en la cabeza, con orificio de salida en la nuca” (Clarín 20/1/02).
186 Tenía 23 años; mantenía su casa desde los 18 años trabajando en supermercados; había ido a la Plaza un
día después de ser despedido del supermercado Día (cadena propiedad de Carrefour) de Villa Madero
saqueado el día anterior (Clarín 20/1/02). Posteriormente se supo que desde el banco hicieron 58 disparos
sobre los manifestantes (Clarín 5/3/02)
187 La Nación 21/12/01. Por la muerte de Benedetto son detenidos y procesados el teniente coronel retirado
Jorge Varando, a cargo de la seguridad del banco HSBC, el subcomisario Omar Bellante y un guardia
privado (La Nación 19/12/02). Varando se había retirado del ejército en 1994 (Clarín 5/3/02); está “citado en
una lista de represores del último gobierno militar y sospechado de la ‘desaparición’ de dos militantes del
Movimiento Todos por la Patria’ capturados tras el copamiento del Regimiento de La Tablada en enero de
1989” (La Nación 14/3/02).
188 “En eso llegó un Peugeot 306 por Chacabuco y de contramano, venía a toda velocidad e incluso atropelló a
un pibe. Desde adentro disparaban para todos lados, como para tomar la esquina y permitir la salida de los
policías y de la gente de seguridad que estaba adentro del banco” Declaraciones de testigos en la causa
judicial por los hechos del 20 de diciembre. (Clarín 20/1/02).
189 Crónica 21/12/01.
190 Un joven manifestante se refugia en el Banco Credicoop; un policía que lo persigue reclama que se lo
entreguen, gritando “Sacalo o tiro la granada adentro”; como respuesta, desde un piso superior de un edificio
le arrojan una botella llena de agua; el policía desenfunda su pistola 9 mm y apunta, pero finalmente no
dispara (La Nación 21/12/01).
en Belgrano y 9 de Julio y en Balcarce y Rivadavia. En Bolívar y Moreno policías intentan
tirar granadas de gas lacrimógeno hacia adentro de un edificio, por las ventanas191. Los que
huyen por Av. de Mayo apedrean los ventanales de los bancos Comafi y Galicia, las
vidrieras de la sastrería Modart y de la confitería London; también incendian la sede del
Banco Provincia ubicada en Diagonal Norte y Perón y destruyen cajeros automáticos.
Todos los bancos y McDonald’s de Av. de Mayo, de la calle Florida y de todo el
microcentro quedan destruidos. Los policías tiran ya sin disimulo con sus pistolas y
escopetas192.
También en la zona del Congreso, aproximadamente a las 18,30, un grupo de
manifestantes incendia la planta baja del Comité Nacional de la UCR ubicado en Alsina al
1700, destroza los bustos de los dirigentes radicales históricos (Hipólito Yrigoyen, Arturo
Illia y Ricardo Balbín) e incendia muebles y papeles.
Pero el grueso de los manifestantes son rechazados hasta la Plaza de la República,
aunque un grupo logra permanecer detrás de la casa de Gobierno, sobre la Av. Alem.
Ahora, los choques se concentran sobre todo en la zona del Obelisco, en la Diagonal Norte
y la Av. Corrientes, donde continúan hasta la noche. Allí son incendiados autos y al menos
dos locales comerciales; un grupo ataca las oficinas del correo privado OCA y cuatro
camionetas de esa empresa son rodeadas e incendiadas sobre Diagonal Norte cerca del
obelisco, donde no había policías en ese momento; lo mismo ocurre con una sede de Rentas
de la provincia de Buenos Aires, un local de la cadena de disquerías Musimundo (en
Lavalle), el Banco de Galicia, una agencia de la empresa aérea Dinar y la tradicional
sastrería Cervantes, en Corrientes al 900; son destrozados el negocio Optical Shop, la Casa
de la Provincia de Salta193, el Petit Café194, dos librerías (de donde se llevan libros) y la
empresa APS. También destrozan una concesionaria Fiat, de donde sacan un auto en
exhibición, lo arrastran a la calle frente al Obelisco y lo incendian. La sede de Repsol (ex
petrolera estatal privatizada) en Suipacha y Diagonal es apedreada, lo mismo que una
sucursal de Perfumerías Avon, el Banco Francés, el BankBoston, varios bares y parrillas y
un Pago Fácil, mientras dejan intacta una pequeña zapatería. Un McDonald’s (Carlos
Pellegrini y Corrientes) es atacado e incendiado por cien personas y otro apedreado (Carlos
Pellegrini al 400); en Diagonal Norte entre Suipacha y Carlos Pellegrini se construye una
barricada incendiando muebles, neumáticos, maderas y carteles.
Desde poco después de las 18 un piquete policial dispara granadas de gases desde el
pasaje Carabelas. Junto al Obelisco están los manifestantes más decididos y más atrás una
multitud expectante ocupa Corrientes hasta pasar Callao. La policía carga sobre estos
manifestantes con gases y un operativo en pinza; en su repliegue los manifestantes
producen destrozos y saqueos, como el de otro local de Musimundo.
Comienza un nuevo avance de una multitud con piedras y palos por la Av. de Mayo
desde el Congreso hacia la Plaza de Mayo; mientras marchan destruyen edificios de bancos,
teléfonos públicos y negocios, salvo algún caso en que el encargado convenció a los
jóvenes de no destruir su bar; en la columna flamea una bandera del Partido Obrero pero
191 La Prensa 21/12/01.
192 La Nación 21/12/01.
193 En movilizaciones y barricadas realizadas entre 2000 y 2001 en las localidades de General Mosconi y
Tartagal de esa provincia, la policía provincial y la gendarmería nacional atacaron duramente con el resultado
de varios muertes.
194 Confitería que fue reducto de la juventud con pretensiones aristocráticas en los años ’50.
ante los silbidos de otros manifestantes, la bandera desaparece. Chocan con la policía en
Av. de Mayo y 9 de Julio.
A las 18 en Uriburu y Rivadavia decenas de personas queman un local de
McDonald’s y hacen una fogata en la calle con su mobiliario; después atacan un local de
Blockbuster y alimentan la fogata con videos; se llevan alimentos, sillas y videos; heladeras
y muebles arden en la calle. La gente canta “El pueblo unido, jamás será vencido”.
Una hora después, un pequeño grupo que, pasivamente, se protege de los gases
cerca del Obelisco, es atacado por un grupo de policías que llegan en una camioneta 4x4
doble cabina y dos autos que se detienen cerca de las esquinas de Carlos Pellegrini y
Sarmiento, donde bajan policías de civil y uniformados que disparan con escopetas y
pistolas 9 mm., matando a Alberto Márquez de dos balazos en el tórax195 y dejando herido
en la cabeza a Martín Galli196, que fue salvado de la muerte por otro manifestante; en la
calle Cerrito resultan heridos Paula Simonetti197 y varios otros198.
A las 19 hay barricadas en la calle Bartolomé Mitre desde Once hacia el centro;
Callao está desierta, con un Mc Donald’s y varios bancos atacados; en Lima y Av. de Mayo
se está incendiando la Banca Nazionale del Lavoro.
En esos momentos empieza a circular la noticia de la renuncia de De la Rúa. A las
16,30, renunciados todos los ministros, De la Rúa había hablado por televisión llamando a
un acuerdo nacional y ofreciendo al justicialismo, que tiene mayoría en ambas cámaras,
participar en un gobierno de unidad nacional; el vocero presidencial Baylac dice a los
periodistas que si el PJ no acepta el presidente renunciará; los ministros comienzan a retirar
sus pertenencias de la casa de gobierno. El PJ rechaza participar del gobierno y a las 18,05
Carlos Maestro, jefe de la bancada radical en el Senado, anuncia que la resolución de
renunciar ya está tomada. A las 19,15 se informa extraoficialmente por TV que el
presidente ha renunciado; diez minutos después Nicolás Gallo confirma la noticia y a las
19.52 De la Rúa huye de la Casa de Gobierno en helicóptero.
Entre cincuenta y cien manifestantes que han logrado permanecer en Bartolomé
Mitre y Leandro N. Alem, a unos cien metros de la casa de gobierno, le gritan “cobarde,
inútil, traidor”, “Abran la plaza, la puta que los parió”, “la plaza es nuestra”, “váyanse
todos”199 y “un minuto de silencio por de la Rúa que está muerto”200. La plaza permanece
195 Márquez tenía 57 años, trabajaba en Seguros del banco Provincia; militante del PJ, ex funcionario
municipal, apoderado y operador político del ex intendente duhaldista Carlos Brown con quien fue delegado
de Acción Social en el Ministerio de la Producción, fue consejero escolar en San Martín. Había llegado a la
manifestación a las 16 con su mujer y dos personas más; fue muerto cuando volvía a su casa de Villa Maipú.
(Clarín 20/1/02).
196 Galli tiene 26 años y estudia literatura. “Era la primera vez que iba a una manifestación. Vi todo lo que
estaba pasando y me pareció importante ir (...)” (Clarín 20/1/02).
197 Tiene 27 años, es diseñadora gráfica, colabora en Clarín y estudia periodismo. “Se encontró con su novio
en Corrientes y Paraná. Llevaban una cámara y varios rollos. A las 19.45 aparecieron desde Rivadavia 3 autos
oscuros: ‘Vinieron a toda velocidad con los vidrios polarizados y una pequeña luz azul en el techo. Frenaron
de golpe, en abanico, y creo que de cada auto bajó un hombre. (...) cerca de mí bajó un policía. Estaba vestido
de negro con un chaleco que supongo era antibalas (...) levantó la itaka, tiró un tiro al aire y después hizo un
barrido de balas en semicírculo’” (Clarín 20/1/02).
198 En octubre de 2003 el fiscal pide la elevación a juicio oral de la causa contra el comisario inspector
Oliverio y otros tres policías, procesados y con prisión preventiva confirmada por la muerte de Márquez y las
lesiones a Galli y Simonetti; la Cámara Federal indica que son “’personal de Asuntos Internos de la Policía
Federal” que “’en automóviles no identificables abrieron fuego con municiones de plomo disparadas con
armas largas contra manifestantes’ que se hallaban en ‘actitud pacífica’” (La Nación 18/10/2003).
199 Clarín 21/12/01.
cercada por la policía. Unos 20 motoqueros del Sindicato de Mensajeros y Cadetes van por
la avenida 9 de Julio voceando la noticia. En el Obelisco y sus alrededores se ven algunas
aisladas escenas de alegría. En Moreno y 9 de Julio un grupo de manifestantes cantan: “El
pueblo los cagó”.
Al final de la batalla que se ha librado en el centro político de Buenos Aires las
cifras de bajas que se dan a conocer por los diarios sólo coinciden en contabilizar cinco
muertos entre los manifestantes y cincuenta policías heridos; las cifras de heridos entre los
manifestantes201 difieren entre 90 (15 de ellos por balas de plomo)202, 150 (25 con heridas
de bala)203, 50 (15 heridos de bala)204, 102 (41 de bala)205 y 182 (12 de bala)206. Los
detenidos son 70 (según Clarín y Diario Popular), 59 (Crónica), 57 (La Prensa) ó 55
(Página 12). Los bomberos de la policía atendieron 43 emergencias de incendios en tachos
de basura, árboles y edificios.
Nuevas manifestaciones pacíficas y saqueos
En varios barrios de la ciudad comienza un nuevo cacerolazo207: vecinos de
Palermo, después de las 20, comienzan a marchar al ritmo de cacerolas y bocinas desde el
cruce de Carranza y Av. Cabildo y desde Plaza Italia y Av. Santa Fe, rumbo al centro
porteño, lo mismo que grupos de manifestantes de distintos barrios que llegan hasta la
Plaza de Mayo, en cacerolazos de festejo, por la Av. de Mayo y las Diagonales. La policía
está detrás de la valla y no obstruye la entrada a la plaza. En otros barrios algunos deciden
salir solamente a los balcones con las cacerolas o se suman a los festejos en las esquinas de
sus casas.
Pero en la Av. 9 de Julio y en la zona de Congreso los choques callejeros continúan.
A las 20,15 aproximadamente policías a caballo disparan gases sin resultado contra
manifestantes agrupados frente al Teatro Colón (Cerrito y Tucumán). En la zona del
Congreso se generalizan incidentes a partir de las 20. Y a los ataques contra bancos,
empresas extranjeras y/o privatizadas se agregan intentos de saqueos, realizados por pobres:
aproximadamente a las 22 gran cantidad de personas se concentran frente a un
supermercado Norte en Rivadavia al 2200; los empleados reparten alimentos pero la gente
empieza a protestar, al parecer porque se terminan, y apedrean los vidrios; los empleados
reparten más comida pero comienza el saqueo: se llevan desde alimentos hasta televisores;
un grupo de vecinos con palos se enfrenta con decenas de saqueadores y los golpean a
medida que van saliendo; llega la policía y dispersa a los saqueadores con gases; los
vecinos aplauden208; los saqueadores se dirigen a otro supermercado de la cadena Leader
Price al que saquean. También a la noche un grupo de jóvenes saquea un supermercado
Disco en Entre Ríos y Belgrano y causan destrozos en otros comercios en medio de
200 La Nación 21/12/01.
201 Entre los heridos Claudia Paulina Aguilera Farías, militante de HIJOS, tiene una herida de bala de goma en
el ojo (Clarín 21/1/02).
202 Clarín 21/12/01.
203 Crónica 21/12/01.
204 Diario Popular 21/12/01.
205 La Nación 21/12/01.
206 La Prensa 21/12/01.
207 Fuera del centro se habían producido cacerolazos durante el día: desde la mañana hasta el mediodía
comerciantes en Villa Mitre, a la tarde en Villa Urquiza y en Flores (donde agitan banderas argentinas).
208 Diario Popular 21/12/01.
enfrentamientos con la policía. Un grupo de personas se concentra en las puertas de dos
supermercados en Palermo con intención de saquear o para pedir alimentos, pero se
dispersa cuando llega la policía.
A partir de las 23 la gendarmería patrulla las calles por orden judicial.
Conceptualización
Si centramos la observación en el momento del combate, encontramos los siguientes
rasgos: a) desaparece la movilización de las fracciones sociales en tanto tales
(descorporativización) para constituirse una situación de masas, b) hay disposición al
enfrentamiento por parte de las masas, c) se concentran en un solo momento los
instrumentos de lucha utilizados en todo el proceso de la rebelión.
El combate callejero del 20 de diciembre en el centro de Buenos Aires, y centro
político del país, lo libran las masas en lucha, que muestran su disposición al
enfrentamiento contra la fuerza armada del gobierno209, y potencialmente contra las fuerzas
armadas del estado210. Los que participan directamente en el enfrentamiento son quienes se
encuentran, por necesidad o decisión, menos insertos en el sistema institucional político y
jurídico: militantes y principalmente (aunque no exclusivamente) los jóvenes
proletarizados, que aunque “tengan trabajo” constituyen en buena medida población
sobrante en las actuales condiciones del capitalismo argentino.
Los que se expresan en ese enfrentamiento son los excluidos del poder político
(pueblo) y su meta, tal como lo muestran las consignas y los blancos que eligen, es
antiimperialista y democrática (en el sentido de influir sobre el gobierno del estado para
poder imponer sus intereses). Son los que están contra el gran capital, especialmente
extranjero. Su enemigo es la oligarquía financiera y los cuadros políticos de ésta en
ejercicio del gobierno. Su meta es revertir o superar las políticas implementadas en
Argentina durante el último cuarto de siglo y sus efectos sobre la sociedad (centralización
de la riqueza, proletarización y pauperización de grandes masas de población). En este
sentido, y aunque no siempre sea explícito (y en muchos de ellos ni siquiera consciente y se
ilusionen con un capitalismo de cabotaje, “un capitalismo serio”), la meta que está
potencialmente presente es la transformación de raíz de la sociedad, y, en ese sentido, se
vincula con el interés histórico de la clase obrera, en tanto expropiada de sus condiciones
materiales de existencia.
La conceptualización del hecho implica ubicarlo en la escala de las formas de lucha.
Si se tiene en cuenta que los rasgos fundamentales de la insurrección consciente (la forma
más elevada) son no sólo la disposición popular a sostener una lucha para derribar el poder
político de las clases dominantes sino también la existencia de una organización política,
armada de teoría y apta para dirigir la lucha de las masas, es indudable que ninguna de estas
condiciones se cumple en el hecho analizado. Ni siquiera la primera, ya que se trata de
terminar con una política y derribar a un gobierno (incluyendo a la oposición oficial), pero
no “al poder político de las clases dominantes”.
209 Fuerza armada del gobierno (policía antimotines y gendarmería) cada vez más pertrechada y especializada
en la confrontación callejera.
210 El 20 los jefes de las Fuerzas Armadas y el ministro de Defensa Horacio Jaunarena elaboran “un plan de
contingencia para el caso hipotético de que tengan que auxiliar a las fuerzas de seguridad en el
restablecimiento del orden en el país”, aunque en lo inmediato no preven “’participar de las tareas de
represión de manifestantes, sino que contemplan medidas de apoyo al accionar de la policía y la
gendarmería’” (Clarín 21/12/01).
Hechos como el descripto pueden corresponderse con tres formas distintas
clásicamente analizadas en la teoría del socialismo científico: a) el estallido o explosión, b)
el motín, c) la insurrección espontánea.
El nombre de “estallido” ha sido utilizado científicamente para referirse a
manifestaciones, protestas parciales e insurrecciones locales, incluso como sinónimo de
“motín”, y caracterizado como un “ataque extemporáneo, improvisado” distinto del ataque
preparado. Rasgos semejantes se atribuyeron al término “explosión”, caracterizada por la
espontaneidad. Sin embargo, ambos términos presentan hoy la debilidad de haber sido
vulgarizados por la utilización periodística, al punto de ser aplicados a casi cualquier hecho
en que “se altere el orden público”, desde los llamados “saqueos” de 1989/90, los cortes de
ruta masivos con toma de una posición o el llamado “santiagazo”.
Lo mismo que hemos señalado en el párrafo anterior excluye la caracterización
como “motín”: difícilmente surgen como dominantes en la descripción del conjunto del
hecho los rasgos de “desesperación” y “venganza” y en cambio sí se destaca la disposición
a la lucha característica de un hecho protagonizado por masas. Sin embargo el hecho de
que, en determinadas circunstancias, “motín” haya sido definido como “una insurrección
fracasada” e insurrección como “motín triunfante” nos señala que no es tan fácil descartar
esa conceptualización. Pero, como ya se señaló, hemos utilizado “motín” específicamente
para el acto de desesperación y venganza211.
Es por eso que nos remitimos al concepto de “insurrección espontánea”. Los rasgos
de la insurrección espontánea señalados clásicamente son: 1) La muchedumbre en la calle,
2) no organizada, 3) que espontáneamente levanta barricadas, 4) dando lugar a una lucha de
calles, 5) en que las masas pasan por encima de las organizaciones. La observación del
hecho investigado permite señalar que estas cinco condiciones se cumplen.
El pasaje de “multitud” a “masas” es verificable el 20 de diciembre en tanto: 1)
existe disposición a la lucha, 2) se ha producido la descorporativización, 3) si bien la lucha
callejera se produce contra la fuerza armada del gobierno, las fuerzas armadas del estado
han sido acuarteladas, preparadas para su eventual participación.
Jueves 20: Manifestaciones en otras ciudades
Si bien el combate callejero se produce en la ciudad de Buenos Aires, en otras
grandes ciudades también hay manifestaciones contra el gobierno nacional y, en algunos
casos, local, donde se producen choques callejeros con la policía. Pero generalmente son
pacíficas y uno de sus rasgos principales es que son convocadas desde organizaciones
económico profesionales y multisectoriales, en particular desde la CTA, que, como ya
dijimos, ha declarado una huelga general.
En La Matanza la CCC (que previamente había suspendido una marcha a la Plaza
de Mayo organizada junto con la FTV por temor a las provocaciones), realiza un corte de
ruta que encabeza Juan Carlos Alderete; es atacado por la policía, que deja seis heridos de
bala, y que repite el ataque en una escuela donde se reúne la CCC, con el argumento de que
ésta quiere saquear un supermercado212. En Olivos (GBA), frente a la quinta presidencial,
numerosos vecinos se reúnen a festejar la renuncia de De la Rúa.
211 Cotarelo, María Celia; El motín de Santiago del Estero. Argentina, diciembre de 1993; PIMSA Documento
de Trabajo N°19, 1999.
212 Alderete dice “los vecinos nos protegemos instalando piquetes para no dejar pasar a estos delincuentes [los
saqueadores que están saqueando viviendas particulares] que vienen armados” (La Nación 21/12/01).
En La Plata, hay marchas desde la mañana. Estudiantes universitarios, empleados
estatales afiliados a ATE, militantes de agrupaciones de izquierda y de la CCC realizan una
marcha que pasa por la casa de gobierno y la legislatura; un grupo se dirige hasta la sede
del ministerio de Obras y Servicios Públicos, donde la policía los dispersa con balas de
goma y gases. Pasado el mediodía, en 11 y 60, se produce un segundo enfrentamiento entre
los manifestantes y policías, con el resultado de una empleada pública herida y cinco
detenidos; la policía informa que secuestró diez bombas molotov y un bidón con
combustible, así como una lista de los principales supermercados de la zona, con lo que
pretende asociar esa marcha con los saqueos que están ocurriendo en barrios de la ciudad.
Durante todo el día hay concentraciones frente a los televisores en la calle, bares y
confiterías, para seguir los acontecimientos que se desarrollan en la Plaza de Mayo. Desde
la tarde, en la esquina de 7 y 50, cuatrocientas personas, entre las que se encuentran varios
dirigentes gremiales, se concentran golpeando cacerolas mientras reclaman la renuncia de
De la Rúa, lo mismo que grupos de vecinos que golpean cacerolas en la calle 8, en Plaza
Moreno y en la avenida 31, entre otros lugares; cuando se conoce la renuncia presidencial
hay festejos y los automovilistas y taxistas, algunos con banderas argentinas, se suman a la
protesta primero, y al festejo después, con sus bocinas. A lo largo de las horas numerosos
vecinos, empleados estatales y docentes se suman al cacerolazo.
En Resistencia (Chaco) desde las 9.30 comienzan a concentrarse manifestantes en el
mástil frente a la Plaza 25 de Mayo, respondiendo a una convocatoria de la Multisectorial;
izan la bandera mientras cantan el himno para reclamar la renuncia de los funcionarios
nacionales; luego del acto comienzan las diferencias: mientras los desocupados y
piqueteros quieren ir a un supermercado, los dirigentes comerciales pugnan porque se
respete lo que decidió la Multisectorial; un sector de desocupados se separa del grupo
mayor y marcha hasta el Citibank para repudiar la presencia de ese banco en la Argentina;
los principales sindicalistas después de debatir si marchan o no hasta el banco lo rodean con
una extensa bandera; después marchan al BankBoston, la Banca Nazionale del Lavoro y el
Banco Río; más de quinientas personas, entre desocupados, comerciantes, supermercadistas
y estatales caminan hacia la Casa de Gobierno para acompañar a los representantes de los
piqueteros que mantienen cortada la ruta desde el miércoles 19 por la mañana y que
pretenden ser recibidos por el ministro de Gobierno; la policía impide el ingreso a la sede
gubernamental; nuevamente se manifiestan diferencias: mientras los dirigentes insisten en
manifestarse contra los políticos, los desocupados gritan que tienen hambre y cuestionan a
la dirigencia; finalmente cincuenta personas realizan un corte de ruta. A la tarde los
integrantes de la Multisectorial convocan a realizar «un cacerolazo y bocinazo» al día
siguiente en el mástil central de Resistencia.
En Bahía Blanca, desde las 8, unos cien docentes, artistas, militantes de partidos de
izquierda, de la CCC y desocupados del Movimiento Territorial de Liberación marchan
hasta la municipalidad, protestando por la crisis educativa y la situación nacional general,
con carteles que dicen “No al estado de sitio, sí a la justicia social” y “Docentes indignados
para impedir la liquidación de la educación pública y gratuita, contra el ajuste”. Frente al
Hospital Interzonal General de Agudos Doctor José Penna se realiza una protesta contra las
políticas de los gobiernos nacional y provincial, convocada por la Asociación de
Profesionales y las seccionales locales de la ATE y la UPCN; participan trabajadores del
hospital y pacientes, junto con miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Ultimos Días; dan lectura a la Oración por la Patria, de la Conferencia Episcopal Argentina.
En las calles están desplegados efectivos de la policía provincial, gendarmería y prefectura,
para evitar “eventuales revueltas”.
En la ciudad de Córdoba unas cinco mil personas convocadas por las tres centrales
sindicales locales, que llaman también a un paro general por un cambio en la política del
gobierno nacional, y los sindicatos de municipales, Luz y Fuerza, docentes, estatales y
partidos de izquierda, marchan por el centro de la ciudad, reclamando también la renuncia
del intendente Germán Kammerath. En Mar del Plata son detenidos al mediodía, mientras
protestan sentados en el suelo, cinco dirigentes de ATE y CTA que encabezan una marcha
de doscientos estatales y desocupados frente a la Municipalidad para pedir la renuncia de
De la Rúa; se produce un choque con la policía que deja tres heridos. En Santa Rosa (La
Pampa), al mediodía se produce un cacerolazo frente a la casa de gobierno. En Comodoro
Rivadavia (Chubut) desocupados y trabajadores estatales marchan hasta la municipalidad
donde rompen los vidrios y atacan a un funcionario comunal.
En Rosario durante el día, como hemos visto, se suceden los saqueos y sus
derivaciones. A la noche unos cinco mil213 habitantes de distintos barrios se dirigen hacia el
Monumento a la Bandera para celebrar la noticia de la renuncia de De la Rúa; golpean
cacerolas, agitan banderas argentinas, se burlan del estado de sitio y repudian a toda la
dirigencia política; también están presentes, con sus banderas, representantes gremiales y
agrupaciones políticas de izquierda, que se ubican sobre la calle Córdoba, frente al Concejo
Deliberante, al que bautizan como “Cuna de ladrones”. A diferencia del cacerolazo del
miércoles a la noche, éste es convocado por la multisectorial, en la que confluyen, sin que
haya una conducción definida, estudiantes, trabajadores, personas sin bandería política y
partidos de izquierda214; a las 20 una pelea entre militantes de la CTA y de la agrupación
HIJOS provoca algunas corridas, pero la concentración sigue.
En Mendoza, a la noche mucha gente se suma en el microcentro a una marcha de
diversos grupos de militantes, amas de casa, estudiantes y dirigentes gremiales (con un
cartel que dice “No al ajuste, sí a la redistribución”) que, desde la tarde, acompañan frente a
la Legislatura los acontecimientos ocurridos en la Capital Federal y que, una vez conocida
la renuncia de De la Rúa, festejan bulliciosamente. En San Rafael a la mañana un grupo
despliega una bandera en el kilómetro 0 y a la noche una caravana de autos festeja la
renuncia de De la Rúa tocando las bocinas por el centro.
En Posadas, más de cien manifestantes se concentran en la Plaza 9 de Julio, recorren
las calles céntricas y vuelven al lugar de partida, donde hacen una batucada y cacerolazo y
se canta el Himno Nacional en repudio al estado de sitio y la acción de la policía federal en
Buenos Aires; la concentración es convocada por el Frente Nacional contra la Pobreza local
y participan dirigentes gremiales de ATE, Unión Judicial, Unión Docentes de la Provincia
213 Según Rosario/12, son diez mil (Rosario/12 21/12/01).
214 Expresiones de este conjunto heterogéneo: un grupo de estudiantes de Psicología y Bellas Artes dicen: “la
gente ya está cansada de que los políticos le mientan”; “lo voté a De la Rúa y la verdad es que me sentí muy
mal cuando no cumplió nada de lo que dijo”; “es obvio que este acto no se hace sólo contra el radicalismo.
También repudiamos al menemismo y a todos los políticos. Espero que se pongan las pilas y sepan que no les
va a resultar tan fácil seguir zafando”. Una mujer que está con su marido e hijas dice: “Vine con ellas porque
tratar de que algo cambie es responsabilidad de todos. Ya no quedan garantías constitucionales porque han
impuesto un estado de sitio ilegal. Por suerte tengo un trabajo estable pero mi esposo se quedó ayer sin
trabajo, pero eso no fue lo que motivó esta presencia acá porque la situación es intolerable igual. Las nenas
necesitan un futuro”. Un militante de Izquierda Unida con un cartel que dice “No pagar la deuda externa”
señala: “Ahora tenemos que ir por más y echar al FMI” (La Capital 212/12/01).
de Misiones, CTA, UNAM, CCC y de los partidos políticos ARI, Frente Grande y Partido
Socialista Popular, entre otros; se convoca a los misioneros a “mantenerse alertas y
movilizados” en defensa de la paz y la democracia.
A la mañana trescientas personas, la mayoría organizada en el sindicato municipal
Soyem y en el Frenapo marchan hasta el Centro Cívico en Bariloche, donde la
municipalidad permanece paralizada desde hacer varios días debido a la huelga de sus
empleados.
En Neuquén, al mediodía, trabajadores estatales agrupados en la CTA reparten
volantes con críticas a los gobiernos nacional y provincial215 y marchan desde el
monumento al General San Martín hasta los Juzgados de Instrucción provinciales para
pedir la liberación de las personas arrestadas durante los saqueos; algunos militantes
proponen marchar al supermercado Jumbo, donde una multitud se enfrenta con la policía,
lo que es rechazado por los dirigentes sindicales. A la noche, unas trescientas personas con
banderas argentinas se concentran a la noche en el monumento al General San Martín para
festejar la renuncia de De la Rúa; cortan el tránsito con dos enormes barriles y siguen lo
que pasa en Buenos Aires a través de un altoparlante que retransmite la señal de una radio
porteña.
En San Salvador de Jujuy trabajadores nucleados en el Frente de Gremios Estatales,
estudiantes universitarios, pequeños comerciantes, jubilados y desocupados de la CCC
marchan por las calles céntricas.
RESULTADOS:
Hemos realizado un relato de los hechos que se inician el 12 de diciembre y que
culminan el día 20, con el combate callejero en el centro de Buenos Aires.
Rasgos principales
La descripción realizada muestra que, si atendemos a los instrumentos utilizados, se
observa que el hecho investigado contiene en su seno y, a la vez, supera, todas las formas
de rebelión (revuelta del hambre, motín, manifestación, toma o barricada, huelga)
presentes en los últimos 12 años en Argentina. En este sentido constituye el punto de
llegada de un proceso. Si se atiende a la fisonomía y naturaleza del hecho desarrollado entre
el 12 y 20 de diciembre se observa que: a) es nacional en la medida en que abarca el
conjunto del territorio, b) es popular en el sentido de que lo llevan a cabo distintas
fracciones sociales excluidas del poder político, c) es democrático, en el sentido de que esas
fracciones pretenden influir en el desarrollo de los “negocios públicos” en defensa de sus
intereses inmediatos y para ello se dan sus propias formas de acción y organización, d) en
las acciones mismas se esboza como enemigo no sólo al gobierno y los políticos sino a la
cúpula de la burguesía, visualizada en los bancos y las empresas privatizadas, e) las formas
de organización preexistentes (sindicatos, organizaciones empresarias, organizaciones de
desocupados, partidos políticos) que comienzan organizando las acciones (huelgas,
manifestaciones y cacerolazos) son superadas en las acciones mismas.
De este primer análisis del relato se desprende la delimitación temporal del hecho
investigado que, si se atiende a la concentración de formas de lucha presentes en el ciclo de
enfrentamientos sociales desarrollado en la década de 1990, comienza con la yuxtaposición
dentro del sistema institucional, el 12 de diciembre, de las distintas formas que hasta ese
215 También pegan carteles que dicen “Violencia es hambrear”. (La Mañana del Sur 21/12/01).
momento se daban separadamente. Su articulación en la huelga del 13, a partir del sistema
institucional pero comenzando a salir de él. Y finaliza con una nueva articulación por fuera
del sistema institucional, el 20 de diciembre, a partir de la movilización de aquellos que
están menos insertos en el sistema institucional; la nueva articulación tiene como condición
que todos los sujetos que se han movilizado en esos doce años lo hacen ahora
simultáneamente en estos nueve días.
También se desprende del relato la delimitación espacial del hecho, que es nacional.
Son muy pocas las provincias en las que no se registren algunas o todas las formas de la
rebelión que conforman el hecho investigado216. Si se atiende a las estructuras económico
sociales concretas en las que se registran acciones vemos se dan en la casi totalidad de las
provincias que corresponden a aquéllas en las que el capitalismo está más desarrollado
(todas las de I y II y la mitad de las de la estructura III); por el contrario, aunque se produce
en casi todas las provincias de la estructura IV son muy pocas las acciones (salvo en
Corrientes y Chaco), y se dan en sólo una de las cuatro provincias de la estructura V217.
Nuevamente se comprueba que la rebelión está más extendida donde el capitalismo está
más desarrollado. Pero no debe perderse de vista que el hecho es nacional porque toda la
nación queda involucrada en él (aun donde puntualmente no se produjeran acciones), más
aún cuando su culminación se produce en el centro político del país.
Las fracciones sociales involucradas incluyen a la totalidad de aquéllas excluidas
del poder político: el proletariado en sus distintas capas y fracciones, en su activo y su
reserva; y la pequeña burguesía asalariada y no asalariada, pobre y acomodada. Como
puede observarse en el relato, la participación de la pequeña burguesía no se produce bajo
la figura de “los ahorristas”: al comienzo se movilizan en tanto comerciantes y vecinos y el
19 lo hacen contra el estado de sitio. A la vez, el rechazo al llamado “corralito” excede a “la
clase media” en tanto son afectados por esa medida los asalariados insertos en la llamada
“economía formal” y las capas más pobres del proletariado insertas en el “trabajo en
negro”. La meta de todas estas fracciones y capas no se limita exclusivamente a sus
reivindicaciones económicas inmediatas sino que está presente el rechazo a lo que era
percibido como un “abuso de autoridad” (manifestado tanto en la acción de la policía como
en la declaración del estado de sitio) por parte de un gobierno que se tornó ilegítimo a los
ojos del pueblo en la medida en que constituyó, en todos los aspectos, una continuidad
degradada del gobierno anterior.
Aunque contiene en su seno distintos elementos el hecho constituye una unidad.
Puede ponerse en cuestión si todas las acciones vinculadas a la lucha económica práctica
forman parte del hecho, pero, no cabe duda que están vinculadas a él en tanto tienden a
desarrollarse como lucha callejera; no hemos hecho hincapié en esta distinción y las hemos
incluido en la descripción para no desvirtuar la fisonomía del hecho; pero no las hemos
considerado para periodizar. La lucha que se da dentro del sistema institucional también
forma parte del hecho investigado. En la huelga del 13 todo se articula, pero después, entre
el 14 y el 18, parece volver a separarse siguiendo las líneas de los intereses de cada fracción
social, con relación al sistema institucional.
216 La Rioja, Catamarca, Formosa, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
217 Iñigo Carrera, Nicolás, Podestá, Jorge y Cotarelo, María Celia; Las estructuras económico sociales
concretas que constituyen la formación económica de la sociedad argentina, Buenos Aires, PIMSA,
Documento de Trabajo n°18, 1999.
Es la revuelta con elementos de motín lo que abona al desborde del sistema
institucional. Debe señalarse que existen diferencias entre los saqueos, algunos más teñidos
por la lucha entre partidos políticos del régimen y el clientelismo, y otros donde esto no
aparece. También que cuando los pobres forman parte de una organización reconocida, sea
en tanto desocupados, habitantes de villas u otras formas, no llegan al saqueo sino que
ejercen presión en demanda de alimentos en los hipermercados o ante funcionarios
municipales o provinciales, generalmente con éxito, al menos parcial. El martes 18 aparece
como un momento de cambio en los rasgos de los “saqueos”: hasta ese momento los que
reclaman alimentos y los saqueadores se dirigen más bien a las cadenas de supermercados
locales y a los hipermercados de empresas transnacionales (lo que permite señalar un punto
en común con la insurrección del 20); son pocos los pequeños comercios saqueados;
después los saqueos se multiplican y extienden a los comercios pequeños.
Simultáneamente, el 17, se producen los primeros choques armados entre pobres
(saqueadores) y policías (tiroteos en Rosario y Concordia). Como dijimos más arriba, éstos
hechos constituyen la revuelta pero, en algunos casos, aparece el elemento de odio y
venganza propio del motín. En la revuelta y motín se observa el papel de los adolescentes.
También puede observarse que así como entre el 14 y el 18 se desarrollan los
saqueos, que desembocan en revuelta y motín el 19 y 20, en esos días se desarrollan las
manifestaciones que desembocan en la manifestación de masas del 19, que conduce al
combate del 20 cuando no la dejan expresar pacíficamente. En el combate se observa el
papel de los jóvenes.
Los que se expresan en ese enfrentamiento son los excluidos del poder político y su
meta es antiimperialista y democrática para lograr revertir o superar las condiciones en que
se desarrolla su vida.
La “insurrección” de los hambrientos y la “insurrección” de la pequeña burguesía
constituyen el terreno donde se desarrolla la insurrección espontánea del pueblo. Es por eso
que el hecho constituye una unidad. En tanto forma, la insurrección espontánea
propiamente dicha es el combate en Buenos Aires, pero observado en su desarrollo, el
hecho todo es insurrección espontánea: sin el combate en Buenos Aires no habría
insurrección, sin todo lo que precede al combate tampoco hubiera habido insurrección.
María Celia Cotarelo y Nicolás Iñigo Carrera. “La insurrección espontánea. Argentina diciembre del 2001. Descripción, periodización, conceptualización”, en Documentos y Comunicaciones 2003, Ediciones PIMSA, Buenos Aires, 2003. pp. 201-308.
Descripción, periodización, conceptualización
Nicolás Iñigo Carrera
María Celia Cotarelo
Introducción
En este Documento de Trabajo realizamos una descripción, periodización y
conceptualización del hecho desarrollado en diciembre de 2001 en Argentina, que tuvo
como resultado más evidente la caída del gobierno. En el marco de la agudización de las
disputas en la cúpula de la burguesía se desarrolló la lucha de los excluidos del poder
político: durante una semana todas las clases, fracciones y capas sociales se movilizaron y
participaron.
Al igual que en 1989, los que centran la mirada exclusivamente en las disputas en la
cúpula del poder, y entre sus administradores, limitan la explicación del hecho a la
existencia de un “complot”. Explicación fervorosamente defendida por los desplazados del
gobierno1. Nuevamente “los saqueos” fueron atribuidos a una intencionalidad política de
1 Un año después, Domingo Cavallo afirmaba que “El golpe institucional que planearon Duhalde, Alfonsín,
algunos dirigentes de la Unión Industrial y de otras corporaciones y que fue ejecutado el 19 y 20 de diciembre
del año pasado por grupos violentos, siempre dispuestos a promover el caos, ha destruido el Estado de
Derecho (...) Los que organizaron esta campaña tenían objetivos bien claros: recomprar sus deudas a un
pequeño porcentaje de su valor, con los capitales que previamente habían sacado del país” (Crónica 2/12/02).
El mismo Cavallo había declarado siendo ministro que “(...) no es con saqueos ni con ningún acto delictivo
que se va a contribuir a resolver los problemas... Me imagino que estas cuestiones serán manejadas desde los
ámbitos de seguridad de las provincias y de la Nación... Obviamente son manifestaciones de desorden que
tienen que tener un tratamiento policial y no económico” (Clarín 16/12/01). Fernando de la Rúa afirmó que
“estos graves hechos se presentaron como un espontáneo estallido social pero tras ellos habría existido una
incitación organizada para precipitar la crisis” (Crónica 7/4/02). Y que “Había intereses políticos y
económicos conjurados, ansiosos por imponer la devaluación y la pesificación” (La Nación 17/7/03). En sus
declaraciones en una causa judicial por el “complot” De la Rúa implicó a los sindicalistas Moyano y
Barrionuevo, a los políticos radicales bonaerenses Moreau y Storani (que pidieron cambios en el gobierno),
implicó explícitamente al gobernador bonaerense Ruckauf, culpó de la corrida bancaria a CrónicaTV y Radio
Diez, dijo que médicos del Hospital Argerich oyeron de los heridos “que tenían dinero, planes e
instrucciones” para actuar y que según le habían informado el intendente de San Isidro y un gerente del Banco
Francés “mucha gente[fue] a la Plaza de Mayo traída ex profeso, en camiones”; también que en la reunión de
Cáritas el Jefe de Gobierno de Buenos Aires Aníbal Ibarra, el presidente de la Unión Industrial Argentina
Ignacio de Mendiguren, el presidente de la CAME Osvaldo Cornide y el ex gobernador Eduardo Duhalde
“directamente pedían un cambio de modelo y la devaluación” (La Nación 16/4/02). Casi un año después de
los hechos De la Rúa ratificó ante el juez que “Duhalde aseguró en Washington, el 10 de agosto de 2001, que
el gobierno de la Alianza debía terminar su gestión en 2003, pero no con De la Rúa como jefe del estado” (La
Nación 5/2/03). Acusó también a las denuncias de lavado de dinero de Elisa Carrió (La Nación 23/7/02 y
Clarín 14/6/02), a “medios de comunicación que potenciaron el escándalo”: “dieciocho o veinte periodistas
minaron las bases de su gobierno con interpretaciones malevolentes e infundadas y hasta con el recurso del
humor corrosivo” (La Nación 23/7/02). Frente a la jueza Servini de Cubría hizo referencia a la resistencia de
legisladores opositores y oficialistas a aprobar el presupuesto nacional, a que “sectores interesados”
provocaron una corrida bancaria que obligó a dictar la bancarización, a que él “estaba firmemente decidido a
mantener la estabilidad monetaria, la paridad cambiaria y la convertibilidad, y evitar el default”, que “muchos
justicialistas y radicales de Buenos Aires planteaban un cambio de gobierno”, que la oposición se negó a
formar parte de un gobierno de unidad nacional y “los dirigentes parlamentarios de mi propio partido
coincidían en la imposibilidad de una solución”. Respecto de los días de diciembre dijo que “hubo ataques
provocados convocando falsamente a reparto de comida para incitar al saqueo, otros atemorizando a vecinos
por supuestos ataques, otro por un extendido sistema de asalto a supermercados con robo e incendio”, que “se
diversos orígenes, según quién lo dijera2, principalmente al partido Justicialista y en
especial al de la provincia de Buenos Aires3.
Debe tenerse presente que, efectivamente, el hecho se da en el contexto de una lucha
interburguesa, y que su explicación sólo puede hacerse teniendo en cuenta esa
confrontación dentro de la oligarquía financiera, lo que hace necesario un paso más, aún no
realizado, en nuestra investigación. En este trabajo estamos describiendo y analizando (es
decir constituyendo en objeto de investigación) al hecho en tanto refiere a los procesos de
lucha que desde el pueblo se vienen desarrollando en Argentina desde los años ’90.
A ese aspecto remiten los diferentes nombres que, según la perspectiva desde la que
se lo aborde, ha recibido el hecho: “rebelión popular”, “Argentinazo” o “insurrección
destituyente”. En las referencias más superficiales, las más de las veces se lo reduce a
alguno de los elementos que lo componen (“el cacerolazo”, “los saqueos”) o se lo limita
temporalmente (“19 y 20 de diciembre”).
Llegar a una conceptualización del hecho debe permitir superar las nominaciones
comunes, poniendo a la luz no sólo su fisonomía sino también su naturaleza.¿Por qué es
importante intentar llegar a una conceptualización? Si bien las nominaciones comunes
pueden remitir a las “ideas inherentes”4 en un momento histórico determinado de una
sociedad, e incluso constituir una primera aproximación al conocimiento, no permiten
localizarlo con respecto al conocimiento científico universal, es decir, relacionarlo con un
cuerpo teórico.
El nombre común de “Argentinazo” permite una doble aproximación al hecho, que
lo constituye en amalgama ideológica y, a la vez, ariete ideológico de una fuerza popular:
1) permite entroncar los hechos presentes con uno de los momentos más altos de las luchas
de masas de nuestra historia reciente, al evocar los rasgos de combate callejero
vinculándolos con los “azos” de 1969 y primeros años de los ’70. 2) Señala la forma
“nacional” que toma el hecho. Invalidar el uso del término “Argentinazo” sería pretender
criticó la pasividad policial en la provincia de Buenos Aires”, que “hubo marchas alentadas oficialmente
como la iniciada por el intendente West de Moreno y el dirigente piquetero D’Elia denunció que del gobierno
provincial le quisieron pagar para los asaltos a lo que se negó” (Crónica 7/4/02). La ex ministro Patricia
Bullrich atribuyó el “complot” a Alfonsín, Duhalde, Ruckauf, al sindicalismo y a los gobernadores peronistas
(La Nación 16/4/02). También allegados al jefe de la Policía Federal Rubén Santos, juzgado por los
homicidios en Plaza de Mayo, alegaron que tres meses antes la policía había avisado al gobierno de un plan
desestabilizador que iba a comenzar con saqueos en la provincia de Buenos Aires para después avanzar sobre
la Capital y que en los hechos de Plaza de Mayo actuaron “grupos de activistas” “con el fin de tomar la casa
de gobierno” y “brigadas sucias de la policía que pretendían desplazar a Santos” (La Nación 6/2/02).
2 El entonces senador justicialista Eduardo Duhalde dijo que “hay algunos grupos extraños” que aprovechan
la situación; el gobernador radical de Mendoza (“si aquí hubo conductas violentas es porque han sido
reactivadas”) y el senador radical Usandizaga (“fueron obra de oportunistas que pretenden generar caos y una
mayor preocupación”) hicieron declaraciones similares. La ex ministro Bullrich reconoció que “los
cacerolazos del 19 y 20 fueron una expresión genuina” pero expresó su duda de “si no hubo una incitación a
los saqueos” (La Nación 16/4/02). No faltó quien acusó a la izquierda: el director de Transporte de Tucumán
señaló que “son dirigentes de izquierda que tratan de sacar réditos políticos a costa de actos de rapiña, sin
contemplar las necesidades de la gente” (La Gaceta de Tucumán 21/12/01).
3 Aunque la sospecha de que los saqueos encubrirían un “complot” para desplazar al gobierno dio lugar a una
investigación judicial, no ocurrió lo mismo con la invitación realizada unos meses antes desde el diario La
Nación a que amas de casa “recorran nuestras avenidas, las plazas de provincia, se encuentren en la Plaza de
Mayo, armadas de cacerolas”, en defensa del orden y contra el “vacío de poder” (Helbling, Carlos Conrado; A
qué jugamos; La Nación 9/7/01).
4 En el sentido de George Rudé (Rudé, George; Revuelta y conciencia de clase; Barcelona, Crítica, 1981.
(inútilmente) invalidar esa recuperación de la historia de la lucha de las masas en la
Argentina. Sin embargo, difícilmente podría negarse que el nombre de “Argentinazo”
carece de universalidad, en dos sentidos: a) refiere sólo a Argentina; b) remite al sufijo
“azo”, utilizado sin precisión para denominar hechos que tienen en común el rasgo de las
acciones callejeras pero que son muy distintos entre sí, si se atiende a los intereses
presentes en ellos, sus protagonistas, y los mismos procesos históricos de los que forman
parte.
Nominar al hecho “rebelión” implica referirlo a una dimensión general, sin precisar
su forma ni su lugar en la escala de la lucha: desde nuestra perspectiva teórica, “rebelión”
abarca desde las formas individuales más inconscientes (como el robo), que se encuentran
por debajo de la escala de la lucha, hasta las formas colectivas más complejas, con
conducción política5. De lo que se trata, justamente, es de precisar a cuál de esas formas
corresponde el hecho investigado, ya que no se encuentran en él todas las formas posible de
la rebelión.
El nombre de “insurrección destituyente” presenta la debilidad de recortar el
análisis: parece difícil poder encontrar alguna acción que en la misma medida en que
“destituye” representaciones, no “instituya” otras, o dicho en términos más generales, no se
destruyen relaciones sociales sin construir otras; en este sentido debería más bien analizarse
qué relación existe entre los hechos de diciembre de 2001 y el desarrollo posterior del
proceso histórico en el campo de las relaciones políticas y, más específicamente, con el
desenlace en términos de quiénes ocupan hoy el gobierno en Argentina. Dejando de lado la
explícita renuncia a la búsqueda de algún grado de aproximación a la verdad histórica por
parte de quienes lo plantean, la nominación de cada hecho y de cada sujeto como algo
inédito, por fuera de cualquier dimensión ya reconocida en el análisis de la sociedad
capitalista (a la que se considera radicalmente transformada), tiende a crear tantos nombres
como hechos existieran, invalidando la posibilidad de buscar algún tipo de regularidad o
tendencia en el desarrollo histórico.
Lo que nos proponemos es intentar avanzar en una conceptualización que permita
determinar la naturaleza del hecho desde un cuerpo teórico. Y esa misma conceptualización
nos permitirá avanzar en la determinación del período en que se inserta el hecho y en las
tendencias posibles del desarrollo histórico.
Condiciones generales
Antes de pasar a la descripción y conceptualización del hecho investigado
señalaremos muy sintéticamente algunos rasgos del momento histórico, en los que se
debería avanzar en el desarrollo futuro de la investigación.
Después del intento fallido en 1975, la fuerza social acaudillada por la oligarquía
financiera logra en 1976 tomar por las armas el gobierno e imponer por la fuerza sus
condiciones, que son las del desarrollo del capitalismo en la fase de su descomposición.
Sucesivos hitos en el proceso de constitución de la hegemonía de la oligarquía financiera
son la forma en que se resuelve la guerra por las Malvinas en 1982, el reemplazo de los
cuadros militares por cuadros políticos en el gobierno en 1983 y las hiperinflaciones de
1989 y 1990.
5 La construcción de nuestra escala tiene su punto de partida en Engels, Federico; La situación de la clase
obrera en Inglaterra.
En el plano de las relaciones de fuerza internacionales se hace evidente una
ampliación de la condición de país dependiente de Argentina, que alcanza su culminación
con la definición de “relaciones carnales” y “enamoramiento” con que definen las
relaciones con Estados Unidos los cancilleres DiTella (PJ) y Rodríguez Giavarini (UCR).
Si se atiende a la relación de fuerzas objetiva, el rasgo fundamental que presenta el
capitalismo argentino es un proceso de repulsión de población que se manifiesta a lo largo
de los ‘80 y los ’90, y que alcanza magnitudes nunca antes tan evidentes6. A ese proceso de
repulsión de población se corresponde un proceso de centralización de la riqueza en menos
manos.
A pesar las múltiples manifestaciones de rebelión observables a lo largo de ese
cuarto de siglo, no puede dejar de señalarse la hegemonía de la oligarquía financiera y el
consenso que alcanza durante la década de 1990 y que se manifiesta claramente todavía en
las elecciones presidenciales de 1999, en que los tres candidatos más votados (más del 90%
de los votos válidos) proclaman su adhesión al “modelo” (como “su creador” Domingo
Cavallo, “sin corrupción” Fernando de la Rúa y, más moderadamente, “tratando de paliar
sus efectos sociales más negativos”, Eduardo Duhalde).
Desde 2000, el proceso de centralización de la riqueza y del capital en menos manos
(que, durante los ’90 se presenta en buena medida como “extranjerización” del capital) y la
prolongación de la recesión económica desde 1998, agudizan la lucha interburguesa,
básicamente alrededor de quién pagará la crisis. La unidad de la burguesía acaudillada por
la oligarquía financiera desde 1976 se quiebra. Afloran los conflictos que venían
insinuándose desde años atrás al interior de esa oligarquía financiera, siguiendo diversas
líneas de confrontación entre capitales más ligados a la producción o a la circulación, al
mercado interno o a la exportación, locales o extranjeros, más concentrados o menos
concentrados, invertidos en la producción de medios de consumo o en la producción de
medios de producción. Esto se expresó en los planteos de cambio en la política económica:
exigencias de abandono de la convertibilidad, dolarización, pesificación, demanda de
barreras aduaneras, etc.7.
Esa disputa había producido, en marzo, la caída del ministro de Economía José Luis
Machinea8. El intento de su reemplazante, el ex ministro de Defensa Ricardo López
6 En 1980 era posible estimar la población sobrante para el capital, sin contabilizar en ella a la superpoblación
latente en el empleo estatal y las ramas obsoletas, en alrededor de un 29% del proletariado (Iñigo Carrera,
Nicolás y Podestá, Jorge; Análisis de una relación de fuerzas sociales objetiva: caracterización de los grupos
sociales fundamentales en la Argentina actual; Buenos Aires, Cuadernos de Cicso N°46, 1985). La
proyección de ese cálculo diez años después mostraba una superpoblación del 65% (Iñigo Carrera, Nicolás y
Podestá, Jorge; Las nuevas condiciones en la disposición de fuerzas objetiva. La situación del proletariado;
Buenos Aires, PIMSA Documento de Trabajo N°5, 1997). Si bien esta estimación debería ser replanteada,
incluyendo la superpoblación latente en el empleo estatal y ramas obsoletas, y ajustando la proyección en
tanto el aumento de la desocupación abierta no significa un incremento de la población sobrante sino de su
visibilidad, el resultado de 65% aparece como bastante probable.
7 La magnitud de la disputa queda expresada en las declaraciones del ex presidente de la Unión Industrial
Argentina, José Ignacio de Mendiguren: “Si no se devaluaba se habría producido un golpe de derecha para
dolarizar la economía que hubiera terminado en un proceso de insurrección como en Bolivia. Ese golpe de
derecha no hubiese podido sustentarse...” (La Nación 29/11/2003).
8 Machinea (y el resto del gabinete) debieron renunciar en medio de críticas por el estancamiento de la
producción y reclamos de devaluación. Esto se dio en el contexto de las acusaciones formuladas por la
diputada Carrió acerca de la falta de voluntad de investigación del gobierno de De la Rúa de las denuncias
sobre lavado de dinero que involucraban a importantes bancos privados (argentinos y extranjeros) y
funcionarios del gobierno anterior.
Murphy (“de buena imagen entre empresarios y banqueros”9) por realizar un “ajuste” que
descargara los costos sobre sectores de la pequeña burguesía, capas de asalariados y
burguesías provinciales (recortes en la educación universitaria, incentivo docente, fondo del
tabaco, gas patagónico y fondos provinciales, y extensión del IVA) obtuvo una contundente
respuesta en la movilización popular que lo obligó a renunciar en quince días10. El retorno
de Domingo Cavallo al ministerio, casi inmediatamente investido por el Congreso de
poderes extraordinarios (“superpoderes”) fue acompañado por los medios de comunicación
que crearon la expectativa de una solución que exhibía todos los matices del pensamiento
mágico sintetizados en la creencia de que “el padre de la criatura” tenía todas las
soluciones. Mientras se sucedían estruendosos anuncios de nuevos préstamos para paliar la
deuda pública, la certeza de un crac financiero ya estaba instalada en la cúpula de la
sociedad: discretamente se intensificó el envío de dinero al exterior que durante 2001
alcanzó un mínimo de 15.915 millones de dólares (casi cuatro mil millones de dólares más
que las reservas del Banco Central)11.
En julio el gobierno, con la aprobación del Congreso, implementa una política de
“déficit cero” (no gastará más de lo que recaude) y para pagar la deuda pública aplica un
recorte del 13% a los salarios de empleados estatales y jubilados. La respuesta es una nueva
huelga general el 19, declarada por las dos CGT y CTA12; aunque convocada “sin
movilización” hubo manifestaciones, cortes de rutas y calles, piquetes y escraches
realizados principalmente por trabajadores ocupados y desocupados en casi todo el país.
La certeza de la crisis económica y la extensión de la movilización popular, que
recorre un momento ascendente13, da nueva fuerza al discurso que convoca al
“restablecimiento del orden“ (incluso con el uso de las fuerzas armadas para recuperar el
9 Clarín 3/3/01.
10 Fue masiva la movilización de la comunidad educativa, en todos los niveles, y particularmente de los
estudiantes universitarios y secundarios. Ambas CGT, la CTA y la CCC, con adhesión de CAME, partidos de
izquierda y organizaciones de desocupados, declararon una huelga general contra las medidas anunciadas y
por el cambio de modelo económico, que se cumplió el 21, aunque sin la adhesión de la CGT (Daer) que se
retiró de la convocatoria aduciendo la renuncia de López Murphy y que Cavallo había dejado sin efecto las
medidas.
11 Aunque se ha instalado la imagen de que la salida de dinero se produjo poco antes del crac de diciembre
(“La convertibilidad explotó a fines de noviembre de 2001, cuando en un solo día se fueron del sistema
financiero 1.230 millones de dólares y se tuvieron que cerrar los bancos”, dijo De Mendiguren en La Nación
29/11/03). Sin embargo, los momentos culminantes fueron: marzo (U$S 5.024.854.781), julio (U$S
2.608.452.000) y noviembre (U$S 2.300.652.687). Las cifras corresponden a transferencias realizadas, a
través noventa entidades financieras (que representan el 93,4% del total de activos del sistema), por el sector
privado no financiero (empresas y personas físicas). El 70% de las transferencias realizadas por empresas
corresponden a “firmas que integran la cúpula de las 200 primeras empresas (en términos de facturación) del
país”; el 42% corresponde a las grandes firmas exportadoras y el 26% a las empresas privatizadas de servicios
públicos y petróleo. En cuanto a las “personas físicas” tres mil cuatrocientas trece transfirieron 200.000
dólares o más, mil dieciocho 500.000 dólares o más, cuatrocientas diez 1.000.000 o más y diecinueve
personas 10.000.000 de dólares o más. (Fuente: Dictamen de la Comisión Especial Investigadora de Fuga de
Divisas de la Cámara de Diputados, citado en La Nación 1/9/03).
12 Con adhesión de CCC, partidos de izquierda, el bloque de diputados del PJ, la Federación Agraria, la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y otros.
13 Iñigo Carrera, Nicolás y Cotarelo, María Celia; Social struggles in today Argentina; Bulletin of Latin
American Research, Norwich, Vol. 22 N°2, 2003.
control de las calles), agitado por los cuadros uno de los bandos en lucha en la cúpula de la
burguesía14.
A la vez, en el año 2001 se hace evidente la crisis de representación de los partidos:
una periodización que fuera más allá de las expresiones de protesta y lucha manifestadas en
las calles no debería eludir el indicador de las elecciones de diputados y senadores
nacionales y provinciales y funcionarios municipales del 14 de octubre, en las que una
proporción importante de los ciudadanos habilitados para votar no lo hicieron, votaron en
blanco o anularon su voto. En algunos distritos, entre ellos la Capital Federal, este llamado
“voto bronca” superó el 40% del padrón, ocupando el primer lugar. El voto en blanco y la
abstención venían creciendo, no linealmente, desde 1983 y más sostenidamente en los ’90.
La novedad de las elecciones de 2001 es que el voto fue utilizado como un instrumento de
protesta más, de lo que es indicador el gran crecimiento del voto anulado. Cabe recordar
que en Argentina el voto no es voluntario sino obligatorio. La crisis de las representaciones
políticas se vincula directamente con la frustración de las expectativas generadas por la
Alianza en “la ciudadanía” (principalmente en la pequeña burguesía institucionalista) con
relación a la llamada “corrupción”. No sólo las acusaciones de falta de interés del gobierno
en investigar las denuncias sobre el gobierno anterior sino también las acusaciones de
corrupción en el propio gobierno aliancista para imponer medidas ampliamente rechazadas
por el pueblo: las sospechas de pago de sobornos en el Senado para aprobar la nueva ley
laboral por parte del gobierno y la Alianza que venían a “limpiar” el país de la corrupción y
de las secuelas de la “fiesta menemista”, unió en el repudio electoral a los asalariados
afectados por la medida y a esa pequeña burguesía institucionalista15. Cabe agregar que,
además, el gobierno fue derrotado en casi todo el país y la oposición (PJ) logró la mayoría
en el Congreso.
La evidencia de la crisis de representación no impidió que se agudizara la lucha
entre partidos. Ejemplo de ello es que en diciembre el gobierno nacional (UCR) acusó al
gobierno de la provincia de Buenos Aires (PJ) de complotar contra él y que el 19 el
ministro Mestre pidió la intervención de esa provincia; también que los justicialistas se
negaron a formar parte de un gabinete de coalición. Ya antes, la elección del presidente
provisional del Senado que asumió el 10 de diciembre (sucesor legal del presidente de la
Nación después de la renuncia del vicepresidente Álvarez), dió lugar a sospechas de que los
justicialistas se preparaban a reemplazar al gobierno. Tanto la crisis de representación como
la agudización de la lucha entre partidos del régimen expresan la lucha interburguesa a que
hemos hecho referencia anteriormente. En el mismo sentido, debe leerse el fracaso de la
concertación (Mesa de Diálogo Argentino) que incluía a sindicatos, empresarios y
banqueros, convocada por el gobierno en noviembre y patrocinada por la iglesia católica, a
pesar de que ese llamado a la concertación, junto con el reemplazo de la ministro de
Trabajo, había hecho que la CGT (Daer) decidiera no participar de la marcha a la que había
convocado conjuntamente con la CGT (Moyano) para el día de la Soberanía16.
14 Por ejemplo, en el artículo de Mariano Grondona publicado en La Nacién el 17 de junio, en el discurso
pronunciado por el presidente de la Asociación de Bancos Argentinos Eduardo Escassany también en junio y
el del presidente de la Sociedad Rural Argentina Enrique Crotto en agosto. En algunos de estas
manifestaciones se trasluce cierta nostalgia por las políticas del gobierno militar surgido del golpe de 1976.
15 Ya en octubre de 2000 había renunciado el vicepresidente Carlos Álvarez, ferviente defensor de la nueva
ley laboral (y posteriormente impulsor de la incorporación de Cavallo al gobierno) pero renuente a lograrla
mediante el pago de sobornos, y sus consecuencias.
16 Ni la CGT (Moyano) ni la CTA aceptaron participar, en ese momento, de la concertación.
En las semanas previas al 19 y 20 de diciembre la recesión ya era crac bancario, por
lo que se limitó el retiro de dinero de los bancos, incluyendo salarios e ingresos de otros
trabajadores17, atesoramientos e inversiones (el llamado “corralito”), mientras los
asalariados públicos recibían sus sueldos con atraso y parcialmente pagados en bonos
provinciales, lo mismo que los desocupados sus subsidios, y muchos asalariados privados
recibían los suyos en pequeñísimas cuotas. Se produjo una situación semejante a la que se
había dado en mayo y junio de 1989 con la hiperinflación: la desaparición del dinero como
medio de cambio. El descontento generado por esta situación se potenció por las fiestas
navideñas y de fin de año: desde años anteriores se había ido generalizando la costumbre de
los pobres de buscar comida en los supermercados con motivo de esas fiestas18. Las
protestas de diciembre fueron, en lo inmediato, la respuesta a las medidas económicas
anunciadas por el ministro Cavallo, que recibieron un repudio generalizado, no sólo de los
“ahorristas de clase media”, como plantea una mirada autocentrada en la pequeña
burguesía, sino también de organizaciones sindicales como la Confederación General del
Trabajo (CGT) (secretaría general Moyano), la CGT (secretaría general Daer) y la Central
de Trabajadores Argentinos (CTA). La organización empresaria Coordinadora de
Actividades Mercantiles Empresarias (CAME) resolvió llevar a cabo un apagón de protesta,
bocinazos y cacerolazos. Ambas CGT declararon la huelga general para el 13, reclamando
la libre disponibilidad de los salarios y la restitución del sistema de asignaciones familiares.
La CTA decidió sumarse a la huelga general. Moyano organizó una marcha frente al
Congreso, a la que no adhirió la CGT (Daer) que temía que fuera visto como un acto
político destinado a derrocar al gobierno radical; en cambio dirigentes de esa CGT
exigieron la renuncia de Cavallo como condición para llevar adelante la “concertación
económica y social” propuesta por el gobierno.
Delimitación del hecho
La delimitación del hecho tiene como punto de partida localizar lo concreto
acontecido con relación a un proceso histórico determinado, que en nuestra investigación es
el proceso de la rebelión popular que se desarrolla en Argentina a lo largo de los años ’90.
No por eso dejamos de tener en cuenta los procesos de lucha que se dan al interior de la
oligarquía financiera y de la alianza social que ésta acaudilla, en tanto influyen fuertemente
en el proceso de la rebelión popular, particularmente en un período histórico que, tal como
se explicita más abajo, consideramos contrarrevolucionario. Pero el problema que ordena
esta investigación (el proceso de constitución de fuerza social del pueblo) nos lleva a
centrar la mirada en el proceso de enfrentamientos sociales que tienen como protagonistas a
los excluidos del poder político.
A la vez, no se trata de considerar las distintas manifestaciones o formas que nos
aparecen protagonizadas por excluidos del poder político (huelga, saqueos,
manifestaciones, cacerolazos, choques y combates callejeros) como hechos distintos
yuxtapuestos: el hecho constituye una totalidad, que es más que la mera suma de las partes,
y ninguna parte da cuenta completa de él. En otras palabras, la magnitud de lo ocurrido en
diciembre de 2001 es resultante de la simultaneidad y articulación entre todas esas distintas
17 Recuérdese que la “bancarización” decretada anteriormente forzaba a realizar todas las transacciones
económicas a través de los bancos.
18 Donde se mantiene el reparto de alimentos, por ejemplo en Bahía Blanca o Santa Cruz, hay menos
protestas.
formas o manifestaciones: el hecho se constituye como unidad de las distintas acciones de
los diferentes sujetos. Por eso mismo, el hecho constituye un proceso, que debe ser
periodizado. Esa periodización es uno de los resultados de la investigación que presentamos
en este Documento de Trabajo.
El hecho investigado comienza a delinearse cuando observamos la concentración en
el tiempo de las formas que tomó la rebelión social en la Argentina actual. En él confluyen
y se articulan todas las formas presentes en los doce años posteriores a la revuelta de
198919. Comienza con la articulación, el 13 de diciembre, de las distintas formas que hasta
ese momento, inclusive el 12 de diciembre, se daban separadamente, dentro del sistema
institucional. Y culmina con una nueva articulación, por fuera del sistema institucional, el
20 de diciembre, a partir de la movilización en los días previos de aquellos que están menos
insertos en el sistema institucional. La articulación tiene como condición que todos los
sujetos que se han movilizado en esos doce años ahora lo hacen simultáneamente en los
nueve días comprendidos entre el 12 y el 20 de diciembre de 2001.
El hecho investigado constituye, pues, un proceso que, en lo inmediato, debe
remontarse a las movilizaciones convocadas por las centrales obreras y organizaciones de
pequeños y medianos empresarios, que continúa en la huelga general, cortes de rutas,
saqueos, manifestaciones y lucha callejera, ataques a edificios públicos, bancos y empresas
privatizadas y “cacerolazos”, hasta culminar en el combate callejero en el centro político
del país. Los sujetos activados fueron, al comienzo, los trabajadores, ocupados y
desocupados, que protagonizaron la huelga general con movilización; después la mayor
parte de las acciones fueron llevadas a cabo por las capas más pobres del proletariado
(saqueos) y fracciones de pequeña burguesía asalariada y no asalariada (“cacerolazos”).
El movimiento se desarrolló desde las manifestaciones y huelgas convocadas desde
el sistema institucional hasta una situación de masas, con disposición al enfrentamiento;
desde la oposición a políticas de gobierno hasta la oposición al gobierno, al conjunto del
sistema institucional político incluyendo a los beneficiarios e impulsores de las políticas
aplicadas desde 1976; desde la huelga general como articuladora de las luchas20 hasta su
superación por otra forma que la subsume.
Como puede verse, la delimitación temporal del hecho remite a un ciclo de
enfrentamientos sociales. En el hecho están contenidas todas las formas de la rebelión
desarrolladas desde 1989: revuelta, motín, huelga general, lucha callejera, toma y defensa
con barricadas de una posición. El comienzo de la década de 1990 corresponde a un
momento descendente en los procesos de lucha social21; la revuelta de 1989/1990 es
conceptualizada como tal en tanto no constituye lucha22 y la sigue el momento en que la
política de la oligarquía financiera logra construir consenso, aislando los focos de
resistencia. El ciclo de enfrentamientos sociales comienza en el motín de Santiago del
Estero de diciembre de 199323, se desarrolla combinando formas espontáneas a formas
sistemáticas de lucha y se va conformando una fuerza social (cualquiera sea su grado de
19 Iñigo Carrera, Nicolás, Cotarelo, María Celia, Gómez, Elisabeth y Kindgard Federico; La Revuelta.
Argentina 1989/90; Pimsa, Documento de Trabajo N°4, 1995.
20 Iñigo Carrera, N. Las huelgas generales, Argentina 1983-2001: un ejercicio de periodización: Pimsa
Documento de Trabajo N°33, 2001.
21 Iñigo Carrera, N. y Cotarelo, M.C.; La protesta social en los ’90. Aproximación a una periodización;
Pimsa, Documento de Trabajo N°27, 2000. Iñigo Carrera, Nicolás 2001; Las huelgas...; DT N°33.
22 Iñigo Carrera, N.; Cotarelo, M.C.; Gómez, E. Y Kindgard, F.M.; op. cit, DT N°4.
23 Cotarelo, María Celia; El motín de Santiago del Estero; Pimsa, Documento de Trabajo N°19, 1999.
constitución) desde las estructuras económico sociales caracterizadas por la presencia de
población agrícola, de superpoblación inserta en el empleo estatal o de capitalismo en
enclaves, hacia el centro del capitalismo argentino. El proceso tiene sus hitos en el motín de
Santiago del Estero (1993), la lucha callejera en varias capitales provinciales (1995), la
toma y defensa de una posición con barricadas en CutralCó - Plaza Huincul (1996 y
1997)24, Jujuy y General Mosconi (1997), Corrientes (1999)25, Tartagal – General Mosconi
(2000 y 2001), Gran Buenos Aires (2001)26; en ese proceso las huelgas generales, jornadas
y marchas de protesta, como la Marcha Federal en 1994 y las Jornadas Piqueteras en 2001,
constituyen momentos de articulación nacional. Tanto el desarrollo de las formas de lucha
como el proceso de formación de fuerza social indican que el hecho de diciembre se
encuentra dentro de ese ciclo de enfrentamientos sociales que recorre de lo local a lo
nacional, culminando cuando, con el estallido de la crisis económica –una de cuyas
manifestaciones fue la desaparición del dinero-, todas las fracciones y capas sociales se
movilizan en forma simultánea y en todo el territorio nacional. El desarrollo de este ciclo
no es lineal y, como ya se dijo, contiene momentos ascendentes y descendentes.
Descripción del hecho
La descripción del hecho investigado se ha realizado atendiendo a las formas y
sujetos de la rebelión, al carácter económico o político de las metas planteadas, y a si se
desarrolla dentro o fuera del sistema institucional político27.
24 Klachko, Paula; La conflictividad social en la Argentina de los ’90. El caso de las localidades petroleras de
Cutral-Có y Plaza Huincul 1996 – 1997; en Bettina Levy (compiladora) Crisis y conflicto en el capitalismo
latinoamericano; Clacso-Asdi, Buenos Aires, 2002.
25 Klachko, Paula; El proceso de lucha social en Corrientes, marzo a diciembre de 1999. Los
“autoconvocados”; Pimsa, Documento de Trabajo N°42, 2003, en este mismo volumen.
26 Iñigo Carrera N. y Cotarelo, M.C.; La protesta en Argentina. Enero a abril de 2001; Buenos Aires, Osal-
Clacso, N°4, 2001.
27 El relato ha sido elaborado a partir de la información brindada por fuentes periodísticas. No se nos escapan
las limitaciones de esas fuentes: 1) una percepción de los hechos teñida por las perspectivas ideológicas y
políticas de los diarios, 2) la disparidad en el tratamiento de los hechos (en cantidad y calidad informativa) de
las distintas fuentes, que puede llevar a errores en la información recogida, 3) la imposibilidad de acceder a la
totalidad de las fuentes periodísticas que puede hacer más abundante y ajustada la descripción de lo ocurrido
en algunas localidades y más pobre (o incluso nula) en otras. Hemos tratado de reducir los efectos de esas
limitaciones de las fuentes al elaborar la descripción: 1) eliminando de nuestro registro toda consideración de
la noticia donde la carga ideológica y política resulte evidente; 2) cotejando la información brindada por las
distintas fuentes sobre las acciones descriptas; 3) tratando de acceder a la mayor cantidad de fuentes que nos
resultó posible. Con estos recaudos consideramos que las fuentes periodísticas resultan superiores a otras
(testimonios, vivencias personales, etc., que también deberían ser sometidas a la misma lectura crítica) en la
medida en que tienen capacidad de brindar información más o menos completa sobre lo ocurrido en todo el
territorio nacional.
Las fuentes utilizadas son las siguientes: los diarios Clarín, Crónica, Diario Popular, Página/12, La Prensa y
La Nación; El Día (La Plata), Acción (General Rodríguez), Diario Río Negro, La Mañana del Sur (Neuquén),
El Zonda (San Juan), RosarioNet, La Capital (Rosario), Rosario/12, RegionNet, La Voz del Chaco, El
Libertador (Corrientes), La Gaceta (Tucumán), La Voz del Interior (Córdoba), La Nueva Provincia (Bahía
Blanca), El Popular (Olavarría), El Pueblo (Villaguay), El Territorio (Misiones), Los Andes (Mendoza), El
Diario de la República (San Luis). No hemos podido acceder a los diarios provinciales o locales de
Catamarca, Chubut, Jujuy, Formosa, Santiago del Estero, Salta, La Rioja, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del
Fuego. En varias de esas provincias (Santa Cruz, La Rioja, Catamarca, Tierra del Fuego, Formosa), hasta
donde sabemos, no se produjeron hechos relevantes.
Miércoles 12: manifestaciones callejeras dispersas
Se llevan a cabo varias movilizaciones contra la política económica del gobierno y
contra el gobierno mismo, de las que participan, por separado, trabajadores asalariados
ocupados y desocupados, pequeños y medianos propietarios, estudiantes, pobres, jubilados
y vecinos.
El día comienza con el ataque a siete taxis en los barrios porteños de Flores, Nueva
Pompeya, San Telmo, Mataderos, Boedo, Villa Crespo y Caballito; se trataría de una
advertencia para evitar su circulación durante la huelga general convocada para el día
siguiente; el titular de la Federación Metropolitana de Propietarios de Autos Taxis declara
que esa entidad, algunas cámaras de radiotaxis y los peones, no saldrán a la calle. También
a la madrugada son atacados dos cajeros automáticos del Banco Francés, en La Plata y en
Sarandí (Gran Buenos Aires - GBA).
Desde la mañana miles de desocupados, jubilados y trabajadores de organizaciones
de piqueteros cortan rutas en La Matanza, San Francisco Solano, Florencio Varela,
Berazategui, General Pacheco y San Martín (GBA); Aguilares y Juan B. Alberdi
(Tucumán); Rosario (Santa Fe) y Mar del Plata (Buenos Aires), con la consigna “Fuera De
la Rúa y Cavallo ya, contra el recorte del presupuesto del 2002 y por la libertad de todos los
luchadores populares”. Al mediodía, los comerciantes nucleados en la Coordinadora de
Actividades Mercantiles Empresarias (CAME) realizan una caravana de unos sesenta autos
hasta la Plaza de Mayo y un cacerolazo frente al Cabildo.
A la tarde unos seis mil trabajadores de los gremios agrupados en la Confederación
General del Trabajo (CGT) encabezada por Hugo Moyano (camioneros, judiciales,
metalúrgicos, taxistas, entre otros), junto con columnas de desocupados, militantes de
partidos de izquierda (Partido Obrero, Movimiento Socialista de los Trabajadores, Partido
de los Trabajadores Socialistas, entre otros), del Polo Social, de Montoneros y del Centro
de Estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se
concentran frente al Congreso Nacional. Moyano reclama la derogación de los
“superpoderes” otorgados al ministro de Economía Domingo Cavallo, de las restricciones
para el retiro de dinero de los bancos y la bancarización forzosa, a las que consideran
“confiscatorias” y de la ley de reforma laboral. Los partidos de izquierda llevan una
bandera con la leyenda “Huelga general hasta que se vayan”. También en Mar del Plata se
realizan una manifestación, un cacerolazo y apagón convocados por la CGT Moyano.
A la vez, unos mil trabajadores estatales y desocupados convocados por la Central
de Trabajadores Argentinos (CTA) se concentran en la Plaza de Mayo para protestar contra
la política económica del gobierno. Uno de los oradores, el principal dirigente de la
Federación de Tierra y Vivienda (FTV), Luis D’Elía, reclama que renuncien el presidente
Fernando de la Rúa, Cavallo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos
Ruckauf, y el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota; y apela a la pequeña
burguesía, afectada por el “corralito” bancario: “A esa clase media que putea en sus casas
les decimos que salga a la calle”28.
También hemos utilizado grabaciones de TodoNoticias y CrónicaTV y los siguientes videos: Página/12:
“20.12.01 El estallido”; Cine Insurgente: “La Madres en la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de
2001”.
28 Clarín 13/12/01.
Durante el día, además, se producen otras protestas dispersas. En la Capital, frente a
la sede del Gobierno de la Ciudad, pobres reclaman subsidios para viviendas; a pocos
metros, militantes del Partido Humanista se concentran desnudos en la Plaza de Mayo para
protestar por la política económica del gobierno; integrantes del Movimiento de
Trabajadores Desocupados Teresa Rodríguez instalan un piquete frente al ministerio de
Desarrollo Social en la Av. 9 de Julio; y un grupo de universitarios convocados por los
Centros de Estudiantes de Arquitectura, Filosofía y Letras, Ciencias Exactas, Ciencias
Sociales, Psicología, Ciencias Económicas e Ingeniería de la UBA ocupa el rectorado por
dos horas para exigir más becas para estudiantes universitarios y rechazar la política
económica del gobierno y la posibilidad de futuros recortes del presupuesto universitario.
En la ciudad de La Plata, cien empleados estatales, jubilados y clientes del Banco Provincia
protestan contra las medidas económicas cortando tres calles céntricas, y luego intentan
entrar al banco por la fuerza; los trabajadores de la Asociación Judicial Bonaerense realizan
una retención de servicios en protesta por la falta de pago de sus salarios. En Jujuy,
trabajadores municipales y desocupados cortan la ruta 34, donde los primeros reclaman por
los salarios adeudados y los demás, que se les paguen los planes Trabajar y ayuda social
para las fiestas navideñas. En Neuquén dos mil trabajadores estatales realizan una marcha
en rechazo al pago de sus salarios con bonos. En Tucumán, se movilizan taxistas, jubilados
y trabajadores de la sanidad. En Salta se realizan tres marchas: de camioneros, de
prestadores y afiliados del Instituto Provincial de Seguro y de adherentes al Partido Obrero
y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), estos últimos “con la perspectiva” de “crear la
tercera asamblea piquetera que sirva como un referente frente a un gobierno que está
agotado”29.
Hacia el anochecer, la convocatoria de la CAME a realizar un apagón y cacerolazo
tiene mucha más repercusión que la caravana del mediodía. Vecinos y comerciantes se
concentran golpeando cacerolas en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires
(Almagro, Belgrano, Núñez, Palermo y Congreso); en Lanús (GBA); en Mar del Plata y La
Plata (Buenos Aires); en Santiago del Estero, Rosario, Salta y Jujuy30.
Jueves 13
La huelga general: la lucha de los obreros articula la rebelión
La séptima huelga general contra el gobierno de De la Rúa se realiza en repudio a
las medidas económicas del ministro Cavallo, siendo éste un blanco personalizado de la
protesta31. Convocada por las tres centrales sindicales –CGT Daer, CGT Moyano y CTAalcanza
una alta adhesión en todo el país. Los dirigentes sindicales evalúan el paro como
“total, contundente, exitoso”, y según el gobierno se registra un 59% de acatamiento. La
29 Crónica 13/12/01.
30 Una semana después, el titular de la CAME declara que el objetivo de la protesta fue “contra la
bancarización forzosa y el congelamiento de depósitos, pero en el fondo lo que la gente busca es que pasemos
de una economía de especulación a una economía de producción y de trabajo, donde se pueda vivir
dignamente”; con la manifestación “comenzó la rebelión de la clase media, que viene empobreciéndose por
las dificultades que tienen las pymes y los profesionales para trabajar” y “se canalizó un sentimiento
preexistente”, pero “si esto no tiene un objetivo concreto y una conducción, se diluye”; “en la Casa Rosada no
se escucha nada, se vive en otro mundo”, “la oposición también vive en la estratósfera, no sienten lo que le
pasa a la gente” (Crónica 16/12/01).
31 El mismo día se difunde el índice de desocupación de octubre: 18,3% (2.800.000 personas), mientras que la
subocupación alcanza al 16,4%.
huelga se siente fuertemente en el transporte, la administración pública, hospitales, escuelas
y universidades; aunque importante, la adhesión es menor en la industria privada, pero se
paraliza buena parte del comercio, aun de los que atienden sus propietarios, y se pliegan
masivamente profesionales, técnicos y académicos. La adhesión de la pequeña burguesía
es, pues, importante.
Daer dice que la huelga, a la que adhiere el 90% de los trabajadores, “debe servir
para que el gobierno reaccione antes de que sea demasiado tarde”. Por su parte, Hugo
Moyano señala que “el mensaje de la sociedad fue contundente: hay que cambiar ya el
modelo económico”. Y para Víctor De Gennaro “el paro fue histórico y contundente porque
estamos viviendo en el país momentos muy difíciles donde se enfrentan dos proyectos de
Argentina. Primero la Argentina que se reunió en Casa Rosada [de la Rúa y Menem.] y
segundo la Argentina de millones de trabajadores que pararon sus tareas porque quieren
terminar con la falta de futuro, la desocupación y la miseria”32.
De la Rúa dice que “éste es un paro cuyos motivos no están claros. Al parecer se
vinculan con las medidas bancarias”33. El gobernador de la provincia de Buenos Aires,
Ruckauf, afirma que “Yo creo mucho más en la propuesta que en la protesta”. El senador
Raúl Alfonsín coincide: “El paro no beneficia a nadie y conspira contra la idea de quienes
quieren mejoras. Hay reclamos legítimos pero de esta manera no vamos a solucionar nunca
las cosas. Lo importante es el diálogo”. El ministro de Trabajo, José Dumón, dice que “Este
es un paro político, no tiene reivindicación laboral ninguna”. Carlos Menem prefiere decir
que “El paro es un derecho de los trabajadores”34.
La huelga general se combina con otros instrumentos de lucha: los trabajadores
estatales realizan marchas de protesta junto con desocupados que reclaman subsidios
laborales, que, en Córdoba, Neuquén, Rosario y Pergamino (Buenos Aires), incluyen
choques entre manifestantes y policías y destrozos en edificios públicos.
En la Capital y el GBA al menos diez taxis son incendiados y tres colectivos
apedreados. En la ciudad de Buenos Aires, cien militantes de la Juventud Sindical Peronista
y trabajadores camioneros instalan una olla popular frente al edificio donde vive Cavallo,
mientras militantes de partidos de izquierda marchan hacia el Banco Central y la Bolsa de
Comercio, donde reclaman el alejamiento del ministro. Peones de taxi cortan, con barreras
de neumáticos y maderas encendidas, los accesos de la terminal de ómnibus de Retiro, la
entrada a la ciudad en General Paz y Constituyentes y en el premetro en Villa Soldati. A la
mañana trabajadores cortan las vías del tren de la ex línea Urquiza en Villa Lynch; en
Tapiales desocupados de la CCC cortan la autopista Riccheri frente al Mercado Central; en
Florencio Varela, el cruce de las Av. San Martín e Hipólito Yrigoyen; en Avellaneda, los
accesos al puente Pueyrredón, y en Lomas de Zamora, el puente La Noria.
En La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires), a la madrugada, arrojan
bolitas de acero y hacen explotar una bomba molotov en una sucursal del Banco Nación.
Desocupados de la CCC, trabajadores de los Astilleros Río Santiago, de la Asociación de
Trabajadores del Estado (ATE) de Ensenada y del Polo Obrero cortan las principales
avenidas de la ciudad y realizan una marcha hasta la entrada de la destilería de la empresa
petrolera Repsol-YPF; una dirigente de la CCC y el Movimiento de Desocupados dice que
“Tenemos que echar a De la Rúa y Cavallo, decir no al pago de la deuda externa, al
32 Crónica 14/12/01.
33 Clarín 14/12/01.
34 Crónica 14/12/01.
arancelamiento de la Universidad y la municipalización de las escuelas”; otros
manifestantes instan a hacer “una gran pueblada nacional como el 17 de octubre, y decidir
las medidas que tenemos que adoptar”. Desde grupos estudiantiles, como el del MST y En
Clave Roja se propone “una huelga general para que caiga el gobierno”35. Mientras,
integrantes del Movimiento de Desocupados Teresa Rodríguez se concentran en la Av. 44 y
155, en una protesta que incluye quema de neumáticos; en otro piquete miembros del
Movimiento Universitario 31 de Mayo y de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados
Aníbal Verón se pronuncian contra el ajuste y las medidas económicas, al tiempo que piden
la continuidad del pago de los planes Trabajar.
En Mar del Plata son atacados veinte colectivos, explota una bomba casera en el
Banco Francés del barrio de Constitución y hay una importante marcha por las calles
céntricas. En Pergamino se realiza una marcha convocada por la CGT Moyano; unos cien
manifestantes pertenecientes a la CCC36 irrumpen en la municipalidad y provocan un
incendio y destrozos, hasta que son desalojados por la gendarmería. En San Nicolás, mil
camiones se concentran a la vera de la ruta 9.
En Neuquén en el Monumento a San Martín se reúnen unos cinco mil trabajadores
estatales, que marchan hacia la casa de gobierno; al llegar, un grupo se desprende del resto
y forma el primero de varios piquetes en la Av. Argentina. A las 12,15 la policía arroja
gases y balas de goma; la mayoría de los manifestantes se dispersa corriendo, pero cientos
de trabajadores estatales enfrentan a la policía, durante cinco horas, con corridas, avances y
retrocesos, y arrojan toda clase de proyectiles, en escaramuzas que abarcan un radio de más
de diez cuadras. Por ejemplo, a las 15.30 en Alderete y Buenos Aires, la policía ataca a 400
manifestantes, que se han hecho fuertes en toda la cuadra y que se dispersan, para volver a
agruparse y seguir el enfrentamiento; en Alderete y Santa Fe los policías disparan balas de
goma y, agotadas éstas, tiran piedras con la mano y con gomeras; los manifestantes atacan
y destrozan, con piedras y bombas molotov, diversos edificios públicos -como la
municipalidad y la Secretaría de Energía-, bancos, comercios37, el edificio de ACIPAN y
del diario La Mañana del Sur, propiedad de Ámbito Financiero. Los manifestantes resisten
en la zona donde está ubicada la sede de ATE y en el bajo (cerca de donde funciona el
sindicato docente). Pero el principal escenario de los choques callejeros es el hospital
Castro Rendón, donde la policía arroja gases en forma indiscriminada, y se suceden
disparos, pedradas, corridas y palazos, además de autos volcados y barricadas. A media
tarde los trabajadores festejan, al enterarse de que un juez ordenó a la policía replegarse
hacia la comisaría; entonces, desde el hospital se inicia una marcha hacia la legislatura,
frente a la cual, desde hace 21 días, se levanta una carpa donde los trabajadores del estado
reclaman contra el pago de los salarios con bonos LECOP. Quedan numerosos heridos y
varios niños resultan intoxicados por los gases. Por su parte, los trabajadores agrupados en
la CGT local, entre ellos un numeroso grupo de trabajadores de la construcción, realizan
otra marcha y los dirigentes toman distancia de los estatales. El gobernador Sobisch habla
de los “dirigentes violentos que destrozaron la ciudad” y anuncia que llevará a los
tribunales a los responsables de “querer instalar los golpes de estado” en la Argentina; el
vicegobernador habla de “los violentos que aspiran a sembrar el espanto”, que “en la
35 El Día 14/12/01.
36 La Nación 14/12/01.
37 Como el bar Baroli, cuya propiedad es atribuida al gobernador Sobisch, y la confitería del hotel Comahue.
(Crónica 14/12/01).
democracia no hay lugar para los cobardes”, que “a esa banda de delincuentes los vamos a
llevar a la justicia” y que “con esos intolerantes y fundamentalistas no vamos a dialogar”;
se anuncia que el gobernante Movimiento Popular Neuquino movilizará a sus militantes
para exigir a los docentes que den clase; el ministro de Gobierno Jorge Gorosito dice que
participantes de los incidentes “fueron reclutados (...) en Cipolletti, por activistas de
Quebracho provenientes de Buenos Aires”, y que los dirigentes de los trabajadores estatales
“son enemigos de la sociedad neuquina y están en contra de las instituciones”38. Sobisch
considera que los gremios estatales quieren derrocarlo y forzar una intervención federal.
También los partidos de la oposición oficial (PJ y UCR) repudian la lucha de los
trabajadores, así como los representantes de los empresarios, que dicen que los que
destruyeron edificios, como el de ACIPAN, tienen “mentalidades fascistas”, y que la
autoridad debe dar una respuesta “antes de que estos sediciosos vuelvan a destruir lo que
hemos hecho”39.
En Río Negro hay actos, manifestaciones y cortes de ruta. En General Roca más de
mil trabajadores estatales, jubilados, estudiantes, desocupados, comerciantes, productores y
taxistas manifiestan en distintas protestas durante la mañana; manifestantes arrojan huevos
contra la Banca Nazionale del Lavoro, Banco Francés y Sudameris, y al llegar a la comuna,
mientras el intendente habla con representantes de los sindicatos, un manifestante arroja
una piedra contra el edificio; los dirigentes de la Unión de Trabajadores de la Educación de
Río Negro (UNTER) acusan a un miembro de la juventud radical “que se infiltró en la
marcha”; otra columna llega al banco Patagonia, donde cobra la mayoría de los estatales:
tiran huevos y rompen los vidrios con pedazos de baldosas, queman gomas que empujan
hasta la puerta; un dirigente de la UNTER intenta detener el ataque, sin éxito; más tarde,
otra columna de cuatro cuadras avanza por la calle Tucumán y al pasar por el supermercado
Kimar, unos veinte manifestantes se dirigen hacia las puertas cerradas; dirigentes de la
UNTER advierten la posibilidad de un saqueo y los convencen de volver a la columna; al
mismo tiempo, cien productores se concentran sobre la ruta 22 y marchan hacia el
municipio para exigir el cumplimiento de los compromisos del gobierno nacional de
reactivar la producción. En Bariloche la huelga general tiene adhesión entre los
trabajadores estatales y se movilizan unas cuatrocientas personas, convocadas por la
Asociación de Empleados de Comercio, cuyo titular ataca en su discurso a los bancos y a
las multinacionales “que siguen haciendo su negocio” mientras los pequeños empresarios
“se funden sin recibir ningún subsidio”; al paso de la columna van cerrando los negocios y
los supermercados cierran hasta el mediodía, por “sugerencia” del sindicato; antes de llegar
al Centro Cívico la columna se divide: unos cien manifestantes, en su mayoría madres
cuidadoras, se dirigen al punto de reunión fijado por la CTA, el resto sigue hasta el
sindicato. En Ingeniero Jacobacci, la huelga general se desarrolla con protestas callejeras y
unos diez vehículos hacen sonar sus bocinas por cuarenta minutos. En Cinco Saltos, los
comercios no abren y unos ciento cincuenta comerciantes se instalan en las puertas de los
bancos Patagonia y Nación e impiden la actividad bancaria en protesta por las medidas del
gobierno nacional y por ser ésos “los únicos beneficiarios de este programa económico”;
“estamos en contra de las medidas económicas que nos restringieron casi por completo las
ventas, tenemos derecho a manejar los dineros propios”. En Río Colorado la huelga general
se realiza con movilizaciones callejeras de productores frutícolas, empleados de comercio,
38 Río Negro 14/12/01.
39 Diario Río Negro 14/12/01.
trabajadores del sindicato de la carne, de Luz y Fuerza, de hospitales, municipales,
bancarios de Credicoop, docentes y desocupados, representantes de la Cámara de Comercio
e Industria; tras un acto frente al municipio, sigue el corte por dos horas de la ruta 22,
principalmente por setecientos productores frutícolas. En Ingeniero Huergo se realiza una
jornada de protesta en adhesión a la huelga general y contra la política económica del
gobierno; hablan el titular de la Federación de Productores (“No hay lugar para medias
tintas, o nos salvamos todos o no se salva nadie”) y el titular de UNTER; chacareros,
docentes e integrantes de la multisectorial cortan la ruta por siete horas. En Villa Regina,
docentes, trabajadores del hospital, desocupados y militantes del Polo Obrero instalan una
radio abierta frente al municipio, mientras los comerciantes adhieren cerrando sus puertas
seis horas; productores se movilizan en caravana por la ciudad, para finalmente hacer un
corte simbólico de la ruta 22. Lo mismo hacen productores de Mainqué. En Cipolletti,
durante toda la mañana, una veintena de tractores corta el tránsito frente a la municipalidad;
junto a los docentes, se reúnen con los concejales y luego encaminan sus vehículos hacia la
zona de los puentes. En Allen se realiza una concentración de camioneros y productores,
agrupados en la Cámara Transportista del Comahue y en la Cámara de Allen,
respectivamente.
En San Juan una marcha convocada por la CGT local (docentes, entre otros
gremios) pasa frente a los Tribunales, se detiene frente a los edificios de Ecogas, Telefónica
(donde algunos manifestantes arrojan huevos) y Energía San Juan, donde reclaman que las
empresas reciban bonos LECOP para el pago total de las facturas; frente a la legislatura,
que está custodiada por la guardia de infantería, los manifestantes arrojan huevos y otros
elementos, rompen algunos vidrios y una policía recibe el impacto de un objeto
contundente; varios dirigentes sindicales pronuncian discursos durante el acto. Taxistas y
remiseros también realizan una marcha hacia la legislatura provincial para reclamar la no
aprobación del proyecto de ley de transporte enviado por el poder ejecutivo provincial.
En Posadas (Misiones) se realiza un acto donde dirigentes de la CGT local critican
la política económica del gobierno nacional.
En el centro de Rosario (Santa Fe40), a la mañana, trescientos empleados de
comercio parten desde la sede de su sindicato y hacen un escrache a las grandes cadenas
comerciales; comienzan por el supermercado Coto, que se encuentra cerrado; en su
recorrido se encuentran con una columna de la CTA y partidos de izquierda que se dirigen a
escrachar al Citibank; pasan por otra sucursal de Coto, también cerrada y recorren la zona
bancaria. Los trabajadores de la Asociación Bancaria marchan por las calles céntricas. Un
grupo de doscientos desocupados nucleados en la FTV de la CTA corta una calle y marcha
por el barrio aledaño repartiendo boletas para la consulta popular impulsada por el Frente
Nacional contra la Pobreza (Frenapo)41.
En la ciudad de Córdoba, trabajadores del sindicato de Luz y Fuerza y otros realizan
una manifestación por las calles céntricas; atacan a pedradas el local del diario La Mañana
y los bancos Galicia y Francés. En la ciudad de San Francisco se concentran manifestantes
frente a la casa paterna de Cavallo.
40 RosarioNet 14/12/01.
41 El Frenapo, integrado por organizaciones sindicales, sociales, políticas, de derechos humanos y otras, bajo
la iniciativa de la CTA, impulsa una consulta popular los días 13, 14 y 15 de diciembre para presentar un
proyecto de subsidio de 380 pesos y 60 pesos por hijo para los jefes de hogar desocupados.
En Mendoza un grupo de trabajadores bancarios se enfrenta a golpes de puño con la
policía en la puerta de la sucursal del Banco Francés, cuando los manifestantes tratan de
convencer a los empleados de que abandonen sus tareas.
En el departamento Guaymallén42, se produce el primer saqueo, en el que participan
familias pobres que llegan caminando, con bolsas en sus manos, al supermercado Átomo en
el barrio Lihué, mientras dicen “Tenemos hambre y vamos a llevarnos comida”; no se
producen daños ni enfrentamientos con el personal de vigilancia; los saqueadores sólo
toman alimentos y mercancías de primera necesidad –como leche, carne y pañales
descartables- y se marchan.
Del viernes 14 al martes 18
La lucha por reivindicaciones inmediatas. Saqueos, cortes y manifestaciones
callejeras: pobres, obreros y pequeños burgueses en la calle
Las acciones de saqueo, protagonizadas por las capas más pobres del proletariado43,
comienzan a extenderse en Mendoza y Rosario.
En Mendoza los saqueadores dicen que tienen hambre y que no reciben asistencia
social alguna, y piden que se les paguen los planes Trabajar de noviembre que el gobierno
les adeuda44. Cien hombres, mujeres y niños se concentran frente al hipermercado Libertad
y el supermercado Átomo en Las Heras; una funcionaria del ministerio de Desarrollo Social
promete alimentos que entregarán los municipios. Cuarenta hombres y mujeres ingresan a
una sucursal de la cadena de supermercados Átomo en Guaymallén, y en cinco minutos se
llevan paquetes de arroz, harina, fideos, yerba, leche y aceite. En Godoy Cruz cincuenta
pobres se llevan alimentos de los supermercados Átomo y Vea. Hay al menos doce
hombres detenidos, entre ellos menores, varios en un supermercado en Las Heras cuando
intentan escapar cargando alimentos y se enfrentan con la policía. El gobierno provincial
denuncia intencionalidad política.
En Rosario la situación de mayor tensión se vive frente al supermercado Azul de
Empalme Graneros, donde la policía dispara balas de goma para dispersar a unas
cuatrocientas personas que amenazan con saquear el local; otras treinta personas, entre ellas
muchas mujeres pobres, saquean el supermercado Santa Ana, de donde se llevan bolsas de
comida, aunque diez saqueadores son detenidos. Y otras treinta personas saquean un
supermercado de la zona oeste de la ciudad.
Pero no sólo hay saqueos: organizaciones de desocupados cortan rutas y avenidas en
la Capital y en zona sur del GBA en reclamo de puestos de trabajo y del pago de los planes
de empleo. Entre estas acciones, en la Capital cientos de desocupados cortan el tránsito en
Juan B. Justo y Warnes, mientras en Florencio Varela (GBA) manifestantes de la CTD
Aníbal Verón cortan la ruta 2.
Los pequeños propietarios, por su parte, reclaman un cambio de política económica:
en Cañada de Gómez (Santa Fe) centenares de pobladores de esa ciudad y de Correa, entre
42 Es el más poblado (330.000 habitantes) de los seis que integran el Gran Mendoza, donde se registra una
desocupación record del 13.5%.
43 En la medida en que los saqueos son protagonizados por beneficiarios de Planes Trabajar (desocupados), es
decir expropiados de condiciones materiales de existencia que sólo podrían reproducir su vida mediante un
salario, que tampoco obtienen, deben ser ubicados, en lo que hace a las relaciones productivas, en las capas
más pobres del proletariado.
44 “Antes nos daban $75 en efectivo y también Vale Más, pero este mes no nos han dado nada”. (Los Andes
15/12/01).
ellos numerosos productores agropecuarios, cortan la ruta 9, convocados por la Cámara de
la Industria de la Madera y Afines, protestan por la situación y repudian las últimas
medidas económicas del gobierno nacional, lo mismo que doscientos cincuenta
comerciantes y vecinos de Haedo (GBA), que cortan las vías del ferrocarril bajo el lema
“Los políticos viven una realidad diferente a la que vive la gente”45; en Villa Madero
(GBA) vecinos se manifiestan contra la restricción al retiro de dinero de los bancos y cortan
una calle por dos horas46.
El sábado 15, por tercer día consecutivo, habitantes de barrios pobres saquean
supermercados en Guaymallén (Mendoza). Por la mañana veinte personas saquean por
segunda vez en 24 horas una sucursal de Átomo; hombres, mujeres y niños se llevan desde
artículos de limpieza, vinos y licores hasta pañales descartables. Al mediodía, en otro local
de la empresa Disco-Vea de la misma zona, un grupo de hombres jóvenes amenaza con
ingresar a la fuerza si no les dan mercaderías. Un grupo importante de vecinos de zonas
pobres de Las Heras se agolpa al mediodía en las puertas de uno de los locales más grandes
de Átomo. La directora de los programas sociales dice que las personas se movilizan desde
los barrios pobres en grupos numerosos y acceden por la fuerza a los locales y “la forma de
actuar es muy organizada”47. El gobierno provincial distribuye de urgencia bolsones de
alimentos entre las familias que reclaman comida; la entrega se hará por única vez.
En Concordia (Entre Ríos) grupos de pobres saquean el supermercado MaxiTotal,
quebrado hace pocos meses, que permanecía cerrado con mercadería adentro; al mediodía
unas mil personas rompen las puertas del local y retiran alimentos y mercaderías de todo
tipo durante toda la tarde y el local queda virtualmente tomado hasta cerca de la noche; al
comienzo la policía se limita a evitar desbordes e impedir que se lleven bebidas alcohólicas;
más tarde unas cuatrocientas personas se dirigen a la casa central del comercio, también
cerrada, y elevan un petitorio a la policía para que los dejen entrar, pero esta vez los
efectivos atacan a la multitud; una mujer embarazada resulta herida por una bala de goma; a
la noche grupos de personas permanecen apostados frente a los supermercados, vigilados
por la guardia de infantería, la policía montada, bomberos y perros. En Chajarí está
instalada una carpa de protesta con productores citrícolas y arroceros, comerciantes y
docentes que detienen camiones que llegan desde Brasil con mercadería importada.
En Avellaneda (GBA) doscientos cincuenta desocupados, muchos de Monte
Chingolo, organizados en la Asamblea Nacional Piquetera exigen alimentos para mil
personas frente a un supermercado Carrefour; hombres, mujeres y niños se dirigen
masivamente hasta las góndolas, por lo que personal jerárquico de la firma se reúne con
delegados para atender la demanda, mientras llega la policía; finalmente se firma un
acuerdo para entregar productos para quinientas personas48.
45 Una manifestante dice: “Los gobernantes quieren terminar de aniquilar a la clase comerciante. No podemos
seguir así, la gente no tiene efectivo y eso tira para atrás el consumo. Ya no entra nadie a los negocios. A ellos
les interesa sólo la relación con el FMI, mientras el pueblo se muere de hambre” (Crónica 15/12/01).
46 “Esto así no va más y hay que cambiar el rumbo económico de manera urgente. El país está destrozado y
los que nos gobiernan parecen mirar para otro lado”, dice un manifestante (Crónica 15/12/01).
47 “Casi siempre son las mujeres y los varones de entre 14 y 20 años los que ejecutan los robos, mientras los
hombres mayores comandan a los grupos” (Clarín 16/12/01).
48 Uno de los delegados dice que “lo hemos conseguido a través del esfuerzo de la gente que está decidida a
luchar para que haya una mesa digna. Esto sirve para paliar el hambre de un solo día, pero la lucha continúa.
A mayor ajuste, mayor piquete” (Crónica 16/12/01).
En Rosario los supermercados grandes y medianos abren con custodia policial; los
pequeños cierran por considerar que no hay garantías. Cien cirujas llegan al centro con sus
carros para protestar frente a la municipalidad por las medidas económicas que les impiden
continuar con su actividad por la falta de efectivo que hace que los que les compran no les
paguen. El secretario de Promoción Social les promete bolsones de comida para noventa
familias49.
El domingo 16 Mendoza sigue siendo el epicentro de los saqueos: grupos de treinta
a cincuenta personas –en su mayoría mujeres y niños- se agolpan frente a los
supermercados y reclaman la entrega de alimentos; la policía detiene a cuatro personas y
evita saqueos masivos en seis establecimientos (Disco-Vea y Átomo) de Guaymallén y Las
Heras, pero no puede controlar el saqueo de cuatro comercios minoristas; en un
supermercado Átomo en Las Heras, la policía dispersa con disparos al aire, balas de goma y
gases lacrimógenos a cien saqueadores que durante todo el día intentan entrar al local, tras
romper con piedras los vidrios del frente; en otro Átomo, también en Las Heras, varios
grupos de tres o cuatro mujeres ingresan sin llamar la atención de los custodios y una vez
adentro cargan los carritos y huyen; unas treinta personas saquean una carnicería en
Guaymallén, mientras otros lo hacen en un centro avícola en la misma zona, llevándose
pollos y huevos. El gobernador Iglesias acuerda con los supermercados la entrega a través
de los municipios, de bolsas con arroz, harina, fideos y leche a los pobladores de
asentamientos humildes que se acercan con la intención de saquear.
En Concordia (Entre Ríos) doscientos policías patrullan las calles portando itakas
con balas de goma, pistolas lanzagases y palos; sin embargo, quinientas personas saquean
casi toda la mercadería que quedaba en una sucursal de MaxiTotal, que habían sitiado
durante toda la noche frente a la policía: el saqueo se habría producido después que el
síndico de la quiebra negó la entrega de alimentos a una multitud que los solicitaba. Luego
un grupo proveniente de villas donde la desocupación alcanza al 90% se dirige a un local de
Hipermercados Norte, que ya había bajado sus cortinas por prevención; gran cantidad de
policías llegados desde distintos puntos de la provincia, los dispersa con gases
lacrimógenos.
En Rosario se producen saqueos aislados a pequeños comercios, mientras continúan
los patrullajes policiales en toda la ciudad. Tras una reunión con el intendente Binner, los
dueños de los supermercados se comprometen a repartir a través de Cáritas más de 20.000
bolsones de alimentos entre los habitantes de los barrios más pobres.
Propietarios de camiones de Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Buenos Aires, Córdoba y
La Pampa, nucleados en la Federación Argentina del Transporte Automotor de Cargas,
inician un lock out por tiempo indeterminado en reclamo de rebajas en el precio del gasoil y
la aplicación de una tarifa piso, mínima y obligatoria para cereales y forrajeras.
Las dos CGT evalúan realizar una huelga general por 48 horas los días 20 y 21.
El lunes 17 a la madrugada explota en la Capital un artefacto lanzaplanfetos en un
local del partido Acción por la República, orientado por Cavallo; los panfletos, firmados
por un Comando Nacionalista Ricardo López Jordán dicen: “Se van o los echamos.
Siempre habrá un caudillo capaz de conducir una montonera”.
49 “Es un sector que no puede bancarizarse y por eso está en una situación de emergencia”.
Pero los hechos destacados del día los constituyen la continuidad de
concentraciones frente a comercios, a veces seguidas de saqueos, y las manifestaciones
callejeras.
En el GBA hay concentraciones sin saqueo reclamando alimentos frente a
hipermercados: en Quilmes dos mil desocupados de la CTD Aníbal Verón realizan piquetes
al mediodía frente a los supermercados Auchan, Vital y Carrefour, y cortan ocho cuadras de
la Av. Calchaquí; piden que los supermercados aporten alimentos y se paguen los subsidios
del Plan Trabajar. Mientras se refuerza la custodia de los grandes comercios, las
autoridades judiciales y policiales de la zona negocian con representantes de los
manifestantes50, que piden sesenta toneladas de alimentos; los representantes de Makro
abandonan la reunión, pero los de Auchan ofrecen seiscientos kilos de productos; los
concentrados realizan una asamblea donde aprueban el acuerdo y deciden retomar las
protestas en los supermercados si no se cumple. En Avellaneda, ciento sesenta personas se
concentran frente al supermercado Carrefour durante tres horas, en reclamo de alimentos;
un directivo del supermercado, rodeado de custodios, encara a las personas que esperan
comida y anuncia que “no está previsto repartir nada”; muchas mujeres aseguran que el
sábado 15 un empleado había prometido que se distribuirían alimentos; hay insultos para el
directivo y prometen volver.
En Mendoza, en cambio, los concentrados, que incluyen numerosas mujeres y
niños, chocan con la policía en su intento por obtener alimentos mediante el saqueo, hasta
que el gobierno provincial y los municipios reparten comida. Pero no logran evitar saqueos
en almacenes y supermercados. Frente al supermercado Átomo del barrio San Martín,
doscientas cincuenta personas piden comida y tratan de ingresar en el negocio; la policía las
dispersa con disparos al aire de balas de goma y gases, y detiene a doce personas; la
multitud se retira cuando reciben bolsas de alimentos. Otras setenta personas encienden
cubiertas frente al edificio central de Supermercados Átomo en Las Heras; ante la negativa
de entregarles bolsones con alimentos y la presencia policial, marchan hasta una sucursal,
donde un grupo rompe los vidrios y rejas; también apedrean a los policías, que responden
con gases lacrimógenos; los incidentes se extienden, hasta que desde camiones de Acción
Social reparten alimentos. Lo mismo sucede en Godoy Cruz. En Guaymallén, en cambio,
cincuenta personas saquean un supermercado y una carnicería; otro grupo pide alimentos a
los pequeños comerciantes de la zona. En Las Heras diez mujeres entran a un supermercado
Átomo y salen corriendo con carros cargados de mercadería.
También hay un choque callejero en Rosario: en Empalme Graneros treinta
personas, en su mayoría mujeres y niños, cortan la Av. de la Travesía con cubiertas
encendidas; dos horas después son atacadas por la policía y defendidas por habitantes de
una villa vecina, que disparan con armas de fuego, e indígenas tobas de un asentamiento
cercano, que arrojan piedras; resultan heridos dos policías, y las balas de goma hieren a una
nena, una mujer y un anciano; hay dos detenidos; finalmente, un delegado del ministerio de
Gobierno provincial promete que llegará un camión con cuatrocientas bolsas de alimentos.
Algo semejante ocurre en Concordia (Entre Ríos), donde, a la madrugada, grupos de
personas muy pobres recorren las calles con la intención de asaltar comercios de alimentos;
en un intento de saqueo hieren a un comerciante que los atacó a balazos. A la mañana, ante
50 “Al principio no había un interlocutor porque decían que era un reclamo espontáneo de los habitantes de las
villas de la zona. Pero después cinco piqueteros decidieron participar de las conversaciones”, dice un
funcionario del ministerio de Seguridad provincial (Clarín 18/12/01).
la presión, el gobierno provincial entrega unas tres mil cajas de alimentos. Más tarde,
nutridos grupos de manifestantes rodean las instalaciones del supermercado Norte que
propone entregar alimentos mediante iglesias locales y comisiones vecinales; los
manifestantes se oponen y finalmente se arregla la entrega directa de las bolsas; como las
raciones no alcanzan para todos, los manifestantes apedrean a la policía; hay disparos de un
revólver de bajo calibre; la policía dispara balas de goma. A la noche varios grupos de
manifestantes vuelven a reclamar comida en otros comercios.
Los pobres no son los únicos que manifiestan en las calles: ferroviarios organizados
en La Fraternidad y la Unión Ferroviaria realizan una huelga en demanda de salarios
adeudados e instalan piquetes cerca de las estaciones Victoria, José León Suárez, Castelar,
Olivos y Colegiales (GBA y Capital), y seiscientos trabajadores nucleados en la Unión
Obrera Metalúrgica (UOM) cortan el acceso al puente Zárate-Brazo Largo, en defensa de
“la industria nacional y el cambio de rumbo económico”.
También se suceden, en diversos puntos de la Capital y GBA, las protestas de
fracciones de pequeña burguesía contra la política económica por la fuerte caída de las
ventas y las restricciones para el uso de dinero en efectivo. Casi todas las protestas se
realizan al mediodía, con cortes de calles, caravanas y concentraciones frente a oficinas del
gobierno. Unos cuatrocientos comerciantes y propietarios de pymes, convocados por la
Federación Empresaria de La Matanza y el Centro Comercial, Industrial y Profesional de
Tapiales, cortan la Av. General Paz y Brigadier Juan Manuel de Rosas, en La Matanza;
rechazan las políticas del gobierno, reclaman el pago en término de los haberes de los
jubilados y estatales de la zona, la “libre disponibilidad de los fondos, el cumplimiento de
las leyes que protegen y garantizan el capital de los argentinos”. En Nuñez un grupo de
comerciantes y vecinos, que se declaran preocupados por la caída en las ventas, corta la Av.
Cabildo al 3700; lo mismo ocurre en Acoyte y Rivadavia. A la noche, en forma espontánea,
vecinos y comerciantes se concentran en la esquina de San Juan y La Rioja para rechazar
las últimas medidas económicas y reclamar un cambio: salen a la calle con pancartas y
elementos para hacer ruido; son en su gran mayoría comerciantes que reclaman al gobierno
“que de una vez por todas cambien o se vayan, no queremos que la opción sea la
devaluación o la dolarización. Acá está en juego el presente y el futuro de millones de
argentinos y De la Rúa y Cavallo parece que sólo les interesa atender las exigencias de las
multinacionales y de los bancos”; familias enteras cortan el tránsito y los automovilistas
acompañan con bocinazos51.
También reclaman propietarios de camiones de Entre Ríos, que, en el marco de una
protesta por tiempo indeterminado que comenzó el domingo 16 contra el modelo
económico nacional, cortan las rutas a la altura de Chajarí, Concordia, Federal y
Gualeguaychú; suman apoyos de los productores agropecuarios de la Federación Agraria
Argentina (FAA) y la multisectorial encabezada por gremios estatales.
Los propietarios de farmacias de todo el país deciden dejar de brindar servicios a los
afiliados del PAMI por tiempo indeterminado en protesta por la deuda de cinco meses que
mantiene con ellos la obra social. Empresarios y trabajadores de la Cámara de la Industria
del Calzado, la Cámara de Proveedores y los sindicatos del Calzado y de Curtidores
51 “Vamos a seguir con estas manifestaciones e invitamos a los comerciantes de todo el país, a la clase media
que está condenada a desaparecer, a los verdaderos argentinos que no quieren ver a la Nación con la bandera
de remate, que nos agrupemos para que el gobierno escuche la voz de la Argentina que produce” (Crónica
18/12/01)
realizan una caravana a la Plaza de Mayo en la Capital, para iniciar una campaña destinada
a recuperar un mercado invadido por la industria brasileña.
El martes 18, tras seis días de saqueos, manifestaciones y choques callejeros en
varias ciudades el gobierno nacional intenta retomar la iniciativa y resuelve distribuir ayuda
alimentaria entre los sectores más empobrecidos del país. A la noche el presidente De la
Rúa dice que “no encontramos motivos para que haya una magnificación de estos
episodios. El problema existe, pero no debe ser motivo de alarma o de hablar de conflicto
general”52.
A la mañana trescientos desocupados del barrio San Lorenzo en Neuquén se
concentran frente a la municipalidad para reclamarle al intendente un bono navideño de
cincuenta pesos; la concentración obliga a los funcionarios a permanecer en el edificio
hasta la noche; al cabo de varias horas, al no obtener respuesta, un grupo se desprende y se
dirige a un supermercado Bomba53, al que amenazan con saquear si no les entregan
alimentos; llegan unos treinta policías pero el gerente del local distribuye mercadería a
cincuenta hombres, mujeres y niños. A la noche los desocupados concentrados frente a la
municipalidad realizan una asamblea para decidir los pasos a seguir.
Concordia (Entre Ríos) está en calma debido a la entrega de alimentos y continúan
los patrullajes por parte de novecientos policías, pero un grupo de unas cien personas pide
alimentos frente a un local de Casa Tía, y son dispersados por la policía.
En Villa Martelli (GBA) los directivos de un supermercado Sol entregan alimentos
a grupos de pobres allí concentrados. Desocupados de Quilmes, Lanús y Berazategui de la
Coordinadora Aníbal Verón reclaman planes Trabajar y dos mil bolsones de alimentos de
diez kilos cada uno, frente al ministerio de Trabajo en La Plata. En el supermercado
Carrefour de Panamericana, en Boulogne, cien personas se agolpan frente a las puertas; los
custodios cierran los accesos y el dispositivo de seguridad del local termina disuadiendo a
los manifestantes. Comerciantes de la zona céntrica de San Francisco Solano bajan las
persianas antes de las 21 y llaman a la policía, al ver que grupos de personas se están
concentrando frente a las puertas de varios comercios. En Billinghurst (San Martín, GBA)
unos cien hombres, mujeres, adolescentes y niños, habitantes de las villas La Rana y Palito,
saquean un supermercado Día54, en el que no hay custodio privado ni policía: se llevan
alimentos, bebidas y pañales: es el primer saqueo en el GBA.
En el barrio Las Flores (Rosario), desde una camioneta se grita a los vecinos que
concurran al supermercado Libertad, donde se les haría entrega de mercaderías; varias
mujeres van, pero al llegar se les informa que no es cierto y los policías que custodian las
hacen retirar. En Santa Fe, cien personas desocupadas e indigentes mayoritariamente del
barrio Santa Rosa de Lima, entre ellas muchas mujeres y chicos, piden alimentos en los
supermercados Bienestar, Kilber y Un Buen Gusto, después de reclamar ante la
municipalidad y la gobernación el pago de planes Trabajar que no cobran desde octubre; la
Cámara de Supermercadistas resuelve donar 40.000 kg de alimentos a los desocupados que
se acercan a los locales para pedir ayuda alimentaria.
En Salta, cincuenta desocupados organizados en la CCC marchan a la
municipalidad, donde piden la realización de obras en los distintos barrios para ocupar a
52 Clarín 19/12/01.
53 “Vamos a ir a reclamar directamente a los hiper lo que no nos quieren dar los funcionarios” (Río Negro
18/12/01).
54 “Vamos, agarren, pero guarda con tocar la caja”, dice un dirigente de los saqueadores (Clarín 19/12/01).
desempleados, luego se dirigen al ministerio de Trabajo para pedir Planes Trabajar y
solicitan mercaderías a los supermercados
En Mendoza, la municipalidad de Las Heras instala ollas populares. Se mantiene la
vigilancia en la capital y zonas cercanas. Quedan veinticinco personas detenidas por los
saqueos de días anteriores.
A la madrugada en Termas de Río Hondo (Santiago del Estero) trabajadores
municipales se movilizan por el centro en reclamo del pago de sus salarios y contra una
reducción salarial impulsada por el intendente. Se produce un choque con la policía, como
resultado del cual dos efectivos son heridos.
En el barrio de Villa Pueyrredón, en la Capital, vecinos y comerciantes realizan un
cacerolazo para protestar contra las medidas económicas del gobierno y para pedir mayor
seguridad en la zona; se concentran en una plaza y luego de un breve debate acerca de qué
hacer, deciden realizar un cacerolazo y una marcha hasta la Av. San Martín golpeando
cacerolas, y cortan el tránsito por una hora; luego siguen marchando para desconcentrarse
tras realizar una asamblea55.
Miércoles 19 a la mañana:
La lucha económico práctica de los asalariados deviene en combates callejeros
Aunque lo que distingue al día 19 es la multiplicación de los saqueos a
supermercados y comercios en general en once provincias (Buenos Aires, Santa Fe, Entre
Ríos, Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero y
Corrientes) y en la Capital Federal, y, al anochecer, el inicio de las manifestaciones de
masas, durante la mañana se producen cortes de rutas, marchas y combates callejeros,
protagonizados por trabajadores asalariados ocupados que reclaman salarios adeudados y se
oponen al ajuste (en Tucumán, Córdoba y La Plata), por pequeños propietarios (Entre
Ríos), trabajadores desocupados (Chaco, Corrientes, Jujuy y Río Negro) y “sin techo”
(Mendoza),
El comienzo del día encuentra a los trabajadores del ingenio La Trinidad, en el sur
de Tucumán, cortando por segundo día consecutivo, entre las 7 y las 16, la ruta 38 al norte
de la ciudad de Concepción, con el apoyo de cañeros, comerciantes y otros pobladores, en
reclamo del pago de salarios adeudados. Lo mismo ocurre en Entre Ríos, donde
agricultores, comerciantes y transportistas mantienen ocho cortes de rutas, cinco de ellos
sobre la ruta nacional 14 a la altura de las ciudades de Concordia, San José y Chajarí, e
impiden el paso de unos dos mil camiones. En el Chaco setenta integrantes del Movimiento
de Trabajadores Desocupados General San Martín y del Movimiento Almafuerte cortan la
ruta nacional 11 en el acceso sur a Resistencia: reclaman asistencia social y una respuesta a
su propuesta de hacer viviendas cuatro veces más baratas que lo que paga el estado en la
actualidad, proponen utilizar seis hectáreas para instalar una ladrillería comunitaria y piden
un préstamo de dos camiones y motosierras, bajo amenaza de tomar la Gerencia de Empleo
y el Banco del Chaco y supermercados e instalar ollas populares en distintos puntos de la
ciudad, tal como lo decidieron en una asamblea realizada el domingo 16; a poco de
cumplirse 24 horas los desocupados levantan el corte, con la promesa de que recibirán
55 Un comerciante dice que “decidimos salir a la calle por el tema de la inseguridad y por las medidas
económicas que ha tomado este gobierno, que ha sido votado por el pueblo, y en vez de darle un beneficio a la
gente cada vez estamos peor. Nosotros somos vecinos y comerciantes que estamos con mucha, mucha bronca;
por eso decidimos juntarnos para hacer esta movilización” (Crónica 19/12/01).
mercaderías56. En la misma provincia, en Fontana, unas mil quinientas beneficiarias del
Plan Solidaridad, entre los que hay numerosos niños y ancianos, toman la intendencia desde
el día 18 exigiendo que la intendente cumpla su promesa de pagar por lo menos una cuota
de los tres meses que les adeudan; la mayoría pide que renuncie; la concentración y toma se
prolonga hasta el 20. En Corrientes, a partir de las 9,30 más de trescientos trabajadores del
Programa de Emergencia Laboral municipal, provincial y nacional y del programa Jefas de
Hogar cortan los accesos al puente General Belgrano en reclamo del pago del salario del
mes de noviembre y la continuidad de estos planes en 2002; están presentes representantes
de distintos jardines de infantes en los que se desempeñan beneficiarias de este programa
como docentes; el corte dura dos horas, habilitándose cada tanto la circulación de
vehículos; lo levantan cuando el gobierno nacional anuncia el pago a partir del día
siguiente. En Mendoza, frente a un barrio humilde en Luján de Cuyo, los vecinos cortan la
ruta nacional 40 en reclamo por la propiedad de sus viviendas, y empleados de la Dirección
de Minoridad y Familia hacen otro corte, donde hay corridas y un detenido. En Cipolletti
(Río Negro) cien integrantes de la Coordinadora de Desocupados llegan a pie y en bicicleta
hasta la municipalidad donde reclaman, como todos los días, trabajo y comida. En Jujuy,
desocupados agrupados en la CCC cortan tres rutas y marchan a la legislatura para
reclamar tierras. En la Capital Federal una caravana de más de mil taxistas recorre el centro
haciendo sonar sus bocinas en protesta contra medidas del gobierno municipal.
En Córdoba, un grupo de trabajadores municipales protestan por la falta de un
cronograma de pago del aguinaldo y los salarios, destruyen la planta baja de la sede de la
municipalidad y los vidrios del segundo y tercer piso; cuando interviene la policía,
arrojando gases lacrimógenos y balas de goma, los choques se trasladan a las calles del
microcentro, prolongándose durante unas cuatro horas; a los municipales se suman
trabajadores del sindicato de Luz y Fuerza, judiciales y choferes de la Unión Tranviarios
Automotor; mientras los policías avanzan disparando, los manifestantes responden con
piedras y naranjas inyectadas con líquidos cadavéricos, que extraen de los ataúdes de los
cementerios municipales; finalmente la policía arroja gases al interior de la sede de Luz y
Fuerza, aduciendo que desde los pisos superiores les arrojan macetas. Quedan quince
heridos leves (a los que se suman 12 chicos de un ballet que ensayaban en el sindicato
atendidos en un hospital con irritación en los ojos y vías respiratorias) y treinta detenidos.
El intendente Kammerath (“estos empleados buscan que la municipalidad esté peor. Hacen
asambleas para que la gente no pueda pagar los impuestos”57) y el gobernador de la Sota
(“son lamentables los incidentes” “los dirigentes quieren echar leña al fuego” 58) repudian a
los manifestantes.
En la capital de la provincia de Buenos Aires, al mediodía, dos mil trabajadores
estatales, administrativos, judiciales, de hospitales y docentes convocados por la CTA se
concentran frente a la legislatura para protestar contra el proyecto del gobernador Ruckauf
de reducir un 20% el presupuesto provincial, pasar a disponibilidad a los casi 180.000
estatales y jubilar anticipadamente a los mayores de 53 años; cuando los manifestantes
56 La recibirán las siguientes organizaciones: Movimiento 17 de Julio, Movimiento General San Martín,
Movimiento Norte Grande, Centro de Desocupados, Movimiento Las Palmas, Movimiento Los sin Tierra de
La Leonesa, Movimiento Autoconvocados de La Leonesa, Movimiento Malvinas Argentinas de
Barranqueras, Unión de Delegados Vecinales de villa Forestación, Movimiento Julio Gamarra de Fontana,
Movimiento Zona Norte y Movimiento Bocep.
57 Clarín 20/12/01.
58 Clarín 20/12/01.
avanzan con intención de entrar, efectivos de la guardia de infantería de la policía
bonaerense, que custodian la legislatura y la casa de gobierno, comienzan a disparar balas
de goma y gases, a los que los manifestantes responden con piedras; hay más de 20 heridos;
la policía acusa a “integrantes de la agrupación Quebracho”.
Miércoles 19 y jueves 20
Los saqueos se convierten en Revuelta con elementos de Motín
Paralelamente se están desarrollando los saqueos de comercios que continúan el día
20, con el rasgo, en muchos de ellos, de los choques callejeros entre saqueadores y policías,
mientras se mantiene la tensión y el pánico: negocios con las persianas bajas o a medio
abrir, oleadas de anuncios de saqueos que en muchos casos no se producen, comerciantes
tratando de salvar su mercadería o vigilando con armas y perros.
En algunas ciudades los hechos no tienen mayor envergadura. Por ejemplo, en
Santiago del Estero donde el miércoles 19 sesenta personas se concentran frente al
hipermercado Disco en reclamo de alimentos y son dispersadas por la policía. O en Salta,
donde el jueves 20 unas setenta personas que se trasladan en un camión y llevan barretas,
palos y piedras son detenidas cerca de un supermercado que se proponen saquear.
El Gran Buenos Aires, en cambio, es uno de los epicentros: el ministerio de
Seguridad de la provincia informa que desde las 3.30 de la madrugada hasta la media tarde
hay más de treinta focos de tensión en zonas humildes, calles comerciales céntricas o
barrios de clase media59: saqueos consumados en supermercados grandes, medianos y
chicos, e intentos fallidos y pedidos de comida, a veces satisfechos; la policía no interviene
en algunos casos y en otros actúa con palos, gases y balas de goma. Se calcula que
participan de los saqueos unas nueve mil personas, en San Fernando, Pilar, Derqui,
Escobar, Boulogne, San Isidro, Vicente López, Malvinas Argentinas, Merlo, Maquinista
Savio, José C. Paz, San Miguel, Moreno, Villa Trujuy, Villa Tessei, El Palomar, Caseros,
San Martín, Billinghurst, Villa Ballester, Ciudadela Norte, Ramón Castillo, Ramos Mejía,
Lomas del Mirador, José Ingenieros, Tapiales, La Tablada, José León Suárez, Lomas de
Zamora, Villa Fiorito, Lanús, Banfield y Quilmes. Las empresas de supermercados más
afectadas son Carrefour y Día (propiedad de la misma empresa), Auchan y Eki60. En los
Carrefour de Moreno y Morón, se llevan alimentos, en los de San Justo y de San Fernando
también electrodomésticos; también son saqueados otros supermercados de la misma
empresa: 20 Supermercados Día y otros cinco Norte, Tía y Tanti. Se producen incidentes de
menor magnitud en locales de Disco, Jumbo y Wal Mart; Coto informa que hay saqueos en
cuatro de sus supermercados, entre ellos el de Ciudadela, donde los empleados se enfrentan
con los saqueadores con palos de hockey y otros elementos. También son saqueados
supermercados mayoristas: tres locales de Hipermay, Jaguar, HiperAzul y Maxiconsumo. Y
hay numerosos saqueos de pequeños comercios.
Mujeres, jóvenes, adolescentes, niños y hombres se concentran, e intentan saquear,
enfrentándose en muchas ocasiones con comerciantes, empleados y policías. En zonas
donde no se producen saqueos, hay tensión y pánico. En muchos centros comerciales bajan
las persianas ante el mínimo rumor de ataques.
59 El 19 se reconocen 215 saqueos a supermercados y el 20 al menos otros 35 (Crónica 21/12/01).
60 Según declaraciones empresarias hay 40 locales de Eki “donde hay gente que quiere entrar por la fuerza” y,
a lo largo del día, son saqueados 27 locales.
Vamos a describir algunos hechos:
En Moreno habitantes de barrios donde la desocupación ronda el 50% (Sambrizzi,
Bon Giovanni, Parque, San José) realizan durante la noche una asamblea donde elaboran
una lista de las familias solicitantes de comida y deciden salir a pedirla y en su marcha
suman a otros pobres; a las 10 de la mañana son ochocientos los reunidos frente a
Carrefour; cuando un comisario intenta convencerlos de que vayan a reclamar a la
municipalidad, los manifestantes lo abuchean y gritan “queremos comer”. En la pared de un
kiosco con las vidrieras rotas se lee “políticos de mierda”. Los saqueos comienzan a las
3,30 de la madrugada y se prolongan hasta la noche, a pesar de que muchos comerciantes
están armados y electrifican las rejas (por ejemplo el supermercado Min-Kai, donde montan
guardia sobre el techo dos hombres y tres mujeres) o colocan camiones bloqueando la
puerta (supermercado El Cholo). Los grupos de saqueadores pueden ser de treinta
adolescentes del barrio Las Catonas (supermercado Valencia) o de quinientos hombres
mujeres y niños (comercios minoristas en Villa Trujuy). A veces se producen escaramuzas
con la policía que es rebasada por los saqueadores (supermercado Eki) y hay disparos de
gases y balas de goma, y policías heridos (Villa Trujuy).
En Ciudadela, a la mañana, cientos se agolpan frente a comercios a los lados de la
Autopista del Oeste, exigiendo comida; unas quinientas personas que llegan desde Fuerte
Apache, Villa Derqui y Villa Carlos Gardel se concentran frente un supermercado Coto; los
directivos desalojan a los clientes, bajan las cortinas y llaman a la policía; llega un camión
con mercadería para entregar y los jóvenes lo saquean, entre gritos y golpes; un grupo logra
recibir alimentos (una bolsa por familia con pan dulce, arroz, leche y polenta) que entregan
empleados de Coto, custodiados por uniformados con armas largas, en una calle lateral;
luego los concentrados se reagrupan frente al supermercado y los policías vuelven a tomar
sus escudos y palos, hasta que, a las 13, primero un grupo, e inmediatamente el resto, corre
por diez cuadras, hasta el hipermercado mayorista Maxiconsumo, donde cientos de
personas han empezado un saqueo, sin policía a la vista, que dura dos horas; cargan en
mochilas escolares, cajas, remises, bicicletas y camionetas hasta que se dispersan cuando
llega un patrullero con dos policías que tiran gases. Los saqueadores siguen al mercadito El
Sol, de propietarios chinos, donde se llevan desde los alimentos hasta una bomba de agua y
góndolas enteras; algunos suben hasta las habitaciones de la familia y se llevan ropa,
grabadores y el televisor. También son saqueados otros negocios minoristas y un Carrefour,
donde seiscientas personas se llevan todo tipo de mercadería y otras cien saquean un
camión de esa empresa.
En San Martín (GBA) hay saqueos e incidentes en Billinghurst (supermercados Día
y Jumbo); los más importantes son en José León Suárez (supermercados Norte y Día,
autoservicio Darío y otros): en el Norte, se concentran más de doscientas personas y la
policía asegura que les entregarán alimentos; hombres, mujeres y niños esperan durante
horas; cuando algunos se acercan a la puerta los policías sacuden sus bastones en el aire y
todos retroceden; estalla una bomba de gas lacrimógeno y todos corren en medio del
pánico; los policías tiran balas de goma; otros golpean con sus bastones a los que los
enfrentan tirando piedras; las mujeres y los niños desaparecen; un agente saca su arma y
tira con balas de plomo; mientras tanto, unas cuarenta personas logran ingresar por los
fondos del supermercado y en minutos se llevan carritos con pañales, yerba, arroz y harina
escapando de los bastonazos de la policía; dispersada la multitud, los policías están
exultantes61. En Darío el propietario dispara al aire para evitar que un grupo se acerque,
pero lo atacan a pedradas, fuerzan las persianas y saquean el local por completo; al retirarse
se encuentran con la policía, pero no hay detenidos62.
En La Matanza, trescientas mujeres, chicos y algunos hombres gritan y amenazan
en el hipermercado Auchan de La Tablada, rodeado por las villas miseria Palito, Hudson y
Las Antenas y el barrio de monobloques Evita; mientras se está negociando la entrega de
comida trepan por las rejas pero huyen al primer disparo policial: “La policía no hizo
nada”, dice uno de los responsables del hipermercado pero un comisario señala que
“Tenemos orden de no reprimir, sólo estamos para disuadir a la gente, que tiene hambre.
También es cierto que estos saqueadores aparecieron con un camarógrafo de un canal de La
Matanza y se fueron en cuanto disparamos un tiro al aire”63. Hay saqueos de mercaditos de
la avenida Crovara.
Tampoco hay choques en Avellaneda, donde unos trescientos pobladores de la villa
Luján, en Sarandi, que reciben rezagos de verdura del Mercado de Abasto y planes
asistenciales del gobierno provincial, y entre los que hay decenas de militantes peronistas,
cercanos al ex intendente “Cacho” Álvarez, se concentran frente a un supermercado de
barrio; la policía actúa como mediadora en negociaciones que duran tres horas y se reparten
cien bolsas con alimentos; en la plaza le dan un pan dulce a cada uno; la propietaria
promete colaborar con el comedor de la villa.
La intervención de dirigentes políticos tiene su mayor expresión en Moreno, donde,
a la mañana, el intendente Mariano West, declara el “estado de emergencia social” y
convoca a una caravana de protesta a Plaza de Mayo, para “decir basta a esta política
económica”; al mediodía se concentra una multitud en la ruta 2364, desde donde unas mil
personas, entre los que hay miembros de organizaciones locales y de la iglesia católica65,
parten a pie hacia la Capital; a la altura de San Miguel el intendente West aporta camiones
para trasladarlos, sin obtener el apoyo comprometido de los intendentes justicialistas de
Tres de Febrero, La Matanza, San Miguel y San Fernando, ni de dirigentes no justicialistas;
sólo lo apoya Alberto Descalzo, intendente de Ituzaingó66; ya en la ciudad de Buenos Aires,
en la Av. San Martín al 5.500, la caravana es detenida por un operativo policial; mientras el
intendente negocia, el clima en los camiones se caldea; los choferes cortan la avenida
mientras los manifestantes gritan “Queremos pasar”; ante el temor de que la gente se baje,
los organizadores deciden que la caravana regrese a Moreno. También en La Matanza,
manifestantes autoconvocados congregados en la plaza de San Justo reclaman al intendente
Alberto Balestrini que “se ponga a la cabeza de los reclamos de comida” y permanecen en
la plaza por tres horas, manifestando contra del gobierno nacional.
61 Clarín 20/12/01.
62 Un hombre y una mujer quedan rezagados en el local y un policía dispara hacia adentro balas de goma; al
salir el hombre recibe patadas y trompadas, mientras le dicen “Rajá de acá, negro de mierda”; enfrente, el
dueño de una pizzería con un revólver calibre 38 largo en la cintura amenaza: “En mi pizzería nadie se va a
meter. Y ojo conmigo, porque yo tengo balas de punta chata” (Clarín 20/12/01).
63 Clarín 20/12/01.
64 Hay expresiones contra los saqueos: una señora dice “No queremos seguir robándonos entre nosotros. Esto
es una carnicería” y otra manifestante, de la Agrupación Solidaria La Perlita, dice “Yo no estoy de acuerdo
con los saqueos” (Clarín 20/12/01).
65 Página 12 20/12/01.
66 El Popular 20/12/01.
En cambio, en Villa Industriales (Lanús) el saqueo de un pequeño negocio de venta
de electrodomésticos, donde se llevan televisores, calefones, termotanques, lavarropas y
equipos de audio, deriva en un choque entre policías, que disparan balas de goma y gases, y
saqueadores que arrojan piedras. Lo mismo que en Lanús Oeste, donde saquean pequeños
locales y hay incidentes en el supermercado Coto, cuando un grupo se concentra poco
después del mediodía para reclamar comida y se la niegan, intentan entrar por la fuerza, y la
policía dispara balas de goma mientras los manifestantes rompen vidrios a pedradas e
intentan quemar un cartel. También en Vicente López, quinientas personas asedian el
supermercado Sol y atacan a la policía, por lo que el comerciante decide entregar alimentos.
En San Isidro, desde la Villa El Jardín ubicada a tres cuadras del shopping Soleil,
seiscientas mujeres y jóvenes avanzan hacia el local con palos, gomeras y armas de fuego,
exigiendo que les entreguen alimentos; pero la policía tira gases y balas de goma a lo que
responden con piedras y balazos; los manifestantes se repliegan y arman un piquete en la
esquina, donde queman un kiosko de revistas y detienen un colectivo y un camión; la
policía los vuelve a atacar y los persigue hasta la entrada de la villa.
En Morón la policía informa que hubo diecinueve saqueos, en los que fueron
detenidas más de cien personas y heridos diez policías; en Castelar Sur el propietario de un
autoservicio balea a dos jóvenes de un grupo que intenta saquearlo. También hay heridos en
Boulogne, donde doscientas personas saquean un supermercado Oasis y una mujer recibe
un balazo en una pierna disparado por un custodio, que queda detenido; en Villa Celina (La
Matanza), donde otra mujer es baleada en la espalda; en El Talar (Tigre), donde cinco
personas reciben disparos con una escopeta, y en Maquinista Savio, donde varios negocios
son arrasados y un policía es herido por una piedra.
Al atardecer se producen los primeros muertos en saqueos en el GBA. Propietarios
de pequeños comercios matan a dos saqueadores: en el supermercado chino Family (Villa
Fiorito) el dueño dispara dos balazos contra un grupo de personas que se acerca, mata de un
tiro en la cabeza a Diego Avila de 24 años, y es trasladado a la comisaría de Ingeniero
Budge, ante el temor a una represalia en el barrio; en Steffi (Libertad - Merlo), el suegro del
propietario mata de tres balazos a Cristian Eduardo Legembre, de 20 años.
Al día siguiente, el jueves 20, en el GBA circulan fuertes rumores, a veces
impulsados por la misma policía. Un subcomisario de Martínez (San Isidro) avisa al
Unicenter que “hay una columna de quinientas personas en la Panamericana que vienen a
robar”67; el shopping, custodiado por treinta policías cierra; sin embargo, finalmente llegan
apenas sesenta personas de la villa Borges de Vicente López que reclaman comida y a las
18 ciento sesenta que dejan un pedido de alimentos; en cambio, en un local de computación
a media cuadra de la municipalidad tiran una bomba incendiaria. En Villa Insuperable (La
Matanza), los vecinos hacen fuego en las calles porque “nos avisaron que viene gente de las
villas del Camino de Cintura”68.
Pero no siempre los anuncios de saqueos son falsos y se produce un hecho
novedoso: el saqueo de viviendas particulares. Corren fuertes rumores de que hay
“centenares de personas que circulaban en camiones y colectivos [y] bajaban de sus
vehículos para saquear viviendas particulares en Villa Insuperable, Gregorio de Laferrere,
Ciudad Evita y en el barrio Odisa de Lomas de Zamora, entre otras”69, que funcionarios de
67 Clarín 21/12/01.
68 La Nación 21/12/01.
69 La Nación 21/12/01.
seguridad de la provincia de Buenos Aires descartan como “acciones sicológicas para crear
pánico y confusión”70; pero existen referencias de saqueos en el Barrio Odisa, donde al
mediodía saqueadores rompen las alambradas y entran a veinte departamentos de dos torres
del complejo habitacional, se llevan electrodomésticos y otras pertenencias y huyen cuando
llega la policía71. También en Villa Dorrego (La Matanza), según el diario Crónica,
saqueadores entran a robar en casas e incendian las precarias viviendas de madera ante el
terror de sus propietarios, que huyen. También saquean departamentos en el barrio Don
Orione, en Claypole (Almirante Brown), en el barrio San José Obrero72, en Ciudad Evita y
en la Av. Cristianía en Laferrere (La Matanza), donde gente de barrios precarios roba
viviendas73. En muchos lugares, como La Matanza, habitantes de villas y asentamientos
“salieron con palos, cuchillos y armas a levantar barricadas” ante rumores de ataques desde
otras villas74. También hay barricadas y gente armada en las terrazas, entre los vecinos de
Ingeniero Budge75. En Ciudadela Norte, que fue uno de los epicentros de los saqueos del
miércoles 19, los comerciantes de la Av. Gaona organizan una cadena telefónica para
prevenirse; el supermercado Coto sobre la Autopista del Oeste contrata más de treinta
policías de la guardia de infantería.
Hay también saqueos en los partidos de Merlo y Quilmes; en La Matanza saquean
un negocio de artículos del hogar y un mayorista de alimentos; en Tigre, un hipermercado y
en José C. Paz, una panadería. En La Tablada tres mil personas saquean una distribuidora
mayorista de galletitas. En San Martín el autoservicio Seven es saqueado tres veces:
primero, la gente del barrio se cansa de esperar que los empleados del local repartan
alimentos, cientos de personas después de saquear el supermercado Eki que está enfrente,
se meten por la fuerza en Seven hasta que llega la policía y se retiran; pero más tarde,
hombres, mujeres y niños vuelven y se llevan lo que había quedado; finalmente, a las 17,
vuelven a saquearlo e incendian el local76; el supermercado Eki ubicado enfrente también
sufre dos saqueos: se llevan hasta los inodoros de los baños; también fuerzan las persianas
y saquean un Super Día. En Derqui (Pilar), dos negocios de venta de carnes y verduras,
ubicados en el centro comercial, son saqueados a la mañana por un centenar de personas:
primero un grupo de mujeres que se definen como “amas de casa”77 y después, en un
negocio de enfrente, donde 20 personas violentan las persianas y se llevan todo78. Frente a
un supermercado en la Av. Tomás Márquez, unas cincuenta mujeres, niños, adolescentes y
70 La Nación 21/12/01.
71 La Nación, Página12, Crónica 21/12/01
72 Página12 21/12/01.
73 La Nación 21/12/01; Diario Popular 21/12/01.
74 Declaraciones de Luis D’Elia sobre su propio barrio en Pagina12 21/12/01.
75 Por ejemplo, en el autoservicio Inti hay diez hombres armados en la terraza y en el supermercado Victoria
hay tres hombres armados.
76 Según una cajera, los saqueadores son los clientes de todos los días; “Claro que sé que fueron mis clientes
habituales los que me saquearon, pero yo no les guardo rencor. La verdad es que si con el hambre que hay no
me saqueaban eran unos boludos”, dice el dueño (Clarín 19/1/02).
77 “Nosotras somos amas de casa que hemos salido a saquear comercios y lo haremos todas las veces que sea
necesario porque no tenemos qué darles de comer a nuestros hijos. No tenemos trabajo y tampoco tenemos
para comer... Estamos cansados de que siempre tengamos que pagar nosotros los ajustes del gobierno. Y le
quiero explicar una cosa, lo que hemos hecho nosotros no tiene nada que ver con la política sino que acá nos
hemos organizado un grupo de madres para salir a saquear comercios de comida” (Diario Acción, de General
Rodríguez).
78 Uno de los empleados dice que los saqueadores bajan de una Traffic y que a ellos se suman mujeres.
hombres, que acuden al lugar después de escuchar por radio la promesa de que allí
recibirían bolsones de comida, se concentran a la espera de la entrega de alimentos.
Comerciantes de Maquinista Savio, Del Viso y Manuel Alberti trabajan con sus persianas
bajas. Se suceden los rumores de que saqueadores de la periferia se acercan al centro de
Pilar para arrasar con todo. En San Justo (La Matanza), frente a un Carrefour cien
manifestantes de la CCC que pedían comida son atacados por la policía.
En el Conurbano bonaerense el 20 se suman otros siete muertos: en Merlo, Julio
Hernán Flores, de 15 años, recibe un balazo cuando se dirige al negocio de su tío que está
siendo saqueado; en Gregorio de Laferrere, Damián Vicente Ramírez, de 14 años, muere
por un balazo en la cara mientras participa del saqueo de la carnicería Kun; en el barrio
Don Orione, en Claypole, Víctor Ariel Enrique, de 21 años, muere en la vereda del
autoservicio Arca Noé cuando su dueño dispara una escopeta y una pistola; Pablo Marcelo
Guías, de 23 años, muere en el saqueo de un mercadito en San Francisco Solano (Quilmes);
Roberto Agustín Gramajo, de 19 años, muere en el saqueo del autoservicio Nico en Don
Orione; Mariela Rosales, de 28 años, es baleada por el dueño del supermercado Hola, en
Villa Centenario (Lomas de Zamora). Unas cincuenta personas resultan heridas.
En la provincia de Entre Ríos, en Concepción del Uruguay, donde desde el 17 ya se
han producido seis saqueos, los ataques a comercios y choques callejeros siguen desde la
noche del 18; ante la amenaza de los pobladores de asaltar los edificios públicos el
intendente, los dos jueces de instrucción con todos sus empleados y el párroco de la basílica
local se atrincheran en la jefatura de policía; para cuidarlos (lo mismo que a las armerías,
cercadas también por los manifestantes) la policía abandona la custodia de supermercados;
en los choques quedan ocho policías heridos y se les acaban las balas de goma; la
prefectura, con efectivos locales y el grupo Albatros, patrullan las calles; todos los
comercios han cerrado sus puertas; detienen a cincuenta y cuatro personas, entre ellas
veinte menores, acusados de robos y daños, y también a militantes, como José María
“Chelo” Lima; al día siguiente la policía allana más de diez casas y comercios ante la
sospecha de que algunos comerciantes robaron mercadería para revenderla. Al mediodía del
19, en Gualeguaychú, saquean dos comercios y una estación de servicio; más de trescientas
personas de los barrios pobres de la periferia avanzan sobre un supermercado Norte
exigiendo alimentos; ante la demora en atenderlos por parte del gerente, los manifestantes
atacan con palos y piedras a la policía y gendarmería que custodian el local; éstos
responden con balas de goma y gases y el choque callejero se prolonga durante seis horas;
cuando la policía se queda sin balas responde con piedras hasta que llegan refuerzos; hay
disparos desde todos lados; quedan siete policías con heridas cortantes, “incontables”
heridos y más de cuarenta detenidos; finalmente el supermercado se compromete a entregar
mercadería, a través del municipio. El 19 en Villaguay un numeroso grupo de personas se
concentra a la tarde frente al cuartel de bomberos para reclamar las bolsas de mercaderías
que por la mañana había prometido el supermercado Acuario a unos cincuenta pobres que
se concentraron allí y que amenazaban con saquearlo; por la gran afluencia al cuartel se
pide la colaboración de otros comercios y los supermercados Amanecer y Superconcepción
envían alimentos; cuatro personas son detenidas acusadas de provocar desórdenes; desde la
tarde circulan falsos rumores sobre la llegada de saqueadores desde Concordia, Villa Clara
y Villa Domínguez, por lo que se despliega un amplio operativo de seguridad en torno a
comercios y patrullajes en las calles; al día siguiente al mediodía desocupados realizan una
concentración en la plaza 25 de Mayo para reclamar la libertad de los cuatro detenidos el
día anterior79. El 19 a la noche, en Paraná unas ochenta personas, en su mayoría
trabajadores estatales a los que les deben dos meses de salarios, se concentran frente a un
supermercado Norte para exigir la entrega de mercaderías; otras sesenta personas se
concentran frente a un supermercado Disco, pero son desalojados por la policía; en un Wal
Mart hay enfrentamientos con piedras y balas de goma; al día siguiente el choque es a
balazos cuando cien personas se concentran frente al mismo supermercado, cerrado y
custodiado, reclamando alimentos y usando carros tirados por caballos logran voltear parte
del vallado e intentan hacer una barricada con basura y otros elementos a los que prenden
fuego sobre la avenida que cruza frente al local para evitar la llegada de más patrulleros, se
producen choques durante varios minutos con disparos cruzados entre la policía y
francotiradores que tiran desde barrios humildes; después intentan incendiar una estación
de servicio; también se producen choques entre manifestantes y la policía en una sucursal
de la cadena Norte, al este de la ciudad. En Entre Ríos mueren Romina Icurain80, José
Daniel Rodríguez81 y un joven oriundo de Nogoyá82.
Mientras tanto, el 19 en Rosario recomienzan desde el mediodía los saqueos en
distintos lugares de la ciudad y se producen nuevos choques callejeros, de mayor
envergadura, entre manifestantes y policías, con piedras y armas de fuego. El clima de
tensión comienza a la mañana, en la zona oeste, cuando no aparecen bolsones de alimentos
prometidos; desde el mediodía los continuos incidentes frente a supermercados desembocan
en saqueos, que la policía no puede impedir; poco antes centenares de personas apedrean
una sede municipal y la policía dispara gases y balas de goma. En el límite entre Villa
Banana y el barrio Bella Vista se llevan alimentos y bebidas de un mercadito; llegan unos
treinta policías, que lo custodian y toman gaseosas, mientras sobre la avenida hay maderas
quemadas y del otro lado los habitantes de la villa gritan por más, hasta que se produce un
enfrentamiento callejero; a las 15, con un pañuelo blanco en la mano, el párroco Amantini
(de Caritas) logra una tregua en el enfrentamiento y se entablan negociaciones con el
propietario del comercio que está dispuesto a ceder los alimentos para proteger los
electrodomésticos83; se decide repartir los alimentos que quedaron tirados por el piso, pero
se desata otro enfrentamiento, dos mujeres son heridas con balas de goma y hay varios
detenidos84; llegan cinco patrulleros y los policías disparan desde los autos; los saqueadores
sólo atinan a tirarse al suelo y se repliegan hacia la villa mientras los policías arrastran de
los pelos a una mujer detenida; otra mujer es baleada por la policía; se oye un disparo desde
la villa; el cura llama al obispo de Rosario Eduardo Mirás, que cuando llega califica a la
situación de “guerra”; finalmente la policía se repliega; a unas tres cuadras le roban el arma
79 “Queremos que los liberen porque ellos dieron la cara por nosotros. No es justo que nos metan presos
porque salgamos a pedir qué comer, cuando en época de elecciones tenemos que votar quién va a robar más”.
El Pueblo; 20/12/01.
80 De 15 años, hija de un empleado municipal y comerciante, muere en su casa, cerca del supermercado, con
una bala perdida en la cabeza (Clarín 22/12/01).
81 De 24 años, militante de la CCC, con dos balas en el pecho, otra en una pierna y otra en un brazo (Crónica
5/1/02).
82 De 16 años, alcanzado por balas de itaka (Crónica 24/7/02).
83 Indicadores del estado de ánimo son las siguientes declaraciones: el jefe de la policía rosarina, dice “No sé
cómo vamos a hacer, padre; está todo desbordado” (La Capital 20/12/01); un chaqueño viejo habitante de
Villa Banana dice: “Si la cana quiere joda, acá adentro tenemos los fierros, que todavía no usamos” (Clarín
20/12/01).
84 La Capital 20/12/01.
a uno de ellos y se escuchan balazos desde todos lados. Minutos después, es saqueado otro
supermercado; llegan varios policías de civil, que disparan contra los saqueadores;
finalmente, el propietario decide entregar personalmente el resto de la mercadería. La zona
oeste es tierra arrasada. En el sur de Rosario, al mediodía, más de doscientas personas –
muchas de ellas mujeres y niños habitantes de villas miseria cercanas- se concentran frente
al supermercado Jac del barrio Tiro Suizo, para reclamar alimentos; cuando llega la policía
los pobres les arrojan piedras, que son respondidas con gases y balas de goma, por lo que la
multitud se dispersa, reagrupa y siguen los choques durante una hora, hasta que se repliegan
hacia las villas. La zona sur también es escenario de otros saqueos; en algunos la policía
irrumpe a balazos y dispersa a los pobres, a los que persigue por las calles del barrio, en
otros hay apedreos. En la zona suroeste, mientras el propietario de un supermercado
distribuye alimentos a una cuadra de su comercio, éste es saqueado. Frente a un local de
supermercados Único los empleados rompen botellas de aceite y otros envases para impedir
el saqueo. A la noche una gran cantidad de habitantes de la villa del Bajo reclama alimentos
frente a tres supermercados. En los accesos a Rosario son apedreados y saqueados varios
camiones de Swift, Molinos y La Serenísima (lácteos) y otro camión con cereales. Según
Rosario/12, son saqueados cuarenta comercios en Rosario y ocho en Villa Gobernador
Gálvez. Al final de la jornada hay cinco muertos por heridas de bala, cuatro en Rosario y
una en Villa Gobernador Gálvez: Claudio Lepratti85, Graciela Acosta86, Juan Delgado87,
Rubén Pereyra88 y Yanina García89; casi doscientos heridos90, entre ellos cuatro chicos,
85 Ex seminarista de 38 años, delegado gremial de los estatales, que coordinaba talleres para niños y
adolescentes en una villa, daba clases de filosofía y teología en la escuela de la parroquia y colaboraba en el
comedor de la escuela 756 de Las Flores, mientras miraba desde el techo de la escuela recibe un balazo de
Itaka disparado por un policía desde un patrullero como respuesta a un insulto a otro que tira sobre chicos que
están saqueando (otra versión dice que querían hacer un corte) en España y Circunvalación (Clarín 21/12/01 y
La Capital 21/12/01); Lepratti estaba en contra de los saqueos y les había dicho a los chicos de la villa que no
salieran porque era muy peligroso (La Capital 21/12/01); es velado en la villa Ludueña donde numerosos
chicos lloran desconsolados y gritan “Se siente, se siente, Pocho está presente”.
86 Ama de casa de 35 años, viuda con siete hijos menores, que cobraba una pensión de $140 y recibía ayuda
social de la municipalidad, militante del Partido Comunista que colaboraba con la Comisión de Derechos
Humanos, es baleada por la espalda en Villa Gobernador Gálvez, a una cuadra del supermercado La Gallega,
mientras mira el saqueo que se está produciendo (Clarín; 21/12/01; La Capital; 21/12/01 y Rosario/12).
87 De 27 años, changarín de albañilería y vendedor de flores es muerto por la policía frente a un supermercado
en Pasco y Necochea, donde 400 personas piden comida; testigos afirman que recibió balazos de goma y fue
fusilado por un policía con un disparo de Itaka a menos de tres metros (La Capital 20/12/01 y 21/12/01).
88 Ciruja de 20 años, es parte de un grupo que detiene camiones para saquearlos en el barrio Las Flores donde
vivía; al intervenir la policía, muere de un balazo en el pecho (La Capital 21/12/01).
89 Ama de casa de 18 años, casada con un changarín, se encuentra en la vereda de su casa en Pasco y
Gutenberg, donde un grupo de gente quiere saquear un supermercado; se producen enfrentamientos entre
manifestantes y policías, que disparan “para todos lados”; muere por un balazo de escopeta (La Capital
21/12/01).
90 Entre ellos, en Ayacucho al 6300 la policía dispersa a un grupo de vecinos que reclaman comida e hiere en
una mano a María Rosa Ibáñez, de 26 años, militante de la Federación de Tierra y Vivienda. En Moreno y
Lamadrid, un comerciante coreano enfrenta a la multitud que reclama comida y le hace un tajo en la espalda
con una faca a un joven, lo que desencadena un violento saqueo. Un adolescente de 16 años resulta herido de
bala por la policía.
nueve policías, cuatro por heridas de bala91 y 117 detenidos (25 menores, 72 hombres y 20
mujeres)92.
Al día siguiente, a media mañana comienzan nuevos saqueos en la zona oeste de
Rosario e intentos de saqueos, tiroteos y apedreos en la zona sur. En la zona oeste, unas
quinientas familias esperan en el Distrito para recibir alimentos, pero a una cuadra, sesenta
personas salen de Villa Banana y saquean, por segunda vez en 48 horas, el pequeño
supermercado El Triunfo que queda totalmente destruido con las persianas rotas, las
góndolas en el piso y mercadería desparramada por la vereda. En Avellaneda al 3000 un
periodista del diario La Capital recibe un balazo calibre 32 por la espalda mientras dialoga
con un pequeño grupo que participa de un piquete en reclamo de alimentos, después de que
la policía atacó ese piquete y la mayoría de la gente se replegó a la villa cercana. En la zona
sur, en Ayacucho al 6200, hay enfrentamientos entre manifestantes y la policía durante toda
la jornada. A las cuatro de la mañana setenta y cuatro familias del barrio La Esperanza se
concentran para esperar una prometida entrega de alimentos, pero las cajas nunca llegan y
hay protestas; en cambio llega la policía que dispara y es respondida con piedras y armas de
fuego desde la villa de emergencia en Ayacucho y Circunvalación. A pocas cuadras, en
Villa Gobernador Gálvez, los dueños de dos supermercados custodian sus negocios ante un
inminente saqueo93. Frente a los supermercados Coto, La Gallega y Azul, en
Circunvalación y Córdoba, lo mismo que en Circunvalación y la ruta 34, se forman
piquetes para reclamar la entrega de alimentos, hasta que son dispersados por la policía con
gases y balas de goma. En Oroño al 4100 un grupo de jóvenes intenta forzar las persianas
de una distribuidora de alimentos pero la policía, que llega en una decena de patrulleros,
impide el saqueo. En Balcarce al 3900 un carnicero entrega toda su mercadería, mientras
cerca de allí, al mediodía, los dueños de un mercado en 24 de Septiembre y Balcarce
arrojan botellas desde la terraza para defenderse, ante el intento de saqueo del local por
parte de un grupo de desocupados. También es robado un colectivo de larga distancia. El 20
hay en Rosario más de cien detenidos.
Al mediodía del 19, también se producen incidentes en San Juan: se concentran
cincuenta beneficiarios de planes Trabajar frente al Hiperlibertad; el ministro de Gobierno
Rodolfo Colombo, acompañado de un Papá Noel, y el representante de esos beneficiarios
(vinculado a Cruzada Renovadora) se presentan para resolver la situación; al enterarse de la
presencia del ministro llegan unas cien personas del barrio cercano y otras más, vecinos del
barrio El Lote de la Puñalada, Barrio Jardín, Barrio Aramburu y Rivadavia Norte; el
ministro habla con los desocupados y con los “sin techo” (cuyo presidente es afiliado al PJ)
pero lo llaman “caradura” y “mentiroso”; los coordinadores de los demandantes hablan con
los responsables del hipermercado y se retiran en su auto; siguen llegando pobres, entre
ellos los de Villa Monte Romaní, con su representante (escobarista); como los insultos
crecen, el ministro se entrevista con el gerente del supermercado; minutos después los
pobres intentan ingresar al supermercado y la policía los dispersa con gases y balas de
goma; un policía habría resultado herido por un disparo de arma de fuego. A la tarde
ochenta hombres y jóvenes arrojan piedras contra el supermercado Súper Vea, en el
91 Tres de ellos fueron atacados a las 20.30 en Oroño y Doctor Riva cuando custodiaban un pequeño mercado
que había sido saqueado.
92 La Capital 20/12/01.
93 Uno de ellos le dice a la prensa que se retire, porque si filman la policía no puede reprimir: “Quiero que a
los que vengan los caguen a balazos” (La Capital 21/12/01).
departamento de Rawson, la policía los dispersa con gases y balas de goma y los persigue
cuando intentan refugiarse en un barrio vecino. En el mismo departamento se concentran
más de quinientas personas frente a la sucursal de Átomo Supermercados y Panadería San
Sebastián, donde hay un choque callejero con piedras, gases y balas de goma; un grupo
logra llevarse mercaderías; los incidentes continúan hasta la noche, cuando más de
cincuenta personas arman una barricada con carteles y otros elementos desde donde arrojan
piedras contra los policías y gendarmes; según la policía entre ellos hay personas armadas.
A las 18.30 saqueadores atacan a pedradas los locales de la Boutique del Jamón y un
autoservicio; la policía interviene arrojando gases; hay saqueadores heridos y detenidos. A
las 20.25 otro grupo, en su mayoría mujeres, se concentra frente al supermercado Súper
Vea en Trinidad, donde queman neumáticos. Alrededor de las 22, cerca de la municipalidad
de Rawson algunas personas rompen vidrieras de comercios y se enfrentan con la policía.
Al final del día siete policías y tres hombres resultan heridos y un bebé asfixiado por los
gases lacrimógenos; a las 23, hay sesenta detenidos (12 menores, 3 mujeres y 45 hombres).
En las primeras horas del día 20 se concentran habitantes de los barrios y villas cercanos al
supermercado Átomo para recibir los alimentos prometidos la noche anterior; horas
después se realiza la entrega, pero según los pobladores resultan insuficientes; también la
municipalidad entrega alimentos en diversos barrios pobres. A la tarde vuelven a producirse
choques callejeros con piedras y balazos de goma frente al supermercado Átomo cuando un
grupo de personas intenta ingresar, pese a estar custodiado por policías y gendarmes, que
los dispersan y persiguen por las calles aledañas, deteniendo a unos treinta94; hay algunos
policías heridos por las pedradas y manifestantes por balas de goma.
En la zona norte de la ciudad de Santa Fe centenares de personas, en su mayoría
adolescentes, merodean tres supermercados, que inmediatamente son custodiados por
policías; se producen enfrentamientos con disparos de armas de fuego. A las 2 de la tarde
doscientos habitantes del barrio Chaqueño se concentran frente a un supermercado para
pedir alimentos, el dueño acepta entregar cien bolsones y los manifestantes van hasta la
Basílica de Guadalupe para organizar la entrega; un pequeño grupo se dirige a un
autoservicio donde ingresan y provocan destrozos; la policía detiene a ocho personas. Una
hora después otras doscientas personas saquean un supermercado; también son atacados
dos hipermercados; en uno doscientas cincuenta personas intentan entrar pero unos pocos
policías y los guardias privados lo impiden; los cascotazos son respondidos con balas de
goma, hasta que el dueño de la cadena decide entregar alimentos. A media tarde, cuando ya
los negocios están rodeados por policías, decenas de personas siguen en las
inmediaciones95; unas trescientas personas saquean un supermercado Bienestar y Miguel
Pasini muere de dos escopetazos atribuidos a un comerciante vecino96; hubo veinte heridos
y aproximadamente trescientos detenidos en la ciudad97.
También en Mendoza, donde habían comenzado seis días atrás, los saqueos
disminuyen: poco después de las 15, un grupo de personas se concentra frente un
94 Según la policía, muchos de ellos tienen antecedentes penales.
95 Según el secretario de Promoción Comunitaria de la municipalidad, la gente fue convocada por la radio,
donde anunciaron que a partir de las 16 podían presentarse en los supermercados porque entregarían
alimentos; al no haber entregas comenzaron los destrozos (Rosario/12 19/12/01).
96 De 15 años, hijo de un changarín de albañilería que vivía en el barrio Cabaña Leiva, una zona humilde en la
periferia de la ciudad, y se acercó al supermercado cercano a su casa informado de que estaban repartiendo
alimentos.
97 No hay información de que los saqueos se extendieran al día 20.
supermercado Disco-Vea, en el departamento Godoy Cruz y la policía les dispara gases y
balas de goma; hay cinco heridos, diecinueve detenidos y policías apedreados. También hay
choques frente a otro supermercado Disco-Vea, en Luján de Cuyo. El 20, en San Rafael
mujeres y niños se concentran frente a un supermercado Vea y reclaman con palmas y
cánticos la entrega de comida; el secretario de Gobierno de la comuna los convence de que
vayan a la sede de Desarrollo Social, donde les entregan un vale para canjear por alimentos.
En la ciudad de Buenos Aires, desde la tarde del 19, hay rumores (falsos) en la city
que dan por cierto que grupos de saqueadores han arrasado con el centro comercial del
barrio de Once y que el próximo objetivo sería el microcentro; alrededor de las 15, en la
calle Florida y otras calles comerciales cierran los negocios por recomendación de la
policía98. Poco después de las 17 unas diez mujeres –que forman parten de un grupo mayorllegan
caminando (alrededor de siete kilómetros) desde José León Suárez al Wal Mart de
Villa Pueyrredón y piden comida, sin éxito, porque el hipermercado está cerrado ante el
temor de que lo saqueen. Pero a esa hora los saqueos comienzan en los barrios del sur de la
ciudad, y se extienden hasta la noche: unas cien personas provenientes de la villa Pirelli,
Ciudad Oculta y el barrio Luis Piedrabuena saquean comercios y camiones en Villa
Lugano; una multitud se congrega frente a un supermercado cuyos dueños, orientales,
acceden a entregar bolsas de alimentos; después saquean otro supermercado de dueños
chinos, que bajaron las persianas y quisieron electrificarlas; cuando llega la policía, que
arroja gases y balas de goma dentro del local, se desbandan y se dirigen a otros locales,
donde son repelidos a balazos o no pueden ingresar, por lo que vuelven y continúan
saqueando; la policía regresa y dispara balas de goma mientras los saqueadores le arrojan
botellas y piedras. También a la tarde, decenas de desocupados e indigentes apedrean los
hipermercados Coto, Día y Tía en el barrio de Constitución e intentan apoderarse de
alimentos, pero son repelidos por policías con gases y balas de goma; al menos diez
personas son detenidas; los manifestantes no se retiran y más de un centenar se queda hasta
la noche ocupando la calle Lima, donde cortan el tránsito al grito de “Queremos comer” e
insultos al ministro del Interior Ramón Mestre. En Barracas, en la villa 21-24, hombres,
mujeres y adolescentes saquean alimentos en un supermercado chino, en medio de las balas
de goma y gases lacrimógenos arrojados por la policía; los dueños de modestos negocios de
la villa cierran sus puertas. A las 22, en el barrio de la Boca, centenares de personas se
enfrentan a pedradas y puñetazos con la policía que dispara balas de goma frente a un
supermercado hasta que finalmente se retiran; doscientos cincuenta manifestantes cortan la
Av. Almirante Brown, quemando maderas y gomas; poco antes de la una de la madrugada
la policía, con armas largas y bastones, los dispersa. Mientras ocurren estos choques está
comenzando el “cacerolazo” en otros barrios de Buenos Aires, y el 20 los ataques a
negocios e, incluso el saqueo del supermercado Norte en Rivadavia y Uriburu, se
confunden en el combate callejero que describiremos más abajo99.
98 Un comerciante de Santa Fe y Sánchez de Bustamante dice que “pasó la policía y nos dijo que venían a
saquear desde Juan B. Justo”; en Liniers, otro comerciante dice que “Pasaba el patrullero diciéndonos por
altoparlante que nos quedáramos tranquilos y a los diez minutos volvían a pasar para decirnos que cerráramos
el negocio”; y en Once sucede lo mismo: “El policía de la esquina dijo que cerráramos por precaución” (La
Nación, 20/12/01).
99 El 20 a la tarde muere Rubén Aredes cerca de Ciudad Oculta; no hay datos sobre las circunstancias de esa
muerte. Debe recordarse que mientras se desarrolla el combate callejero en el centro de la ciudad en algunos
barrios hay manifestaciones, cortes de calles y barricadas y quizás, también saqueos.
También a la tarde del 19, comienzan las concentraciones y saqueos en Córdoba,
que se repiten el 20: los más importantes son en el supermercado Minisol, en el barrio
Guiñazú, donde gente que reclama alimentos arroja piedras hasta ser dispersada por la
policía; centenares se concentran frente a un supermercado Cordiez reclamando alimentos;
hay intentos de saqueos; cuatro personas son detenidas y numerosos manifestantes resultan
heridos en choques con la policía; en el hipermercado Libertad, en la Av. Sabattini, la
policía dispara gases y balas de goma a trescientas personas que pretenden ingresar al local
y arrojan piedras; es apedreado un móvil del canal 12 de la ciudad, de donde se llevan
teléfonos celulares y baterías de las cámaras filmadoras. Llega un funcionario del
ministerio de la Solidaridad, para acordar la entrega de alimentos, pero debe retirarse al ser
rechazado por los manifestantes.
El 20, por segundo día consecutivo se producen en Córdoba numerosos saqueos,
protestas y cortes de ruta. Cientos de pobres, que viven en las villas de emergencia que
rodean la ciudad, saquean una docena de supermercados y pequeños comercios100 e
intentan hacerlo en otros treinta, sin lograrlo debido a la intensa acción policial. Los
pequeños comerciantes de los barrios bajan las persianas y se preparan a defender sus
negocios. En los puestos de verduras en el camino a Carlos Paz, los dueños negocian con
habitantes de Villa La Tela entregarles productos a cambio de que no haya destrozos.
Frente al supermercado Minisol (de la cadena Disco), en Villa Allende, se reúne una
multitud desde el miércoles a la noche; a la madrugada la policía ataca y quedan varios
heridos de balas de goma, entre ellos un bebé de diez meses que estaba en su casa; algunos
vecinos disparan contra los policías con revólveres. A la tarde unas cincuenta personas
gritan que tienen hambre; ante el temor de un nuevo intento de saqueo la policía lo impide a
balazos; un chico101 muere de una perdigonada en el pecho disparada por la policía.
También en un supermercado Disco, en el camino a Carlos Paz, hay un intento de saqueo
pero la policía dispara balas de goma contra los adolescentes, que responden con piedras102;
el choque dura unos diez minutos, con avances y retrocesos; minutos después, otro grupo
de adolescentes, habitantes de la villa Los Filtros, ataca una oficina municipal (CPC)
cercana y son repelidos por la policía. Otras cien personas saquean un supermercado
Cordiez en Ituzaingó y son atacadas por la policía con balas de goma y gases. En todos los
saqueos, los adolescentes rompen vidrieras o persianas y después ingresan mujeres y niños
con bolsas para cargar alimentos. Se ven camionetas viejas, cargadas de gente, que
deambulan en busca de comercios para saquear. Desde el mediodía en distintos puntos,
habitantes de villas, en grupos de cuarenta a cincuenta personas, organizan piquetes, que
cortan calles y rutas, como en la Av. De Circunvalación frente a Fábrica de Aviones. La
bronca se extiende contra los autos nuevos que pasan por las avenidas principales, y cuando
se acerca la noche los ataques, protagonizados por grupos de unas cuarenta personas, se
multiplican.
Para ese momento, desde la media tarde, el gobernador José Manuel de la Sota ha
pedido al gobierno nacional el envío tropas de gendarmería a la provincia. Como saldo de
100 Según La Voz del Interior se producen 15 saqueos.
101 David Moreno, de 13 años, recibió cinco disparos, todos con perdigones de plomo, uno de ellos en la
cabeza. Estudiante secundario, hijo de un empleado de Vialidad Provincial. Fue a curiosear (Clarín 21/12/01).
Una vez herido, habría sido pisado por los saqueadores que intentaban huir de la balacera. (La Voz del
Interior 21/12/01).
102 “Hijo de puta, ya te voy a agarrar sin la escopeta”, grita uno de los chicos (Clarín 21/12/01).
los dos días de enfrentamientos quedan ciento ochenta detenidos, además del niño muerto,
decenas de heridos por balas de goma y piedras, y siete heridos de bala103, tres de ellos
policías.
En La Plata, terminados los choques entre empleados estatales y policías que se
desarrollaron al mediodía y hemos referido más arriba, pobladores de barrios periféricos de
La Plata y Ensenada avanzan desde las 16 sobre los supermercados, autoservicios y
carnicerías en las zonas de Villa Catela, Aeropuerto, Tolosa, Hipódromo, Circunvalación y
Hospital Italiano; cien pobladores de Villa Catela, Autonomía, Vareadores y la “villa de la
Autopista” se concentran frente a un supermercado Disco para reclamar comida; la llegada
de la policía y la entrega de unas setenta bolsas con alimentos contienen a los
manifestantes, pero media hora después varios de ellos empiezan a rodear un supermercado
Día cercano; el local está cerrado y custodiado por veinte policías, pero seis mujeres
jóvenes –dos de ellas embarazadas- trepan por el alambre, fuerzan la persiana y abren un
hueco, ante los aplausos de sus vecinos, que ingresan al local104, pero la policía bloquea las
salidas y hay lucha cuerpo a cuerpo entre los efectivos y los saqueadores; dos horas
después, los saqueadores que habían quedado encerrados dentro del supermercado son
liberados, ante el aplauso de los que se encuentran en la calle; ciento cincuenta personas
vuelven al supermercado Disco y reanudan sus reclamos de alimentos; algunos cruzan la
calle hasta una carnicería, rompen las vidrieras y la saquean105; la policía dispara balas de
goma y detiene a varios saqueadores. En otros saqueos en dos locales de la cadena Dragón
la policía detiene a varios menores y sus padres cortan el cruce de 120 y 522 para reclamar
su liberación. En la zona del Hospital Italiano cierran todos los comercios; hay entrega de
alimentos que calma a los manifestantes. Pero en Tolosa, el encargado de un autoservicio es
herido de un palazo en la cabeza cuando intenta evitar que unas cincuenta personas,
provenientes del barrio y de dos villas cercanas, saqueen el local, a pesar de que “la gente
del barrio ... en medio del tumulto gritaban ‘no, no, al almacén del barrio no’... pero otros
que no eran del barrio avanzaron sobre el portón y empujaron”; los saqueadores se
dispersan cuando llega la policía. En Berisso los comercios cierran después del mediodía.
La policía custodia los hipermercados. Durante todo el día se difunden rumores de saqueos,
que resultan ser falsos pero que generan miedo entre los comerciantes y vecinos. A la noche
pobladores del Barrio 5 de Mayo (monoblocks) en Ensenada entran a un supermercado
chino y amenazan con incendiarlo. Habitantes de la villa Rubén Sito son reprimidos por la
policía cuando intentan saquear dos minimercados en esa zona. A la noche, en las
inmediaciones de la comisaría 6° se concentran familiares de los detenidos durante la
103 Entre ellos, Sergio Pedernera, que murió un año después, el 26 de diciembre de 2002 como consecuencia
de un tiro en el tórax, que le afectó el hígado y le produjo una paraplejía de la que no se recuperó. Fue herido
por la policía cuando manifestaba en Villa Libertador, en el sur de la ciudad. Vivía con su familia en la villa
Costa Canal, una de las más afectadas por el desempleo y la pobreza. Su padre es empleado de Cliba (Clarín
29/12/02).
104 Una mujer dice: “Jamás había hecho esto, me da vergüenza. Pero no me quedó otra alternativa”. Hay
varias madres con sus hijos; una de ellas reprende a un chico que se abalanza sobre los helados: “dejá, dejá, y
agarrá la leche en polvo y el arroz”. (El Día 20/12/01)
105 “rompían todo, saqueaban, se llevaban hasta los mochos (parte superior de la res). Y la plata. Había un
tatuado parado en el mostrador que rompía la caja y otro pibe metía las manos y se llevó la bolsa con el
cambio. También se llevaron mi cartera con los documentos...Se llevaron hasta el teléfono...No vinieron a
pedir, saquearon, directamente robaron. Y muchos son clientes de aquí, vienen a veces a pedir y les damos
comida. Ellos me conocían. Fue muy injusto” (El Día 22/12/01).
jornada, exigiendo su liberación. La policía busca a un grupo de supuestos activistas que se
movilizan en un Duna blanco, una camioneta Chevrolet y una moto Kawasaki.
Pero los choques entre manifestantes y policías duran toda la noche hasta las 5 de la
mañana del 20 en el Barrio 5 de Mayo de Ensenada donde la policía que dispara balas de
goma, no logra entrar al barrio, desde donde la apedrean utilizando gomeras y se oyen
disparos de armas de fuego; detienen a tres jóvenes. Una situación similar, con piedras,
balas de goma, corridas y detenciones se vive en el barrio de 55 entre 146 y 147 en Los
Hornos, donde una multitud, que el 19 había recibido bolsones de comida distribuidos por
la Asociación Comercial de Los Hornos, intenta entrar al supermercado La Toscana; la
policía entra a algunas viviendas y detiene a sus habitantes, acción que es repudiada por los
demás pobladores106; a la noche del 20 continúa la tensión y la amenaza de saqueos.
También hay un intento de saqueo en 38 y 134, que es evitado por la policía y después en el
supermercado Nin en 25 y 520, donde se concentran cuarenta personas que se dispersan
cuando llega la policía; pero algunos grupos continúan merodeando en las cercanías. Tres
supermercados de Tolosa y de Ringuelet reparten alimentos a habitantes del barrio La
Favela que se agolpan frente a sus puertas. Al final de la jornada quedan unos cincuenta
detenidos, varios de ellos heridos con balas de goma o armas blancas. Entre el miércoles 19
y el jueves 20 son detenidos veintinueve mayores y dieciocho menores.
A la tarde del miércoles 19 también hay saqueos y concentraciones en otras
ciudades de la provincia de Buenos Aires. En Campana saquean el supermercado Norte,
donde se denuncia el robo de la ropa de los empleados; a la mañana siguiente muchos
saqueadores vuelven, se llevan lo que queda y se enfrentan con los empleados107. Los
rumores de saqueos se expanden por todo el norte de la provincia. El miércoles, en General
Rodríguez hay concentraciones dispersadas por la policía y posterior distribución de
alimentos, pero el jueves a la madrugada, saquean un supermercado ubicado frente al barrio
Fonavi; otros intentos en el centro de la ciudad son impedidos por la policía y los
comercios cierran sus puertas; mientras en la plaza Martín Rodríguez a la noche un grupo,
mayoritariamente integrado por mujeres, expresa su alegría por la renuncia de De la Rúa,
una multitud se agolpa frente a la carnicería Abacar, a pocas cuadras del centro; cerca de
allí, el supermercado Día tiene su persiana metálica parcialmente arrancada por un intento
de saqueo; durante la noche saquean un supermercado y a otro le rompen los vidrios del
frente. En Mercedes el 19 hay rumores108, concentraciones y choques callejeros: en Disco
un grupo de personas intenta avanzar, pero es repelido por la policía con balas de goma y
gases lacrimógenos; la policía dice que fue atacada con armas de fuego; hay saqueos en
comercios alejados del centro; al día siguiente centenares de desocupados logran saquear
Disco y, perseguidos por la policía, apedrean dos patrulleros; hay veinticinco detenidos.
En Olavarría el miércoles 19 hay tensión y rumores de saqueos y el presidente de la
Coordinadora de Desocupados Kenny Velasco (ciento ochenta familias) que está juntando
alimentos dice que están conteniendo a la “la gente” que “está ... muy enojada” y “dispuesta
106 La policía dice que entre los detenidos hay varios con antecedentes por robo a mano armada (El Día
21/12/01).
107 Un repositor dice: “Cargaban cajas de sidra en los baúles de los autos. Y encima se burlaban de nosotros.
‘Giles, se quedaron sin laburo’, nos gritaban. Hubo un momento en que no aguantamos más, los enfrentamos
y hubo una goma grande” (Clarín 21/12/01).
108 Llegan noticias (todas falsas) de avances de saqueadores desde Luján, y desde una villa de Gowland; un
periodista recibe una llamada denunciando un saqueo en la calle 34, pero es que gran cantidad de personas se
dirigen hacia un mercado para comprar mercadería, porque los demás comercios están cerrados.
a salir a la calle”109; el jueves siete mujeres desocupadas del barrio Sarmiento Norte
ingresan al hipermercado Casa Tía para pedir alimentos, derivadas desde el Concejo
Deliberante; entregan un petitorio al gerente de la firma; las autoridades del hipermercado
prometen repartir alimentos a través de instituciones de bien público, al tiempo que se
despliega un amplio operativo policial para desalojarlas110; después se dirigen al
supermercado Tres Estrellas, cuyos propietarios acceden a la entrega de mercaderías,
aunque no de inmediato, sino en los próximos días. En Luján, el miércoles son saqueados
decenas de comercios mayoristas y minoristas, grandes y chicos: el primero es el
hipermercado Norte; el intendente dice que los saqueos son organizados y tienen apoyo
tecnológico y logístico, con handies y celulares; funcionarios municipales responsabilizan a
un comunicador radial que fue candidato a concejal, y entre los mismos saqueadores se
habla de un plan que se concreta: primero atacar el Norte y hacer que la policía se
concentre allí, después atacar el Disco y el Día, para que, la gente desbordada siga con el
resto; en cambio el presidente de la Asociación de Despedidos de Luján atribuye todo a la
desesperación111; quedan cien detenidos; al día siguiente los comerciantes cierran sus
negocios ante consejos policiales y falsos rumores (que incluyen los horarios exactos de
llegada de saqueadores a sus blancos), que se escuchan durante todo el día, de que grupos
de saqueadores llegarían por la ruta 192, por el Acceso Oeste o que se estarían armando en
los barrios pobres; la municipalidad cierra sus puertas ante rumores de que grupos de
personas se dirigen hacia allí. También el jueves 20 en Zárate saquean dos o tres camiones,
ómnibus y autos particulares para robar cargas y pertenencias112; también hay saqueos en
Necochea, Pergamino y Junín113.
En Bahía Blanca, aunque la situación está tranquila, en parte debido a la asistencia a
cincuenta mil personas que brinda una red implementada desde tiempo atrás por la
municipalidad, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales, pero el 20 unas
cuarenta personas se llevan al hombro unos 120 kilos de carne de una pequeña carnicería
después de amenazar con saquear la Cooperativa Obrera en el barrio Bella Vista; miles de
personas se concentran en el hall de la municipalidad a partir de las 8 para pedir los
alimentos prometidos; unas tres mil personas reciben vales para alimentos. En las calles hay
tropas de la policía provincial, gendarmería y prefectura. En Villa Rosas más de cien
hombres, mujeres y niños pobres de los barrios Loma Paraguaya, Villa Delfina, Spurr, Villa
109 El Popular 20/12/01.
110 El Popular 21/12/01.
111 “Esto se sabía que iba a pasar. La gente está desesperada y no le daban respuestas. Yo había presentado
una nota a Norte pidiendo doscientos bolsas de comida y me dijeron que había que esperar unos días. Se
vienen las fiestas y esto no se aguantaba más” (Bisemanario El Civismo 22/12/01). Según la fuente
periodística, de los saqueos no sólo participan pobres sino también identifican comerciantes, el hijo de un
médico, hinchas del club Luján, dirigentes de partidos políticos y un joven con celular y una moto cara.
112 La Nación y Crónica (21/12/01).
113 Según la información de la secretaría de Seguridad de la provincia de Buenos Aires entre el 19 y el 20 de
diciembre fueron saqueados 256 comercios de distintos rubros; los partidos donde hubo más saqueos fueron
Moreno (54), La Matanza (39), Tres de Febrero (25) y Quilmes y San Martín (14); pero según el diario Clarín
los negocios saqueados fueron muchos más: en Lomas de Zamora hubo oficialmente cuatro saqueos y Clarín
estuvo en por lo menos 20 negocios saqueados, en Lanús hubo oficialmente seis y el diario dice que en un
solo barrio se alcanza esa cifra; también hay diferencias cuando se contrapone información de las
municipalidades con el informe provincial: en Esteban Echeverría la municipalidad dice que un solo
supermercado fue saqueado y la provincia cuatro, en Berazategui dos y tres respectivamente y en San Isidro
seis y siete (Clarín 19/1/02).
Serra y Villa Parodi reclaman alimentos frente a la sucursal de la Cooperativa Obrera y en
la delegación municipal114; hay un intento de saqueo en el supermercado Burgos dispersado
por la policía.
En Corrientes los saqueos presentan ciertos rasgos específicos, al estar teñidos por
las disputas entre partidos políticos, agudizadas por la intervención federal a la provincia.
Poco antes de las 16 del miércoles 19, unas veinte mujeres con sus hijos, que participaban
del corte de los accesos al puente General Belgrano relatado antes, se dirigen al
supermercado Tomasella, y se instalan frente al local, amenazando con saquearlo si no les
entregan alimentos hasta que les paguen los subsidios atrasados; el propietario les entrega
alimentos. Al enterarse de este episodio todos los supermercados cierran sus puertas. A diez
de la noche el supermercado Mix es totalmente saqueado por una multitud integrada en su
mayoría por mujeres y niños: un grupo de jóvenes, proveniente de los barrios más pobres
de la ciudad, en una maniobra de distracción, arroja piedras sobre un supermercado cercano
(Impulso), cuando la policía va a ese comercio un grupo ingresa en el Mix, que está sin
custodia; sólo es detenido un saqueador, que intenta llevarse cerveza. Rodean tres
sucursales de la cadena Impulso y dos de Canga, mientras se enfrentan a balazos con la
policía. Los enfrentamientos continúan toda la noche y a la madrugada, varias zonas de la
ciudad se convierten en tierra de nadie: la policía provincial está desbordada y los
saqueadores copan varias calles y atacan comercios pequeños y grandes supermercados; se
producen numerosos saqueos y enfrentamientos a balazos entre saqueadores y la policía, el
primero de los cuales tiene lugar en el citado saqueo al supermercado Mix, y que se
prolongan a lo largo de todo el día 20. En varias ocasiones desde la multitud disparan con
armas de fuego hacia los policías antimotines, que responden utilizando proyectiles de
plomo. Según el diario El Libertador, “los enardecidos grupos de pobres invadiendo
comercios que mostraba la TV despertó el germen de la violencia en los barrios marginales
de la capital correntina, donde el hambre se combinó con la bronca (...) que transformó a
buena parte de la ciudad en un gigantesco campo de batalla”115. Las columnas de habitantes
de las villas miseria se movilizan de un lado a otro de la ciudad, pero “llamó la atención la
capacidad operativa de algunas de estas cuadrillas saqueadoras, lideradas por presuntos
dirigentes del Partido Nuevo que aprovecharon la ocasión para intentar desestabilizar al
nuevo Gobierno”116. Éste denuncia “lo que durante la madrugada era vox populi: la
presencia de activistas políticos en camionetas 4x4 que llevaron a los manifestantes para
que hicieran saqueos a los supermercados”117; el gobierno provincial ordena la detención de
varios punteros del Partido Nuevo y de dos ex policías118. Durante la madrugada y la
mañana saquean un pequeño comercio de autoservicio en el barrio Galván, las sucursales
cinco y seis del supermercado Canga situadas en el barrio Laguna Seca, de una de las
114 “Somos vecinos, no tenemos sindicato, delegado o representantes políticos que nos avalen, estamos solos.
Quieren que esta Navidad la pasemos con arroz, polenta, fideos, lentejas y 400 gramos de leche. Ese es el
bolsón navideño y no lo queremos; a cada familia, un chango”; otra manifestante grita “queremos trabajo, no
limosna” (La Nueva Provincia 21/12/01).
115 El Libertador 21/12/01.
116 El Libertador 21/12/01.
117 Clarín 21/12/01.
118 Según el gobierno hay pruebas de que al menos seis militantes del Partido Nuevo instigaron a pobladores
de villas a saquear, desde una camioneta: el Gitano Alarcón, el Gordo Ballena, Tortuga Sánchez, Araujo, una
mujer apellidada Perés y su esposo Rosales son detenidos; están prófugos el ex cabo primero Jorge Romero y
el ex cabo Luis González de la policía provincial.
cuales se llevan sólo bebidas alcohólicas; a las cuatro de la mañana policías que patrullan el
Barrio San Marcelo, a varias cuadras del saqueo del supermercado Canga, matan de un
balazo disparado con itaka a Ramón Arapí119. También es atacada la farmacia Nueva
Pompeya, donde los saqueadores se enfrentan a balazos con la policía y destrozan vidrieras
de los negocios cercanos; allí cae herido de un balazo en el abdomen Milton Vallejos.
También saquean la distribuidora de pan Fargo, de cuyo local se llevan hasta las
computadoras y el equipo acondicionador de aire. Por la Av. Armenia, un grupo de jóvenes
asaltan una carnicería y a un grupo de vecinos que están velando a un familiar; también
apedrean a los vehículos que pasan, algunos de los cuales son asaltados.
A la mañana del jueves 20 pobladores pobres vuelven a salir a la calle a pedir
comida. La policía dispara balas de goma y gases a los grupos que se concentran frente a
supermercados, pero los manifestantes se reagrupan en actitud desafiante. Al mediodía el
desborde es nuevamente incontrolable. A la tarde, unas cincuenta personas se congregan
frente a los portones del hipermercado Tía, cuyos responsables de ventas acceden a entregar
comestibles para impedir un enfrentamiento con los guardias privados que están apostados
en los techos del local; pero un grupo de jóvenes se aparta de los que negocian, apedrea a la
policía y rompe la cerradura de la farmacia que está enfrente (Chacabuco e Independencia);
la policía dispara balas y granadas lacrimógenas; los saqueadores se llevan pañales, envases
de champú y medicamentos; entonces el supermercado suspende la entrega de mercadería y
la gendarmería ataca a los que protestan; los jóvenes destrozan las vidrieras de todos los
comercios de la Avenida Tres de Abril. Como resultado de los choques callejeros
registrados a lo largo del día quedan, además del muerto ya mencionado, unos 15 heridos,
entre ellos tres policías, muchos por balas de plomo120.
Al atardecer, el gobierno, con la contribución de los dueños de supermercados y a
través de la red de Cáritas y de organizaciones no gubernamentales, comienza a distribuir
alimentos en los barrios más pobres. Pero, a la noche, un grupo de habitantes de las villas
del sur de la ciudad se agolpa frente al Instituto Santa Catalina de Alejandría, para reclamar
la entrega de más alimentos; se acusa a dirigentes del Partido Nuevo de instigarlos a tomar
por la fuerza los alimentos que se encuentran en la capilla para ser distribuidos por Cáritas,
ya que los “nuevistas” les señalan una supuesta falta de igualdad en el criterio de
distribución de la mercadería. A la noche grupos de cinco a diez jóvenes deambulan cerca
de los supermercados, hasta que trasciende la renuncia de De la Rúa.
El miércoles 19 en Neuquén, desde las 16 hasta la madrugada se producen saqueos
en distintos puntos de la ciudad en forma simultánea: “Comercios con sus vidrieras rotas
pero oficialmente cerrados, hipermercados con guardias duplicados en número y también
cerrados, cuadras y cuadras donde reinaba el humo de las cubiertas encendidas y los gases
lacrimógenos, corridas y policías fueron el común denominador durante buena parte de la
tarde de ayer [miércoles 19] en distintos barrios de Neuquén, de este a oeste, en el alto y en
119 Tenía 22 años; desde hacía tres días trabajaba como obrero municipal en una cuadrilla de limpieza de la
ciudad. Ocho meses antes un hermano fue muerto en un “enfrentamiento entre patotas”. Según sus familiares,
no participaba de ningún saqueo sino que tomaba tereré en la vereda con sus amigos, cuando llega una
camioneta roja sin patente con tres policías de civil, que bajan para detenerlos; cuando intentan huir, a Arapí
lo agarran, lo golpean y luego lo fusilan de un balazo en el pecho. (Clarín; 21/12/01).
120 Entre ellos Hugo Cóceres, de 18 años, con una hemorragia pulmonar; Diego Fernández, con una fractura
expuesta de húmero; el policía Santiago González, con luxación de hombro por un impacto en su chaleco
antibalas; Juan Alberto Torres, herido en el abdomen; una mujer herida en la pierna; todos ellos por balas de
plomo. El subcomisario Ramón Alberto Rojas recibió un botellazo en la cabeza.
el bajo”121. En los barrios del oeste, desde las 17 hay choques entre policías y saqueadores
(centenares de hombres, mujeres y niños), que en grupos dispersos atacan supermercados y
comercios de alimentos, apedreando a los custodios; la policía resulta desbordada por los
saqueadores entre los que hay personas con armas de fuego: grupos de saqueadores bajan
sorpresivamente desde el norte y en diez minutos, desbordando la vigilancia, luego de un
breve enfrentamiento con la policía, saquean un supermercado Topsy; a continuación se
producen ataques contra otras sucursales de esa firma, que incluye a los supermercados
Bomba en los barrios San Lorenzo, Melipal, Gregorio Alvarez e Islas Malvinas: en
Antártida Argentina y Catriel, cinco jefas de familia piden mercaderías, reciben “un
rotundo no” por respuesta “por lo que no tardó en encenderse la mecha en varias cuadras a
la redonda”122; durante más de tres horas jóvenes y chicos de no más de doce años se
enfrentan con piedras detrás de barricadas armadas con gomas encendidas, con la policía
que arroja balas de goma y gases lacrimógenos, pero que debe retroceder123; también en la
sucursal de Gregorio Alvarez, la policía es superada en número y se llevan mercaderías,
pero después de un corto enfrentamiento recupera el local; media hora después los mismos
saqueadores y otros que se les suman espontáneamente sitian la sucursal de Topsy frente al
hospital Heller, son dispersados y perseguidos por las calles por la policía, pero el local es
totalmente saqueado alrededor de las 23. En el resto de la ciudad, los hipermercados y
otros comercios han cerrado sus puertas, los empleados cubren las vidrieras con cartones y
telas y hay custodia policial. En el Wal Mart, desde las 18, unas veinte personas jóvenes y
algunas mujeres reclaman que los medios convoquen a los «interesados» en el saqueo124, lo
que se repite en otros hipermercados durante la tarde y la noche. Después de las 20, hay
ataques simultáneos en distintos puntos de la ciudad, que está cubierta de policías, pero
que, al promediar la noche, están desbordados. Ya antes, al caer la tarde, con cientos de
saqueadores en la calle, el gobernador Jorge Sobisch anuncia que pidió tropas de
gendarmería al gobierno nacional. La noticia de que éste declaró el estado de sitio es el
disparador del descontrol en que cae el centro de la ciudad125. Alrededor de las 21, luego de
tres horas de choques a pedradas respondidas con balas de goma y gases, saqueadores
logran vencer la resistencia de la policía, que debe replegarse, y se llevan toda la
mercadería y el mobiliario de otro supermercado Bomba, de su depósito aledaño y de una
carnicería; mientras chicos, mujeres y hombres se llevan alimentos, bebidas, pañales y
heladeras, jóvenes gritan “Neuquén, Neuquén”. Durante la madrugada en los barrios del
oeste del Gran Neuquén, El Progreso y San Lorenzo, siguen los choques: entre la una y las
dos de la mañana saquean dos supermercados Topsy-Bomba en Belgrano 2000, donde
121 La Mañana del Sur 20/12/01. Según el mismo diario, desde días antes grupos sindicales y de izquierda
estaban organizando saqueos.
122 La Mañana del Sur 20/12/01.
123 “Aunque no hubo certezas, comerciantes de la zona aseguraron que entre «los muchachos había algunos
armados». La batalla no cesó en ningún momento pero sí hubo repliegue policial hasta cuatro cuadras de
distancia, lo que habilitó a que apareciera entonces la barriada en su máxima expresión: los jefes de familia,
cincuentones ya, comenzaron a organizar las salidas con carritos de los muchachos, chicos y mujeres”. “En la
mayoría de los casos, los protagonistas eran jóvenes, algunos niños, que incitaban a tomar los comercios con
el único propósito de causar daño. Incluso, algunos vecinos aseguraban que «en el fondo, creo que ya tienen
un problema con la Policía, porque no se explica cómo empezó todo esto». Luego, cuando la Policía se
retiraba, entonces aparecían mujeres y niños para sumarse a los saqueos” (La Mañana del Sur 20/12/01).
124 La Mañana del Sur 20/12/01.
125 Más tarde De la Rúa consideró que la declaración del estado de sitio “produjo el efecto de disminuir la
violencia y desactivar las agresiones permitiendo dejarlo sin efecto el 21” (Crónica 7/4/02).
interviene el camión hidrante y un grupo de la policía especial, y en Luis Beltrán y Anaya.
También cerca del hospital Heller saquean una de las sucursales de Rodeo5, sin custodia
policial. Siguen los cortes sobre la calle Combate de San Lorenzo. Ya antes, desde la
madrugada, la gendarmería patrulla la ciudad, lo que no impide que unas mil personas se
concentren a las 16 horas del jueves 20 frente al supermercado de artículos para
construcción Easy y el supermercado Jumbo que se encuentra en el mismo predio, sobre la
ruta 22, para reclamar la entrega de alimentos; cuando se terminan los bolsones, se produce
un muy fuerte enfrentamiento entre policías y saqueadores que, pese a los disparos de gases
y balas de goma, avanzan una y otra vez e incluso responden con armas de fuego;
finalmente quedan cien detenidos y siete heridos. Otros saquean totalmente dos negocios de
Topsy en la zona oeste de la ciudad, donde también se producen choques con armas de
fuego, con policías especiales: efectivos de la Prefectura son sobrepasados y sólo ordenan
la entrada al supermercado hasta que llega la policía e intenta impedir la salida; hay varios
detenidos y un policía herido de bala y varios por perdigones. A las 19 horas se produce
otro choque entre policías y unos trescientos jóvenes y adolescentes, que arrojan piedras
frente al supermercado La Anónima, cuyos empleados se arman con palos para defender el
local; cientos de vecinos del supermercado Capriolo lo rodean para evitar que lo saqueen.
En los enfrentamientos y saqueos que se suceden por casi cuarenta horas, participan grupos
de jóvenes dispuestos a enfrentarse con la policía; tras ellos aparecen los hombres mayores
y mujeres. Entre los que se movilizan hay quienes sólo buscan destrozar lo que encuentran
y enfrentarse con la policía y quienes piden que paren los choques para poder acceder a los
alimentos –en su mayoría mujeres con niños126; otros, que son desocupados recientes,
participan moderadamente de los choques callejeros si es necesario. En total en los hechos
del día 20 en Neuquén fueron heridos de bala tres policías; hubo ciento setenta detenidos y
centenares de heridos127.
El miércoles a la noche, en Centenario (Neuquén) unos mil hombres, mujeres y
jóvenes, en grupos de cien a doscientos, deambulan por el centro comercial del barrio
Sarmiento; atacan el supermercado El Ganador; al no poder ingresar, saquean una joyería,
una carnicería, verdulerías, farmacias y una casa de artículos del hogar, mientras
deambulan con cajas llenas de mercadería y se enfrentan durante varias horas arrojando
piedras contra la policía que tira balas de goma, a lo largo de ocho cuadras en las que el
tránsito permanece cortado.
En Tucumán, el 19 a la tarde, se produce el primer hecho vinculado con demanda de
alimentos y saqueos: un grupo de cuarenta desocupados del interior de la provincia reclama
alimentos frente a la casa de gobierno y al no obtener respuesta se dirigen a un
supermercado donde interviene la policía. Un poco más tarde, son saqueados diez
comercios en San Miguel de Tucumán, Banda del Río Salí y Tafí Viejo, donde se producen
choques callejeros con la policía128. En Banda del Río Salí más de seiscientos hombres,
mujeres y niños provenientes de barrios periféricos, que gritan “tenemos hambre”, saquean
dos distribuidoras mayoristas y se enfrentan a pedradas y balazos con la policía; hay por lo
menos un herido de bala. Pero, los choques más importantes son en San Miguel, donde los
126 Por ejemplo, frente al Jumbo y a La Anónima (La Mañana del Sur; 21/12/01).
127 La Mañana del Sur 21/12/01.
128 La policía resulta insuficiente: sólo hay quinientos efectivos para vigilar la capital y mil para el resto de la
provincia; el jefe de la policía llama para el día siguiente a unos cuatro mil doscientos efectivos que están de
franco.
saqueadores, integrados por grupos de indigentes (niños, jóvenes, ancianos, hombres y
mujeres) y militantes (jóvenes encapuchados y armados con palos, piedras y armas blancas)
se enfrentan a pedradas con empleados de los comercios y la policía que dispara balas de
goma; la ciudad capital se convierte en “un campo de batalla”129; hay numerosos heridos y
detenidos. Al grito de “Queremos comer”, decenas de familias saquean un depósito del
hipermercado Libertad (de la cadena francesa Casino) en el Acceso Norte, de donde se
llevan comestibles en motos, carros y caballos. Al anochecer en un supermercado de Av.
Belgrano y Helguera la policía se enfrenta durante varias horas a cientos de personas que
logran sacar mercadería de un galpón y destrozan el auto de un empleado, mientras arrojan
piedras a la policía. A las 20, en el supermercado mayorista Gómez Pardo, sesenta
empleados, diez custodios privados y diez policías resisten con piedras, palos y fuegos
artificiales durante dos horas a unos trescientos manifestantes, que entran a un galpón y se
llevan mercadería; los saqueadores responden con piedras y balazos; resultan heridos un
policía, un empleado del comercio y ocho saqueadores, hasta que a las 23 llegan refuerzos
de la policía antimotines, que hacen replegar a los revoltosos, que, sin embargo, incendian
con bombas un camión de transportes, que avanza dejando por lo menos cinco heridos; y
continúan en las inmediaciones del supermercado. En otro supermercado cuyos propietarios
electrificaron los portones de hierro mil personas rompen las rejas, ingresan y saquean todo.
Son también centenares los saqueadores de una distribuidora mayorista y otros negocios.
En Ejército del Norte y Delfín Gallo los vecinos se atrincheran en los techos armados con
escopetas para defender un supermercado familiar que un grupo intenta saquear y logran
dispersarlos. Por la noche continúan los saqueos en la capital y en Alderetes. A las 21.30
quinientas personas se concentran frente a un supermercado reclamando comida; los
dueños intentan negociar pero una hora después son mil saqueadores, que se llevan todo.
También hay rumores: a las 20 en el microcentro, todos los comercios cierran por temor a
saqueos y la gente empieza a correr desesperada, patrulleros entran a la peatonal y los
transeúntes gritan, pero finalmente no se producen saqueos, sino sólo algunos destrozos a
vidrieras. Al caer la noche, cuatrocientos gendarmes cercan el microcentro.
El jueves 20, continúan los saqueos e intentos masivos en supermercados,
almacenes mayoristas, depósitos y estaciones de servicio, que nuevamente se concentran en
la periferia de la ciudad, en la Banda del Río Salí, donde arrasan con casi todos los
comercios, y en Alderetes, donde tres supermercados sufren ataques, aunque sus dueños y
empleados resisten, en uno de ellos con escopetas. En el Mercofrut hay forcejeos y cruce de
balazos durante todo el día entre los puesteros, armados con escopetas, revólveres y
pistolas, y unas ciento cincuenta personas del barrio Topa, tres de las cuales resultan
heridas. Pero la gran mayoría de los choques se producen entre policías y saqueadores. Son
atacados unos 20 locales grandes, más otros pequeños negocios de los alrededores, y hay
choques callejeros con palos, gases, disparos al aire, corridas y persecuciones130. Durante
cuatro horas, desde las 14, cientos de personas se llevan diez mil bolsas de azúcar de
cincuenta kilos cada una de un depósito de Delfín Gallo al 1100, a pie, en autos, camionetas
y carros. También un depósito de Lavalle al 3600 es saqueado con camiones, camionetas,
autos y remises que hacen fila en el estacionamiento. Después de esperar frente al
fuertemente custodiado por la policía Hiper Libertad, en el Acceso Norte, que anuncia que
no entregará mercadería, quinientas personas se llevan hasta las puertas del minimercado
129 La Gaceta de Tucumán 20/12/01.
130 La Gaceta de Tucumán 21/12/01.
ubicado en el estacionamiento y saquean en minutos cajas de gaseosas, vino y cerveza del
depósito de bebidas Produnoa. Durante el saqueo al Hiper Libertad de Av. Roca la policía
dispara contra los saqueadores; son heridos con balas de plomo una nena de 10 años en la
pierna, Luis Alberto Fernández en la cabeza (murió dos días después)131 y Adrián Enrique
Sotelo, en la espalda.
Los saqueos en la periferia generan un clima de tensión y confusión en toda la
ciudad de San Miguel de Tucumán. A media mañana se repiten en el centro los rumores
acerca de la llegada de saqueadores y las corridas sin dirección ni motivo mientras los
comercios cierran o atienden a través de rejas. Al mediodía el gobierno provincial decreta
un asueto administrativo y escolar, suspende el transporte público y sugiere que cierren los
comercios por unas horas; también reparte alimentos para calmar los ánimos; a la una de la
tarde ante el rumor de que “hordas” de saqueadores van a liberar a cientos de detenidos que
están por declarar, cierran los tribunales; lo mismo ocurre en la Legislatura que es
desalojada y cerrada; pero ninguna columna llega al lugar. Junto con los rumores surgen las
atribuciones políticas: mientras el ministro de Gobierno Guerrero niega direccionalidad
política en los saqueos (“ni siquiera hay líderes sociales”), otros funcionarios la afirman132.
En ese clima, seis empleados de la Dirección de Espacios Verdes de la municipalidad son
detenidos cuando recorren armados las calles del Barrio Jardín en una camioneta de la
repartición con aparentes intenciones de saqueo. Los hechos descriptos en Tucumán el 19 y
el 20 dejan unos seiscientos detenidos y setenta heridos, de los cuales veinticinco serían
policías.
Al atardecer del miércoles 19, en Cipolletti (Río Negro), donde durante todo el día
la policía custodia supermercados y otros comercios, hay disparos y apedreos en la zona
norte de la ciudad. Frente al supermercado Bomba se concentran unas treinta personas, en
su mayoría jóvenes, que apedrean el local, entran y se llevan botellas de sidra y de licor,
una balanza digital y un equipo de música133; después se dirigen con lo saqueado al barrio
“1.200 Viviendas”, cuyos pasillos se llenan de gente, a la que se suman habitantes de otros
barrios, como Anai Mapu. Interviene la policía y hay pedradas, ladrillazos y tiros.
Alrededor de las 19 habitantes del barrio Anai Mapu, sobre todo jóvenes, junto con
muchachos y adultos de las “1200 Viviendas” se juntan en el sector comercial de la calle
Esquiú, con intenciones de entrar por la fuerza en los supermercados de la zona; saquean el
supermercado Alarcón donde logran romper una de las grandes puertas levadizas de metal,
ingresan sorteando la barrera hecha con carritos y mamparas y se llevan todo; la policía
arroja gases por el barrio; por momentos el aire se hace irrespirable en las “1200
Viviendas” y barrios aledaños. Alrededor de las 22, llega el grupo BORA y se intensifican
los choques, mientras los gases lacrimógenos dejan trazas encendidas sobre departamentos
y calles. En Anai Mapu saquean un supermercado e intentan copar el destacamento policial
163; hay numerosos heridos entre los saqueadores (varios de bala) y policías. A la noche,
muere una mujer al recibir un balazo de plomo en la espalda durante un enfrentamiento
131 Tenía 27 años y era vendedor ambulante.
132 El director de Transporte Romero señala que “son dirigentes de izquierda que tratan de sacar réditos
políticos a costa de actos de rapiña, sin contemplar las necesidades de la gente” y que entre los saqueadores
“hay gente drogada”; el legislador de la UCR José Ascárate dice que “hay grupos organizados y que la
mayoría de los detenidos tiene antecedentes penales” (La Gaceta de Tucumán 21/12/01).
133 Río Negro 20/12/01.
entre saqueadores de un supermercado Bomba y la policía (en las “1200 Viviendas”)134;
hay internados con heridas de bala de plomo (entre ellos un joven de 17 años con un
proyectil en el cuello, grave), de goma y afectados por los gases. También hay choques
frente a una sucursal de Monumental. Los comercios quedan con vidrios, anaqueles y
mercaderías rotos. Hacia la medianoche todavía se registran continuos y violentos choques
de jóvenes y pobres con policías del grupo BORA y de las comisarías de Cipolletti.
Mientras vecinos de las “1200 Viviendas” y barrios aledaños piden el retiro de BORA para
calmar los ánimos, los comerciantes reclaman más seguridad y distintas organizaciones
llaman a “repudiar la represión”135.
Pero el jueves 20 hay nuevos enfrentamientos en el centro; y además, aunque un
grupo de pobres y desocupados consigue que la sucursal de La Anónima del centro de la
ciudad done bolsas de comida para ciento sesenta personas para repartir en el salón
comunitario de barrio Don Bosco, en los alrededores hay corridas, seis adultos detenidos y
varios menores demorados.
El mismo jueves 20 los saqueos se extienden a nuevas ciudades en Río Negro. A la
mañana mil comerciantes, vecinos y dirigentes estatales marchan a la municipalidad de
General Roca, donde intentan acordar con el intendente la distribución de alimentos a
familias pobres; cuando el intendente sale a dialogar con los manifestantes, un grupo de
cien jóvenes se desprende de la movilización y corre hasta el hipermercado Casa Tía, lo
apedrea y lo saquea136; a partir de ese momento, cientos de personas -en su mayoría
jóvenes- intentan saquear los principales supermercados, destrozan comercios céntricos,
saquean tiendas y casas de computación, apedrean el municipio y los bancos Boston,
Francés, Nación y Galicia, y se enfrentan con efectivos del grupo antimotines BORA en
distintos puntos de la ciudad137. A la noche siguen los choques en el centro y en el barrio
Alfonsina Storni; un grupo de mujeres se concentra frente al hipermercado La Anónima,
donde están dispuestas a pasar la noche, a la espera de recibir alimentos; al final de la
jornada en General Roca hay trece heridos. En la vecina Villa Regina a la tarde la policía
ataca a balazos a un grupo de personas que ingresa a una sucursal de La Anónima. En
Bariloche, dos sucursales de esa misma cadena, otros dos de La Victoria y uno de Tía y
varios comercios son saqueados a la noche por centenares de personas que se llevan
alimentos, mientras la policía intenta dispersarlos arrojando balas de goma y gases
134 Elvira Abaca, de 46 años, habitante de las “200 Viviendas”. Todos coinciden en repudiar la muerte.
Dirigentes de diversos sectores políticos (miembros del gabinete, representantes de organismos de derechos
humanos, dirigentes sindicales) se reúnen con el intendente para garantizar una ayuda social fluida para los
sectores más carenciados de la población y evitar nuevos brotes de violencia. El 20, más de seiscientas
personas se concentraron en el cementerio municipal para asistir al entierro y acusan a la policía; ésta deja
trascender que el balazo lo disparó un comerciante cuyo local habría sido saqueado.
135 La Corriente de Militantes por los Derechos Humanos, HIJOS, UNTER Seccional Cipolletti, CTA Río
Negro, Frenapo, Vecinos Autoconvocados, Autoconvocados del Hospital, APDH y Pastoral Social exhortan a
«la población a repudiar la represión, movilizándonos para que la resolución de la crisis social y la conquista
de la paz sea por medios pacíficos, dando respuesta a las gravísimas situaciones terminales que viven millones
de familias argentinas» (Río Negro 20/12/01).
136 El titular del Unter, Aurelio Vázquez, denuncia que en la movilización actúan “infiltrados” pertenecientes
a la Alianza. (La Mañana del Sur 21/12/01)
137 Según un diario, algunos policías reciben ayuda de empleados de un supermercado céntrico, que les
entregan cascos y palos de amasar para atacar los manifestantes; así armados tratan de despejar la vía del tren
para permitir el paso de un carguero. (La Mañana del Sur 21/12/01)
lacrimógenos; se producen tiroteos entre los policías y los saqueadores; integrantes del
grupo BORA vigilan puntos estratégicos de la ciudad. En la capital provincial, Viedma,
unos trescientos desocupados organizados en una comisión reclaman a la mañana el pago
de los subsidios que les adeudan ante la subsecretaría de Trabajo; al no tener respuesta, un
grupo va a un supermercado de La Anónima, donde reclaman la entrega de dos mil
quinientas bolsas de comida; los directivos del supermercado les prometen mil; a los
manifestantes se suma un grupo de jóvenes que a las tres de la tarde arrojan piedras y
destruyen los vidrios; unos ciento veinte policías que custodian el supermercado disparan
balas de goma. El choque se extiende por más de dos horas y deja veintisiete heridos, cinco
de ellos policías; finalmente unas mil personas entran al local pero no hay destrozos ya que
policías y empleados colocan una hilera de alimentos para que se los lleven; luego llega un
juez, que logra que se repartan alimentos.
A la noche del miércoles 19, en Reconquista (Santa Fe), un numeroso grupo de
habitantes se acerca a uno de los supermercados más grandes de la ciudad, reclamando
bolsones de mercaderías; el dueño promete repartir alimentos, pero va llegando más gente,
la tensión crece y comienzan a arrojar piedras y cascotes; a la madrugada del jueves 20 los
manifestantes se retiran y marchan hacia otro supermercado donde rompen vidrios pero no
logran saquear. En varios supermercados chicos y carnicerías se viven situaciones
similares, además de saqueos de algunos productos. La policía dispersa a los saqueadores y
detiene a unas veinte personas (entre ellas, cuatro menores y tres mujeres).
En Chubut, donde no hay saqueos el miércoles 19, hay varios choques entre policías
y saqueadores el jueves 20: en Trelew trescientas personas intentan saquear dos
supermercado en el centro, pero lo impide la policía; quedan diez manifestantes heridos y
seis detenidos, y cinco policías con heridas cortantes. En Puerto Madryn manifestantes
recorren el centro de la ciudad y balean un comercio; la policía logra disuadir a los más
enardecidos, que por la tarde van a esperar la entrega de mercadería frente a la
municipalidad. También a la tarde, en Comodoro Rivadavia se terminan las bolsas de
comida que se reparten en el concejo deliberante; entonces un grupo ataca a pedradas la
municipalidad e intenta saquear el supermercado Tía, pero son atacados por policías y
gendarmes; mientras se dispersan, un grupo de jóvenes lucha con los policías; quedan al
menos treinta detenidos y un adolescente de 15 años es gravemente herido.
En Resistencia (Chaco), al mediodía del jueves más de cien personas, muchos
adolescentes, llegan a la Distribuidora Rubio disparando balazos, arrojando botellas e
intentando ingresar por la fuerza; son dispersados por la policía y la gendarmería, que los
corren por varias cuadras, quedando varios detenidos138; la mayoría de los comercios
cierran sus puertas por temor.
Los saqueos e intentos de saqueo se prolongan más allá de la caída del gobierno. El
21 hay acciones en Moreno, San Isidro, Zárate-Campana, Hurlingham, San Martín,
Quilmes, Berazategui, La Matanza, Lanús y Lomas de Zamora (GBA), en Mercedes, La
Plata y Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires), en la Capital Federal, en Córdoba y en
Bariloche (Río Negro), donde además hay nuevos choques callejeros entre jóvenes pobres
(que arrojan piedras y disparan armas de bajo calibre) y la Brigada policial BORA, lo
138 Los propietarios dicen: “esta gente que vino era de acá, nosotros los vemos todos los días, no vinieron a
pedir nada; intentamos hablar con ellos, pero nadie quería hablar, comenzaron a arrojarnos botellas y algunos
tiros, destrozaron el cartel, arremetieron contra el frente intentando romper las cortinas del local” (La Voz del
Chaco 21/12/01).
mismo que en Rosario (Santa Fe), donde hay un muerto en un intento de saqueo que deriva
en un tiroteo con la policía en Empalme139.
Según la información periodística en “los saqueos” murieron veintinueve personas y
hubo centenares de heridos y cuatro mil quinientos detenidos (2.717 en la provincia de
Buenos Aires, incluyendo el GBA)140.
Como se observa en la descripción precedente en el desarrollo de los llamados
“saqueos” se producen, en muchas oportunidades, choques callejeros con la policía. Y éste,
a diferencia de lo ocurrido en 1989/90, no constituye un rasgo aislado que se da sólo en
algunos saqueos sino que se han multiplicado, y, en algunos de ellos, se presentan con
cierta extensión espacial y temporal141. También aparece, en varios casos, la existencia de
organización no explícita pero advertible en la forma en que se desarrollan las acciones, no
sólo en extensos choques callejeros sino, por ejemplo, en la simulación de un ataque a un
comercio para distraer a la policía y poder saquear otros142 o en la intención de lograr una
repercusión pública del saqueo143.
En su mayoría los choques callejeros se producen a partir de intentos de saqueos; el
objetivo de los participantes es apoderarse de mercancías, y no expresar protesta; en estos
choques no aparecen elementos políticos; tampoco la intervención del gobierno a través de
su fuerza armada le da carácter político al hecho: salvo en algunas situaciones a las que nos
referiremos más adelante a propósito del motín, la intervención policial no genera una lucha
focalizada sobre las instituciones del gobierno o del estado, aunque en algunos lugares esos
choques se extiendan en el tiempo. Por ejemplo, el miércoles 19: las seis horas de choque
con la policía para tratar de saquear un supermercado Norte en Gualeguaychú; en Rosario
los tres casos en que tiran balazos desde las villas miseria (el choque de varias horas en el
límite de Villa Banana y Barrio Bella Vista, con intervención del obispo como mediador, el
choque en el supermercado Jac del barrio Tiro Suizo y en el sudoeste de Rosario); en
Rawson (San Juan) balacera y barricadas; en Neuquén el largo choque callejero que dura
horas, lo mismo que en Corrientes; en Tucumán los choques callejeros a la tarde y noche,
donde hay choques callejeros con la policía; en el barrio Anai Mapu de Cipolletti; en la
Boca (Capital) que se confunde con el cacerolazo. Y el 20 en Villa Allende (Córdoba); la
balacera desde barrios humildes y construcción de barricada en un Wal Mart de Paraná;
nuevamente en Corrientes; y en Tucumán el choque callejero con puesteros.
Como ya hemos señalado a propósito de los choques callejeros producidos en 1989
“la intervención de la fuerza armada del gobierno no puede darle carácter político a
acciones que no constituyen lucha”144. No hay elementos que indiquen la presencia de
139 Walter Campos, de 17 años, “con antecedentes penales” (La Nación 22/12/01).
140 Clarín 18/12/02.
141 Aunque no vamos a desarrollar este aspecto debe señalarse que también aparece como rasgo novedoso
respecto de 1989/90 el saqueo de viviendas particulares (por ejemplo: en el barrio Odisa en Lomás de
Zamora, el barrio San José y varios otros) y el robo en un velorio en Corrientes. Como hipótesis esto estaría
señalando la presencia de lumpenproletariado (en el sentido en que lo usa Marx en El 18 Brumario de Luis
Bonaparte) y que no constituye un rasgo ni de la revuelta ni del motín.
142 Como se observa el miércoles 19 en el hipermercado Norte de José L Suárez (GBA), en la ciudad de
Corrientes, en Neuquén (donde saquean primero y casi simultáneamente, en distintos barrios y en diez
minutos, los supermercados Topsy Bomba) y en Luján (GBA) (donde hay referencias de los mismos
saqueadores a un plan con ese objetivo).
143 Como en el Auchan de La Tablada el 19 adonde llegan con un camarógrafo.
144 Iñigo Carrera, Nicolás y Cotarelo, María Celia; ¿Revuelta o Motín? Rosario y General Sarmiento, 1989;
Buenos Aires, PIMSA, Documento de Trabajo N°32, 2001.
masas en lucha, ni hay disposición a la lucha sino a realizar el saqueo, que no es lucha,
aunque con la salvedad que haremos más abajo con referencia al motín. Menos aún puede
señalarse un elemento político en los minoritarios choques armados entre particulares
(saqueadores y comerciantes) que, sin embargo, en el GBA son los que producen la mayor
cantidad de muertos en saqueos.
En algunos casos en que se observa alguna articulación con lo político (el reclamo
por la libertad de los apresados en La Plata el 19 y en Villaguay el 20 o el repudio a la
policía por entrar en las casas a detener saqueadores en Los Hornos el 20) no hay lucha de
masas. Tampoco en el reclamo de que los atiendan145 ni en el repudio a los políticos146. Y
menos aún en la articulación con partidos políticos o caudillos como se observa en la
marcha que organiza el intendente West el 19 en el GBA, en Avellaneda (GBA) y en San
Juan con dirigentes del PJ y en Corrientes con el Partido Nuevo.
Es por eso que conceptualizamos a esta parte del hecho investigado como revuelta:
“la más inconsciente forma de protesta (...) que se encuentra por debajo de la escala en que
comienza la lucha de la clase obrera, en la que prevalece el elemento ‘espontáneo’, donde
lo característico es la tendencia a la dispersión de las acciones y los choques entre
particulares, sin llegar a focalizarse sobre las instituciones del gobierno o del estado”147.
Sin embargo, en algunos “saqueos” y choques callejeros aparece un elemento
inexistente con anterioridad, al menos con cierta extensión: el resentimiento u odio y deseo
de venganza contra “los que tienen”, la policía o alguna institución gubernamental. Esto se
observa en la amenaza de ataque a edificios públicos y cerco de las armerías en Concepción
(Entre Ríos); el ataque a un CPC cerca de villa Los Filtros (Córdoba); el apedreo de una
sede municipal con enfrentamiento (Rosario); los piquetes de cuarenta a cincuenta villeros
que cortan calles y rutas en la Av. De Circunvalación frente a Fábrica de Aviones y
apedrean a los autos nuevos que pasan (Córdoba); el robo de la ropa de los empleados del
supermercado Norte en Campana y las burlas a esos empleados porque quedaron sin
trabajo; la “bronca” de villeros correntinos que señala el diario El Libertador; la búsqueda
destrozar lo que encuentran y del enfrentamiento con la policía como meta en Neuquén por
parte de jóvenes y adolescentes el 20 a la tarde; el apedreo del municipio y los bancos
Boston, Francés, Nación y Galicia en medio del saqueo y choque callejero en General Roca
(Río Negro).
Al igual que en la revuelta prevalece el elemento espontáneo, pero aparece el rasgo,
a veces principal, del odio y la venganza, e incluso dejan de ser sólo choques entre
particulares para focalizarse sobre instituciones del gobierno del estado. Es por eso que
consideramos que aparece aquí un elemento de motín: levantamiento espontáneo de gente
oprimida que busca venganza148. Tampoco constituye lucha, aunque se encuentra en el
145 Como en las declaraciones recogidas en Derqui (GBA) el 20, en Mendoza cuando se concentran frente a
comercios amenazando saquear y logran que los gobiernos provincial o municipales entreguen alimentos, y en
el corte en que insultan a Mestre en Constitución.
146 Como la pintada en Moreno (“políticos de mierda”) el 19 y el rechazo a la intervención del ministerio de
Solidaridad en Córdoba el 19.
147 Iñigo Carrera, N., Cotarelo, M.C., Gómez, E. y Kindgard F.; La Revuelta....; Pimsa, DTN°4.
148 Un ejemplo lo constituye el saqueo total de la mueblería y venta de electrodomésticos Alpino, en Villa
Albertina, una de las zonas más pobres de Lomas de Zamora, cuyos dueños tenían un tren de vida superior al
de sus vecinos (“lucían pulseras, anillos y relojes de oro”); sus mismos dueños afirman: “(...) los que se
llevaron todo eran muchachos del barrio. No los justifico, pero los entiendo: ninguno de ellos en su puta vida
iba a poder comprar ninguna de las cosas que vendíamos nosotros” (Clarín 19/1/02). Puede pensarse algo
umbral de ésta, no hay elección del momento en que va a producirse, está en un nivel de
conciencia más bajo que cualquier tipo de hecho sistemático149.
En síntesis, conceptualizamos a este momento del hecho investigado como revuelta
y motín. Es la “insurrección” de los “hambrientos”150.
Miércoles 19 a la noche
Comienzan las manifestaciones de masas. La manifestación pacífica: el llamado
“cacerolazo”
Ya hemos descripto las manifestaciones producidas durante la mañana del 19 en
Tucumán, Córdoba, La Plata, Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Jujuy, Río Negro y Mendoza.
Varias involucraron protestas contra gobiernos provinciales y municipales, pero es en la
ciudad de Buenos Aires donde, desde temprano, se manifiesta el descontento con el
gobierno nacional y los “políticos”.
A la mañana, el presidente de la Rúa asiste a una reunión en la sede de Cáritas con
dirigentes convocados por la iglesia católica y el delegado de las Naciones Unidas en el
país. Se reúnen los principales dirigentes políticos, empresariales y sindicales, con el
objetivo de reanimar la concertación que proclamó el gobierno luego de la derrota electoral
de octubre. Están presentes buena parte de los ministros (entre ellos el jefe de gabinete y el
ministro del interior), el ex presidente Alfonsín y el presidente de la UCR Ángel Rozas; por
el PJ, su secretario general Eduardo Bauzá, el senador Duhalde y el gobernador de la Sota;
entre los empresarios, el titular de la Unión Industrial Argentina Ignacio de Mendiguren, el
de la CAME, Osvaldo Cornide, el de la Sociedad Rural Enrique Crotto, el de la Cámara
Argentina de la Construcción Gregorio Chodos, el de la Asociación Cristiana de Dirigentes
de Empresas José M. Simone; los secretarios generales de las dos CGT Rodolfo Daer y
Hugo Moyano; el abogado Luis Moreno Ocampo. No asiste el gobernador de Buenos Aires
Ruckauf, “porque nadie lo invitó”151. Al llegar De la Sota dice que “el gobierno no existe”,
que “en el país reina la anarquía”152 y que no quiere “participar de la concertación con un
bombero; porque no estamos para apagar incendios sino para construir”153; Duhalde afirma
que “el gobierno no puede sacar al país de este caos”154. El presidente de Cáritas arzobispo
Casaretto habla de la “situación terminal” y “crisis moral” del país155. En la reunión, que
dura cuatro horas, predomina la demanda de un cambio en el modelo económico y Cornide
semejante en el caso del autoservicio Seven en San Martín, que fue saqueado tres veces en el mismo día, y
donde se llevaron hasta los inodoros del baño y las tapitas de los enchufes y cuando ya no quedaba nada le
prendieron fuego.
149 Iñigo Carrera, N., Cotarelo, M.C., Gómez, E. y Kindgard F.; La Revuelta....; Pimsa, DTN°4.
150 El término “insurrección” está utilizando aquí, lo mismo que cuando se habla más abajo de la
“insurrección” de la pequeña burguesía, aludiendo a que se trata de la forma más alta de rebelión a que llega
esta capa social librada a su acción en tanto tal capa. Los pobres son los que no acceden a los medios de vida
necesarios para reproducir su existencia. Si sus acciones se limitan ese aspecto (“hambrientos”) la forma más
alta de su rebelión es la revuelta con elementos de motín; si sus acciones parten de su situación de
expropiados de condiciones materiales de existencia (clase obrera) que no logran obtener sus medios de vida
bajo la forma del salario (desocupados) utilizan otras formas de rebelión, sistemáticas, que han dado lugar a la
formación del movimiento piquetero.
151 La Nación 20/12/01.
152 La Nación 20/12/01.
153 Clarín 20/12/01.
154 La Nación 20/12/01.
155 La Nación 20/12/01.
pide la renuncia de Cavallo. Daer (que estaba afirmando que “la concertación ‘debía darse
con o sin de la Rúa’”, cuando llega el presidente156) dice que a los trabajadores no se les
puede pedir más después de diez años de sacrificio; Crotto se apresura a decir que al campo
tampoco157. De la Rúa, que llegó una hora tarde, en cambio, dice que “hay que tener
confianza en las medidas que pusimos en marcha” y que “no hay que alarmarse porque la
situación está controlada”158. Al entrar, algunos manifestantes le habían gritado “Poné
huevos, De la Rúa” y “Andate, ladrón”; al salir del edificio, unas treinta o cuarenta
personas lo insultan a los gritos; sus custodios lo hacen subir rápidamente mientras una
pedrada estalla sobre la luneta trasera del auto oficial. Mientras se desarrollan la Revuelta
que hemos descripto más arriba la Mesa de Concertación decide que el jefe de Gabinete
Colombo y el representante de las Naciones Unidas redacten un documento a ser discutido
en una próxima reunión; por su parte en el PJ comienzan a considerar en privado quién
reemplazará a de la Rúa (Puerta, Rodríguez Saá o Duhalde) con el compromiso de no
presentarse a las próximas elecciones159. Mientras tanto, en la puerta, siguen las
manifestaciones, entre otros de trabajadores telefónicos de FOETRA que protestan por el
despido de cuatrocientos trece compañeros e insultan a los que salen.
Ante el temor de que los incidentes puedan trasladarse a la zona de Congreso160, las
autoridades parlamentarias licencian a los empleados y cierran las ventanas del edificio,
donde quedan los diputados161 y senadores162 que esperan un decreto del poder ejecutivo
instaurando el estado de sitio, para aprobarlo163.
Al atardecer la protesta en la ciudad de Buenos Aires se traslada a los barrios: a las
19, en Palermo (Córdoba y Scalabrini Ortiz), los vecinos organizan una ruidosa batucada y
hacen fogatas para protestar por la situación económica y contra De la Rúa y Cavallo. En
Liniers, los comerciantes cortan el tránsito.
Pero es a la noche, después de escuchar a las 22,40 el discurso del presidente
confirmando la declaración del estado de sitio por 30 días mediante un decreto firmado a
las 19164, que la oposición se extiende, primero en Buenos Aires y Rosario, y después en
156 Clarín 20/12/01.
157 La Nación 20/12/01.
158 Clarín 20/12/01.
159 La Nación 20/12/01.
160 “A las 15 corrió la noticia de que centenares, bajo la batuta de dos intendentes del conurbano, se dirigían al
Congreso ‘para quemar todo’” (Clarín 20/12/01).
161 A pesar de estar en un período de sesiones extraordinarias, en que el temario lo fija el Poder Ejecutivo, los
diputados del PJ, apoyados por algunos del oficialismo, aprueban un proyecto que deja sin efecto los
“superpoderes” otorgados a Cavallo en marzo y otro, presentado por los diputados sindicales (CGT-Daer) (y
futuros ministros de Duhalde), Graciela Camaño y Alfredo Atanasof, que deroga las restricciones bancarias al
pago de salarios, indemnizaciones y jubilaciones.
162 Que finalmente deciden pasar a un cuarto intermedio para el día siguiente.
163 Cuando, horas después, el gobierno declara el estado de sitio es respaldado por Carlos Menem, Carlos
Ruckauf y Eduardo Duhalde y el PJ dice que no lo obstaculizará; uno de los pocos que se opone es Adolfo
Rodríguez Saá, que anuncia que pedirá que San Luis sea excluida del decreto y recuerda que se requiere
aprobación de todas las provincias para dictar el estado de sitio.
164 De la Rúa dice en su discurso: “Comprendo las penurias que atraviesan muchos de mis compatriotas, las
comprendo y las sufro; pero la mayoría sabe que con violencia e ilegalidad no se sale de los problemas. Los
problemas hay que enfrentarlos y eso estamos haciendo”. “En el contexto económico y social donde muchos
argentinos sufren problemas, grupos enemigos del orden y de la República aprovechan para intentar sembrar
discordia y violencia, buscando crear un caos que les permita maniobrar para lograr fines que no pueden
alcanzar por la vía electoral”. “Pido a mis compatriotas mantener la calma y colaborar para el
La Plata, Córdoba, Mar del Plata y las más importantes ciudades del país, en un abierto
desafío a ese estado de sitio. En Buenos Aires un fuerte cacerolazo estalla en toda la ciudad
y se prolonga hasta la madrugada, en un hecho inédito en Argentina165. El cacerolazo
comienza en Belgrano y en Barrio Norte; al comienzo las ollas suenan tímidamente pero
rápidamente el ruido crece, y se suman las bocinas de los autos; el ruido se extiende por
toda la ciudad; surgen manifestaciones espontáneas en los distintos barrios, donde se cortan
calles, se encienden fogatas y se realizan marchas por las calles principales. La Av.
Independencia es cortada por los vecinos desde la calle Balcarce hasta la Av. 9 de Julio; a
ellos se suman manifestantes del Centro de Estudiantes de Ingeniería, que realizaban una
marcha. Se concentran manifestantes frente al monumento al Cid Campeador y en muchas
esquinas166, donde encienden hogueras; en Independencia y Entre Ríos una columna de
trescientos manifestantes, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, entonan cánticos contra
el presidente y contra Cavallo y gritan “Queremos soluciones y no estado de sitio”; en
Rivadavia y Lope de Vega quinientos vecinos cortan las calles, con golpeteo de cacerolas y
cánticos contrarios a la política del gobierno; los vecinos de Parque Chacabuco se
concentran en la plaza, y cuando se suman habitantes de la villa 11-14 deciden marchar
todos juntos hacia José María Moreno y Rivadavia, y después al Congreso. Frente a la casa
de Cavallo, en Libertador y Ocampo, se concentran unas cien personas, que pronto llegan a
cuatro mil; el ex ministro pide garantías para su seguridad personal y de su familia; otros
centenares se concentran frente a la casa del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo.
También se desplazan unos trescientos manifestantes hacia la residencia presidencial
ubicada en Olivos (GBA), donde pronto se va formando una concentración que llega a las
cinco mil personas.
Algo semejante está ocurriendo en Rosario: tras el discurso de De la Rúa difundido
por cadena nacional de radio y televisión los rosarinos se movilizan en forma espontánea y
restablecimiento del orden, como así también a las organizaciones sociales y especialmente a los medios de
información a contribuir para recrear el clima de paz necesario para recuperar la seguridad y la tranquilidad en
todo el país”. “Es mi compromiso trabajar para resolver la emergencia social. Sé distinguir entre los
necesitados y los violentos o los delincuentes, que aprovechando esta situación utilizan el desorden para crear
el caos”. “Así como enfrenté los problemas económicos, así como dispuse medidas de emergencia para asistir
a los más necesitados, decidí poner límites a los violentos que se aprovechan de las penurias ajenas”. Reclama
la “unidad nacional” para retornar al “camino del crecimiento y superar los problemas que trabaron el
progreso”.
165 Aunque tuvo antecedentes. El 12 de septiembre de 1996, cuando se realizó un apagón y cacerolazo contra
la política económica y social del gobierno de Carlos Menem, convocados por un foro multisectorial
integrado por más de cincuenta agrupaciones políticas, sindicales, del comercio y de pequeños y medianos
empresarios; tuvo mucha repercusión en todo el país, en especial en la mayoría de los barrios de la Capital, en
el GBA y en las ciudades más pobladas; hubo concentraciones en las veredas y esquinas, gritos, bocinazos,
caravanas de autos, marchas y cortes de calles. Desde el 18 hasta el 23 de febrero de 1999, en forma
espontánea, miles de usuarios de la empresa Edesur, realizaron cacerolazos, cortaron calles e hicieron fogatas
y barricadas en las esquinas de numerosos barrios de la ciudad de Buenos Aires en protesta por un corte de
energía eléctrica que se prolongó por varios días; en varios casos rechazaron la presencia de militantes y
dirigentes políticos que se acercaron para participar o repartir volantes. Hubo también pequeños cacerolazos
en el barrio de Belgrano por inundaciones a comienzos de 2001.
166 Entre muchas otras en Córdoba y Pueyrredón, en Santa Fe y Juan B. Justo, Belgrano y Jujuy, Santa Fe y
Pueyrredón, Aráoz y Charcas, Santa Fe y Coronel Díaz, Austria Y Santa Fe, Libertador y Ocampo, Presidente
Perón y Medrano, Corrientes y Medrano, Alsina y Entre Ríos, Rivadavia y Larrea, Uriburu y Córdoba,
Rivadavia y Nazca, La Plata e Independencia, Quinquela Martín y Montes de Oca, Cuenca y Beiró, San
Martín y Cucha Cucha, San Juan y Boedo, Mansilla y Laprida.
masiva por el centro, se concentran en las esquinas, salen a los balcones golpeando
cacerolas y tocando silbatos, mientras los automovilistas tocan sus bocinas. A la
medianoche unos quinientos manifestantes (adultos, niños, adolescentes, ancianos, hombres
y mujeres), que pronto son tres mil quinientos, en su gran mayoría de pequeña burguesía, se
encuentran concentrados en el Monumento a la Bandera, golpeando cacerolas al grito de
“Que se vayan”.
Poco antes de la medianoche el centro de la ciudad de Córdoba estalla con el sonido
de miles de cacerolas; una multitud atraviesa las calles, sin que se vean policías; son varios
miles, jóvenes (en su mayoría estudiantes) y adultos de pequeña burguesía, que cantan “El
pueblo unido, jamás será vencido” y “si este no es el pueblo, el pueblo ¿dónde está?”. En
un clima festivo llegan a Colón y General Paz, donde cantan el himno y gritan “Argentina,
Argentina”; no hay banderas ni consignas de partidos; manifiestan contra los gobiernos
nacional y provincial. En la ciudad de Santa Fe, también se realiza un cacerolazo para
exigir la renuncia del gobierno. En Mar del Plata hay cacerolazos en los barrios y grupos
numerosos marchan con cacerolas y bocinazos pidiendo la renuncia de Cavallo y de la Rúa
y contra el estado de sitio, y se reúnen frente a la Municipalidad.
Después de la medianoche se hace pública la renuncia del ministro Cavallo, y se
extiende el festejo por el país. Mientras Cavallo está renunciando, en Buenos Aires, miles
de manifestantes confluyen, con banderas argentinas pero no de partidos políticos ni
tampoco carteles, desde los barrios hacia el Obelisco, el Congreso y la Plaza de Mayo,
gritando: “Que se vayan”; una caravana de cien autos rodea la Plaza de Mayo haciendo
sonar sus bocinas, mientras columnas de manifestantes a pie van llegando, golpeando
cacerolas y expresando: “Estado de sitio, no; cambios en el plan económico, sí” e
insultando a Cavallo y De la Rúa; encienden algunas velas en el piso de la plaza al grito de
“que se vayan”. Mientras tanto, la guardia de infantería de la Policía Federal toma
posiciones de defensa tras el vallado que rodea la casa de gobierno. En la Plaza de los Dos
Congresos se congregan unos mil manifestantes, que gritan “Qué boludos, qué boludos, el
estado de sitio se lo meten en el culo”.
En Bahía Blanca unas 150 personas encolumnadas recorren las calles de la ciudad
expresando su alegría por la renuncia de Cavallo. En Tucumán, a las 23.30 no circula
absolutamente nadie por las calles y todo está en silencio; pero en las primeras horas de la
madrugada del día 20, en forma espontánea los vecinos de la zona céntrica comienzan a
golpear cacerolas; pasada la una de la madrugada, sin que nadie los haya convocado,
cientos de personas, en muchos casos familias enteras, se concentran en las cuatro esquinas
de la plaza Independencia golpeando cacerolas y pidiendo un cambio; la policía no los deja
llegar hasta la casa de gobierno; a las 2 de la madrugada unos novecientos manifestantes
intentan llegar a la plaza Independencia pero la policía lo impide. En Mendoza, cientos de
manifestantes se congregan en el centro de la ciudad, en Peatonal y San Martín, golpeando
cacerolas y haciendo sonar las bocinas de sus vehículos, al grito de “Argentina, Argentina”
para reclamar un cambio en la política económica. A la madrugada 150 vecinos de La Plata
hacen un cacerolazo en Plaza Italia y Plaza San Martín en repudio al estado de sitio.
También en la madrugada se produce un cacerolazo en Santa Rosa (La Pampa).
En síntesis, la noche del 19 comienzan las manifestaciones de masas. El llamado
“cacerolazo” que recorre las principales ciudades del país puede conceptualizarse como
manifestación pacífica de masas. Pero en ese hecho la rebelión sale del sistema
institucional; en tanto es el rechazo práctico al estado de sitio significa el desconocimiento
de las decisiones del gobierno, tanto del ejecutivo que declara ese estado de sitio, como del
legislativo, que está reunido para convalidar la decisión presidencial. Es la “insurrección”
de la pequeña burguesía167. Se abre el camino a la lucha callejera de masas que se va a
desarrollar al día siguiente, principalmente en la ciudad de Buenos Aires.
Jueves 20
De los choques callejeros al combate de masas en el centro de Buenos Aires: la
Insurrección Espontánea
Como ya hemos visto, desde la medianoche la plaza de los Dos Congresos, la Plaza
de Mayo, la residencia presidencial de Olivos y la casa de Cavallo y otros políticos son
escenarios de la multitudinaria movilización espontánea, predominante pero no
exclusivamente, de fracciones de pequeña burguesía que llegan desde los barrios, donde los
habitantes pasan la noche en las calles, mientras en innumerables esquinas de la ciudad
arden hogueras.
A la mañana las paredes de la residencia presidencial de Olivos aparecen con
pintadas, como “Fuera Cavallo y De la Rúa”, dejadas por los manifestantes; un grupo de
unas diez personas se quedan toda la noche y a la mañana piden a gritos la renuncia del
presidente; los que pasan en taxis, autos, motos y colectivos se unen a la manifestación
tocando bocina y por momentos el ruido es ensordecedor168.
Más o menos al mismo tiempo en que se produce el primer choque en la Plaza de
Mayo, al que nos referiremos más abajo, grupos de manifestantes atacan las casas de
políticos identificados con el gobierno y con el “modelo económico” continuado desde el
gobierno de Menem: a la 1.30 unas sesenta personas apedrean e intentan incendiar la
entrada al edificio de la calle Costa Rica al 4100, en Palermo, donde vive el renunciante
jefe de Gabinete Chrystian Colombo; son rechazados por los vigiladores a los que
apedrean. En el mismo barrio es atacado a balazos el frente del edificio de Paraguay 4032,
donde vive el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez. En Recoleta decenas de personas
tiran bolsas de residuos frente al petit hotel donde vive María Julia Alsogaray, en Junín al
1400, al tiempo que lanzan insultos contra la ex funcionaria menemista. Lo mismo sucede a
cuatro cuadras de allí, en Callao 1550, donde vive Agustina de la Rúa, hija del presidente.
Trescientas personas realizan un escrache y apedrean la casa del Jefe de Gobierno porteño,
Aníbal Ibarra, en Villa Ortúzar, y rompen vidrios de autos; la policía los dispersa con gases.
Un grupo de manifestantes autoconvocados, pasa la noche frente a la casa de Cavallo, y
sigue gritando y golpeando cacerolas a la mañana; hay desde mujeres bien vestidas
(“paquetas”) hasta jubilados; todos los automovilistas que pasan hacen sonar sus bocinas; el
ex ministro teme salir de su casa; cada tanto entran o salen algunos de sus partidarios, como
Armando Caro Figueroa (hasta el día anterior titular de la AFIP), que pasa en su auto entre
los insultos de los manifestantes; cerca del mediodía un auto oficial sale del edificio a toda
167 El término “insurrección” está utilizando aquí, lo mismo que cuando se habla antes de la “insurrección” de
los “hambrientos”, aludiendo a que se trata de la forma más alta de rebelión a que puede llegar esta capa
social librada a su acción en tanto tal capa; en el caso de la pequeña burguesía, es la manifestación pacífica.
168 Una vecina de Martínez (barrio de gente económicamente muy acomodada), dice: “Estoy cansada de que
el gobierno le quite la salud, la educación y la seguridad a mis hijos. No tenemos que quedarnos como
corderos, tenemos que luchar. Les pido a todos una resistencia pacífica contra esta gente que se ha robado
todo: nuestro dinero y nuestra dignidad”. Otra manifestante de La Lucila (igual composición social) dice: “Lo
que me pasa a mí es lo que le sucede al pueblo. Siento una impotencia terrible. No quiero la violencia ni la
discusión entre nosotros, pero tenemos que salir a protestar” (Clarín 21/12/01).
velocidad; los periodistas lo persiguen, pero es un ardid: sólo van custodios de Cavallo, uno
de ellos con una careta del ex ministro, que, inadvertido, sale en una camioneta 4x4169.
Pero los hechos más importantes se van a producir en el centro político de Buenos
Aires, entre la Casa de Gobierno, el Congreso y el Obelisco, donde durante más de veinte
horas se va a desarrollar un combate callejero, que tiene como escenario la Plaza de Mayo,
la Avenida de Mayo, las Diagonales Norte y Sur, la avenida 9 de Julio y calles aledañas.
Como ya dijimos, desde la noche del miércoles, llegan al Congreso columnas de
manifestantes desde los barrios de Flores, Almagro, Caballito, Once y Balvanera:
centenares de familias marchan por la Av. Rivadavia con sus cacerolas, tapas, pitos y
cornetas en una ruidosa manifestación de protesta contra el estado de sitio; cantan
consignas contra De la Rúa y Cavallo, a los que hacen responsables de la prolongada
desocupación y la decisión de incautar los salarios y depósitos bancarios. Al grito de
“Argentina, Argentina” suben las escalinatas del Congreso que quedan cubiertas y se
multiplican los cánticos contra el gobierno nacional, que acompañan con movimientos del
cuerpo y brazos levantados.
Otros miles de manifestantes se concentran en la Plaza de Mayo. Los primeros en
llegar son varios cientos de vecinos del popular barrio de San Telmo que se habían ido
concentrando en la Plaza Dorrego y desde allí avanzado hasta la casa de gobierno, después
de abrir el vallado que la rodea. Cuando la televisión muestra la gente en la plaza, más
personas se dirigen hacia allí, y hacia el Congreso y el Obelisco, desde todos los barrios, en
caravanas de taxis y autos y a pie. Desde poco antes de la medianoche una multitud llega
incesantemente por las Diagonales, la Av. de Mayo y las calles laterales; no hay banderas
políticas y se canta el himno nacional.
Primeros encuentros:
Aproximadamente a la 1, en medio de un ensordecedor ruido de cacerolas, se
festeja la renuncia de Cavallo, presentada quince minutos antes, y miles de manifestantes se
desplazan desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo. Se produce el primer ataque de la
guardia de infantería de la policía federal, con gases y balas de goma, mientras algunos
arrojan piedras a los policías que custodian la casa de gobierno y un grupo prende fuego a
la entrada del ministerio de Economía y cuelgan un cartel que dice “Se alquila”. Los
manifestantes, sobre todo las familias, se dispersan, pero hay resistencia y arde una palmera
en la Plaza; media hora más tarde, mientras son dispersados por la Av. de Mayo, los
manifestantes atacan los locales de bancos y administradoras privadas de jubilaciones y
pensiones (AFJP), de McDonald’s, teléfonos públicos (pertenecientes a la empresa
privatizada Telefónica) y saquean las sastrerías Modart y Giacomo Lauró y otras tiendas;
algunos quieren saquear dos quioscos pero otros manifestantes lo impiden.
169 Se repetían, ampliadas, las escenas protagonizadas por el ministro Cavallo pocos meses antes, el 14 de
julio de 2001, cuando unos doscientos trabajadores de Aerolíneas Argentinas se concentraron frente a la
iglesia donde se casaba su hija y debió entrar acompañando a la novia protegido por la policía y la custodia
entre insultos y algunos golpes que rompieron el parabrisas del auto de custodia; después de la ceremonia los
novios, el ministro Cavallo, familiares e invitados debieron refugiarse en un patio interno de la parroquia ante
una lluvia de huevos que salpicó a la novia; permanecieron allí largo rato sin poder salir; los neumáticos de
los dos vehículos que debían trasladarlos fueron pinchados; finalmente Cavallo, su mujer y la novia,
disimulada con una capa negra, salieron por el vecino cementerio de la Recoleta (Clarín 15/7/01).
Pasadas las tres o cuatro de la madrugada, en el Congreso, cuando los manifestantes
se están desconcentrando, la guardia de infantería de la policía federal arremete disparando
gases, balas de goma y de plomo. La mayoría de los manifestantes corren y se dispersan,
pero otros, en forma organizada, enfrentan a los policías que, acorralados, disparan sus
armas. Un hombre queda herido, sangrando sobre las escalinatas del Congreso170 y junto a
otros dos es hospitalizado. Manifestantes rompen las vidrieras de varios negocios y del
Banco Ciudad en Rivadavia y Montevideo. Más tarde otra columna avanza sobre las
escalinatas del Congreso y aunque es dispersada a balazos de goma, quedan en las
inmediaciones; nuevos intentos de la policía son respondidos a pedradas.
Cuando amanece van entrando en la Plaza de Mayo unas doscientas personas
(algunos que han quedado en las inmediaciones desde la noche anterior, otros, oficinistas
que van a trabajar), al grito de “Chupete ya se va” y “El pueblo no se va”, mientras piden la
renuncia de Fernando de la Rúa con palmas y golpes de cacerolas. La plaza está cortada por
la mitad por un vallado de acero. Se suman militantes políticos171. Alrededor de las 9,30 se
produce un nuevo ataque policial, que obliga a los manifestantes a retroceder; unos pocos
quedan en la misma Plaza, mientras la mayor parte se retira hacia las diagonales, la avenida
de Mayo, Bolívar, San Martín y Reconquista, adonde son perseguidos por la policía pero
desde donde vuelven sobre la Plaza.
Llegan las Madres de Plaza de Mayo que han convocado a todas las organizaciones
políticas y sociales a sumarse a su habitual ronda de los jueves para exigir “el inmediato
cese de la represión, levantamiento del estado de sitio, cese del pago de la deuda externa,
reducción de las dietas de los legisladores y jueces a un máximo de $1.500 y trabajo digno
para todos”. “¡Qué boludos, qué boludos, el estado de sitio se lo meten en el culo”!, cantan
hombres de traje, chicas en minifalda, estudiantes de vacaciones, jubilados, motoqueros y
militantes de Madres de Plaza de Mayo, encabezados por Hebe de Bonafini. La policía, que
está acantonada en la vereda del Banco de la Nación, recibe la orden de dispersar a los
manifestantes y da un ultimatum para que desalojen la Plaza invocando el estado de sitio; a
las 11,40 avanzan; la policía montada ataca a un grupo que grita en torno a la Pirámide de
Mayo, pega con sus látigos, tira granadas de gas lacrimógeno y arremete contra grupos de
personas sentadas a las que embisten con los caballos; la guardia de infantería tira gases y
balas de goma mientras un camión hidrante arroja agua sobre los manifestantes; hay
fotógrafos y manifestantes, entre ellos siete integrantes de la Asociación Madres de Plaza
de Mayo, heridos con balas de goma y golpeados a bastonazos y por los caballos; los
policías son insultados y apedreados. Los manifestantes se retiran por la Diagonal Norte,
donde también hay corridas, y se reagrupan en Av. de Mayo, mientras otros resisten en
Diagonal Norte y San Martín.
Minutos antes del mediodía. hace dificultosamente su entrada en la Plaza la jueza
federal de turno María Romilda Servini de Cubría, que al ver por televisión lo que está
pasando se presenta para intimar en la casa de gobierno que se detenga la acción policial,
170 Jorge Demetrio Cárdenas, de 52 años, fue herido de tres balazos en la ingle. Se recuperó de las heridas y el
6 de febrero declaró en Tribunales. Pero finalmente murió el 27 de julio de 2002, en el hospital Eva Perón
(Clarín 3/8/02). Según la información oficial, de su autopsia no surgieron elementos que relacionaran su
muerte con las lesiones sufridas frente al Congreso, porque no tenía ningún proyectil de bala. Había sido
imputado porque aparecía en una filmación arrojando un tacho de basura a la policía. (Crónica 25/10/02).
171 Las fuentes periodísticas atribuyen esos militantes a partidarios de Mohamed Alí Seineldín, y del
Movimiento de Trabajadores Desocupados, el Partido Obrero, el Movimiento al Socialismo e Izquierda
Unida.
gestión que es rechazada172. Pero la Montada vuelve a la vereda del Banco Nación junto
con el camión hidrante y el resto de la policía que se colocan detrás de las vallas de acero,
mientras los manifestantes vuelven a entrar en la Plaza, engrosadas sus filas por empleados
que trabajan en el microcentro y que están en su hora de almuerzo y por quienes miraban
televisión y deciden acercarse a protestar con cacerolas en sus manos. Unas quinientas
personas gritan “Si este no es el pueblo, el pueblo donde está”, “Paredón, paredón, a todos
los corruptos que vendieron la Nación” y “Que se vaya, que se vaya”, además de otros
cantos contra Cavallo; también “Adonde está, que no se ve, esa gloriosa CGT”173. A las
12,30 llegan los legisladores y dirigentes de partidos de izquierda, Patricio Etchegaray y
Luis Zamora para reclamar que no haya represión y se incorporan a la multitud. Otros, en
cambio, que pretenden sumarse a la manifestación, son echados de la plaza174. Poco
después, ante un intento de derribar la valla, la policía ataca con gases y balas y los
manifestantes se dispersan.
Pasado el mediodía la policía tiene cercada la plaza con sus tropas y desde allí
controla la Av. de Mayo y las Diagonales. Pero se van sumando manifestantes: nuevos
oficinistas en su hora de almuerzo se unen a los jóvenes que con el torso desnudo desafían a
la policía y le tiran piedras. A pocas cuadras, en San Telmo, estacionan tres camiones llenos
de manifestantes con palos; mientras los negocios cierran sus puertas temiendo un saqueo,
los recién llegados marchan hacia la Plaza. Allí, los manifestantes avanzan al grito de
“Argentina, Argentina” y la policía los ataca con gases y caballos. Varios diarios, como
Clarín y La Nación, señalan que entre los policías hay mucho nerviosismo y cierto
descontrol.
Una hora después, los manifestantes están nuevamente dentro de la Plaza. Siguen
los gritos de ”el estado de sitio se lo meten en el culo” y también cantan el himno nacional;
un hombre mostrando sus genitales y una remera que dice “Argentina” se trepa al vallado
172 La Nación 21/12/01. Versiones posteriores atribuyeron esta gestión de la jueza a sus simpatías peronistas.
173 A lo largo del día, las centrales sindicales declaran la huelga general: la CTA ya la había convocado desde
el día anterior y la prolonga hasta el 21; la CGT-Daer, a las 17, la llama a partir de las 18 por 36 horas y hasta
que se reúna la Asamblea Legislativa, y la CGT-Moyano a partir de las 0 del 21 hasta que renuncie de la Rúa.
Daer señala: “decidimos realizar un paro de 36 horas para lograr la preservación plena de la paz social, hoy
gravemente dañada; en repudio a la represión policial injustificada que ha provocado gran cantidad de heridos
y muertos y para garantizar la resolución de la gravísima crisis política en el marco de la Constitución
Nacional”; plantea la necesidad de contar con “un plan económico social que posibilite la superación de la
crisis estructural y coyuntural, asegurando la reactivación, el crecimiento, la estabilidad, la producción y el
empleo y por la libre disponibilidad de los salarios y el ahorro de todos los argentinos” (Crónica 21/12/01) “se
debe volver rápidamente a la cultura del trabajo (...) lo importante es cómo actúa en forma urgente el gobierno
para paliar el hambre, porque lo que estamos viviendo es algo incipiente como una guerra entre hermanos,
producto del hambre, la desocupación y como resultado de esta política económica. Nosotros estamos en
reunión permanente”. Por su parte la CGT Moyano, que declara la huelga después de cuatro horas de
deliberación, exige llamar a “la Asamblea Legislativa por la grave crisis institucional y social”, que se levante
el estado de sitio y un cambio en el modelo económico (La Nación 21/12/01). La CTA declara la huelga
“contra la profundización de la represión, el ajuste, la muerte y ante el estado de sitio” y por la anulación del
proyecto de presupuesto (es decir, del ajuste). La declaración de huelga excluye a los bancarios (CGT-Daer) y
transporte de pasajeros (CGT-Moyano) para que asalariados y jubilados puedan cobrar sus sueldos y
jubilaciones.
174 Por ejemplo, el ex funcionario del gobierno de Menem Moisés Ikonicoff que, echado entre insultos y
escupidas al grito de “No queremos políticos”, debe refugiarse en una ambulancia, contra la que los
manifestantes arremeten a patadas; también son insultadas la ex diputada del Frepaso Mary Sánchez y las
diputadas María América González y Graciela Ocaña, del Frepaso y el ARI respectivamente.
de la mitad de la plaza; es detenido. Alrededor de las 14 llega una corona fúnebre y, al grito
de “Cavallo se murió”, los manifestantes la ovacionan. Un grupo tira piedras.
Masa en lucha: las barricadas
La policía se propone desalojar el microcentro y empujar las columnas hacia la Av.
de 9 de Julio. A las 14,05 avanza con un camión hidrante y arrojando gran cantidad de
gases. Los manifestantes se retiran desbandándose por la Av. de Mayo, las Diagonales
Norte y Sur y la calle San Martín. La policía gana terreno a fuerza de disparos de gases y
balas de goma al cuerpo desde patrulleros, caballos de la Montada por la peatonal Florida,
muchas motos por las Diagonales Norte y Sur, colectivos que llegan con refuerzos y
helicópteros. Desde algunos bares y casas los vecinos alcanzan agua, trapos mojados y
rodajas de limón a los manifestantes para mitigar el efecto de los gases lacrimógenos;
también entre los mismos manifestantes hay quienes alcanzan agua y limón a los afectados
por los gases.
Sin embargo, muchos logran permanecer en las inmediaciones de la Plaza de Mayo
y regresan en cuanto la policía se dirige hacia otro punto. También hay quienes logran
quedarse en la misma plaza, frente a la Catedral, por la calle Reconquista y la avenida de
Mayo; en Diagonal Norte construyen una barricada donde hay un choque con la policía. Un
grupo avanza hacia el vallado en la mitad de la Plaza, con un cartel que dice “Ni de la Rúa,
ni Menem, ni Duhalde” y gritan “el pueblo no se va, el pueblo no se va” y a pesar de los
gases se quedan contra el vallado. Los motoqueros se mueven por todo el microcentro y
avisan a los manifestantes los movimientos de la policía.
Mientras esto ocurre en la Plaza de Mayo e inmediaciones, a las 14 en la plaza del
Congreso se concentran militantes de partidos de izquierda y de la Corriente Clasista y
Combativa de La Matanza, a los que se suman oficinistas. Comienzan a marchar hacia la
Plaza de Mayo, pero llegan carros de asalto y la policía dispara balas de goma; la columna
se desarma mientras los manifestantes arrojan piedras, palos y adoquines; los tachos de
basura y los bancos de la plaza de los Dos Congresos son utilizados para armar barricadas;
rompen vidrios del Banco Ciudad mientras la policía sigue disparando gases y balas de
goma y golpeando con saña a los manifestantes175.
Los manifestantes que se habían retirado de la Plaza de Mayo, se reagrupan en Av.
De Mayo y 9 de Julio y desde allí tratan de volver para retomarla; algunos rompen
vidrieras, mientras otros intentan disuadirlos; todos los negocios están cerrados excepto la
confitería London; la policía forma un cordón en Av. de Mayo y Tacuarí, desde donde
disparan con escopetas; los manifestantes retroceden unos metros pero luego responden con
piedras. Desde los balcones de los edificios llueven insultos sobre los policías.
Mientras tanto, cerca de las 15, otros manifestantes dispersados por la lluvia de
gases dejan que pase la nube, se reúnen a unas cuadras y vuelven por las Diagonales, la
calle San Martín y la Avenida de Mayo. Un grupo se concentra en las escalinatas de la
Catedral y grita “Que boludos, que boludos, el estado de sitio se lo meten en el culo”, son
atacados por la policía y hay al menos cuatro avances y retrocesos por la Diagonal Norte de
cientos de personas que cantan “el pueblo unido jamás será vencido”. En Diagonal Norte y
Rivadavia un grupo de manifestantes enciende una fogata al costado de la entrada del
subterráneo, construyendo una barricada; el fuego se extiende a la protección de las obras
175 “Viste qué puto soy”, le grita un agente de la brigada especial a un manifestante detenido, mientras no para
de golpearlo con una manguera. (Clarín 21/12/01).
de remodelación del subte, los carteles y tubos luminosos; la policía tira gases
lacrimógenos. Otro grupo se forma en Defensa e Hipólito Yrigoyen; también son atacados,
pero vuelven sobre la Plaza de Mayo por Hipólito Yrigoyen y comienzan a colocar vallas
que toman de las obras de reparación del edificio del Cabildo, cortando la calle para
dificultar el paso de la policía; aunque ésta ataca, vuelven una y otra vez tirando piedras
mientras son perseguidos por las calles laterales. Otra barricada se forma en Avenida de
Mayo, frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, pero es superada por la policía, que
avanza, como veremos más adelante.
Estos reiterados avances y retrocesos, que se prolongan por aproximadamente dos
horas, hacen que el número de manifestantes dentro de la Plaza disminuya o aumente y que
se sucedan escenas de relativa calma y corridas, apedreos y detenciones cuando la policía
abandona sus posiciones cerca de las vallas o en la vereda del Banco Nación, en especial la
Montada que intenta desalojar la Plaza a rebencazos176. A las 15,30 manifestantes queman
las palmeras de Plaza de Mayo para evitar el efecto del gas lacrimógeno mientras la
columna atrincherada en la Diagonal Sur quema una garita de estacionamiento medido en
la esquina de Bolívar. A las 15,40 comienza la ronda de las Madres de Plaza de Mayo-
Línea Fundadora, acompañadas por el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, que
son aplaudidas por los manifestantes; vienen a reclamar que no haya represión pero después
de una corrida en Avenida de Mayo, la policía dispara gases sobre la Plaza y las Madres se
van cantando el himno177.
A las 16 nuevamente algunos logran volver a la Plaza y se sientan cerca de la
pirámide pero los echa la Montada mientras sigue la lluvia de balas y gases contra piedras;
hay heridos de ambos bandos. A las 16,10 la Plaza de Mayo está rodeada por columnas de
manifestantes que resisten el ataque policial en las Diagonales Norte y Sur y en la Av. de
Mayo. Al mismo tiempo, a las 16,30, en el lado este de la Plaza, en la rotonda de la Av.
Leandro N. Alem y Rivadavia, a metros de la Casa Rosada, se reúne cada vez más gente y
corta el tránsito que, increíblemente todavía circula por el microcentro; insultan a la policía
que responde con más gases y balas de goma.
Mientras se desarrollan estos hechos en la Plaza de Mayo, cerca del Palacio del
Congreso continúan los choques callejeros. A las 15.30 los autos y colectivos que circulan
por la Av. Rivadavia lo hacen por debajo de una lluvia de gases lacrimógenos y de
piedras178. Una hora después la policía ha logrado hacerse fuerte en Rivadavia y Entre Ríos
176 Esto da lugar a pintorescas escenas cuando algunos manifestantes intentan convencer a la policía de que no
ataque: según el diario Clarín, una enfermera del hospital neurosiquiátrico Borda se acerca a una fila de
policías del cuerpo de infantería, y le habla con dulzura a uno de ellos: “No repriman, chicos. Ustedes están
padeciendo igual que nosotros. Tu hijo también se muere de hambre. Seguro que sos de Florencio Varela, yo
también soy de ese lado. Bajá el arma, no tirés más, por favor”; el policía parece no oírla. Un hombre con los
ojos enrojecidos por los gases y el llanto dice: “Tienen que defender a la patria y no a los ladrones. Ahora le
están tirando a la patria. Entren a la Casa Rosada y tiren los gases allí. Basta de reprimir a la gente”. Un
policía de la Montada le pega con su rebenque a una mujer que se sienta en un banco de la plaza; la mujer le
dice: “Yo tenía un taxi, pagaba los impuestos para que vos cobraras” (Clarín 21/12/01).
177 Las Madres de Plaza de Mayo-línea Fundadora y Servicio de Paz y Justicia, junto con las Abuelas de Plaza
de Mayo, Familiares de Detenidos Desaparecidos, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y el
Centro de Estudios Legales y Sociales, habían estado a la mañana en la casa de gobierno donde el ministro
Mestre les había prometido recibirlas, pero no se presentó.
178 Julio Talavera, de 28 años, relata: “Eran las 15.30 y estábamos en el Congreso junto a otros compañeros de
HIJOS, cuando vimos que la infantería empezaba a disparar balas de goma y gases lacrimógenos. Entonces
buscamos refugio en una parada de colectivos de Rivadavia y Callao”; trató de defender a una pareja a la que
mientras los manifestantes se encuentran repartidos en distintas esquinas; una y otra vez la
policía ataca por una calle mientras los manifestantes avanzan por otra. Aunque muchos
quedan enfrentando a la policía en la zona del Congreso, el grueso de los manifestantes se
dirige por la Av. de Mayo hacia la Plaza de Mayo, pero al llegar a la Av. 9 de Julio choca
con la barrera formada por patrulleros, motociclistas y policías antimotines con pistolas
lanzagases y escopetas, ubicada en la calle Tacuarí, que llegan desde Plaza de Mayo e
impedirán el paso durante largo rato; los que llegan desde el Congreso se unen a los
expulsados de la Plaza de Mayo en la lucha por el control de la Avenida de Mayo, desde
esa Plaza hasta la Avenida 9 de Julio. Mientras por esta avenida circulan autos y colectivos,
por encima de ellos vuelan las piedras y los gases vomitivos lanzados por la policía179.
Masas en lucha: combate en el microcentro de Buenos Aires
Finalmente, los manifestantes logran cruzar la Av. 9 de Julio. En esas
circunstancias, antes de las 16,30, mientras miles de personas avanzan, la policía comienza
a disparar con balas de plomo y se producen los primeros muertos. En Bernardo de Irigoyen
e Hipólito Yrigoyen muere Diego Lamagna180. A unos cincuenta metros, en Av. De Mayo y
9 de Julio, un policía uniformado le dispara en el tórax y mata a Carlos Almirón, que llega
junto con un grupo de desocupados de Lanús en el momento en que se desencadena el
ataque policial más intenso181. Unos cincuenta motoqueros182 avanzan con sus vehículos
por el centro de la Av. de Mayo mientras otros jóvenes lo hacen por los costados tirando
piedras; el motoquero Gastón Riva es muerto de un balazo en el tórax183. En este choque las
balas policiales producen casi una decena de heridos, algunos de gravedad.
Las muertes exacerban el odio de los manifestantes184, en cuya composición
predominan ahora netamente los jóvenes; sobrepasan la barrera formada por los patrulleros
y la policía debe replegarse trescientos metros; sin oposición la columna avanza por Av. de
se llevaban detenida; la mujer era ciega; “me dieron palos en la cabeza, un culatazo en la oreja izquierda y me
rompieron los anteojos. Me cargaron entre muchos: me agarraron de una pierna, de un brazo y otro de los
pelos. Y me seguían pegando”. En el hospital lo llevaron a una sala llena de policías: “Me tuve que comer
todo tipo de insultos, del tipo: ‘A éstos hay que matarlos a todos, igual que a los viejos’, o ‘A ustedes los
vamos a hacer boleta’” (Clarín 21/12/01).
179 Sólo el diario La Nación hace referencia al uso de gases vomitivos: “Desde allí (Avenida de Mayo al 900)
se lanzaban gases vomitivos contra la gente” y “(...) cientos de manifestantes (...) sufrieron severas
irritaciones y hasta vómitos, afectados por gases de alta toxicidad –no los clásicos lacrimógenos- lanzados a
discreción por los uniformados” (La Nación 21/12/01). También es sólo La Nación la que hace referencia al
uso de armas de fuego (revólveres) por los manifestantes, y dice que hay 2 policías heridos de bala durante los
hechos de Plaza de Mayo (21/12/01).
180 Una versión dice que murió en una ambulancia del SAME (La Nación 19/12/2002), pero una fotografía de
Clarín lo muestra cuando “yace muerto (...) Lo mató un perdigón de plomo de una escopeta calibre 12,70”
(Clarín 20/1/2002). Hay versiones de que le dispararon desde un auto particular. Era un deportista amateur de
27 años, que vivía en Sarandi, de hacer acrobacias en bicicleta (Clarín; 20/1/02).
181 Tenía 23 años, trabajaba con su padre en la colocación de membranas, estudiaba sociología, era miembro
del Centro de Desocupados 29 de Mayo de Lanús y estaba vinculado a la Correpi (Clarín 20/1/02).
182 El SIMECA, sindicato que los agrupa, había convocado a sus miembros a participar de la movilización y
ofrecía a las mensajerías pagar el día de trabajo.
183 Según su amigo “A los 50 metros un grupo de cuatro policías comenzó a disparar” (Clarín 20/1/2002).
Tenía 31 años, después trabajar en fábricas en Buenos Aires y de fracasar con un negocio en Neuquén, volvió
a Buenos Aires y trabajaba de motoquero para una mensajería y una pizzería. Nunca había tenido actividad
política (Clarín 20/1/02).
184 La Nación 21/12/01.
Mayo y una parte llega hasta el edificio de la Jefatura de Gobierno porteño, a cincuenta
metros de la Plaza de Mayo. Otros, al llegar a Chacabuco, encuentran una pequeña
resistencia protagonizada por unos diez policías; atacados a pedradas los policías se
refugian en un garaje descubierto del edificio del Banco HSBC; el ataque continúa y les
arrojan una valla de hierro; los policías contestan con balas de goma y gases; los
manifestantes avanzan sobre el banco, rompen los cristales, y desde adentro del edificio son
atacados a balazos185 uno de los cuales mata a Gustavo Benedetto186, que corría hacia la
Plaza de Mayo y se dio vuelta para enfrentar a los policías187; recogido por una ambulancia
los manifestantes vuelven a atacar con piedras, arrancan un farol con el que arman una
barricada, pero un avance de la infantería los hace replegar hacia la Av. 9 de Julio188.
A las 17, la policía ordena despejar totalmente la Plaza de Mayo189 y parece tener
como objetivo desalojar el microcentro y empujar a las columnas hacia la Av. 9 de Julio. La
guardia de infantería arremete nuevamente; los manifestantes se protegen detrás de fogatas
y barricadas armadas con árboles, postes, tachos de basura, toldos y maderas. A las 17,30 la
Plaza está casi vacía, salvo los periodistas y algunos manifestantes que lograron resistir.
Los manifestantes se reorganizan. Colocan baños químicos de una obra en construcción
como barricada sobre la Av. de Mayo, cruzan cuerdas de vereda a vereda para impedir el
paso de los caballos y prenden fuego en cada rincón. A las 18, una columna de unos
quinientos manifestantes avanza nuevamente por la Diagonal Norte hacia la Plaza de Mayo,
mientras la policía dispara balas de goma y gases; una tanqueta avanza hacia la multitud y
la policía montada persigue a varios jóvenes por la calle San Martín190.
Mientras los manifestantes se dispersan comienza el incendio de autos, algunos
usados como barricada, lo mismo que las farolas y carteles, en la zona aledaña a Plaza de
Mayo: una camioneta tipo combi y un auto particular estacionado en Av. Belgrano y Perú;
tres ambulancias y dos móviles de apoyo del SAME son apedreadas en Av. de Mayo 600,
185 Según declaraciones de testigos en la causa judicial, “La gente se puso muy nerviosa. Una persona, con un
poste de hierro de los que sostienen los carteles con el nombre de las calles, rompió una vidriera del banco.
Entonces aparecieron desde adentro 3 ó 4 personas de seguridad y algunos policías que comenzaron a disparar
a mansalva desde adentro del banco. Hubo una desbandada general y sobre la avenida quedó tirado un
muchacho, boca abajo. Tenía un balazo en la cabeza, con orificio de salida en la nuca” (Clarín 20/1/02).
186 Tenía 23 años; mantenía su casa desde los 18 años trabajando en supermercados; había ido a la Plaza un
día después de ser despedido del supermercado Día (cadena propiedad de Carrefour) de Villa Madero
saqueado el día anterior (Clarín 20/1/02). Posteriormente se supo que desde el banco hicieron 58 disparos
sobre los manifestantes (Clarín 5/3/02)
187 La Nación 21/12/01. Por la muerte de Benedetto son detenidos y procesados el teniente coronel retirado
Jorge Varando, a cargo de la seguridad del banco HSBC, el subcomisario Omar Bellante y un guardia
privado (La Nación 19/12/02). Varando se había retirado del ejército en 1994 (Clarín 5/3/02); está “citado en
una lista de represores del último gobierno militar y sospechado de la ‘desaparición’ de dos militantes del
Movimiento Todos por la Patria’ capturados tras el copamiento del Regimiento de La Tablada en enero de
1989” (La Nación 14/3/02).
188 “En eso llegó un Peugeot 306 por Chacabuco y de contramano, venía a toda velocidad e incluso atropelló a
un pibe. Desde adentro disparaban para todos lados, como para tomar la esquina y permitir la salida de los
policías y de la gente de seguridad que estaba adentro del banco” Declaraciones de testigos en la causa
judicial por los hechos del 20 de diciembre. (Clarín 20/1/02).
189 Crónica 21/12/01.
190 Un joven manifestante se refugia en el Banco Credicoop; un policía que lo persigue reclama que se lo
entreguen, gritando “Sacalo o tiro la granada adentro”; como respuesta, desde un piso superior de un edificio
le arrojan una botella llena de agua; el policía desenfunda su pistola 9 mm y apunta, pero finalmente no
dispara (La Nación 21/12/01).
en Belgrano y 9 de Julio y en Balcarce y Rivadavia. En Bolívar y Moreno policías intentan
tirar granadas de gas lacrimógeno hacia adentro de un edificio, por las ventanas191. Los que
huyen por Av. de Mayo apedrean los ventanales de los bancos Comafi y Galicia, las
vidrieras de la sastrería Modart y de la confitería London; también incendian la sede del
Banco Provincia ubicada en Diagonal Norte y Perón y destruyen cajeros automáticos.
Todos los bancos y McDonald’s de Av. de Mayo, de la calle Florida y de todo el
microcentro quedan destruidos. Los policías tiran ya sin disimulo con sus pistolas y
escopetas192.
También en la zona del Congreso, aproximadamente a las 18,30, un grupo de
manifestantes incendia la planta baja del Comité Nacional de la UCR ubicado en Alsina al
1700, destroza los bustos de los dirigentes radicales históricos (Hipólito Yrigoyen, Arturo
Illia y Ricardo Balbín) e incendia muebles y papeles.
Pero el grueso de los manifestantes son rechazados hasta la Plaza de la República,
aunque un grupo logra permanecer detrás de la casa de Gobierno, sobre la Av. Alem.
Ahora, los choques se concentran sobre todo en la zona del Obelisco, en la Diagonal Norte
y la Av. Corrientes, donde continúan hasta la noche. Allí son incendiados autos y al menos
dos locales comerciales; un grupo ataca las oficinas del correo privado OCA y cuatro
camionetas de esa empresa son rodeadas e incendiadas sobre Diagonal Norte cerca del
obelisco, donde no había policías en ese momento; lo mismo ocurre con una sede de Rentas
de la provincia de Buenos Aires, un local de la cadena de disquerías Musimundo (en
Lavalle), el Banco de Galicia, una agencia de la empresa aérea Dinar y la tradicional
sastrería Cervantes, en Corrientes al 900; son destrozados el negocio Optical Shop, la Casa
de la Provincia de Salta193, el Petit Café194, dos librerías (de donde se llevan libros) y la
empresa APS. También destrozan una concesionaria Fiat, de donde sacan un auto en
exhibición, lo arrastran a la calle frente al Obelisco y lo incendian. La sede de Repsol (ex
petrolera estatal privatizada) en Suipacha y Diagonal es apedreada, lo mismo que una
sucursal de Perfumerías Avon, el Banco Francés, el BankBoston, varios bares y parrillas y
un Pago Fácil, mientras dejan intacta una pequeña zapatería. Un McDonald’s (Carlos
Pellegrini y Corrientes) es atacado e incendiado por cien personas y otro apedreado (Carlos
Pellegrini al 400); en Diagonal Norte entre Suipacha y Carlos Pellegrini se construye una
barricada incendiando muebles, neumáticos, maderas y carteles.
Desde poco después de las 18 un piquete policial dispara granadas de gases desde el
pasaje Carabelas. Junto al Obelisco están los manifestantes más decididos y más atrás una
multitud expectante ocupa Corrientes hasta pasar Callao. La policía carga sobre estos
manifestantes con gases y un operativo en pinza; en su repliegue los manifestantes
producen destrozos y saqueos, como el de otro local de Musimundo.
Comienza un nuevo avance de una multitud con piedras y palos por la Av. de Mayo
desde el Congreso hacia la Plaza de Mayo; mientras marchan destruyen edificios de bancos,
teléfonos públicos y negocios, salvo algún caso en que el encargado convenció a los
jóvenes de no destruir su bar; en la columna flamea una bandera del Partido Obrero pero
191 La Prensa 21/12/01.
192 La Nación 21/12/01.
193 En movilizaciones y barricadas realizadas entre 2000 y 2001 en las localidades de General Mosconi y
Tartagal de esa provincia, la policía provincial y la gendarmería nacional atacaron duramente con el resultado
de varios muertes.
194 Confitería que fue reducto de la juventud con pretensiones aristocráticas en los años ’50.
ante los silbidos de otros manifestantes, la bandera desaparece. Chocan con la policía en
Av. de Mayo y 9 de Julio.
A las 18 en Uriburu y Rivadavia decenas de personas queman un local de
McDonald’s y hacen una fogata en la calle con su mobiliario; después atacan un local de
Blockbuster y alimentan la fogata con videos; se llevan alimentos, sillas y videos; heladeras
y muebles arden en la calle. La gente canta “El pueblo unido, jamás será vencido”.
Una hora después, un pequeño grupo que, pasivamente, se protege de los gases
cerca del Obelisco, es atacado por un grupo de policías que llegan en una camioneta 4x4
doble cabina y dos autos que se detienen cerca de las esquinas de Carlos Pellegrini y
Sarmiento, donde bajan policías de civil y uniformados que disparan con escopetas y
pistolas 9 mm., matando a Alberto Márquez de dos balazos en el tórax195 y dejando herido
en la cabeza a Martín Galli196, que fue salvado de la muerte por otro manifestante; en la
calle Cerrito resultan heridos Paula Simonetti197 y varios otros198.
A las 19 hay barricadas en la calle Bartolomé Mitre desde Once hacia el centro;
Callao está desierta, con un Mc Donald’s y varios bancos atacados; en Lima y Av. de Mayo
se está incendiando la Banca Nazionale del Lavoro.
En esos momentos empieza a circular la noticia de la renuncia de De la Rúa. A las
16,30, renunciados todos los ministros, De la Rúa había hablado por televisión llamando a
un acuerdo nacional y ofreciendo al justicialismo, que tiene mayoría en ambas cámaras,
participar en un gobierno de unidad nacional; el vocero presidencial Baylac dice a los
periodistas que si el PJ no acepta el presidente renunciará; los ministros comienzan a retirar
sus pertenencias de la casa de gobierno. El PJ rechaza participar del gobierno y a las 18,05
Carlos Maestro, jefe de la bancada radical en el Senado, anuncia que la resolución de
renunciar ya está tomada. A las 19,15 se informa extraoficialmente por TV que el
presidente ha renunciado; diez minutos después Nicolás Gallo confirma la noticia y a las
19.52 De la Rúa huye de la Casa de Gobierno en helicóptero.
Entre cincuenta y cien manifestantes que han logrado permanecer en Bartolomé
Mitre y Leandro N. Alem, a unos cien metros de la casa de gobierno, le gritan “cobarde,
inútil, traidor”, “Abran la plaza, la puta que los parió”, “la plaza es nuestra”, “váyanse
todos”199 y “un minuto de silencio por de la Rúa que está muerto”200. La plaza permanece
195 Márquez tenía 57 años, trabajaba en Seguros del banco Provincia; militante del PJ, ex funcionario
municipal, apoderado y operador político del ex intendente duhaldista Carlos Brown con quien fue delegado
de Acción Social en el Ministerio de la Producción, fue consejero escolar en San Martín. Había llegado a la
manifestación a las 16 con su mujer y dos personas más; fue muerto cuando volvía a su casa de Villa Maipú.
(Clarín 20/1/02).
196 Galli tiene 26 años y estudia literatura. “Era la primera vez que iba a una manifestación. Vi todo lo que
estaba pasando y me pareció importante ir (...)” (Clarín 20/1/02).
197 Tiene 27 años, es diseñadora gráfica, colabora en Clarín y estudia periodismo. “Se encontró con su novio
en Corrientes y Paraná. Llevaban una cámara y varios rollos. A las 19.45 aparecieron desde Rivadavia 3 autos
oscuros: ‘Vinieron a toda velocidad con los vidrios polarizados y una pequeña luz azul en el techo. Frenaron
de golpe, en abanico, y creo que de cada auto bajó un hombre. (...) cerca de mí bajó un policía. Estaba vestido
de negro con un chaleco que supongo era antibalas (...) levantó la itaka, tiró un tiro al aire y después hizo un
barrido de balas en semicírculo’” (Clarín 20/1/02).
198 En octubre de 2003 el fiscal pide la elevación a juicio oral de la causa contra el comisario inspector
Oliverio y otros tres policías, procesados y con prisión preventiva confirmada por la muerte de Márquez y las
lesiones a Galli y Simonetti; la Cámara Federal indica que son “’personal de Asuntos Internos de la Policía
Federal” que “’en automóviles no identificables abrieron fuego con municiones de plomo disparadas con
armas largas contra manifestantes’ que se hallaban en ‘actitud pacífica’” (La Nación 18/10/2003).
199 Clarín 21/12/01.
cercada por la policía. Unos 20 motoqueros del Sindicato de Mensajeros y Cadetes van por
la avenida 9 de Julio voceando la noticia. En el Obelisco y sus alrededores se ven algunas
aisladas escenas de alegría. En Moreno y 9 de Julio un grupo de manifestantes cantan: “El
pueblo los cagó”.
Al final de la batalla que se ha librado en el centro político de Buenos Aires las
cifras de bajas que se dan a conocer por los diarios sólo coinciden en contabilizar cinco
muertos entre los manifestantes y cincuenta policías heridos; las cifras de heridos entre los
manifestantes201 difieren entre 90 (15 de ellos por balas de plomo)202, 150 (25 con heridas
de bala)203, 50 (15 heridos de bala)204, 102 (41 de bala)205 y 182 (12 de bala)206. Los
detenidos son 70 (según Clarín y Diario Popular), 59 (Crónica), 57 (La Prensa) ó 55
(Página 12). Los bomberos de la policía atendieron 43 emergencias de incendios en tachos
de basura, árboles y edificios.
Nuevas manifestaciones pacíficas y saqueos
En varios barrios de la ciudad comienza un nuevo cacerolazo207: vecinos de
Palermo, después de las 20, comienzan a marchar al ritmo de cacerolas y bocinas desde el
cruce de Carranza y Av. Cabildo y desde Plaza Italia y Av. Santa Fe, rumbo al centro
porteño, lo mismo que grupos de manifestantes de distintos barrios que llegan hasta la
Plaza de Mayo, en cacerolazos de festejo, por la Av. de Mayo y las Diagonales. La policía
está detrás de la valla y no obstruye la entrada a la plaza. En otros barrios algunos deciden
salir solamente a los balcones con las cacerolas o se suman a los festejos en las esquinas de
sus casas.
Pero en la Av. 9 de Julio y en la zona de Congreso los choques callejeros continúan.
A las 20,15 aproximadamente policías a caballo disparan gases sin resultado contra
manifestantes agrupados frente al Teatro Colón (Cerrito y Tucumán). En la zona del
Congreso se generalizan incidentes a partir de las 20. Y a los ataques contra bancos,
empresas extranjeras y/o privatizadas se agregan intentos de saqueos, realizados por pobres:
aproximadamente a las 22 gran cantidad de personas se concentran frente a un
supermercado Norte en Rivadavia al 2200; los empleados reparten alimentos pero la gente
empieza a protestar, al parecer porque se terminan, y apedrean los vidrios; los empleados
reparten más comida pero comienza el saqueo: se llevan desde alimentos hasta televisores;
un grupo de vecinos con palos se enfrenta con decenas de saqueadores y los golpean a
medida que van saliendo; llega la policía y dispersa a los saqueadores con gases; los
vecinos aplauden208; los saqueadores se dirigen a otro supermercado de la cadena Leader
Price al que saquean. También a la noche un grupo de jóvenes saquea un supermercado
Disco en Entre Ríos y Belgrano y causan destrozos en otros comercios en medio de
200 La Nación 21/12/01.
201 Entre los heridos Claudia Paulina Aguilera Farías, militante de HIJOS, tiene una herida de bala de goma en
el ojo (Clarín 21/1/02).
202 Clarín 21/12/01.
203 Crónica 21/12/01.
204 Diario Popular 21/12/01.
205 La Nación 21/12/01.
206 La Prensa 21/12/01.
207 Fuera del centro se habían producido cacerolazos durante el día: desde la mañana hasta el mediodía
comerciantes en Villa Mitre, a la tarde en Villa Urquiza y en Flores (donde agitan banderas argentinas).
208 Diario Popular 21/12/01.
enfrentamientos con la policía. Un grupo de personas se concentra en las puertas de dos
supermercados en Palermo con intención de saquear o para pedir alimentos, pero se
dispersa cuando llega la policía.
A partir de las 23 la gendarmería patrulla las calles por orden judicial.
Conceptualización
Si centramos la observación en el momento del combate, encontramos los siguientes
rasgos: a) desaparece la movilización de las fracciones sociales en tanto tales
(descorporativización) para constituirse una situación de masas, b) hay disposición al
enfrentamiento por parte de las masas, c) se concentran en un solo momento los
instrumentos de lucha utilizados en todo el proceso de la rebelión.
El combate callejero del 20 de diciembre en el centro de Buenos Aires, y centro
político del país, lo libran las masas en lucha, que muestran su disposición al
enfrentamiento contra la fuerza armada del gobierno209, y potencialmente contra las fuerzas
armadas del estado210. Los que participan directamente en el enfrentamiento son quienes se
encuentran, por necesidad o decisión, menos insertos en el sistema institucional político y
jurídico: militantes y principalmente (aunque no exclusivamente) los jóvenes
proletarizados, que aunque “tengan trabajo” constituyen en buena medida población
sobrante en las actuales condiciones del capitalismo argentino.
Los que se expresan en ese enfrentamiento son los excluidos del poder político
(pueblo) y su meta, tal como lo muestran las consignas y los blancos que eligen, es
antiimperialista y democrática (en el sentido de influir sobre el gobierno del estado para
poder imponer sus intereses). Son los que están contra el gran capital, especialmente
extranjero. Su enemigo es la oligarquía financiera y los cuadros políticos de ésta en
ejercicio del gobierno. Su meta es revertir o superar las políticas implementadas en
Argentina durante el último cuarto de siglo y sus efectos sobre la sociedad (centralización
de la riqueza, proletarización y pauperización de grandes masas de población). En este
sentido, y aunque no siempre sea explícito (y en muchos de ellos ni siquiera consciente y se
ilusionen con un capitalismo de cabotaje, “un capitalismo serio”), la meta que está
potencialmente presente es la transformación de raíz de la sociedad, y, en ese sentido, se
vincula con el interés histórico de la clase obrera, en tanto expropiada de sus condiciones
materiales de existencia.
La conceptualización del hecho implica ubicarlo en la escala de las formas de lucha.
Si se tiene en cuenta que los rasgos fundamentales de la insurrección consciente (la forma
más elevada) son no sólo la disposición popular a sostener una lucha para derribar el poder
político de las clases dominantes sino también la existencia de una organización política,
armada de teoría y apta para dirigir la lucha de las masas, es indudable que ninguna de estas
condiciones se cumple en el hecho analizado. Ni siquiera la primera, ya que se trata de
terminar con una política y derribar a un gobierno (incluyendo a la oposición oficial), pero
no “al poder político de las clases dominantes”.
209 Fuerza armada del gobierno (policía antimotines y gendarmería) cada vez más pertrechada y especializada
en la confrontación callejera.
210 El 20 los jefes de las Fuerzas Armadas y el ministro de Defensa Horacio Jaunarena elaboran “un plan de
contingencia para el caso hipotético de que tengan que auxiliar a las fuerzas de seguridad en el
restablecimiento del orden en el país”, aunque en lo inmediato no preven “’participar de las tareas de
represión de manifestantes, sino que contemplan medidas de apoyo al accionar de la policía y la
gendarmería’” (Clarín 21/12/01).
Hechos como el descripto pueden corresponderse con tres formas distintas
clásicamente analizadas en la teoría del socialismo científico: a) el estallido o explosión, b)
el motín, c) la insurrección espontánea.
El nombre de “estallido” ha sido utilizado científicamente para referirse a
manifestaciones, protestas parciales e insurrecciones locales, incluso como sinónimo de
“motín”, y caracterizado como un “ataque extemporáneo, improvisado” distinto del ataque
preparado. Rasgos semejantes se atribuyeron al término “explosión”, caracterizada por la
espontaneidad. Sin embargo, ambos términos presentan hoy la debilidad de haber sido
vulgarizados por la utilización periodística, al punto de ser aplicados a casi cualquier hecho
en que “se altere el orden público”, desde los llamados “saqueos” de 1989/90, los cortes de
ruta masivos con toma de una posición o el llamado “santiagazo”.
Lo mismo que hemos señalado en el párrafo anterior excluye la caracterización
como “motín”: difícilmente surgen como dominantes en la descripción del conjunto del
hecho los rasgos de “desesperación” y “venganza” y en cambio sí se destaca la disposición
a la lucha característica de un hecho protagonizado por masas. Sin embargo el hecho de
que, en determinadas circunstancias, “motín” haya sido definido como “una insurrección
fracasada” e insurrección como “motín triunfante” nos señala que no es tan fácil descartar
esa conceptualización. Pero, como ya se señaló, hemos utilizado “motín” específicamente
para el acto de desesperación y venganza211.
Es por eso que nos remitimos al concepto de “insurrección espontánea”. Los rasgos
de la insurrección espontánea señalados clásicamente son: 1) La muchedumbre en la calle,
2) no organizada, 3) que espontáneamente levanta barricadas, 4) dando lugar a una lucha de
calles, 5) en que las masas pasan por encima de las organizaciones. La observación del
hecho investigado permite señalar que estas cinco condiciones se cumplen.
El pasaje de “multitud” a “masas” es verificable el 20 de diciembre en tanto: 1)
existe disposición a la lucha, 2) se ha producido la descorporativización, 3) si bien la lucha
callejera se produce contra la fuerza armada del gobierno, las fuerzas armadas del estado
han sido acuarteladas, preparadas para su eventual participación.
Jueves 20: Manifestaciones en otras ciudades
Si bien el combate callejero se produce en la ciudad de Buenos Aires, en otras
grandes ciudades también hay manifestaciones contra el gobierno nacional y, en algunos
casos, local, donde se producen choques callejeros con la policía. Pero generalmente son
pacíficas y uno de sus rasgos principales es que son convocadas desde organizaciones
económico profesionales y multisectoriales, en particular desde la CTA, que, como ya
dijimos, ha declarado una huelga general.
En La Matanza la CCC (que previamente había suspendido una marcha a la Plaza
de Mayo organizada junto con la FTV por temor a las provocaciones), realiza un corte de
ruta que encabeza Juan Carlos Alderete; es atacado por la policía, que deja seis heridos de
bala, y que repite el ataque en una escuela donde se reúne la CCC, con el argumento de que
ésta quiere saquear un supermercado212. En Olivos (GBA), frente a la quinta presidencial,
numerosos vecinos se reúnen a festejar la renuncia de De la Rúa.
211 Cotarelo, María Celia; El motín de Santiago del Estero. Argentina, diciembre de 1993; PIMSA Documento
de Trabajo N°19, 1999.
212 Alderete dice “los vecinos nos protegemos instalando piquetes para no dejar pasar a estos delincuentes [los
saqueadores que están saqueando viviendas particulares] que vienen armados” (La Nación 21/12/01).
En La Plata, hay marchas desde la mañana. Estudiantes universitarios, empleados
estatales afiliados a ATE, militantes de agrupaciones de izquierda y de la CCC realizan una
marcha que pasa por la casa de gobierno y la legislatura; un grupo se dirige hasta la sede
del ministerio de Obras y Servicios Públicos, donde la policía los dispersa con balas de
goma y gases. Pasado el mediodía, en 11 y 60, se produce un segundo enfrentamiento entre
los manifestantes y policías, con el resultado de una empleada pública herida y cinco
detenidos; la policía informa que secuestró diez bombas molotov y un bidón con
combustible, así como una lista de los principales supermercados de la zona, con lo que
pretende asociar esa marcha con los saqueos que están ocurriendo en barrios de la ciudad.
Durante todo el día hay concentraciones frente a los televisores en la calle, bares y
confiterías, para seguir los acontecimientos que se desarrollan en la Plaza de Mayo. Desde
la tarde, en la esquina de 7 y 50, cuatrocientas personas, entre las que se encuentran varios
dirigentes gremiales, se concentran golpeando cacerolas mientras reclaman la renuncia de
De la Rúa, lo mismo que grupos de vecinos que golpean cacerolas en la calle 8, en Plaza
Moreno y en la avenida 31, entre otros lugares; cuando se conoce la renuncia presidencial
hay festejos y los automovilistas y taxistas, algunos con banderas argentinas, se suman a la
protesta primero, y al festejo después, con sus bocinas. A lo largo de las horas numerosos
vecinos, empleados estatales y docentes se suman al cacerolazo.
En Resistencia (Chaco) desde las 9.30 comienzan a concentrarse manifestantes en el
mástil frente a la Plaza 25 de Mayo, respondiendo a una convocatoria de la Multisectorial;
izan la bandera mientras cantan el himno para reclamar la renuncia de los funcionarios
nacionales; luego del acto comienzan las diferencias: mientras los desocupados y
piqueteros quieren ir a un supermercado, los dirigentes comerciales pugnan porque se
respete lo que decidió la Multisectorial; un sector de desocupados se separa del grupo
mayor y marcha hasta el Citibank para repudiar la presencia de ese banco en la Argentina;
los principales sindicalistas después de debatir si marchan o no hasta el banco lo rodean con
una extensa bandera; después marchan al BankBoston, la Banca Nazionale del Lavoro y el
Banco Río; más de quinientas personas, entre desocupados, comerciantes, supermercadistas
y estatales caminan hacia la Casa de Gobierno para acompañar a los representantes de los
piqueteros que mantienen cortada la ruta desde el miércoles 19 por la mañana y que
pretenden ser recibidos por el ministro de Gobierno; la policía impide el ingreso a la sede
gubernamental; nuevamente se manifiestan diferencias: mientras los dirigentes insisten en
manifestarse contra los políticos, los desocupados gritan que tienen hambre y cuestionan a
la dirigencia; finalmente cincuenta personas realizan un corte de ruta. A la tarde los
integrantes de la Multisectorial convocan a realizar «un cacerolazo y bocinazo» al día
siguiente en el mástil central de Resistencia.
En Bahía Blanca, desde las 8, unos cien docentes, artistas, militantes de partidos de
izquierda, de la CCC y desocupados del Movimiento Territorial de Liberación marchan
hasta la municipalidad, protestando por la crisis educativa y la situación nacional general,
con carteles que dicen “No al estado de sitio, sí a la justicia social” y “Docentes indignados
para impedir la liquidación de la educación pública y gratuita, contra el ajuste”. Frente al
Hospital Interzonal General de Agudos Doctor José Penna se realiza una protesta contra las
políticas de los gobiernos nacional y provincial, convocada por la Asociación de
Profesionales y las seccionales locales de la ATE y la UPCN; participan trabajadores del
hospital y pacientes, junto con miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Ultimos Días; dan lectura a la Oración por la Patria, de la Conferencia Episcopal Argentina.
En las calles están desplegados efectivos de la policía provincial, gendarmería y prefectura,
para evitar “eventuales revueltas”.
En la ciudad de Córdoba unas cinco mil personas convocadas por las tres centrales
sindicales locales, que llaman también a un paro general por un cambio en la política del
gobierno nacional, y los sindicatos de municipales, Luz y Fuerza, docentes, estatales y
partidos de izquierda, marchan por el centro de la ciudad, reclamando también la renuncia
del intendente Germán Kammerath. En Mar del Plata son detenidos al mediodía, mientras
protestan sentados en el suelo, cinco dirigentes de ATE y CTA que encabezan una marcha
de doscientos estatales y desocupados frente a la Municipalidad para pedir la renuncia de
De la Rúa; se produce un choque con la policía que deja tres heridos. En Santa Rosa (La
Pampa), al mediodía se produce un cacerolazo frente a la casa de gobierno. En Comodoro
Rivadavia (Chubut) desocupados y trabajadores estatales marchan hasta la municipalidad
donde rompen los vidrios y atacan a un funcionario comunal.
En Rosario durante el día, como hemos visto, se suceden los saqueos y sus
derivaciones. A la noche unos cinco mil213 habitantes de distintos barrios se dirigen hacia el
Monumento a la Bandera para celebrar la noticia de la renuncia de De la Rúa; golpean
cacerolas, agitan banderas argentinas, se burlan del estado de sitio y repudian a toda la
dirigencia política; también están presentes, con sus banderas, representantes gremiales y
agrupaciones políticas de izquierda, que se ubican sobre la calle Córdoba, frente al Concejo
Deliberante, al que bautizan como “Cuna de ladrones”. A diferencia del cacerolazo del
miércoles a la noche, éste es convocado por la multisectorial, en la que confluyen, sin que
haya una conducción definida, estudiantes, trabajadores, personas sin bandería política y
partidos de izquierda214; a las 20 una pelea entre militantes de la CTA y de la agrupación
HIJOS provoca algunas corridas, pero la concentración sigue.
En Mendoza, a la noche mucha gente se suma en el microcentro a una marcha de
diversos grupos de militantes, amas de casa, estudiantes y dirigentes gremiales (con un
cartel que dice “No al ajuste, sí a la redistribución”) que, desde la tarde, acompañan frente a
la Legislatura los acontecimientos ocurridos en la Capital Federal y que, una vez conocida
la renuncia de De la Rúa, festejan bulliciosamente. En San Rafael a la mañana un grupo
despliega una bandera en el kilómetro 0 y a la noche una caravana de autos festeja la
renuncia de De la Rúa tocando las bocinas por el centro.
En Posadas, más de cien manifestantes se concentran en la Plaza 9 de Julio, recorren
las calles céntricas y vuelven al lugar de partida, donde hacen una batucada y cacerolazo y
se canta el Himno Nacional en repudio al estado de sitio y la acción de la policía federal en
Buenos Aires; la concentración es convocada por el Frente Nacional contra la Pobreza local
y participan dirigentes gremiales de ATE, Unión Judicial, Unión Docentes de la Provincia
213 Según Rosario/12, son diez mil (Rosario/12 21/12/01).
214 Expresiones de este conjunto heterogéneo: un grupo de estudiantes de Psicología y Bellas Artes dicen: “la
gente ya está cansada de que los políticos le mientan”; “lo voté a De la Rúa y la verdad es que me sentí muy
mal cuando no cumplió nada de lo que dijo”; “es obvio que este acto no se hace sólo contra el radicalismo.
También repudiamos al menemismo y a todos los políticos. Espero que se pongan las pilas y sepan que no les
va a resultar tan fácil seguir zafando”. Una mujer que está con su marido e hijas dice: “Vine con ellas porque
tratar de que algo cambie es responsabilidad de todos. Ya no quedan garantías constitucionales porque han
impuesto un estado de sitio ilegal. Por suerte tengo un trabajo estable pero mi esposo se quedó ayer sin
trabajo, pero eso no fue lo que motivó esta presencia acá porque la situación es intolerable igual. Las nenas
necesitan un futuro”. Un militante de Izquierda Unida con un cartel que dice “No pagar la deuda externa”
señala: “Ahora tenemos que ir por más y echar al FMI” (La Capital 212/12/01).
de Misiones, CTA, UNAM, CCC y de los partidos políticos ARI, Frente Grande y Partido
Socialista Popular, entre otros; se convoca a los misioneros a “mantenerse alertas y
movilizados” en defensa de la paz y la democracia.
A la mañana trescientas personas, la mayoría organizada en el sindicato municipal
Soyem y en el Frenapo marchan hasta el Centro Cívico en Bariloche, donde la
municipalidad permanece paralizada desde hacer varios días debido a la huelga de sus
empleados.
En Neuquén, al mediodía, trabajadores estatales agrupados en la CTA reparten
volantes con críticas a los gobiernos nacional y provincial215 y marchan desde el
monumento al General San Martín hasta los Juzgados de Instrucción provinciales para
pedir la liberación de las personas arrestadas durante los saqueos; algunos militantes
proponen marchar al supermercado Jumbo, donde una multitud se enfrenta con la policía,
lo que es rechazado por los dirigentes sindicales. A la noche, unas trescientas personas con
banderas argentinas se concentran a la noche en el monumento al General San Martín para
festejar la renuncia de De la Rúa; cortan el tránsito con dos enormes barriles y siguen lo
que pasa en Buenos Aires a través de un altoparlante que retransmite la señal de una radio
porteña.
En San Salvador de Jujuy trabajadores nucleados en el Frente de Gremios Estatales,
estudiantes universitarios, pequeños comerciantes, jubilados y desocupados de la CCC
marchan por las calles céntricas.
RESULTADOS:
Hemos realizado un relato de los hechos que se inician el 12 de diciembre y que
culminan el día 20, con el combate callejero en el centro de Buenos Aires.
Rasgos principales
La descripción realizada muestra que, si atendemos a los instrumentos utilizados, se
observa que el hecho investigado contiene en su seno y, a la vez, supera, todas las formas
de rebelión (revuelta del hambre, motín, manifestación, toma o barricada, huelga)
presentes en los últimos 12 años en Argentina. En este sentido constituye el punto de
llegada de un proceso. Si se atiende a la fisonomía y naturaleza del hecho desarrollado entre
el 12 y 20 de diciembre se observa que: a) es nacional en la medida en que abarca el
conjunto del territorio, b) es popular en el sentido de que lo llevan a cabo distintas
fracciones sociales excluidas del poder político, c) es democrático, en el sentido de que esas
fracciones pretenden influir en el desarrollo de los “negocios públicos” en defensa de sus
intereses inmediatos y para ello se dan sus propias formas de acción y organización, d) en
las acciones mismas se esboza como enemigo no sólo al gobierno y los políticos sino a la
cúpula de la burguesía, visualizada en los bancos y las empresas privatizadas, e) las formas
de organización preexistentes (sindicatos, organizaciones empresarias, organizaciones de
desocupados, partidos políticos) que comienzan organizando las acciones (huelgas,
manifestaciones y cacerolazos) son superadas en las acciones mismas.
De este primer análisis del relato se desprende la delimitación temporal del hecho
investigado que, si se atiende a la concentración de formas de lucha presentes en el ciclo de
enfrentamientos sociales desarrollado en la década de 1990, comienza con la yuxtaposición
dentro del sistema institucional, el 12 de diciembre, de las distintas formas que hasta ese
215 También pegan carteles que dicen “Violencia es hambrear”. (La Mañana del Sur 21/12/01).
momento se daban separadamente. Su articulación en la huelga del 13, a partir del sistema
institucional pero comenzando a salir de él. Y finaliza con una nueva articulación por fuera
del sistema institucional, el 20 de diciembre, a partir de la movilización de aquellos que
están menos insertos en el sistema institucional; la nueva articulación tiene como condición
que todos los sujetos que se han movilizado en esos doce años lo hacen ahora
simultáneamente en estos nueve días.
También se desprende del relato la delimitación espacial del hecho, que es nacional.
Son muy pocas las provincias en las que no se registren algunas o todas las formas de la
rebelión que conforman el hecho investigado216. Si se atiende a las estructuras económico
sociales concretas en las que se registran acciones vemos se dan en la casi totalidad de las
provincias que corresponden a aquéllas en las que el capitalismo está más desarrollado
(todas las de I y II y la mitad de las de la estructura III); por el contrario, aunque se produce
en casi todas las provincias de la estructura IV son muy pocas las acciones (salvo en
Corrientes y Chaco), y se dan en sólo una de las cuatro provincias de la estructura V217.
Nuevamente se comprueba que la rebelión está más extendida donde el capitalismo está
más desarrollado. Pero no debe perderse de vista que el hecho es nacional porque toda la
nación queda involucrada en él (aun donde puntualmente no se produjeran acciones), más
aún cuando su culminación se produce en el centro político del país.
Las fracciones sociales involucradas incluyen a la totalidad de aquéllas excluidas
del poder político: el proletariado en sus distintas capas y fracciones, en su activo y su
reserva; y la pequeña burguesía asalariada y no asalariada, pobre y acomodada. Como
puede observarse en el relato, la participación de la pequeña burguesía no se produce bajo
la figura de “los ahorristas”: al comienzo se movilizan en tanto comerciantes y vecinos y el
19 lo hacen contra el estado de sitio. A la vez, el rechazo al llamado “corralito” excede a “la
clase media” en tanto son afectados por esa medida los asalariados insertos en la llamada
“economía formal” y las capas más pobres del proletariado insertas en el “trabajo en
negro”. La meta de todas estas fracciones y capas no se limita exclusivamente a sus
reivindicaciones económicas inmediatas sino que está presente el rechazo a lo que era
percibido como un “abuso de autoridad” (manifestado tanto en la acción de la policía como
en la declaración del estado de sitio) por parte de un gobierno que se tornó ilegítimo a los
ojos del pueblo en la medida en que constituyó, en todos los aspectos, una continuidad
degradada del gobierno anterior.
Aunque contiene en su seno distintos elementos el hecho constituye una unidad.
Puede ponerse en cuestión si todas las acciones vinculadas a la lucha económica práctica
forman parte del hecho, pero, no cabe duda que están vinculadas a él en tanto tienden a
desarrollarse como lucha callejera; no hemos hecho hincapié en esta distinción y las hemos
incluido en la descripción para no desvirtuar la fisonomía del hecho; pero no las hemos
considerado para periodizar. La lucha que se da dentro del sistema institucional también
forma parte del hecho investigado. En la huelga del 13 todo se articula, pero después, entre
el 14 y el 18, parece volver a separarse siguiendo las líneas de los intereses de cada fracción
social, con relación al sistema institucional.
216 La Rioja, Catamarca, Formosa, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
217 Iñigo Carrera, Nicolás, Podestá, Jorge y Cotarelo, María Celia; Las estructuras económico sociales
concretas que constituyen la formación económica de la sociedad argentina, Buenos Aires, PIMSA,
Documento de Trabajo n°18, 1999.
Es la revuelta con elementos de motín lo que abona al desborde del sistema
institucional. Debe señalarse que existen diferencias entre los saqueos, algunos más teñidos
por la lucha entre partidos políticos del régimen y el clientelismo, y otros donde esto no
aparece. También que cuando los pobres forman parte de una organización reconocida, sea
en tanto desocupados, habitantes de villas u otras formas, no llegan al saqueo sino que
ejercen presión en demanda de alimentos en los hipermercados o ante funcionarios
municipales o provinciales, generalmente con éxito, al menos parcial. El martes 18 aparece
como un momento de cambio en los rasgos de los “saqueos”: hasta ese momento los que
reclaman alimentos y los saqueadores se dirigen más bien a las cadenas de supermercados
locales y a los hipermercados de empresas transnacionales (lo que permite señalar un punto
en común con la insurrección del 20); son pocos los pequeños comercios saqueados;
después los saqueos se multiplican y extienden a los comercios pequeños.
Simultáneamente, el 17, se producen los primeros choques armados entre pobres
(saqueadores) y policías (tiroteos en Rosario y Concordia). Como dijimos más arriba, éstos
hechos constituyen la revuelta pero, en algunos casos, aparece el elemento de odio y
venganza propio del motín. En la revuelta y motín se observa el papel de los adolescentes.
También puede observarse que así como entre el 14 y el 18 se desarrollan los
saqueos, que desembocan en revuelta y motín el 19 y 20, en esos días se desarrollan las
manifestaciones que desembocan en la manifestación de masas del 19, que conduce al
combate del 20 cuando no la dejan expresar pacíficamente. En el combate se observa el
papel de los jóvenes.
Los que se expresan en ese enfrentamiento son los excluidos del poder político y su
meta es antiimperialista y democrática para lograr revertir o superar las condiciones en que
se desarrolla su vida.
La “insurrección” de los hambrientos y la “insurrección” de la pequeña burguesía
constituyen el terreno donde se desarrolla la insurrección espontánea del pueblo. Es por eso
que el hecho constituye una unidad. En tanto forma, la insurrección espontánea
propiamente dicha es el combate en Buenos Aires, pero observado en su desarrollo, el
hecho todo es insurrección espontánea: sin el combate en Buenos Aires no habría
insurrección, sin todo lo que precede al combate tampoco hubiera habido insurrección.
María Celia Cotarelo y Nicolás Iñigo Carrera. “La insurrección espontánea. Argentina diciembre del 2001. Descripción, periodización, conceptualización”, en Documentos y Comunicaciones 2003, Ediciones PIMSA, Buenos Aires, 2003. pp. 201-308.